Advertencia El editor de esta BIBLIOTECA, que adquiere de da en da creciente popularidad y ms en!ola acogida del p"lico, se propone completarla destinando !arios tomos a la mani#estaci$n del ingenio %umano, que mayor in#lu&o e&erce sore los puelos' la elocuencia( LA BIBLIOTECA )*I+E,-AL, o#recer a sus lectores, una serie de tomos consagrados a oradores nacionales y e.tran&eros, antiguos y modernos, que den caal idea de cuanto en su gnero %a pasado de siglo en siglo, y se considera actualmente, como modelo de elocuencia Comien/a la serie con el presente tomo, que contiene algunas oras maestras de Bossuet, el orador sagrado de ms nomre entre los e.tran&eros y que ocup$ su grande elocuencia en la pintura de los acontecimientos de su siglo( EL E0ITO,( Bossuet *aci$ en 0i&ou en 1234( 5erteneca a una #amilia de magistrados, que pro#esaa al par de las m.imas que ms tarde Bossuet dea poner al ser!icio de la tesis del poder asoluto, ostinado espritu galicano %ostil al poder de ,oma, lo que %i/o #uese arreatado el #uturo orador de manos de los &esuitas, que sorprendiendo en l un talento naciente, intentaron %acerle entrar en la Compa6a( Otra in#luencia se oser!a en su primera edad' la de la Bilia( A los quince a6os inundaa de ardientes lgrimas las pginas del liro santo, y dee notarse que, siempre de acuerdo con sus inclinaciones, no era el E!angelio, liro dulce en que se predica la pa/ entre el 0ios implacale del -ina, y el %omre, el liro que llamaa su atenci$n, sitio la antigua ley, el rey poeta y el rey saio, los inmensos pro#etas, todas las pginas candentes y colosales, pre6adas de imgenes grandiosas, de !ersculos terriles, donde gime Jo, donde ruge Isaas, donde se retuerce en lec%o !oluptuoso -alom$n, donde 0a!id lan/a los gritos del remordimiento, donde 7oiss relata las oscuras leyendas del origen de la especie %umana' Jes"s, sua!e y plida #igura, pendiente de la cru/, Jes"s, el 0ios de las misericordias, no le inspiraa el entusiasmo que Je%o!, el 0ios de las !engan/as( -u primera impresi$n en 5ars en edad temprana, #ue la entrada triun#al de ,ic%elieu, el ministro omnipotente de Luis 8III, conducido moriundo en su litera, mostrando en un s$lo espectculo las grande/as y las miserias de la !ida9 impresi$n que tamin dea seguirle al tra!s de toda su e.istencia, en sus grandes elogios #"neres( Bossuet nutrido en el estudio del Antiguo Testamento, ama lo #uerte, lo !iolento, lo terrile9 en la naturale/a el Ocano, en la sociedad la guerra, en la %umanidad el %omre( 5or ms que sus oraciones por las princesas y reinas estn llenas de elle/as, s$lo en la del gran Cond se in#lama su estro y recorre su palara todo el pentgrama de la pasi$n oratoria( 5ara aquellas mu&eres algunas palaras de consuelo, algunas #lores melanc$licas de colores un tanto plidos y todo ello en medio de terriles imprecaciones sore la nada de las grande/as %umanas9 en camio para el %omre, para el guerrero, para el %roe, palaras !iriles, acentos elicosos, entusiasmos, ms que de sacerdote cristiano, de pro#eta %ereo, y apenas alguna que otra dil y !aga consideraci$n acerca de la !anidad de las glorias terrenas( :/ose pronto notar en 5ars, en la corte ms rillante de Europa( En el 5alacio de ,amouillet, el adolescente, una noc%e, a "ltima %ora pronuncia un serm$n impro!isado que sorprende a cuantos lo oyen, cortesanos y literatos( Con este moti!o +oiture escrie espiritualmente' ;*unca se %a predicado ni tan temprano ni tan tarde(< Aludiendo a la edad del orador, y a la %ora en que %al$( Coetneos de estos primeros estudios y de estos primeros triun#os, #ueron sus amores con la se6orita 0es +ieu., a la que prometi$ palara de casamiento' pero ella adi!inando en el &o!en el genio que dea lle!arlo a altos puestos eclesisticos, renunci$ a su amor, sin de&ar de pro#esarle el resto de su !ida una de esas a#ecciones, que #undadas ms que en el amor se.ual en la admiraci$n, resisten a los emates del tiempo y a la nie!e de los a6os( )na !e/ sacerdote no se de&$ seducir por las rillantes proposiciones que se le %icieron9 pre#iri$ un retiro apacile en pro!incias, donde pudiese consagrarse a los traa&os que dean %acer de l el primer atleta de la palara, y uno de los %omres ms in#luyentes en el mo!imiento religioso de su siglo( Bien pronto, en uno de los !ia&es que %aca a 5ars e.cit$ la admiraci$n de las gentes9 el mismo Luis 8I+, espritu !i!o, pero poco culti!ado, y que ms ien tenda a la satis#acci$n de la carne que a los goces del alma, %i/o que se #elicitase en su nomre al padre de Bossuet, por la dic%a de que dis#rutaa al tener un %i&o seme&ante( Brotaron entonces aundosamente los manantiales de su elocuencia9 corte y puelo aplaudieron, y no %uo p"lpito en 5ars en que no se escuc%asen los acentos !igorosos de aquella palara sin precedente en =rancia( En 124> #ue nomrado por el rey preceptor del 0el#n, para el cual escrii$ !arios liros( El Discurso sobre la Historia Universal, donde pinta a la especie %umana desen!ol!iendo el tema di!ino de la -agrada Escritura' la pro!idencia aparece all por todas partes a"n, donde los ms piadosos %istoriadores de&an el campo lire al dialo( Del conocimiento de Dios y de s mismo, donde desen!uel!e las recientes doctrinas cartesianas, sin comprender su trascendencia, pero con notale ele!aci$n y #uerte estilo( 5oltica deri!ada de las propias palaras de la escritura' donde e.plana con notale liertad de espritu la teora de la monarqua asoluta( Con este liro Bossuet se es#or/aa en nutrir el alma de su tierno discpulo que aprenda lo ms escogido de las doctrinas que con!ierten a los reyes en dioses, y a los puelos en rea6os( El sacerdocio aleccionaa a la monarqua, como si augurase que se apro.imaan los tiempos en que sera preciso de#ender con la espada la estailidad de esas dos instituciones, que aparentemente roustas, lle!aan ya en el seno el germen secreto de la muerte( En 12?1 #i& nomrado oispo de 7eau.9 la posteridad lo %a llamado guila de Meaux( Bossuet, en nuestros tiempos, no ostante su ortodo.ia y los grandes ser!icios que prestaa a la Iglesia, %uiese sido considerado como sospec%oso por el ultramontanismo' Bossuet era galicano, es decir, se %allaa al lado del rey de =rancia y en #rente de ,oma( Largos son de re#erir los equilirios ingeniosos que el gran orador %uo de reali/ar para conciliar estos e.tremos sin incurrir en las iras del +aticano( En camio compens$ esta tiie/a con su apoyo decidido a la cruel cru/ada que se lle!$ a cao contra los protestantes #ranceses9 la re!ocaci$n del Edicto de *antes, aquella medida #unesta, seme&ante a nuestras rutales proscripciones de &udos y moriscos, arranca gritos de &"ilo al oispo de 7eau., que compara a Luis 8I+ con Teodosio, con Constantino, con Carlo@7agno y con otros protectores de la #e, y parecindole escaso el elogio, llega a decir, que s$lo 0ios poda %aer reali/ado aquel milagro((( con lo que tenemos al rey de =rancia sentado a la diestra de 0ios 5adre( Apro!ec%$ Bossuet ra!amente la re!ocaci$n de aquel edicto' armado de esta piqueta legal ec%$ por tierra no pocos templos protestantes, pidiendo se le entregasen los materiales( *o satis#ec%o a"n, orden$ el arresto de algunos %ere&es, encerr$ a muc%as &$!enes se6oritas y ni6os de siete a6os, en casas piadosas y en prisiones para !er si !ol!an al gremio cat$lico, y %asta pidi$ y otu!o la con#iscaci$n de los ienes de los ugonotes contumaces en #a!or de los con!ertidos( -orprende que este rigor no impidiese a Bossuet entenderse con los luteranos alemanes proponindoles una transacci$n imposile con ,oma( En esta empresa comunicose el oispo #rancs con el gran #il$so#o Leinit/( En los "ltimos a6os de su !ida escrii$ Bossuet su ora, Historia de las variaciones de las Iglesias protestantes, modelo de dialctica y en la que oponiendo unas sectas a otras les demostraa su !anidad( *o ostante no logr$ la con!ersi$n de tantos protestantes con la lectura de esta ora, como con sus e#icaces procedimientos de con#iscaci$n y crcel( A esta poca pertenece tamin la !iolenta luc%a que Bossuet sostu!o contra el quietismo, doctrina inocente y sutil, pero que se acercaa algo ms al ideal e!anglico que la rgida teologa del grande orador, y se ale&aa menos del catolicismo que sus ideas galicanas( Entristece el nimo !er como un genio, un carcter tan ele!ado descendi$ %asta perseguir cruelmente a otro genio, al gran =enelon, que merced a la in#luencia de su enemigo se !io condenado y ale&ado de los %onores y de la corte( En esta #unesta contienda un prelado, sorino de Bossuet, llamaa al dulcsimo =enelon, al autor del liro inmortal, Telmaco, tan lleno de antigua y tranquila #iloso#a9 ;estia #ero/ a quien era preciso perseguir %asta aplastarla(< :asta sus "ltimos momentos dedicose Bossuet al traa&o9 muri$ en 14>A despus de dos a6os de !i!o padecer producido por clculos urinarios( El da de su muerte, no ostante, terminaa la par#rasis del psalmo 88I( Era de apasionado carcter, a#ale en la intimidad, tan amigo de las e.pansiones en el seno de su #amilia, como gra!e e imponente en la !ida p"lica y en el e&ercicio de sus deeres sacerdotales( La Bruyere lo %a llamado Padre de la Iglesia, y en e#ecto, su in#luencia en el siglo 8+II #ue tan grande como la de los -antos 5adres de los primeros siglos del Cristianismo( Comparti$ su !ida entre las tareas de sus ele!ados cargos eclesisticos y los liros9 ,igaud en el ello retrato de Bossuet que se !e en el Lou!re, lo representa ien' el orador est rodeado de !ol"menes y re!estido con sus insignias episcopales( As !i!i$ siempre, Es sin duda Bossuet uno de los %omres ms eminentes de su siglo9 en los sesenta tomos de sus oras recorre con !aria y pro#usa inspiraci$n todas las ciencias morales( -us errores son tan numerosos como sus liros, pero %asta en el error resplandece la in#le.iilidad de un carcter se!ero y la #uer/a del genio( -us ideas acerca de la autoridad real son singulares, ms por lo que dice, en lo que al cao re#le&a la opini$n predominante en su tiempo, por el ner!io con que se e.presa( ;La autoridad real, escrie, es asoluta( El prncipe no dee dar cuenta a nadie de lo que ordena, Los prncipes son dioses, seg"n la #rase de la -anta Escritura, y en cierto modo participan de la independencia di!ina((( Todo el Estado est en el prncipe9 la !oluntad de todo el puelo se contiene en la suya((( Al carcter real es in%erente una santidad que no puede ser orrada por ning"n crimen, %asta tratndose de prncipes in#ieles(((< Luis 8I+ sonrea, pues, en!olamente a este oispo( 7uc%as son las oras de Bossuet9 algunas %emos citado, pocas %an logrado la inmortalidad9 %oy apenas sorenadan en las olas del nau#ragio de esta imponente reputaci$n del siglo 8+II, alg"n que otro prra#o elocuente, alguna que otra #rase pro#unda, -$lo sus oraciones #"neres se conser!an ntegras como modelos de lengua&e para los #ranceses, y para el mundo como monumentos de elocuencia de esos que rompen con la cima la ruma de los siglos, y que s$lo de tarde en tarde admira la %umanidad( 0e 0em$stenes y Cicer$n a Bossuet y 7iraeau, trascurren largos siglos y se %unde una ci!ili/aci$n9 como que los grandes artistas de la palara son seres e.cepcionales que para aparecer necesitan del concurso de di!ersas circunstancias( A muc%os son concedidas las #acultades oratorias9 a pocos un teatro digno en que desen!ol!erlas, la organi/aci$n especial del orador, el uid divinum, que ennolece y arillanta cuanto de sus laios rota( *o %ay gloria seme&ante a la del orador' o#rcese de cuerpo entero a la p"lica admiraci$n9 no s$lo crea sino que tamin se %ace $rgano de sus propias creaciones( 7as en eso mismo consiste la #ugacidad de su gloria, de que las generaciones #uturas aprecian tan s$lo la plida somra( BCu es la oraci$n #"nere de Enriqueta de Inglaterra, sin la !o/ tonante del orador, sin su acento pre6ado de lgrimas, sin el rillo de su mirada, sin la ma&estad de su presencia, sin el cata#alco en que descansa la protagonista, y sin el templo enlutado, y sin la rillante corte que escuc%a penetrada de admiraci$nD En la palara de Bossuet, no ostante su se!eridad, se desli/a la adulaci$n cortesana con deplorale #recuencia9 !selo de continuo incensar a %omres a quienes la %istoria cali#ica duramente' Luis 8I+, es considerado por l como el ms grande de los reyes del mudo, y como modelo de !irtudes pri!adas y p"licas9 Enrique +III de Inglaterra es tamin o&eto de una #rase galante del orador9 en cuanto a Carlos II merece todo gnero de consideraciones y de elogios, que tampoco escatima al desgraciado y presuntuoso Carlos I( *o parece sino que para Bossuet ocupar un trono era patente de impecailidad( La oraci$n #"nere de la reina de Inglaterra, es sin duda la ora ms acaada de Bossuet( +ierte all su elocuencia genial, se de&a arreatar por el asunto y mantiene a tra!s de la larga peroraci$n una idea #i&a, a tra!s de aquellos di!ersos sucesos un punto de mira superior, gua in#alile para que el orador no su#ra distracciones, ni el auditorio sienta languidecer su atenci$n, una especie de %ilo de Ariadna, marcando en el 0dalo el camino seguro al e.plorador( Tal es la idea de que 0ios pro!oca los acontecimientos para aleccionar a les reyes y de#ender a la Iglesia( Acomoda el orador a esta idea, de grado por #uer/a todos los %ec%os aun a costa de la l$gica, aun a costa del com"n sentir( Antes se desordar el metal en #usi$n arasando las manos del art#ice, que se rompa el estrec%o molde en que lo #uer/a a entrar( -i el puelo ingls se le!anta contra los poderes %ist$ricos, si %ace rodar sore el cadalso la cae/a de su rey, si la reina de Inglaterra se !e desposeda de su corona( -i pierde sus %i&os, su esposo, su grande/a, es porque 0ios %a querido castigar la re#orma protestante, iniciada por Enrique +III, a pesar de que en la re!oluci$n inglesa las principales !ctimas #ueron los cat$licos irlandeses, y que a consecuencia de aquel acontecimiento, Inglaterra comen/$ a acrecentar su in#luencia sore toda Europa, su interior rique/a y sus posesiones coloniales( -i la %eroica reina cru/a #eli/mente el mar a despec%o de las tempestades, si lan/a a las olas irritadas el ap$stro#e sulime' !las reinas no se a"ogan#, si sal!a todos los peligros personales a que !oluntariamente se e.pone, es porque 0ios quiere quesea pruea elocuente de su poder y resto precioso que atestiguo el nau#ragio de un trono( -i la reina de Inglaterra mal aconse&ada, aunque #iel a sus creencias, pro!oca el #anatismo del puelo ingls, #a!oreciendo una especie de renacimiento cat$lico, mana en que dea caer ms tarde Jacoo II tamin a costa del trono, el orador la aplaude, aun cuando #uese sta una de las causas que lle!aron al cadalso al iluso Carlos I( En #in, si 0ios permite que estalle la ,e!oluci$n y que rompa en peda/os la corona de tres reinos, este magno suceso que conmue!e en sus cimientos la sociedad inglesa, y anuncia y prepara #uturas re!oluciones en el continente, no tiene otro o&eto que el de sal!ar el alma, de la princesa real de Inglaterra, despus duquesa de Orleans( *ada ocurre, nada se mue!e, nada cae, nada se le!anta, nada sucede que a la corta o a la larga no redunde en ene#icio de la Iglesia Een pro del catolicismo( Esta idea ostinada, sulime no ostante su estrec%e/, #uerte a pesar de su deilidad, penetra de #uego, de ele!aci$n y de energa, la clere oraci$n del oispo de 7eau.( Aunque estamos a gran distancia de aquellos sucesos, aunque la crtica %istoria %aya re#ormado los &uicios del orador, deemos con#esar que ese espritu creyente lle!ado por Bossuet al "ltimo e.tremo, no tan s$lo en la oraci$n #"nere de Enriqueta de Inglaterra, sino en todas las dems, %iere !i!amente la imaginaci$n y pone a sus palaras un sello de grande/a indelele( E es que en toda ora de arte, a cualquier orden de ideas a que pertene/ca, es preciso que %aya un espritu que la in#orme, un ideal superior que la ri&a, una especie de Deus ex mac"ina que la mue!a, un alma en una palara que la ele!e sore lo !ulgar, ora sea una idea religiosa, ora una idea #ilos$#ica, ora un a#ecto %umano( 5ero si por la e.tensi$n y la importancia del toma, la oraci$n #"nere de la reina de Inglaterra es entre las oras de Bossuet la de ms aliento, por lo que %ace al inters domstico, a la emoci$n pro#unda de que est penetrada, nada %ay seme&ante a la oraci$n #"nere en %onor de la duquesa de Orleans, cuya muerte prematura, rpida y misteriosa #ue o&eto de sospec%as terriles, que de las cr$nicas de aquel tiempo %an pasado a la %istoria( La clere e.clamaci$n' !Madama se muere#!Madama "a muerto# dei$ resonar como el grito espantoso del remordimiento en medio de aquella corte corrompida( 0cese que esta e.clamaci$n, que los sucesos arrancaan al orador, tu!o tal resonancia, produ&o tan elctrica impresi$n en el auditorio, que el mismo Bossuet se sinti$ turado por el e#ecto que %aa producido, qui/ sin desearlo, como resorte secreto que por casualidad se oprime y que de&a s"itamente a la !ista, aierta y amena/adora, la oca del aismo( 0esamistada la in#eli/ princesa, a quien persegua el melanc$lico destino de su ra/a, con su esposo =elipe, duque de Orleans, que se supone tena moti!os para estar celoso de su esposa a causa de las galanteras que la triutaa su %ermano Luis 8I+, muri$ repentinamente de !uelta de un !ia&e a Inglaterra a donde %aa ido con la misi$n de apartar a su %ermano el liertino Carlos II de la triple alian/a9 crese que el !eneno are!i$ los das de la duquesa, y que el marido se lo suministr$ instigado por los celos( En esa oraci$n #"nere Bossuet mustrase lleno de desden %acia las grande/as %umanas' no %ay ele!aci$n que en su sentir no sea peligrosa para el alma' se complace en pintar aquella #lor erguida, rillante y per#umada en la ma6ana, y a la tarde mustia y seca( La #rase de la Bilia y la #rase del poeta se unen armoniosamente para producir una imagen llena de melancola y de grande/a' la Bilia le presta #uer/a y 7al%ere la gracia #"nere de sus !ersos( ,osa !i!i$ lo que las rosas !i!en((( F)na aurora no msG 7s s"itamente el orador estremece a su auditorio, despus de %aerlo conmo!ido( 0esciende a la cripta sepulcral' con una palara %ace saltar la losa de la tuma en que se encierra el cuerpo &u!enil, y lleno de gracia de aquella princesa y sigue paso a paso la corrupci$n que lo in!ade' era #lor sore la tierra, algunos pies ms aa&o es un cad!er9 despus ni cad!er siquiera9 es una cosa sin nomre en ninguna lengua( 5arece como que en las #rases del orador se escuc%a el sordo rumor de los gusanos del sepulcro que acuden al teneroso #estn del cad!er( *o lo de&a el orador reposar en pa/9 %a de entrearir la tuma para que el mundo !ea el trmino de sus grande/as y la !anidad de la e.istencia %umana( En este pasa&e, de un todo a&ustado al somro ideal cristiano, que s$lo !e en la tierra un lugar de pruea y de dolor, Bossuet se ele!a a la altura de los primiti!os campeones del E!angelio( -%aHespeare, por lo que %ace al arte no %ara imaginado nada ms per#ecto, ni el realismo contemporneo nada ms atre!ido que esa terrile contemplaci$n de los misterios del sepulcro( La oraci$n #"nere del prncipe de Cond re!ela el prisma ms poderoso del talento de Bossuet( Irande y #luida en la oraci$n #"nere de Enriqueta de Inglaterra, conmo!edora y gra!e en la de la duquesa de Orleans, la elocuencia de Bossuet se ele!a a la altura de la elocuencia antigua, e iguala los ms enrgicos acentos del orador griego, al tratar del capitn !encedor en ,ocroy9 como que pasaa de los temas msticos a los temas %umanos, y ol!idaa la teologa por la poltica y la guerra, y entraa de lleno en las ardientes luc%as de su siglo( 0eemos pre!enir a los lectores de esa oraci$n #"nere' cualesquiera que sean las galas de lengua&e, los cuadros animadsimos de la !ida del gran Cond, deen tener presente que el oispo de 7eau. no respeta gran cosa la !erdad %ist$rica, cuando trata de cumplir sus deeres de panegirista9 los cumple a conciencia sacri#icando el %ec%o al e#ecto, la %istoria a la ret$rica, y lo que es ms triste, la !erdad a la lison&a( El prncipe de Cond era un %omre tan %il en los campos de atalla, como incapa/ en las relaciones ci!iles9 su carcter agrio, intratale, le %aca odioso a cuantos se le acercaan( 5or lo que %ace a su patriotismo, est en duda' no s$lo comati$ a su rey, y %asta aspir$ al trono de Luis 8I+, sino que al ser!icio de Espa6a entr$ a sangre y #uego en su patria9 #altas que el grande orador ol!ida, pero que la %istoria recuerda se!eramente( El orador no !e esas manc%as cegado por la !i!a lu/ de la gloria militar que destella el %roe' esa lu/ #orma la aureola de =rancia, y su mano no la apagar temerosa de mermar las glorias de la patria( Ciudades conquistadas, atallas ganadas, #ronteras que se orran al paso del conquistador, los tercios espa6oles !encidos por !e/ primera, todo esto e.alta al orador y le suministra pinturas enrgicas que se %an %ec%o clsicas en la lengua #rancesa( La descripci$n de la atalla de ,ocroy, la de los lugares de otras campa6as del prncipe, la pattica imprecaci$n #inal a los amigos y ser!idores del capitn muerto, y aquellas "ltimas palaras en que %ala de s mismo, y en que parece se despide de su siglo con la !o/ dil, la mirada incierta, y el temlor de la ancianidad, son modelos eternos de elocuencia( Irandes de#ectos deslustran la elocuencia de Bossuet9 a !eces su estilo, su #rase, su !uelo de guila se deilita9 languidece y entonces la reina de las a!es desciende %asta rastrear %umildemente el suelo( *o %ay en esos momentos en el orador, nada que re!ele su #uer/a y su genio( E.tindese en lugares comunes, ampli#ica con palaras sonoras un pensamiento de escasa importancia, y como si tratase de recuperar alientos perdidos, su musa oratoria parece aatida, pero !anamente locua/, %asta que de pronto, tiende el !uelo y se remonta de nue!o a las regiones de lo sulime( :ay algo de #atiga, de desigualdad, de intermitencias de genio, en la oratoria de Bossuet( 0irase que su pulm$n intelectual no le consenta inspiraciones largas y sostenidas( 0ee notarse que Bossuet era un impro!isador' &ams escria sus discursos9 momentos antes de suir al p"lpito, entregase a la meditaci$n del asunto que ia a tratar, clasi#icaa los %ec%os, elega los temas, osque&aa sumariamente el plan, y se entregaa despus a la inspiraci$n( 0e esto sin duda proceden sus de#ectos, y qui/ tamin sus elle/as( La inspiraci$n es uena gua en las oras de arte, mas se #atiga pronto( 5ero si no sera &usto poner en duda la grande elocuencia del clere oispo de 7eau. y sus !astsimos conocimientos y el mrito de algunas de sus oras, muc%o %ara que decir respecto a su carcter moral( Cortesano ms que sacerdote, atriuye a la autoridad real el poder asoluto, no de&ando a los puelos otro recurso contra la tirana que la e.posici$n respetuosa y la %umilde s"plica, *o %ara suscrito el oispo de 7eau. el magn#ico documento ele!ado al trono de Luis 8I+ por =enelon, en el que este !irtuoso oispo %ace presente al rey la situaci$n terrile en que sus s"ditos se %allaan, merced a, la insensata poltica dominante9 documento que es una de las pie/as &usti#icati!as del gran proceso de la re!oluci$n #rancesa( Ea %emos dic%o que era Bossuet enemigo de =enelon' esta enemistad es todo un paralelo( 7assillon con no ser tan eminente orador como Bossuet, posea la integridad de carcter de un !erdadero sacerdote9 en las e.equias de Luis 8I+, llamado el $rande, ante su #retro, que era el #retro de la monarqua, ante la corte, e.clamaa 7assillon dirigindose al nue!o rey' !%e&or' s(lo Dios es $rande# #rase pro#unda que lan/aa sore la #rente de los cortesanos desde la triuna en que dee resonar la !o/ de la !erdad, el castigo de medio siglo de adulaciones y de a&e/as( *o %aitaa el alma de Bossuet esas cimas de la conciencia9 no comprenda que #uera del principio de autoridad %uiese #uer/a capa/ de regir el mundo( *utrido en el estudio de la %istoria del puelo %ereo y de la Bilia, %allaa en este liro inagotale arsenal para de#ender sus teoras autoritarias con %ailidad indisputale, rayana del so#isma9 pero a"n en ste mani#estase siempre imponente, gra!e y #luido( Bossuet pertenece a la ra/a temile de los so#istas con!encidos( Al e.tinguirse la !o/ de este grande orador, la elocuencia sagrada enmudeci$ con l( *adie puede considerarse digno sucesor suyo9 el arte de la palara se %a puesto al ser!icio de los intereses de la poltica y de la ciencia9 %a de&ado el cielo lleno de resplandores, pero estril, por la tierra, #ecunda nutri/ del gnero %umano( Bossuet es el "ltimo de los oradores sagrados( ,A=AEL II*A,0 0E LA ,O-A( 7adrid J1 de Agosto de 1?4K( Oracin fnebre de Enriqueta Mara de Francia, Reina de Inglaterra 5ronunciada el 12 de *o!iemre de 122K en presencia de la corte de =rancia en la iglesia de las religiosas de -anta 7ara de C%aillot donde %aa sido depositado el cora/$n de la reina Et nunc' reges' intelligite) erudimini ui iudicatis terram* L5sal(3M
Aprended Fo% reyesG a%ora9 aprended, !osotros, dominadores de la tierra( 7O*-ENO,' Aquel que en los cielos reina, de quien todos los imperios dependen y a quien s$lo pertenece la gloria, la ma&estad y la independencia, es as mismo el que %ace consistir su grande/a en uscar la ley a que los reyes deen someterse y en darles, cuando le place, grandes y terriles lecciones( Ora le!ante los tronos, ora los aata, ora comunique a los prncipes su poder, ora se lo retire, de&ndoles tan s$lo su propia deilidad, siempre les muestra la menda del deer de una manera soerana y digna de l9 porque al darles su poder, les recomienda %acer uso digno de su merced, como l mismo lo %ace, en pro de la dic%a de los %omres y les pruea al retirrselo que toda su ma&estad era prestada, y que no por sentarse en alto trono de&an de estar a&o su mano y su soerana autoridad( As alecciona a los prncipes, no tan s$lo con sus palaras, sino a"n ms, por medio de los %ec%os y los e&emplos( Et nunc' reges' intelligite' erudimini ui iudicatis terram( Cristianos, a quienes la memoria de una grande reina, %i&a, esposa, madre de reyes tan poderosos y soerana de tres reinos, con!oca a esta triste ceremonia9 mis palaras os mostrarn uno de los e&emplos ms imponentes que a los o&os del mundo re!elan su !anidad completa( +eris en los lmites de una sola e.istencia todas las e.tremidades de la !ida %umana' la #elicidad sin coto, lo mismo que las desdic%as, goce prolongado y apacile de una de las ms noles coronas del uni!erso, todo lo que de ms glorioso puede conceder la grande/a y el nacimiento acumulados sore una #rente, e.puesta despus a los crueles ultra&es de la #ortuna9 la uena causa por el pronto triun#ante, y enseguida repentinas derrotas, camios inauditos9 la reeli$n largo tiempo contenida, al #in, ense6orendose de todo9 la licencia sin #reno, las leyes aolidas9 !iolada la ma&estad por atentados %asta entonces desconocidos9 a&o el nomre de liertad la tirana usurpadora9 una reina #ugiti!a que no %alla amparo en sus tres reinos y para la cual su propia patria es triste lugar de destierro9 nue!e !ia&es por mar emprendidos por una princesa a despec%o de las tempestades9 asomrado el Ocano de !erse surcado tantas !eces con tan di!erso aparato, con tan di#erentes moti!os9 un trono indignamente !olcado, milagrosamente restalecido( :e a% las ense6an/as que 0ios da a los reyes9 en esa #orma %ace !er al mundo la nada de sus pompas y de sus grande/as( -i las palaras nos #altan, si las e.presiones no responden a tan !asto y ele!ado asunto, los %ec%os %alarn con su elocuencia irresistile( El cora/$n de una grande reina, en otro tiempo educado por larga serie de prosperidades, y ms tarde %undido repentinamente en aismo de amarguras, %alar %arto elocuentemente9 y si no #uese permitido a los s"ditos dar lecciones a los reyes a prop$sito de acontecimientos tan e.tra6os, un rey me prestar sus palaras para decirles' Et omne' reges' intelligite' erudimini ui iudicatis terram' escuc%ad, Fo% reyesG a%ora9 Faprended, ritros del mundoG 7as la prudente y religiosa princesa o&eto de este discurso, no es tan s$lo espectculo o#recido a los %omres para estudio de los conse&os de la 5ro!idencia di!ina y de las #atales re!oluciones de la monarqua9 instruase ella misma, en tanto 0ios con su e&emplo aleccionaa a los reyes( :e dic%o ya que 0ios les ense6a dndoles y retirndoles su poder( La reina de quien %alamos %a odo tamin dos lecciones opuestas, es decir, %a usado cristianamente de la uena y de la mala #ortuna( =ue durante aquella ien%ec%ora, in!encile durante sta( En tanto #ue dic%osa, %i/o sentir su poder con in#initas ondades9 aandonada por la #ortuna atesora ms que nunca cristianas !irtudes9 y si sus s"ditos, si sus aliados, si la Iglesia uni!ersal apro!ec%$ sus grande/as, supo sacar de sus desgracias y de sus in#ortunios, a"n ms pro!ec%o que de toda su gloria( Esto es lo que %aremos notar en la !ida, eternamente memorale de la muy alta, muy e.celente, y muy poderosa princesa Enriqueta 7ara de =rancia, reina de la Iran Breta6a( Aun cuando nadie ignore las grandes cualidades de una reina que la %istoria proclama, deo e!ocarlas a !uestra memoria a #in de que ellas nos sir!an de tema en todo nuestro discurso( In"til sera %alar de la ilustre cuna de esta princesa9 no %ay dea&o del sol nada que en grande/a la iguale( El papa -an Iregorio, %a %ec%o desde %ace muc%os siglos este singular elogio de la corona de =rancia' que est por encima de las dems coronas del mundo, tanto como la dignidad real supera a las #ortunas particulares L1M ( -i en estos trminos %alaa de los tiempos del rey C%ildeert, si tanto e.altaa la nole ra/a de 7ero!eo, &u/gad lo que %ara dic%o de la sangre de -an Luis y de Carlo@7agno( Originaria de esta ra/a, %i&a de Enrique el Irande, y de tantos reyes, su gran cora/$n %a sorepu&ado a su nacimiento9 otro puesto cualquiera que no #uese el trono %ara sido indigno de ella( En !erdad que dei$ sentirse %alagada en su nole orgullo, cuando !io que ia a unir la casa de =rancia a la real #amilia de los Estuardos, que %aan llegado a ce6ir la corona de Inglaterra por una %i&a de Enrique +II, pero que tenan desde muc%os siglos antes el cetro de Escocia, y que descendan de esos reyes antiguos cuyo origen se oculta en la oscuridad de los primeros tiempos( 7as si e.perimentaa regoci&o a la idea de reinar sore una gran naci$n, era porque as poda satis#acer el deseo inmenso que sin cesar la impulsaa a reali/ar el ien( -u magni#icencia era regia y sus otras !irtudes no eran menos dignas de admiraci$n( 0epositaria #iel de las que&as y de los secretos de Estado, deca que los prncipes estaan oligados a guardar el mismo secreto que los con#esores, y tener la misma discreci$n( En medio de los #urores de la guerra ci!il &ams se dud$ de su palara, ni de su clemencia( BCuin %a practicado como ella ese arte lleno de atracti!os que %ace que los nimos se %umillen sin degradarse, y que pone de acuerdo la liertad con el respetoD 0ulce, #amiliar, agradale, y al propio tiempo #irme y !igorosa, saa persuadir y con!encer tanto como mandar, y %aca !aler la ra/$n no menos que la autoridad( Ea !eris con cunta prudencia trataa los arduos asuntos p"licos, y como si el Estado %uiese podido sal!arse, su mano %il %ara sido la sal!adora( *unca se elogiar astante la magnanimidad de esta princesa( *ada pudo contra ella la #ortuna9 ni los males por ella pre!istos, ni los que la cogieron de impro!iso, lograron aatir su nimo( BE qu dir de su inmutale #idelidad a la religi$n de sus antepasadosD ,econoca que esta ad%esi$n era la gloria de su estirpe, as como la de =rancia, "nica naci$n en el mundo que desde %aca doce siglos pr$.imamente, desde que sus reyes se con!irtieron al cristianismo no %aa !isto nunca sore el trono ms que prncipes %i&os de la Iglesia( As, pues, declar$ que nada sera astante para apartarla de la #e de -an Luis( El rey, su esposo, la triuta %asta la muerte el elogio de que tan s$lo sus cora/ones estaan separados a causa de la religi$n9 y con#irmando con su testimonio la piedad de la reina, aquel prncipe esclarecido dio a conocer a toda tierra la ternura, el amor conyugal, la santa e in!iolale #idelidad de su incomparale esposa( 0ios, que encamina todos sus conse&os a la conser!aci$n de la -anta Iglesia, y que #ecundo en recursos, lo acomoda todo a sus ocultos #ines, se sir!i$ en otros tiempos de los castos encantos de dos santas %eronas para lirar a sus #ieles de las manos de sus enemigos( Cuando quiso sal!ar a la ciudad de Betulia, con la eldad de Judit, tendi$ la/o impre!isto e ine!itale a la ciega rutalidad de :olo#ernes( Los p"dicos encantos de la reina Est%er produ&eron tamin e#ectos tan saludales como estos, aunque menos !iolentos( Ian$ el cora/$n de su consorte e %i/o de un prncipe in#iel un ilustre protector del puelo de 0ios( Con anlogos #ines, ese 0ios %aa preparado inocente %ec%i/o al rey de Inglaterra en las in#initas gracias de la reina su esposa( 0ue6a de su cari6o Lporque las nues que a los comien/os lo perturaron ien pronto desaparecieronM, creciente su mutuo amor por los la/os de dic%osa #ecundidad, sin oponerse a la autoridad del rey su se6or, emple$ su in#luencia en procurar alg"n reposo a los perseguidos cat$licos( 0esde la edad de quince a6os sintiose capa/ para tama6a tarea, y los die/ y seis a6os de completa prosperidad que con admiraci$n de toda la tierra, se desli/aron sin interrupci$n, #ueron die/ y seis a6os de dul/ura para la a#ligida Iglesia( El in#lu&o de la reina logr$ en #a!or de los cat$licos la dic%a singular y casi increle de ser goernados sucesi!amente por tres nuncios apost$licos, que les lle!aan los consuelos que recien los %i&os de 0ios, de la comunicaci$n con la -anta -ede( El papa -an Iregorio escriiendo al piadoso emperador 7auricio, le e.pone en estos trminos los deeres de los reyes cristianos' ; -aed, o% gran emperador, que la soerana potestad os %a sido concedida por el cielo, a #in de que en !os encuentre amparo la !irtud, que los caminos del cielo se ensanc%en, y que el imperio de la tierra secunde al imperio de los cielos( ; La !erdad misma parece %aerle dictado estas ellas palaras, porque Bqu %ay ms propio del poder que prestar amparo a la !irtudD BEn qu me&or dee emplearse la #uer/a, que en la de#ensa de la ra/$nD BE para qu los %omres goiernan sino es para %acer que 0ios sea oedecidoD 7as ante todo preciso es notar la gloriosa oligaci$n que ese gran papa impone a los prncipes de #ranquear las !as del cielo( Jesucristo %a dic%o en su E!angelio, cun estrec%o es el camino que conduce a la !ida eterna, y %e aqu lo que lo %ace estrec%o9 que l &usto, consigo mismo se!ero e implacale perseguidor de sus propias pasiones, es adems perseguido por las pasiones de los dems, y no puede conseguir que el mundo lo de&e en calma en esa senda spera y ruda, donde se !e oligado a trepar ms ien que a marc%ar reposadamente( Acudid, dice -an Iregorio, poderes de la tierra, mirad por qu sendas rastrea la !irtud, dolemente inquietada por s misma, y por el es#uer/o de los que la persiguen9 socorredla, tendedla la mano, puesto que la !eis #atigada por el comate que interiormente sostiene contra tantas tentaciones como pesan sore la naturale/a %umana, ponedla cuando menos a cuierto de los insultos que llegan de #uera( As #acilitareis los caminos del cielo, y allanareis esa !a cuyas aspere/as la %acen siempre tan di#cil( 5ero nunca es ms di#cil la senda del cristiano, que en los tiempos de persecuciones, porque Bc$mo imaginar nada ms doloroso que el no poder conser!ar la #e, sin e.ponerse al suplicio, ni uscar a 0ios sin temlarD Tal era la deplorale situaci$n de los cat$licos ingleses( El error %acase or en todos los p"lpitos, y la antigua doctrina, que al decir del E!angelio, ;dea ser predicada %asta sore los tec%os,< apenas si poda trasmitirse al odo( Asomranse los %i&os de 0ios de no !er ya ni el altar, ni el santuario, ni esos triunales de misericordia, que perdonan a aquellos que se acusan( FO% dolorG preciso era ocultar la penitencia con el mismo cuidado que si de crmenes se tratase9 y Jesucristo !ease oligado a uscar otros !elos y otras tinielas, que los !elos y las tinielas msticas en que se en!uel!e !oluntariamente en la eucarista( A la llegada de la reina amortiguose el rigor, y respiraron los cat$licos( Aquella real capilla que con tanta magni#icencia %i/o construir en su palacio de -ommerset, !ol!i$ a la Iglesia su primera #orma( All, Enriqueta, digna %i&a de -an Luis, animaa a todo el mundo con su e&emplo, y all sostena por sus de!ociones, sus plegarias y su recogimiento, la antigua reputaci$n de la cristiansima casa de =rancia( Los padres del oratorio que el grande 5edro de Berulle %aa lle!ado cerca de ella y en pos de ellos, los padres capuc%inos dieron all por su piedad, a los altares su !erdadero ornato, y al di!ino ser!icio la ma&estad natural( Los sacerdotes y los religiosos, celosos e in#atigales pastores de aquel a#ligido rea6o que !i!an en Inglaterra, pores, errantes, dis#ra/ados, ;y de los cuales no era el mundo digno,< recoraan con alegra los signos gloriosos de su pro#esi$n en la capilla de la reina9 y la Iglesia desolada, que en otro tiempo apenas poda gemir liremente, llorar su pasada gloria, %aca resonar triun#almente en e.tran&era tierra los cnticos de -ion( As la piadosa reina consolaa la cauti!idad de los #ieles y alentaa su esperan/a( Cuando de&a 0ios salir del po/o del aismo la %umareda que oscurece el sol, seg"n la e.presi$n de la Apocalipsis, es decir, el error y la %ere&a9 cuando para castigar el escndalo o despertar a los puelos y a sus pastores permite que el espritu de seducci$n enga6e a las almas ms ele!adas, y disemine por doquiera descontento soerio, ind$cil curiosidad y espritu de reeli$n, en su pro#unda saidura determina los lmites que quiere conceder a los #unestos progresos del error y a los su#rimientos de la Iglesia( *o intentar Fo% cristianosG narraros la suerte de las %ere&as durante los "ltimos siglos, ni se6alar el trmino #atal dentro del que 0ios resol!i$ ce6ir sus progresos9 mas si mi &uicio no me enga6a, si recordando los %ec%os de los pasados siglos %ago e.actas comparaciones con los %ec%os contemporneos, me atre!o a creer, y en ello con!ienen los saios, que los das de la ceguedad %an pasado, y que en adelante rillar la lu/( Cuando el rey Enrique +III, prncipe en lo dems per#ecto, se e.tra!i$ en las pasiones que a -alom$n y a tantos otros reyes perdieron, y comen/$ a soca!ar la autoridad de la Iglesia, anuncironlo los prudentes, que remo!iendo ese s$lo punto, todo lo pona en peligro y que daa, contra sus prop$sitos, desen#renada licencia a las edades siguientes( 5re!ironlo los saios9 pero los saios en tiempos de pasi$n no son credos, y sus pro#ecas s$lo sir!en de moti!os de risa( La e.periencia, imperiosamente, impuso a los %omres la realidad de aquellas pre!isiones en que no %aan credo( 5"sose a pruea cuanto de ms sagrado %ay en la religi$n9 Inglaterra %a camiado tanto, que ella misma no sae a qu atenerse9 y ms agitada su tierra que el Ocano que la rodea, !iose inundada por el espantoso desordamiento de mil sectas e.tra6as( BCuin sae, si con!ertida de sus grandes errores respecto a la monarqua, no lle!ar ms le&os sus re#le.iones, y si #atigada de sus camios, no mirar con complacencia el estado precedenteD Admiremos, no ostante, la piedad de la reina que supo conser!ar los preciosos restos de tantas persecuciones9 Fqu de pores, qu de desgraciados, qu de #amilias arruinadas por la causa de la #e susistieron durante todo el curso de su !ida inmensa pro#usi$n de sus limosnasG 0erramalas %asta los "ltimos trminos de sus tres reinos, y %acindolas e.tensi!as %asta sore los enemigos de la #e, templaa su amargura y los !ol!a al seno de la Iglesia( As no s$lo conser!aa, sino que tamin aumentaa el puelo de 0ios( Eran innumerales las con!ersiones9 testigos oculares 0os %an dic%o, que durante tres a6os que permaneci$ en la corte del rey, su %i&o, s$lo la capilla real, %a !isto ms de trescientas con!ersiones, sin %alar de otros con!ersos que a&uraan santamente sus errores en manos de sus limosneros( F0ic%osa ella, que pudo conser!ar tan cuidadosamente la c%ispa de ese #uego di!ino que Jes"s !ino a encender en el mundoG -i alg"n da Inglaterra !uel!e en s, si esa preciosa le!adura, santi#ica un da toda esa masa, a que #ue me/clada por sus reales manos, la posteridad ms remota celerar las !irtudes de la religiosa Enriqueta, y creer deer a su piedad la ora memorale, de la restauraci$n de la Iglesia( -i la %istoria de la Iglesia guarda agradecida la memoria de esta reina, no callar nuestra %istoria las !enta&as que %a producido a su #amilia y a su patria( Esposa y madre, muy querida y muy !enerada, reconcili$ con =rancia al rey, su esposo, y al rey su %i&o, BCuin ignora que despus de la memorale acci$n de la isla de ,e, y durante el #amoso sitio de la ,oc%ela, esta princesa, pronto a apro!ec%ar las coyunturas #a!orales, %i/o se terminase la pa/, que impidi$ a Inglaterra continuar socorriendo a los sule!ados cal!inistasD E en estos "ltimos a6os despus que nuestro gran rey, celando ms el cumplimiento de su palara y la sal!aci$n de sus aliados que su propio inters, declar$ la guerra a los ingleses, Bno #ue ella tamin prudente y dic%osa mediadoraD B*o reuni$ a los dos reinosD BE posteriormente a"n, no se dedic$ a conser!ar aquella uena inteligenciaD Esos cuidados preocupan a%ora a nuestras alte/as reales, y el e&emplo de una gran reina, as como la sangre de =rancia y de Inglaterra, que %ais unido con !uestro dic%oso enlace, dee inspiraros el deseo de traa&ar sin descanso en la uni$n de dos reinos que os son tan a#ines, y cuya !irtud y poder %an de in#luir en los destinos de toda Europa( 7onse6or, no es tan s$lo por esa mano !alerosa y por ese grande cora/$n, como adquiriris la gloria' en la calma de pro#unda pa/ %allareis los medios de distinguiros9 y podis ser!ir al estado sin alarmarlo, como tantas !eces lo %ais %ec%o e.poniendo en medio de los grandes a/ares de la guerra una !ida tan preciosa y tan necesaria como la !uestra( Este ser!icio, monse6or, no es el "nico que de !os se espera, que todo dee esperarse de un prncipe a quien la prudencia aconse&a, el !alor anima, y a quien la &usticia acompa6a en todas sus acciones( 7as mi celo me lle!a le&os del triste o&eto de mi oraci$n( 0etngome a considerar las !irtudes de =elipe sin pensar que os deo la %istoria de las desdic%as de Enriqueta( Con#ieso, al comen/arla, que siento ms que nunca las di#icultades de mi empresa( Cue si miro de cerca los in#ortunios inauditos de tan grande reina, no %allo palaras con qu e.presarlos9 y mi espritu, condolido por tantos indignos tratamientos %ec%os a la ma&estad y a la !irtud, no se resol!era a precipitarse en medio de tantos %orrores, si la constancia admirale conque esta princesa %a soportado sus desgracias, no sorepu&ase en muc%o los crmenes que las causaron( 5ero al mismo tiempo, cristianos, otro cuidado me agita' no es la que intento reali/ar ora %umana9 no soy aqu un %istoriador que dee desen!ol!er a !uestra !ista los secretos del goierno, el orden de las atallas, ni los intereses de los partidos9 preciso ser me ele!e por encima del %omre, para que toda criatura tiemle ante los &uicios de 0ios( ; Entrar con 0a!id en las potencias del -e6or,< y os %ar !er las mara!illas de su mano y de sus decretos9 decretos de &usta !engan/a sore Inglaterra, decretos de misericordia para la sal!aci$n de la reina, pero decretos se6alados por el dedo de 0ios, cuya %uella es tan !i!a y mani#iesta en los sucesos que !oy a tratar, que no es posile resistir a su rillante lu/( 5or alto que el nimo se remonte para uscar la causa de los grandes camios %ist$ricos, se %allar que %asta aqu %an sido siempre causados o por la deilidad o por la !iolencia de los prncipes En e#ecto, cuando los prncipes, ol!idando los negocios p"licos y los e&rcitos, s$lo se ocupan en la ca/a, como deca un %istoriador L3M , #undan en el lu&o su gloria, y s$lo mani#iestan inteligencia en la in!enci$n de nue!os placeres, o cuando arreatados por su !iolento carcter, no guardan regla ni medida, pri!ndose del respeto y del temor de sus s"ditos, %aciendo que los males que su#ran les pare/can ms insoportales que los que pre!n lan/ndose a la reeli$n9 entonces ora la licencia e.cesi!a, ora la paciencia agotada, amena/an terrilemente la estailidad de las casas reinantes( Carlos I rey de Inglaterra, era &usto, moderado, magnnimo, competente en los asuntos p"licos, e instruido en los medios de goernar( *unca %uo un prncipe ms digno de %acer que #uese la monarqua, no tan s$lo !enerale y sagrada, sino tamin amada por los puelos( BCu se le puede reproc%ar sino es la clemenciaD 0ir de l lo que un autor clere %a dic%o de Csar9 que #ue elemento %asta el punto de arrepentirse de su clemencia' +esari proprium et peculiare sit clementiae insigne' ua usue ad paenitentiam omnes superavit LJM ( Cui/ sea ste, si se quiere, el ilustre de#ecto de Carlos, como lo #ue de Csar, pero que los que creen que todo es deilidad en los desgraciados y en los !encidos, no intenten persuadirnos por esto, de que #alt$ la #uer/a a su nimo, ni el !igor a sus determinaciones( 5erseguido cruelmente por su in#austa suerte, aandonado por los suyos, nunca se !io aandonado por su propio !alor( *o ostante el mal .ito de sus in#ortunadas empresas guerreras, si se pudo !encerle, no #ue posile aatirlo9 y as como &ams !encedor, de&$ de ser ra/onale, &ams !encido, acept$ nada que le %iciese parecer dil o in&usto( Custame inmenso dolor el contemplar su grande cora/$n en sus "ltimos das de pruea( En ellos demostr$ que no es permitido a s"ditos reeldes amenguar la ma&estad de un rey posedo de ella9 y cuantos lo %an !isto aparecer en Oestminster y en la pla/a de O%ite%all, #cilmente pueden apreciar su intrepide/ al #rente de los e&rcitos, su ma&estad augusta en su palacio y en medio de su corte( Iran reina, satis#ago !uestros ms tiernos deseos al celerar a este monarca9 y ese cora/$n que s$lo para l !i!i$, despierta aunque %ec%o pol!o, y a"n a&o esos mortuorios pa6os, se %ace sensile al or el nomre de esposo tan querido, a quien sus mismos enemigos conceden el ttulo de prudente y de &usto, y que ser puesto por la posteridad en el n"mero de los uenos prncipes, si su %istoria %alla lectores cuyo &uicio no se de&e a!asallar por los acontecimientos y por la #ortuna( Cuantos estn instruidos en esos sucesos sostienen que el rey no %aa dado moti!o ni prete.to a los sacrlegos e.cesos cuya memoria e.ecramos, y acusan a la indomale #iere/a de la naci$n' y con#ieso que en e#ecto, el odio a los parricidas puede inspirar esta idea( E las cuando se considera de ms cerca la %istoria de ese gran reino, y en especial los "ltimos reinados, en los que se !e no tan solo a los reyes mayores de edad, sino tamin a los pupilos y a las reinas mismas, tan asolutas y respetadas, cuando se !e la increle #acilidad con que la religi$n %a sido destruida o restaurada por Enrique, por Eduardo, por 7ara, por Isael, no se %alla entonces que la naci$n inglesa sea reelde, ni sus parlamentos tan #ieros y tan #acciosos9 por el contrario, preciso es reproc%ar a ese puelo el que %aya sido %arto sumiso, puesto que someti$ al yugo %asta su #e y su conciencia( *o acusemos pues, ciegamente al carcter de los %aitantes de la isla ms clere del mundo, que seg"n los %istoriadores ms #ieles, tienen su origen en los antiguos galos9 y no creamos que los 7ercianos, los 0aneses y los -a&ones, %ayan corrompido en ellos la sangre %eredada de nuestros padres, y que %ayan sido capaces de llegar a tan rara conducta, si otras causas no %uiesen en ella in#luido( BCu es pues, lo que les %a impulsadoD BCu #uer/as, qu trasportes, qu intemperancias %an sido causa de esas agitaciones y de esas !iolenciasD *o lo dudemos, cristianos9 las #alsas religiones, el liertina&e de las almas, el #uror de disputar eternamente acerca de las cosas di!inas, %a sule!ado los nimos( :e a% los enemigos que %a tenido que comatir la reina, y que ni con su prudencia, ni con su dul/ura, ni con su #irme/a, pudo !encer( Algo %e dic%o ya de la licencia que de las almas se apodera cuando se conmue!en los #undamentos de la religi$n, y se alteran los lmites tra/ados( 7as como el asunto que trato me suministra un e&emplo mani#iesto y "nico en todos los siglos de dic%os #unestsimos e.cesos, se me %ace necesario !ol!er a su comien/o, y conduciros paso a paso a tra!s de todos los crmenes a que lan/a a los %omres el desprecio de la antigua religi$n y de la autoridad de la Iglesia( As pues, el origen de todo el mal es que aquellos que no %an temido intentar en el pasado siglo la re#orma por medio del cisma no %allando contra sus inno!aciones aluarte ms #irme que la santa autoridad de la Iglesia, se !ieron oligados a ec%arla por tierra( As, los decretos de los concilios, la doctrina de los -antos 5adres y su sagrada unanimidad, la antigua tradici$n de la -anta -ede y de la Iglesia Cat$lica, no #ueron ya como en otros tiempos, leyes sagradas e in!iolales9 constituyose cada indi!iduo en triunal ritro de su propia creencia9 y a"n cuando parece que los inno!adores queran retener las almas, encerrndolas en los lmites de la -anta Escritura, como esto s$lo se !eri#icaa a condici$n de que cada #iel sera un intrprete, creyendo que el Espritu@-anto le inspiraa, nada %aa de particular que se imaginase autori/ado por esta doctrina para adorar sus in!enciones, para consagrar sus errores, para llamar di!ino a todo lo que pensase( 5re!isto estaa que, careciendo de #reno la licencia, las sectas se multiplicaran %asta lo in#inito, que la tenacidad sera in!encile, y que en tanto los unos no cesaran en sus disputas, en quedaran a sus ensue6os el carcter de inspiraciones, los otros, #atigados por tan locas #antasas, y no pudiendo reconocer en adelante la ma&estad de la religi$n por tantas sectas desgarrada, mac%aran al #in a uscar un #unesto reposo y entera independencia, en la liertad de las religiones o en el atesmo( Tales son, y ms perniciosos a"n, los e#ectos naturales de esa nue!a doctrina( Cue as como el agua desordada no lle!a a cao, en todas partes los mismos desastres, porque su rpida corriente no %alla en todas partes las mismas pendientes e iguales ostculos y as por ms que el espritu de independencia y de reeli$n sea generalmente com"n a todas las %ere&as de estos "ltimos siglos, no %a producido uni!ersalmente los mismos e#ectos9 se %a ce6ido a di#erentes lmites seg"n se los imponan el temor o los intereses, o el capric%o de los indi!iduos y de las naciones, o en #in, la di!ina !oluntad, que cuando le place encau/a secretamente las pasiones de los %omres ms !iolentos( Cue si se %uiese mostrado claramente a Inglaterra y su malignidad, si se %uiera declarado sin reser!a, los reyes no la %aran su#rido9 mas tamin los reyes %an #a!orecido su causa( :an demostrado a los puelos soradamente que la antigua religi$n poda camiarse( Los s"ditos %an cesado de re!erenciar las m.imas religiosas cuando las %an !isto ceder a las pasiones y a los intereses de sus prncipes( ,emo!idas estas tierras, incapaces de consistencia, %an cado por doquiera de&ando !er tan s$lo espantosos precipicios9 este nomre doy a tantos errores e.tra!agantes y temerarios como %an aparecido en nuestros das( *o creis que %ayan conmo!ido a los puelos tan s$lo las querellas del episcopado, o las sutile/as acerca de la liturgia anglicana( Estas disputas no eran a"n ms que los preludios, con que aquellos turulentos espritus %acan el ensayo de su liertad9 algo ms !iolento se agitaa en el #ondo de los cora/ones9 era el secreto descontento de cuanto re!esta el carcter de autoridad, y una especie de come/$n de perpetuas inno!aciones, desde que se !io palpale el e&emplo de la primera( As, pues, los cal!inistas, ms atre!idos que los luteranos, %an ser!ido para #ormar a los socinianos que %an ido ms le&os que ellos y que de da en da aumentan con ellos sus #ilas( Las in#initas sectas de los anaaptistas tienen el mismo origen9 y sus opiniones me/cladas al cal!inismo, %an dado !ida a los independientes, lires de todo #reno y entre los cuales se !e a los temladores #anticos, que creen que todos sus ensue6os les son inspirados, y los que se llaman buscadores, a causa de que die/ y siete siglos despus de Jesucristo a"n uscan la religi$n sin encontrarla( 0e esta suerte, se6ores, las almas, una !e/ perturadas, caen de ruina en ruina, y se di!iden en innumerales sectas( En !ano crey$ contenerlas el rey de Inglaterra en la !ertiginosa pendiente, conser!ando el episcopado, porque Bqu pueden %acer oispos que por s mismos aniquilan la autoridad de sus ctedras, y el respeto deido a la sucesi$n, condenando aiertamente a sus predecesores %asta el origen mismo de su consagraci$n, es decir, %asta el papa -an Iregorio, y el santo mon&e Agustn su discpulo, primer ap$stol de la naci$n inglesaD BCu es el episcopado cuando se separa de la iglesia, qu es su todo, as como de la -anta -ede, qu es su centro para ser!ir de apoyo contra su naturale/a, a la monarqua y a su &e#e< Estos dos poderes de un orden tan di#erente no se unen sino emara/ndose mutuamente cuando se les con#unde9 y la ma&estad de los reyes de Inglaterra %ara sido ms in!iolale, si satis#ec%a de sus sagrados derec%os, no %uiese querido asumir los derec%os y la autoridad de la Iglesia( 5or eso nada %a sido astante a contener la !iolencia de los nimos #ecundos en errores9 y 0ios para castigar la irreligiosa instailidad de ese puelo, lo %a entregado a la intemperancia de su loca curiosidad9 de manera que el ardor de sus insensatas disputas y su aritraria religi$n lleg$ a ser el ms peligroso de sus males( *o dee asomrarnos de que perdiese el respeto a la ma&estad y a las leyes, y se %iciera reelde, #accioso y tena/( Enr!ase la religi$n cuando se la camia y se le quita el poder "nico, capa/ de contener a los puelos( Tienen algo de inquieto en el cora/$n que se escapa, si se les quita ese #reno necesario9 y nada puede ya pro%irseles si se les permite disponer como amos de su religi$n( 0e aqu %a nacido ese pretendido reinado de Cristo, %asta entonces desconocido en el cristianismo, que dea destruir todo poder real y %acer iguales a todos los %omres, sue6o sedicioso de los independientes, impa y sacrlega quimera9 tan cierto es que todo se con!ierte en re!uelta y pensamientos sediciosos cuando la autoridad de la religi$n es aniquilada B7as para qu uscar prueas de una !erdad que el Espritu@-anto %a pronunciado en una sentencia mani#iestaD 0ios mismo amena/a a los puelos que alteran la religi$n por l estalecida de retirarse de ellos, y entregarlos a las guerras ci!iles( Escuc%ad como %ala por oca del pro#eta Pacaras( ;-u alma, dice el -e6or, %a !ariado con respecto a m, al camiar tan #recuentemente de religi$n, y yo les %e dic%o, os aandonar a !osotros mismos y a !uestro cruel destino( Cue lo que dee morir que muera9 que lo que dee ser cortado, se corte(< BEntendis estas palarasD ;E que los que queden se de!oren os unos a los otros(< FO%G, Fpro#eca con tanta realidad y tan !erdaderamente cumplidaG ,a/$n sorada tena la reina para creer que no %aa medio de remo!er las causas de las guerras ci!iles sino !ol!iendo a la unidad cat$lica que %a %ec%o #lorecer tantos siglos la Iglesia y el trono de Inglaterra, al par de las ms santas Iglesias, y los tronos ms ilustres del mundo( As cuando esta piadosa princesa ser!a a la Iglesia, crea ser!ir al Estado9 crea asegurar s"ditos al rey, conser!ando #ieles a 0ios( La e.periencia %a &usti#icado sus sentimientos9 y en !erdad que su %i&o, el rey, no %a %allado entre sus ser!idores otros ms #irmes y #ieles que aquellos cat$licos tan odiados, tan perseguidos, y que la reina madre %aa sal!ado( En e#ecto, a la !ista est, que siendo la separaci$n y la reelda contra la autoridad de la Iglesia, el origen de que se deri!an todos los males, nunca se %allarn los remedios sino os !uel!e a la sumisi$n y a la unidad antiguas( El desprecio a esta unidad %a di!idido a Inglaterra( E si me preguntis, como tantas #acciones opuestas y tantas sectas incompatiles, que aparentemente deieran destruirse las unas a las otras, %an podido conspirar &untas con tal tenacidad contra el trono real, en re!e os lo dir( :aa all un %omre de increle pro#undidad de nimo, %ip$crita re#inado tanto como %il poltico, capa/ de toda empresa y de todo disimulo, igualmente acti!o en la pa/ y en la guerra, que nada de&aa al a/ar en tanto pudiese contar con la pre!isi$n y el conse&o9 y por lo dems tan !igilante y pronto a todo, que &ams desatendi$ las ocasiones que se le presentaron de secundar a la #ortuna9 en #in, uno de esos %omres inquietos y audaces que parecen nacidos para trastornar el mundo LAM ( FCun a/arosa es la suerte de esas almas, y cun #unesta su audaciaG 7as Fqu no %acen tamin cuando a 0ios le place ser!irse de ellasG =ue dado a aqul de quien nos ocupamos e.tra!iar a los puelos y pre!alecer contra los reyes LQM ( 5orque %aiendo notado, que en la in#inita aluma de las sectas sin reglas #i&as a que atenerse, el placer de dogmati/ar sin #reno ni oposici$n por parte de ninguna autoridad eclesistica ni secular, era el encanto que se posesionaa de los nimos, supo aliarlos tan ien a&o ese punto de !ista, que %i/o un cuerpo terrile de aquel monstruoso conciliulo( )na !e/ %allado el medio de apoderarse de la multitud por el se6uelo de la liertad, sguelo como ciega, aunque de ella tan solo entienda el nomre( Los puelos seducidos por el primer o&eto que los %aa entusiasmado, marc%aan siempre sin mirar que marc%aan a la ser!idumre y su %il gua, que comatiendo, dogmati/ando, aparentando mil persona&es distintos, %aciendo papel de doctor y de pro#eta, lo mismo que de soldado y de capitn, !io que %aa encantado %asta tal punto a las gentes, que el e&rcito lo miraa como &e#e en!iado por 0ios para proteger la independencia, comen/$ a aperciirse de que a"n poda lle!arlo ms le&os( *o os narrar la a#ortunada serie de sus empresas, ni sus #amosas !ictorias, indignas de la !irtud, ni esa prolongada tranquilidad de que dis#rut$ asomrando al mundo( 0ios %aa decretado aleccionar a los reyes en el respeto deido a la Iglesia( Cuera descurir por medio de un grande e&emplo cuanto puede la %ere&a, cun ind$cil es e independiente y cun #atal a la monarqua y a toda autoridad legtima( 5or otra parte, cuando 0ios %a elegido a alguno para instrumento de sus designios, nada es capa/ de contener su carrera9 encadena, ciega, doma, todo lo que le opone resistencia( ;Eo soy el -e6or, dice por oca de Jeremas9 soy yo el que %a %ec%o la tierra con los %omres y los animales, y yo la pongo en las manos de quien me place L2M 9 y a%ora %e querido someter esas tierras a *aucodonosor, rey de Bailonia, mi ser!idor(< L4M
Aunque in#iel a su ley lo llama su ser!idor, a causa de que lo %aa nomrado e&ecutor de sus decretos9 ;E orden$ que todo sea sometido %asta los animales,< L?M tan cierto es que todo se dolega, todo se aate cuando 0ios lo manda( 7as escuc%ad como sigue la pro#eca' ;Cuiero que esos puelos le oede/can, y que oede/can tamin a su %i&o, %asta que lleguen los tiempos de unos y de otros(< LKM +ed, cristianos como los tiempos se se6alan9 como las generaciones se cuentan' 0ios determina %asta cundo dee durar el sue6o y cundo dee despertar el mundo( Tal %a sido la suerte de Inglaterra( 7as en medio de la espantosa con#usi$n de todas las cosas, consuela el nimo el ello espectculo de las empresas de la grande Enriqueta para lograr la sal!aci$n del reino9 sus !ia&es, sus negociaciones, sus tratados, todo lo que su prudencia y su !alor oponan al in#ortunio del Estado, y en #in, su constancia que si no pudo !encer la !iolencia del destino ad!erso, pudo al menos contrastarlo nolemente( Todos los das conquistaa el nimo de alguno de los reeldes, y temiendo que #altasen de nue!o, puesto que una !e/ %aan #altado, quera que %allasen re#ugio en su palara( El goernador de -%aroroug% en sus manos puso este puerto y castillo inaccesile( Los dos :ot%am, padre e %i&o, que %aan dado el primer e&emplo de per#idia, re%usando al mismo rey la entrada en la #ortale/a y puerto de :ull, eligieron a la reina como mediadora, y dean entregar al rey dic%a pla/a con la de Be!erley, pero #ueron descuiertos y decapitados, que 0ios quiso castigar su !ergon/osa desoediencia con la mano de los mismos reeldes, no permitiendo que el rey apro!ec%ase su arrepentimiento( La reina %aa ganado tamin a un corregidor de Londres, %omre de grande in#luencia, y a otros muc%os &e#es de la #acci$n( Casi todos los que la %alaan se rendan a sus pies9 y si 0ios no %uiese sido in#le.ile, si la ceguedad de los puelos no %uiese sido incurale, ella %ara aplacado los nimos, y el partido ms &usto %ara sido el ms #uerte( -aido es, se6ores, que la reina e.puso #recuentemente su !ida en esas con#erencias mas !oy a %aceros presenciar mayores a/ares( :aanse apoderado los reeldes de los arsenales y dep$sitos9 y no ostante la traici$n de tantos s"ditos, no ostante la in#ame deserci$n del mismo e&rcito, ms #cil era al rey %allar soldados que armarlos( La reina aandona para adquirir armas y municiones, no tan s$lo sus &oyas, sino tamin el cuidado de su !ida( Ln/ase al mar en el mes de =erero, a pesar del in!ierno y de las tempestades9 y con el prete.to de conducir a :olanda a la princesa real su %i&a mayor, que %aa sido casada con Iuillermo, prncipe de Orange, marc%a para comprometer a los Estados en la de#ensa de los intereses del rey, ganar o#iciales a su ser!icio, traerle municiones( *o la %aa aterrado el in!ierno cuando parti$ de Inglaterra9 el in!ierno no la detu!o once meses despus cuando la #ue preciso !ol!er al lado del rey9 pero el .ito no #ue dic%oso( 7e estremece el relato tan s$lo de la tempestad #uriosa que comati$ a sus na!es durante seis das( Alarmronse los marinos %asta perder el !alor, y algunos entre ellos se arro&aron a las olas( Ella, tanto ms intrpida, cuando ms encrespadas las olas, alentaa el nimo de todo el mundo, con su #irme/a inquerantale( E.citaa a los que la acompa6aan a esperar en 0ios, en quien tena puesta toda su con#ian/a, y para ale&ar de sus nimos las ideas #unestas de muerte que por doquiera les amena/aa, deca con serenidad que pareca capa/ de calmar los elementos, que las reinas no se a%ogaan( FAy, reser!ada estaa para algo ms e.traordinarioG no por %aerse sal!ado del nau#ragio #ueron menos deplorales sus in#ortunios( +io perecer sus a&eles y casi toda la esperan/a de grandes au.ilios( El na!o almirante, donde estaa la reina, conducido por aqul que domina los aismos del mar, y que doma las re!ueltas ondas, tu!o que arriar a los puertos de :olanda, y todos los puelos se asomraron de tan milagrosa sal!aci$n( Aquellos que escapan de un nau#ragio dan eterno adi$s al mar y a los a&eles L1>M 9 y como deca un antiguo autor, no pueden ni siquiera soportar su !ista( *o ostante, once das despus, Fo% resoluci$n asomrosaG, la reina, apenas lire de tan espantale tormenta, apremiada por el deseo de !er al rey y de socorrerle, a"n se atre!e a entregarse a la #uria del Ocano y al rigor del in!ierno9 re"ne algunos a&eles que carga de soldados y de municiones y !uel!e al #in a Inglaterra( 5ero Ba quin no asomra el cruel destino que a#liga a esta princesaD 0espus de %aerse sal!ado del #uror de las olas otra tempestad tan #atal como esta le amena/a9 cien ca6ones tronaron sore ella a su llegada, y la casa en que entr$ #ue atra!esada por las alas( FCunta serenidad demostr$ en tan espantoso peligroG FE cunta clemencia despus para el autor de tan negro atentadoG Tra&ronlo prisionero al poco tiempo, y ella perdon$ su crimen, entregndolo por todo suplicio, a su propia conciencia y a la !ergRen/a de %aer atentado contra la !ida de princesa tan uena y generosa9 F%asta tal punto estaa por encima de los sentimientos de !engan/a, como de los de temorG 7as Bno la !eremos nunca al lado del rey que desea tan ardientemente su !ueltaD Arde ella en el mismo deseo y ya la !eo ostentar nue!o aparato( 7arc%a como un general a la cae/a de real e&rcito, atra!esando pro!incias ocupadas casi todas por los reeldes9 de paso sitia y toma por asalto una pla/a de importancia que se opona a su marc%a9 triun#a, perdona, y al #in el rey acude a reciirla en los campos donde el a6o anterior %aa otenido se6alada !ictoria sore el general Esse.( )na %ora despus llegaa la noticia de una atalla ganada( Todo pareca prosperar con la llegada de la reina9 estaan los reeldes consternados, y si la reina %uiese sido creda, si en !e/ de di!idir los e&rcitos reales y de entretenerles contra su parecer, en los in#ortunados asedios de :ull y de Ilocester, %uiesen marc%ado sore Londres, se %ara decidido la suerte y terminado la guerra en aquella campa6a( 5ero se perdi$ la ocasi$n, el trmino #atal se apro.imaa, y el cielo que pareca suspender la !engan/a que meditaa en gracia a la piedad de la reina, comen/$ a re!elar sus designios( ;-aes !encer, deca un !aliente a#ricano al general ms %il de todos los tiempos, pero no saes apro!ec%ar la !ictoria( ,oma, que estaa en tu poder se te escapa, y el destino enemigo te arreata ya los medios, ya el pensamiento de apoderarte de ella L11M (< 0esde este momento desgraciado, todo marc%$ en !isile decadencia, y los sucesos se precipitaron( La reina, que se encontraa en cinta, y que no %aa logrado con toda su in#luencia que se aandonasen aquellos dos asedios, no ostante su mal .ito, se sinti$ des#allecer, y todo el Estado con ella des#alleci$( +iose oligada a separarse del rey, que se encontraa casi sitiado en O.#ord9 dironse un adi$s ien triste, aunque no pre!ean #uese el "ltimo( La reina se retir$ a E.eter, pla/a #uerte, donde #ue ien pronto sitiada a su !e/, 0io a lu/ a una princesa, y a los doce das tu!o que emprender la %uida para re#ugiarse en =rancia( F5rincesa, cuyos destinos tan grandes y gloriosos, preciso #ue que nacierais en poder de los enemigos de !uestra casaG FO% EternoG !elad sore ella9 ngeles santos, #ormad en torno de ella !uestras legiones in!isiles, y guardad la cuna de una princesa tan grande y desamparadaG Est destinada al saio y !aleroso =elipe, dee a la =rancia, prncipes dignos de l, dignos de ella y de sus antepasados L13M ( 0ios la %a protegido, se6ores9 su aya, dos a6os despus sac$ a la preciosa ni6a de manos de los reeldes, y aunque ignorante de su cauti!idad, sintiendo su grande/a, ella misma se descure, cuando, rec%a/ando todo otro nomre, se ostin$ en decir que era la princesa9 y al #in #ue conducida a los ra/os de la reina su madre, de la que #ue el consuelo durante sus in#ortunios, en tanto no %ace la #elicidad de un prncipe e.celso y la alegra de toda la =rancia( 5ero interrumpo el orden de mi narraci$n( :e dic%o que la reina se !io #or/ada a aandonar su reino( En e#ecto, parti$ de los puertos de Inglaterra a la !ista de los a&eles de los reeldes, que la persiguieron de tan cerca, que pudo or casi sus gritos y sus insolentes amena/as( F+ia&e ien distinto de aquel que %aa lle!ado a cao sore el mismo mar, cuando arriaa a tomar posesi$n del cetro de la Iran Breta6a, y !ea, por decirlo as, encor!arse las ondas a&o sus plantas como sometidas a la se6ora de los maresG A%ora e.pulsada, perseguida por sus implacales enemigos que %aan tenido la audacia de #ormarle un proceso, unas !eces en sal!o, otras casi presa, camiando de #ortuna a cada cuarto de %ora, no teniendo en su #a!or ms que a 0ios y a su inquerantale nimo, no %aa astante !iente ni astantes !elas para #a!orecer su precipitada #uga( 7as al #in arria a Brest, donde despus de tantos traa&os le #ue permitido reposar un tanto( Cuando considero los peligros e.tremos y continuos que %a corrido esa princesa sore el mar y sore la tierra durante cerca de die/ a6os, y !eo por otra parte que todas las tentati!as contra su persona son in"tiles, en tanto que contra el Estado todo otiene #a!orale .ito, Bqu otra cosa pensar si no que la 5ro!idencia, consagrada tanto a poner en sal!o su !ida como a destruir su poder, %a querido que sore!i!iese a su grande/a, a #in de que pudiese resistir a las seducciones del mundo, y a los sentimientos de orgullo, que corrompen en mayor grado las almas seg"n son ms grandes y ms ele!adasD =ue ste un prop$sito seme&ante al que aati$ en otro tiempo a 0a!id a&o la mano del reelde Asalon( ;B+eis a ese gran rey, dice el santo y elocuente sacerdote de 7arsella, le !eis s$lo, aandonado, de tal suerte aatido en el nimo de los suyos, que se con!ierte en o&eto de desprecio para los unos, y lo que a"n es ms insoportale para un alma !alerosa, o&eto de piedad para los otrosD *o saiendo, prosigue -al!iano, de cul de estas desdic%as lamentarse ms, si de que -ia le alimentase o de que -eme tu!iese la insolencia de maldecirlo L1JM (< :e a% se6ores, una imagen, aunque imper#ecta de la reina de Inglaterra, cuando despus de tan inauditas %umillaciones, #ue oligada a aparecer en el mundo y a ostentar, por decirlo as, a los o&os mismos de =rancia, y en el Lou!re, donde %aa nacido en medio de tanta gloria el espectculo de su in#ortunio y miseria( 5udo entonces decir con el pro#eta Isaas' ;El -e6or de los e&rcitos %a %ec%o estas cosas para aniquilar todo el #austo de las grande/as %umanas, y tornar en ignominia lo que el uni!erso mostraa como ms augusto L1AM (< E no es por cierto que #altase =rancia a la %i&a de Enrique el Irande9 Ana, la magnnima, la piadosa, a quien nunca nomramos sin triste/a, la recii$ de una manera con!eniente a la ma&estad de las dos reinas9 &u/gad cul sera el estado de estas dos princesas, no siendo posile que la situaci$n del reino proporcionase a la prudente regenta los medios de poner coto al mal9 Enriqueta, dotada de gran cora/$n, no quera dolegarse a solicitar socorros9 Ana, tamin de animoso cora/$n, no poda prestarlos en cantidad su#iciente( -i %uiera sido posile anticipar estos ellos a6os, cuyo glorioso curso admiramos a%ora, Luis, que de tan le&os oye los lamentos de los cristianos a#ligidos, y cuya saidura en el conse&o, y cuya rectitud de intenciones le #a!orecen siempre, no ostante la incertidumre de los sucesos, y emprende por s s$lo la de#ensa de la causa com"n, y lle!a sus temidas armas al tra!s de inmensos espacios del mar y de la tierra9 B%uiera re%usado el au.ilio de su ra/o a sus !ecinos, a sus aliados, a su propia sangre, a los sagrados derec%os de la monarqua, que tan enrgicamente saa mantenerD FCon qu poder lo %ara !isto Inglaterra in!encile de#ensor o !engador personal de la ma&estad !ioladaG 5ero 0ios no %aa de&ado ning"n recurso al rey de Inglaterra9 todo le #altaa, todo le era ad!erso9 los escoceses, a quienes se %aa entregado, lo !enden a los parlamentarios ingleses, de suerte que los guardianes #ieles de nuestros reyes, %acen traici$n al suyo en tanto el 5arlamento de Inglaterra piensa en licenciar el e&rcito, este e&rcito, independiente en su totalidad, re#orma a su modo el 5arlamento, que %aa re#renado algo, y se %ace due6o de todo( As pues, el rey es conducido de cauti!idad en cauti!idad9 y la reina agita en !ano a =rancia, a :olanda, y %asta a 5olonia, y, a las potencias del *orte ms le&anas( ,eanima a los escoceses que arman treinta mil %omres9 con el duque de Lorena, intenta dar liertad al rey, empresa que pareci$ de .ito in#alile, de tal manera se %aa preparado9 se separa de sus queridos %i&os, la "nica esperan/a de su casa, con#esando esta !e/ que en medio de los dolores ms grandes a"n es posile la alegra, consuela al rey, que desde su prisi$n le escrie, que ella sola sostiene su espritu, y que no temiera de l ninguna a&e/a, porque sin cesar recuerda que es de ella, FO% madreG Fo% mu&erG Fo% reina admirale y digna de me&or #ortuna si las #ortunas de la tierra #uesen algoG 5reciso es al #in ceder a !uestra suerte9 %arto tiempo %ais sostenido al Estado, que una #uer/a di!ina e in!encile ataca9 nada os queda que %acer sino manteneros #irme en medio de esas ruinas( Como una columna cuya s$lida masa parece el ms #irme apoyo de un templo ruinoso, cuando la grande #rica que sostena gra!itaa sore ella sin aatirla9 as la reina parece el #irme sustentculo del Estado, cuando despus de %aer lle!ado largo tiempo la carga, no se %a aatido a&o el peso de su estruendosa cada( BCuin, no ostante, podr e.presar su &usto dolorD BCuin podr contar sus lamentosD *o, se6ores, Jeremas mismo, que parece el "nico capa/ de ele!ar el lamento a la altura del in#ortunio, no astara a e.presar tama6as triste/as( Ella e.clama con este pro#eta' +ed, -e6or, mi a#licci$n9 mi enemigo se %a #orti#icado y mis %i&os se %an perdido9 el cruel %a puesto su mano sacrlega sore lo que me era ms querido9 el trono %a sido pro#anado y %ollados los prncipes a&o los pies( 0e&adme, llorar amargamente9 no intentis consolarme( La espada %a %erido #uera de m, pero siento en m mismo una muerte seme&ante L1QM (< 7as a%ora que %emos escuc%ado sus lamentos, santas &$!enes, sus queridas amigas, Lporque as quera llamarosM, !osotras que la %ais !isto gemir ante los altares de su "nico protector, !osotras en cuyo seno !erta los secretos consuelos que atesoraa, poned trmino a este discurso narrando los cristianos sentimientos de que %ais sido testigos #ieles9 cuntas !eces, en este sitio dio %umildes gracias a 0ios por estas dos mercedes' una la de %aerla %ec%o cristiana, la otra, se6ores, Bcul creis que #ueseD BTal !e/ la de %aer restaurado el trono del rey su %i&oD *o, la de %aerla %ec%o reina des!enturada( FA%G comien/o a%ora a deplorar el reducido espacio del sitio en que %alo9 preciso era tronar, atra!esar este recinto, %acer que retumase a lo le&os una !o/ que no puede ser astantemente di#undida( FCunta saidura le in#undieron sus dolores en la creencia del E!angelio, y cun ien conoci$ la religi$n y la !irtud de la cru/, cuando uni$ el cristianismo a sus in#ortuniosG Las grandes prosperidades nos ciegan, nos trasportan, nos emriagan, nos %acen ol!idar a 0ios y a los sentimientos de la #e9 de a% nacen los monstruos del crimen, los re#inamientos del placer, las delicade/as del orgullo, que sir!en de #undamento a estas terriles maldiciones lan/adas por Jesucristo en el E!angelio9 ;FAy de los que resG Ay de !osotros que estis llenos y contentos del mundo L12M (< 5or el contrario, como el cristianismo %a nacido al pie de la cru/, las desdic%as lo #orti#ican9 all se e.pan los pecados all se depuran las intenciones9 all se lle!an los deseos de la tierra al cielo9 all se pierde el gusto por las cosas del mundo, y se cesa de con#iar y de apoyarse en uno mismo y en su propia prudencia( 5reciso es no en!anecerse, pues los ms e.perimentados incurren en #altas capitales9 pero Fcun #cilmente nos otorgamos el perd$n de nuestras #altas, si el .ito nos las perdonaG, Fy con cunta prontitud nos creemos los ms ilustrados y los ms %iles siempre que somos los ms ele!ados y los ms dic%ososG El mal .ito es el s$lo maestro que puede reprendernos "tilmente, y arrancarnos la con#esi$n de nuestros errores, que tanto cuesta al orgullo( Entonces, cuando la desgracia nos are los o&os, recordamos con amargura nuestros malos pasos9 nos sentimos igualmente arumados por lo que %emos %ec%o, y por lo que %emos de&ado de %acer, y no saemos c$mo e.cusar esa prudencia presuntuosa que se crea in#alile9 !emos que tan s$lo 0ios es saio9 y deplorando en !ano las #altas que %an causado nuestra ruina, re#le.iones ms sensatas y maduras nos ense6an a deplorar las que nos %an %ec%o perder la eternidad, con ese singular consuelo que las repara llorndolas( 0ios mantu!o sin descanso doce a6os, sin consuelo alguno de parte de los %omres, a nuestra in#ortunada reina Ldmosle este titulo del cual %i/o un moti!o de acciones de graciaM %acindole estudiar a&o su mano, duras, pero se!eras lecciones( En #in, enternecido por sus s"plicas y por su %umilde paciencia, restaleci$ su casa real' Carlos II es reconocido y la in&uria %ec%a a los reyes !engada( +uel!en sore s mismos de pronto aquellos a quienes las armas no pudieron !encer, ni aplacar los conse&os9 desencantados de su liertad, detestaron al #in sus e.cesos, a!ergon/ados de %aer tenido en sus manos tanto poder, y sintiendo %orror %acia sus propios triun#os( -aemos que ese magnnimo prncipe pudo apresurar la uena marc%a de sus asuntos sir!indose de la mano de aquellos que se o#recan a terminar de un s$lo golpe la tirana' su grande alma desde6$ medios tan a&os9 crey$ que en cualquier estado que los reyes se !iesen, era deer suyo no orar sino por medio de las leyes o de las armas( Esas leyes, protegidas por l, lo %an restalecido casi por s solas' reina gloriosa y apacilemente sore el trono de sus antepasados, y %ace reinar con l la &usticia, la saidura y la clemencia( In"til es deciros cunto consol$ a la reina este suceso mara!illoso' mas, %aa aprendido en sus desgracias a no camiar en tan grande camio de su estado' el mundo una !e/ desterrado no dea !ol!er a posesionarse de su cora/$n( +io con asomro que 0ios, que %aa %ec%o in"tiles tantas empresas y es#uer/os, en espera de la %ora por l marcada, cuando lleg$, tom$ como por la mano al rey, su %i&o, para conducirlo a su trono( -ometiose mas que nunca a esa mano soerana que rige desde lo alto de los cielos las riendas de todos los imperios9 y desde6ando los tronos que pueden ser usurpados, uniose estrec%amente al reino donde no %ay que temer encontrar iguales L14M , y donde se !e sin celos a los que a l aspiran( 5enetrada por estos sentimientos, am$ esta %umilde casa ms que sus palacios9 no se sir!i$ ms de su poder que para amparar la #e cat$lica, para multiplicar sus limosnas, y para consolar con ms esplendide/ a las #amilias emigradas de los tres reinos y a todos los que se %aan arruinado a causa de la religi$n o en el ser!icio del rey( ,ecordad con qu circunspecci$n %alaa del pr$&imo y cunta a!ersi$n pro#esaa a las palaras empon/o6adas de la maledicencia( -aa cuanto pesa no tan s$lo la menor palara, sino tamin el silencio de los prncipes, y cunto imperio adquiere la maledicencia una !e/ que se la de&a penetrar en su augusta presencia( Los que la !ean atenta a calcular el peso de todas sus palaras, crean con ra/$n que se %allaa siempre a&o la mirada de 0ios, y que imitadora #iel de la instituci$n de -anta 7ara, &ams perda la santa presencia de la ma&estad di!ina( Tamin e!ocaa a mentido ese precioso recuerdo por la oraci$n y por la lectura del liro de la Imitaci(n de +risto, donde aprenda a a&ustarse al !erdadero modelo de los cristianos( +elaa sin descanso sore su conciencia( En pos de tantos males y de tantos a/ares, no conoca otros enemigos que sus pecados, sin que ninguno le pareciese ligero9 %aca de ellos riguroso e.amen, y e.pindolos cuidadosamente con penitencias y limosnas, tan ien preparada estaa, que la muerte no pudo sorprenderla, por ms que !ino a&o las apariencias del sue6o( F:a muerto esta grande reinaG E con su muerte de&a eterno recuerdo no tan s$lo a --( AA( que #ieles en el cumplimiento de todos sus deeres, tu!ieron para ella tan sumisos sinceros y perse!erantes respetos, sino tamin a todos los que tu!ieron el %onor de ser!irla o de conocerla( *o lloremos ms sus in#ortunios que %oy constituyen su #elicidad( -i %uiese sido ms a#ortunada %ara sido su %istoria ms pomposa, pero sus oras seran menos completas9 y con ttulos soerios %ara qui/ aparecido !aca de mritos ante 0ios( 5uesto que %a pre#erido la cru/ al trono y %a colocado sus penas en el n"mero de las mayores gracias, reciir los consuelos prometidos a los que lloran( FCue el 0ios de las misericordias acepte sus a#licciones como un sacri#icio agradale, que la d un puesto en el seno de Ara%am, y que satis#ec%o de sus in#ortunios, lire en adelante a su #amilia y al mundo, de tan terriles leccionesG Oracin fnebre de Enriqueta-Ana de Inglaterra, uquesa de Orleans 5ronunciada en -aint@0enis el da 31 de Agosto de 124> ,anitas vanitatum' dixit Ecclesias' vanitas vanitatum' et omnia vanitas*
;+anidad de !anidades, %a dic%o el Eclesiasts, !anidad de !anidades9 todo !anidad(< LEccl( 1(M 7O*-ENO, L1?M ( 0estinado estaa a"n a rendir este #"nere deer a la muy alta y muy poderosa princesa Enriqueta Ana de Inglaterra, duquesa de Orleans( FElla, a quien %aa !isto tan atenta en tanto renda el mismo triuto a la reina su madre, dea ser poco despus o&eto de un discurso seme&anteG FE a mi triste !o/ estaa reser!ado este deplorale ministerioG FO% !anidadG, Fo% mortales ignorantes de su destinoG BLo %uiese credo ella %ace die/ mesesD E !osotros, se6ores, B%arais pensado, en tanto ella !erta tantas lgrimas en este lugar, que deais reuniros tan pronto para llorarla a ella mismaD 5rincesa, o&eto digno de la admiraci$n de dos grandes reinos, no era astante que Inglaterra llorase !uestra ausencia, sino que %a sido preciso lamentar tamin !uestra muerteD E la =rancia que os %aa !isto con tanta alegra, rodeada de nue!o rillo no tena para !os otras pompas y otros triun#os, a la !uelta de ese #amoso !ia&e de que %aais trado tanta gloria y tan ellas esperan/asD ;+anidad de !anidades y todo !anidad(< En tan &usti#icado y sensile dolor, en accidente tan e.traordinario, sta es la "nica palara que me queda, la "nica re#le.i$n que me permito( *o %e recorrido los liros sagrados para %allar te.to que aplicar a esta princesa9 %e tomado sin estudio y sin elecci$n las primeras palaras que el Eclesiasts me presenta, en las cuales a"n cuando la !anidad se nomra a menudo, no se nomra todo lo que quisiera para la reali/aci$n del plan que me propongo( Cuiero en una sola desdic%a deplorar todas las calamidades del gnero %umano, y en una sola muerte %acer !er la muerte y la nada de todas las grande/as %umanas( Ese te.to que con!iene a todos los estados y a todos los acontecimientos de nuestra !ida, por una ra/$n particular, es adecuado al lamentale asunto que !oy a tratar, pues &ams las !anidades de la tierra se %an !isto tan claramente re!eladas, ni tan solemnemente con#undidas( *o, despus de lo que acaamos de !er, la salud no es ms que un nomre, la !ida no es ms que un sue6o, la gloria no es sino una apariencia, la elle/a y los placeres no son ms que peligrosos entretenimientos9 todo en nosotros es !ano, e.cepto la sincera con#esi$n que %acemos ante 0ios de nuestras !anidades y el &uicio que nos %ace despreciar cuanto somos( 5ero Bdigo la !erdadD El %omre, que 0ios %a #ormado a su imagen Bno es ms que una somraD BEl ser por el cual Jesucristo descendi$ del cielo a la tierra, el ser por el cual, sin creerse rea&ado, derram$ toda su sangre, no es nadaD ,econo/camos nuestro error9 ese triste espectculo de las !anidades %umanas se nos impona9 y las p"licas esperan/as #rustradas de pronto por la muerte de esa princesa, nos arrastraa demasiado le&os( *o con!iene permitir al %omre se desprecio del todo, no sea que llegue a creer como los impos, que nuestra !ida es un &uego regido por el a/ar, y marc%e sin ley y sin norma de conducta a merced de sus ciegos deseos( 5or eso, el Eclesiasts, despus de %aer comen/ado su di!ina ora por las palaras que %e recitado, despus de %aer llenado todas sus pginas del desprecio a las cosas %umanas, muestra al %omre algo ms s$lido, y termina todo su discurso dicindole' ;Teme a 0ios y guarda sus mandamientos, porque esto es todo el %omre9 y sae que el se6or e.aminar en su &uicio todo lo que %ayamos %ec%o ueno o malo L1KM (< As todo es !ano en el %omre si miramos lo que da al mundo, pero al contrario, todo es importante si consideramos lo que dee a 0ios( -, repitmoslo, todo es !ano en el %omre si miramos el curso de su !ida mortal9 pero todo es precioso, todo importante si contemplamos el trmino a que llega, y la cuenta que lo es preciso rendir( 7editemos, pues, %oy a la !ista de ese altar y de esa tuma la primera y "ltima palara del Eclesiasts9 la una que muestra la nada del %omre, la otra que reconoce su grande/a( Cue nos con!en/a de nuestra nada esa tuma, con tal de que ese altar, donde todos los das se o#rece por nosotros una !ctima de tan grande precio, nos ense6e al propio tiempo nuestra dignidad9 la princesa a quien lloramos ser testigo #iel de la una y de la otra( +eamos lo que una muerte s"ita le %a arreatado9 !eamos lo que una santa muerte le %a dado( As aprenderemos a despreciar lo que ella %a aandonado sin pena, a #in de estimar lo que %a estrec%ado con tanto ardor, cuando su alma, depurada de todos los sentimientos de la tierra, y llena del cielo, a donde se apro.imaa, !io toda la lu/ mani#iesta( :e aqu las !erdades de que deo tratar y que creo dignas de ser e.puestas a prncipe tan grande, y a la ms ilustre asamlea del uni!erso( ;*os morimos todos,< deca la mu&er cuya prudencia, elogia la -anta Escritura en el liro segundo de los ,eyes, ;y !amos sin cesar a la tuma as como aguas que se pierden y que no !uel!en L3>M (< En e#ecto, nos parecemos todos a esas aguas corrientes( 5or ms que se en!ane/can los %omres de sus soerias distinciones, todos tienen el mismo origen9 y este origen es peque6o( -us a6os se empu&an sucesi!amente como olas9 no cesan de correr %asta que al #in, despus de %aer %ec%o un poco ms o menos de ruido, y atra!esado ms o menos pases los unos que los otros, !an todos &untos a con#undirse en un aismo, donde no se reconocen los prncipes ni los reyes, ni todas esas cualidades soerias que distinguen a los %omres, a la manera de esos ros tan ensal/ados que pierden su nomre y su gloria al me/clarse en el Ocano con los desconocidos riac%uelos( E en !erdad, se6ores, que si algo pudiese ele!ar a los %omres sore su natural deilidad, si el origen que nos es com"n soportase alguna distinci$n s$lida y durale entre los que 0ios %a #ormado de la misma tierra Bquin la tendra en el mundo como la princesa de quien %aloD Todo lo que puede %acer, no tan s$lo el nacimiento y la #ortuna, sino tamin las grandes cualidades del alma, para la ele!aci$n de una princesa se %alla reunido y despus aniquilado en la nuestra( 5or cualquier lado que mire las %uellas de su glorioso origen, s$lo descuro reyes poderosos, y por doquiera me asomra el rillo de las ms augustas coronas( +eo a la casa de =rancia, la ms grande del uni!erso, y ante la cual las ms poderosas casas reales, pueden ceder sin en!idia, puesto que intentan deri!ar su gloria de ese manantial9 !eo a los reyes de Escocia, a los reyes de Inglaterra, que %an reinado desde %ace tantos siglos sore una de las ms elicosas naciones del mundo, ms aun por su !alor que por la autoridad de su cetro( 5ero esta princesa nacida sore el trono, tena el talento y el cora/$n ms altos que la cuna( *o pudieron aatirla los in#ortunios de su casa en su primera &u!entud9 y de entonces !ease en ella una grande/a que no dea a la #ortuna( :emos dic%o con &"ilo, que el cielo la %aa arrancado milagrosamente de manos de los enemigos del rey su padre, para darla a =rancia9 Fdon precioso, inestimale presente, si la posesi$n %uiese sido duraderaG 7as Bpor qu este recuerdo !iene a interrumpirmeD FAyG, no podenlos #i&ar los o&os un momento sore la gloria de la princesa, sin que la muerte se me/cle con ella para o#uscarlo todo con su somra( FO% muerteG al&ate de nuestro pensamiento, y d&anos enga6ar por re!e tiempo la !iolencia de nuestro dolor con el recuerdo de nuestra !enturaG Acordaos, se6ores de la alegra que la princesa de Inglaterra comunicaa a toda la corte, me&or que todas mis palaras !uestra memoria os la pintar con todos sus atracti!os y su incomparale dul/ura( Creca en medio de las endiciones de los puelos y los a6os no cesaan de aportarle nue!as gracias( La reina su madre, de la que #ue siempre el consuelo, no la amaa con mayor ternura que Ana de Espa6a( Ana, ien lo sais se6ores, no %allaa nada superior a esa princesa( 0espus de %aernos dado una reina, la sola capa/ por su piedad y dems !irtudes reales, de sostener la reputaci$n de tan ilustre se6ora, quiso, para lle!ar a la #amilia lo que en el mundo %aa de ms ele!ado que =elipe de =rancia, su segundo %i&o, se desposase con la princesa Enriqueta9 y aunque el rey de Inglaterra, cuyo cora/$n est a la altura de su prudencia, saa que la princesa su %ermana, deseada por tantos reyes, poda %onrar un trono, la !io con alegra ocupar en =rancia el segundo lugar9 que la dignidad de tan poderoso reino, ien puede compararse con las primeras del mundo( -i su rango la distingua, ra/$n tengo para decir que a"n era ms distinguida por su mrito( 5oda %aceros notar que tan ien conoca las elle/as de las oras del ingenio que poda creerse %aer llegado a la per#ecci$n cuando se lograa agradar a la princesa9 poda a6adir que los ms saios y e.perimentados admiraan su talento !i!o y sutil que sin #atiga aarcaa los asuntos ms arduos, y penetraa con tanta #acilidad en los intereses ms secretos( 7as Bpara qu e.tenderme en un punto, que puedo decir con una sola palaraD El rey, cuyo &uicio es segura regla, estimaa la capacidad de la princesa, y con su estimaci$n la %a colocado por encima de todos nuestros elogios( *o ostante, ni esa alta estima, ni esas grandes distinciones, lograron nunca alterar su modestia( *o presumi$ &ams de sus esclarecidos conocimientos, y &ams sus propias luces la deslumraron( +osotros sois testigos de lo que digo, !osotros a quien la princesa %onr$ con su con#ian/a( BCu nimo %ais !isto ms ele!adoD *i qu nimo %ais %allado ms %umildeD 7uc%os, temerosos de parecer diles, se %acen in#le.iles ante la ra/$n, y se a#irman contra ella( 7adama L31M ale&ase siempre tanto de la presunci$n como de la deilidad9 era igualmente estimada por aquellos cuyos saios conse&os uscaa, y por aquellos a quienes poda darlos( )n estudio singular complaca a esta princesa, nue!o gnero de estudio, casi desconocido para las personas de su edad y de su rango y digamos tamin, si os parece, de su se.o( Estudiaa sus de#ectos9 la complaca se le diesen lecciones sinceras9 se6al segura de un alma #uerte a quien las #altas no dominan, y que no temen mirarlas #rente a #rente posedas de la con#ian/a secreta en los recursos con que cuentan para !encerlas( El prop$sito de a!an/ar en el estudio de la prudencia, la a#icionaa o la lectura de la %istoria, llamada con ra/$n la saia conse&era de los prncipes( All los reyes ms poderosos no tienen otro rango que el de la !irtud, all degradados para siempre por la mano de la muerte, su#ren sin corte y sin squito, el &uicio de todos los puelos y de todos los siglos9 all se descure que el rillo que de la adulaci$n procede es super#icial, y que de nada sir!en los #alsos colores por industriosamente que se apliquen( All estudiaa nuestra admirale princesa los deeres de aquellos que con su !ida #orman la %istoria9 all insensilemente perdi$ el gusto por las no!elas caallerescas y sus inspidos %roes, y cuidando educarse sore la realidad, despreci$ aquellas #ras y peligrosas #icciones( As, a&o un rostro riente, a&o aspecto &u!enil que s$lo &uegos pareca prometer, ocultaa un uen sentido, una seriedad tales, que sorprendan a cuantos la trataan( 5odan con#irsele sin temor los ms gra!es secretos( FAle&ad del tr#ago de los negocios y de la sociedad de los %omres a esas almas sin #uer/a as como sin #e, que no saen re#renar su indiscreta lenguaG ;-e parecen, dice el saio, a una ciudad sin muros, aierta por todas partes( L33M < E !ienen a ser presa del primer ad!enedi/o( FCun por encima de esta deilidad se %allaa la princesaG *i la sorpresa, ni el inters, ni la !anidad, ni la magia de delicada lison&a o de dulce con!ersaci$n, que a menudo, seduciendo el cora/$n, de&an escapar el secreto, eran astantes para %acerle descurir el suyo9 y la seguridad que en esta princesa se %allaa, tan apropiada para entender en el mane&o de los grandes intereses %aca que le con#iasen los ms importantes( *o pensis que quiera, a guisa de temerario intrprete de los secretos de Estado, discurrir acerca del !ia&e a Inglaterra, ni que imite a esos polticos especulati!os que acomodando a sus propias ideas los prop$sitos de los reyes, redactan sin datos los anales de su siglo( -$lo dir de ese glorioso !ia&e que 7adama #ue admirada ms que nunca( :alase con entusiasmo de la ondad de esta princesa, que, no ostante las di!isiones demasiado #recuentes en las cortes, se capt$ inmediatamente todas las simpatas( *o es posile celerar astante su increle %ailidad para tratar los asuntos ms delicados, para apaciguar esas ocultas descon#ian/as que a menudo los tienen en suspenso, y para terminar todas las di!ergencias de suerte que se conciliasen los ms opuestos intereses( 7s Bquin podr recordar sin !erter lgrimas las demostraciones de estimaci$n y de ternura que le %i/o el rey su %ermanoD Este grande rey, capa/ de apreciar ms el mrito que el nacimiento, no se cansaa de admirar las e.celentes cualidades de su %ermana( FO% incurale %eridaG, lo que en este !ia&e #ue o&eto de tan &usta admiraci$n, con!irtiose para aquel prncipe en moti!o de dolor sin lmites( 5rincesa, digno la/o de los dos ms grandes reyes del mundo, Bpor qu tan pronto le %ais sido arreatadaD Estos dos grandes reyes se conocieron merced a los cuidados de 7adama9 as sus noles inclinaciones conciliaron sus nimos, y entre ellos la !irtud ser inmortal mediadora( 7as si su uni$n nada pierde en #irme/a, eternamente deploraremos que %aya perdido su ms dulce ornato, y que una princesa tan querida de todo el mundo %aya sido lan/ada en la tuma, en tanto la con#ian/a de esos dos reyes poderosos, se ele!aa al colmo de la grande/a y de la gloria( FLa grande/a y la gloriaG B5odemos a"n or esos nomres en este triun#o de la muerteD *o, se6ores, no puedo repetir ms esas grandes palaras, con las cuales la arrogancia %umana intenta, aturdirse a s misma para no notar su nada( Tiempo es de %acer !er que todo lo que es mortal, cualquiera cosa e.terior con que se adorne para parecer grande, es por esencia incapa/ de ele!aci$n( Escuc%ad con este moti!o el pro#undo ra/onamiento, no de un #il$so#o que disputa en una escuela, o de un mon&e que medita en una celda9 quiero con#undir al mundo por medio de aquellos a quienes ms re!erencia el mundo, por medio de aquellos que me&or lo conocen, que no %e de darles para que se con!en/a sino las palaras de saios sentidos sore el trono' ; FO% 0iosG dice el rey pro#eta, medido %ais mis das, y mi sustancia nada es delante de ti( L3JM < As es, cristianos, todo lo sometido a medida es #inito9 y todo lo nacido para morir apenas sale de la nada !uel!e enseguida a %undirse en la nada( -i nuestro ser, si nuestra sustancia es nada todo lo que sore ella construimos, Bqu puede serD *i el edi#icio es ms s$lido que su ase, ni el suceso que al ser ata6e, ms real que el mismo ser( En tanto la naturale/a nos mantiene tan a&os, Bqu puede %acer la #ortuna para ele!arnosD Buscad, imaginad entre los %omres las di#erencias ms notales, no encontrareis ninguna ms se6alada, que ms e#ecti!a os pare/ca, que la que le!anta al !encedor por encima de los !encidos, que contempla %umillados a sus pies( *o ostante, ese !encedor, in#atuado con sus ttulos, caer tamin a su !e/ en los ra/os de la muerte( Entonces, esos desdic%ados !encidos, llamarn en su compa6a al soerio !encedor9 y del %ueco de sus tumas saldrn estas palaras atronando a todas las grande/as' ;A% ests %erido como nosotros9 y como nosotros #uiste( L3AM < *o nos tiente la #ortuna a salir de nuestra nada, ni a #or/ar la %umildad de nuestra naturale/a( 5ero tal !e/, a #alta de la #ortuna, las cualidades del alma, los grandes prop$sitos, los !astos pensamientos, Bpodrn distinguirnos del resto de los %omresD Iuardaos ien de creerlo, porque todos los pensamientos que no tienen a 0ios por o&eto, entran dentro del dominio de la muerte( ;7orirn, dice el rey pro#eta, y en ese da perecern todos los pensamientos L3QM 9< es decir, los pensamientos de los conquistadores, los pensamientos de los polticos, que en sus gainetes imaginan prop$sitos en que en!uel!en al mundo entero( En !ano se rodearn de in#initas precauciones9 lo pre!ern todo e.cepto su muerte que en un instante les arreatar todos sus pensamientos( 5or esto el Eclesiasts, el rey -alom$n, %i&o del rey 0a!id, Lporque deo mostraros la sucesi$n de una misma doctrina sore un mismo tronoM, enumerando las ilusiones que alimentan los %i&os de los %omres, incluso la saidura dice' ;%eme aplicado a la saidura y %e !isto que tamin es una !anidad L32M ,< porque e.iste una saidura #alsa que, encerrndose en los lmites de las cosas %umanas, sep"ltase con ellas en la nada( As, pues, nada %e %ec%o por 7adama, al presentaros tantas ellas cualidades, que la %acan admirar por el mundo, y capa/ de las ms altas empresas a que puede ele!arse una princesa( :asta que comience a relataros por medio de qu la/os se una a 0ios esa ilustre princesa, aparecer en este discurso, tan s$lo como el e&emplo ms grande que es posile proponer a los mortales, y el ms capa/ de persuadir a los amiciosos de que no tienen medio alguno de distinguirse, ni por su nacimiento, ni por su grande/a, ni por su ingenio, puesto que la muerte, que todo lo iguala con tanto imperio, lo domina por doquiera, y con mano tan segura rpida y soerana, derria las cae/as ms respetadas( Considerad, se6ores, esos grandes poderes que de tan a&o lugar contemplamos9 en tanto, a&o su mano temlamos, 0ios las %iere para ense6an/a de todos( La causa de ello es su ele!aci$n9 y 0ios en tan poco los tiene, que no !acila en sacri#icarlos para lecci$n y ense6an/a de los dems %omres( Cristianos, no murmuris si 7adama %a sido elegida para darnos tan se!era lecci$n9 nada %ay en esto que sea para ella duro, 5uesto que como ms adelante !eris, 0ios la sal!a por el mismo golpe que nos sir!e, de lecci$n( 0eiramos estar %arto con!encidos de nuestra nada9 mas si #ueran necesarios golpes inopinados y sorprendentes para nuestros cora/ones encantados por el amor a las cosas mundanas, ninguno como este tan grande y tan terrile( FO% noc%e desastrosaG FO% espantosa noc%e, en que retum$ repentinamente como el estampido del trueno la in#austa y asomrosa noticiaG F7adama se muereG F7adama %a muertoG BCuin de nosotros no se sinti$ %erido por este golpe, como si alg"n trgico suceso %uiese desolado a su propia #amiliaD Al primer rumor de tan e.tra6o mal, de todas partes acuden a -aint@Cloud9 %llase todo sumido en la consternaci$n, e.cepto el cora/$n de esa princesa9 por doquiera $yense gritos, por doquiera !nse el dolor y la desesperaci$n, y la imagen de la muerte( El rey, la reina, el prncipe, toda la corte, todo el puelo, se muestran aatidos y desesperados9 y parece que se presencia el cumplimiento de estas palaras del pro#eta' ; El rey llorar, desolado ser el prncipe, y las manos del puelo de la tierra sern conturadas L34M (< 7as el prncipe y los puelos geman en !ano9 en !ano el prncipe, en !ano el mismo rey ara/aan estrec%amente a la princesa( 5udieron entonces decir el uno y el otro con -an Amrosio' %tringebam brac"ia' sed iam amiseram uam tenebam L3?M ( Lo estrec%aa entre mis ra/os, ms ya %aa perdido lo que estrec%aa( La princesa se les escapaa en medio de tan tiernos ara/os, y la muerte ms poderosa nos la arreataa de las manos reales( F0ea morir tan prontoG En la mayor parte de los seres real/anse los camios lentamente, y la muerte de ordinario los prepara para el "ltimo golpe9 la princesa, no ostante, %a pasado de la ma6ana a la noc%e, como la %iera de los campos9 #loreca en la ma6ana, Fy con cuntas graciasG 7as ya lo %ais !isto, a la tarde la contemplamos desecada( FCun al pie de la letra, con qu precisi$n dean cumplirse en la princesa esas #rases con que la -anta Escritura pinta de ulto la inconstancia de las cosas %umanasG FAyG, componamos su %istoria con todo lo que de ms glorioso puede ser imaginado9 el pasado y el presente ser!anos de garanta para el por!enir, y todo poda esperarse de tantas e.celentes cualidades( Conquistaa dos poderosos reinos por medios simpticos y agradales9 siempre dulce, siempre apacile, generosa y en#ica, su nomre y su in#luencia no %aran sido &ams odiosos9 nunca se la !io desear la gloria con ardor inquieto y precipitado9 la esperaa sin impaciencia como segura de merecerla, dale los medios de otener la gloria, la ad%esi$n que %asta el da de su muerte mani#est$ por el rey, y ciertamente la dic%a de nuestra !ida consiste en que la estimaci$n pueda &untarse con el deer, y que sea posile ad%erirse al mrito y a la persona del prncipe en quien se re!erencia el poder y la ma&estad( Las inclinaciones de la princesa la ad%eran a"n ms a sus otros deeres9 la pasi$n que le inspiraa la gloria de su esposo no tena lmites9 en tanto que este grande prncipe, marc%ando sore los pasos de su in!encile %ermano, secundaa con tanto !alor y tan uen .ito sus grandes y %eroicos proyectos en la campa6a de =landes, acompa6ale la #r!ida alegra de la princesa( As sus generosas inclinaciones la conducan a la gloria por las sendas que el mundo &u/ga ms ellas9 y si algo %uiese #altado a su dic%a, todo lo %ara conseguido por su dul/ura y su conducta( Tal era la agradale %istoria que para la princesa narramos, y para dar #in a sus noles proyectos s$lo #altaa la duraci$n de su !ida, lo que no nos creamos en deer de lamentar9 porque Bquin %uiese pensado que los a6os #altaran a aquella &u!entud que pareca tan !i!aD Algunas !eces por ese punto se des!anece todo en un instante( En !e/ de %acer la %istoria de una %ermosa !ida, nos !emos reducidos a ser %istoriadores de admirale, pero tristsima muerte( En !erdad, se6ores, nada %a igualado &ams la #irme/a de su alma, ni ese apacile !alor, que sin %acer es#uer/os para ele!arse, se encuentra naturalmente por encima de los acontecimientos ms temiles de la !ida( -, la princesa #ue tan dulce para la muerte como lo era para todo el mundo( -u grande cora/$n no se sule!$, ni se sinti$ lleno de amargura contra la muerte9 no la desa#i$ con #iere/a, contentndose con mirarla cara a cara sin emoci$n, y con reciirla sin miedo( FTriste consuelo, puesto que no ostante, ese nimo !aleroso, la %emos perdidoG Esa es la gran !anidad de las cosas %umanas( 0espus que por el "ltimo e#ecto de nuestro !alor, logramos, por decirlo as, !encer a la muerte, e.tingue en nosotros %asta ese !alor con que parecamos dispuestos a desa#iarla( :ela a%, no ostante su grande cora/$n, %ela a% a esa princesa tan admirada y tan queridaG F:ela a%, tal cual la muerte nos la %a de&ado9 y ese resto dee toda!a desaparecer a"n ms, esa somra de gloria !a a des!anecerse, y !amos a !er la desaparici$n %asta de ese triste y #"nere aparatoG 0escender a esos somros lugares, a esas moradas suterrneas, para dormir en el pol!o con los grandes de la tierra, como dice Jo, con esos reyes y esos prncipes reducidos a la nada, entre los cuales apenas podemos colocarla, de tal suerte estn all acumulados, de tal modo la muerte se apresura en llenar sus puestos( 7as aqu tamin nos e.tra!a la imaginaci$n, que la muerte no nos de&a astante cantidad de cuerpo para ocupar un puesto, y no !emos all nada que a#ecte la #igura %umana, a no ser las #ras tumas9 nuestra carne camia ien pronto de naturale/a, nuestro cuerpo toma otro nomre, %asta el de cad!er, dice Tertuliano L3KM , porque a"n nos muestra algo de la #orma %umana, no lo conser!a largo tiempo' con!irtese en un no s qu que no tiene nomre en lengua alguna9 tan cierto es que todo muere en l, %asta esos #"neres nomres con los cuales se designaan sus miserales restosG As la di!ina pro!idencia, &ustamente irritada con nuestro orgullo, lo impulsa %acia la nada, y para igualar eternamente las condiciones, %ace de todos nosotros una misma ceni/a( BEs posile edi#icar sore esas ruinasD BEs posile apoyar prop$sito alguno sore esos ine!itales despo&os de las cosas %umanasD 5ero FquG se6ores, Bes todo desesperaci$n para nosotrosD 0ios, que #ulmina sore todas nuestras grande/as %asta reducirlas a pol!o, Bno nos de&a esperan/a algunaD Sl, para cuyos o&os, nada se pierde, que sigue todas las partculas de nuestro cuerpo, en cualquier apartado lugar del mundo donde las arro&a la corrupci$n o el a/ar !er perecer sin remisi$n, al ser a quien %i/o capa/ de conocerle y de amarleD 5resntase con este moti!o a mi !ista un nue!o orden de cosas9 dispanse las somras de la muerte9 ;rense ante m los caminos de la !erdadera !ida LJ>M (< Esa princesa no yace ya en la tuma9 la muerte, que parece destruirlo todo, todo lo %a respetado9 %e aqu el secreto del Eclesiasts, que os %aa %ec%o notar desde los comien/os de este discurso, y del cual es necesario a%ora que descuramos el #ondo( 5reciso es pensar, cristianos, que adems de la relaci$n que tenemos por el cuerpo con la naturale/a mudale y mortal tenemos tamin por otra parte, ntima relaci$n y secreta a#inidad con 0ios, porque 0ios %a puesto en nosotros algo capa/ de con#esar la !erdad de su e.istencia, de adorar su per#ecci$n, de admirar su inmensidad9 algo que puede someterse a su poder soerano, aandonarse a su alta e incomprensile saidura, con#iarse a su ondad, temer su &usticia y esperar su eternidad( Ba&o este punto de !ista si el %omre cree %allar en s algo de ele!ado, no se enga6ar, porque como es necesario, que cada cosa !uel!a a su origen y de aqu las palaras del Eclesiasts ;el cuerpo !uel!e a la tierra de donde %a salido LJ1M < as en !irtud del mismo ra/onamiento, lo que en nosotros lle!a el sello di!ino, lo que es capa/ de unirse a 0ios, a 0ios es llamado( As pues, lo que dee !ol!er a 0ios, que es la grande/a primiti!a y esencial, Bno es grande y ele!adoD :e aqu por qu cuando os %e dic%o que la grande/a y la gloria eran s$lo entre nosotros nomres pomposos, !acos de sentido, me #i&aa en el mal uso que de esos trminos %acemos9 pero si %emos de decir la !erdad en toda su e.tensi$n, no es el error ni la !anidad quienes %an in!entado esos magn#icos nomres9 al contrario, no los %aramos encontrado &ams, si en nosotros mismos no lle!semos su origen9 porque Bc$mo en la nada %allar esas noles ideasD *uestra #alta no consiste en %aernos ser!ido de esos nomres sino en aplicarlos indignamente( -an Cris$stomo %a comprendido ien esa !erdad al decir' ;Iloria, rique/a, poder, nole/a, no son para los %omres mundanos mas que nomres9 para nosotros si saemos ser!ir a 0ios, son cosas reales9 al contrario, la pore/a, la !ergRen/a, la muerte, son cosas e#ecti!as y reales para ellos9 para nosotros s$lo son nomres,< porque aquel que a 0ios se consagra, no pierde ni sus ienes, ni su %onor, ni su !ida( *o os asomre, pues, si el Eclesiasts dice con tanta #recuencia' ;todo es !anidad9< porque a6ade' ;todo es !anidad a&o el sol LJ3M 9< es decir, todo lo que es medido por los a6os, todo lo que es arrastrado por la rapide/ del tiempo( -alid del tiempo y de lo mudale, aspirad a la eternidad9 la !anidad de&ar de escla!i/aros( *o os asomre si el mismo Eclesiasts LJJM desprecia todo en nosotros %asta la saidura, y no encuentra nada me&or que go/ar en pa/ el #ruto del traa&o( La saidura de que en ese pasa&e %ala, es la saidura insensata, ingeniosa en atormentarse, %il en enga6arse a s propia, que en el presente se corrompe, que se e.tra!a en lo por!enir, que por medio de in#initos ra/onamientos y de grandes es#uer/os, s$lo consigue consumirse in"tilmente amontonando oras que el !iento arrastra ;BE %ay nada ms !anoD< e.clama el rey saio LJAM ( BE no tiene ra/$n en pre#erir la sencille/ de una !ida oscura que gusta dulce e inocentemente de los escasos ienes que la naturale/a nos concede, en !e/ de los cuidados y las triste/as de los a!aros, y los inquietos sue6os del amiciosoD 7as ;esto mismo, dice, ese reposo, esa dul/ura de la !ida, es a"n !anidad LJQM < porque la muerte lo tura y arreata todo( 0e&mosle pues despreciar todos los estados de la !ida, puesto que al #in, de cualquier lado que se la mire, !ese siempre #rente a #rente la imagen de la muerte, que cure de tinielas nuestros ms ellos das9 de&mosle igualar a los locos y los saios, y %asta con#undir, no temo decirlo en esta santa ctedra, al %omre con la estia( Unus interitus est "ominis' et -umentorum LJ2M ( En e#ecto, %asta que %ayamos encontrado la !erdadera saidura, en tanto miremos al %omre con los o&os de la carne, sin discernir en l por la inteligencia ese principio secreto de todas nuestras acciones, que siendo capa/ de unirse a 0ios, dee necesariamente !ol!er a l, Bqu otra cosa !eremos en nuestra !ida sino locas inquietudesD BE qu !eremos en nuestra muerte sino un !apor que se e.%ala #uer/as que se agotan, resortes que se desconciertan y querantan, y en #in, una mquina que se disuel!e y se %ace peda/osD :astiados de esas !anidades usquemos lo que de grande y s$lido %ay en nosotros( El rey saio nos lo %a demostrado en las "ltimas palaras del Eclesiasts y ien pronto la princesa nos lo %ar !er en las "ltimas acciones de su !ida( ;Teme a 0ios y oser!a sus mandamientos, porque esto es el todo del %omre LJ4M 9< como si di&ese' *o creis que es al %omre a quien %e despreciado, sino a las opiniones, a los errores con que el %omre depra!ado se des%onra a s propio( BCueris saer en una sola palara lo que es el %omreD Todo su deer, todo su #in, toda su naturale/a, consiste en el temor de 0ios9 todo lo dems es !ano9 pero tamin todo lo dems no es el %omre( :e aqu lo que es real y s$lido, y lo que la muerte no puede lle!arse9 porque, a6ade el Eclesiasts' ;0ios e.aminar en su &uicio todo lo que %ayamos %ec%o de ueno y de malo LJ?M <( A%ora es #cil conciliar todas las cosas( El 5salmista dice, ;que en la muerte perecern todos nuestros pensamientos LJKM 9< s, aquellos que %ayamos consagrado al mundo, cuya imagen pasa y se des!anece( 5orque aun cuando nuestra alma sea de naturale/a eterna, aandona a la muerte cuanto consagra a las cosas transitorias9 de suerte que nuestros pensamientos cine deieran ser incorruptiles a causa de su origen, con!irtense en perecederos a causa de, su #in( BCueris sal!ar algo en esa uni!ersal e ine!itale ruinaD Consagrad a 0ios !uestros a#ectos9 ninguna #uer/a os despo&ar de los que %ayis puesto en sus di!inas manos9 podris despreciar atre!idamente a la muerte a e&emplo de nuestra cristiana %erona( A las a #in de sacar de tan ello e&emplo, toda la ense6an/a que puede darnos, entremos en el pro#undo estudio de los prop$sitos de 0ios sore ella, y adoremos en esta princesa el misterio de la predestinaci$n y de la gracia( -ais que toda la !ida cristiana, que toda la ora de nuestra sal!aci$n, es una serie continuada de misericordias9 pero el #iel intrprete del misterio de la gracia, es decir, el grande Agustn, me ense6a esa !erdadera E s$lida teologa, que estalece, que en la primera y en la "ltima gracia, se muestra la gracia9 es decir, que en la !ocaci$n que nos anuncia, y en la perse!erancia #inal que nos corona, ostntase gratuita y pura la di!ina ondad que nos sal!a( En e#ecto, como camiamos dos !eces de estado, pasando primero de las tinielas a la lu/, y despus de la lu/ imper#ecta de la #e, a la lu/ plena de la gloria, como es la !ocaci$n la que nos inspira la #e y la perse!erancia la que nos lle!a a la gloria, place a la di!ina ondad mostrarse al comien/o de esos dos estados por medio de una se6al particular y rillante, a #in de que con#esemos que toda la !ida del cristiano, as como su ulterior destino, es un milagro de la gracia( FCun se6alados %an sido esos dos principales momentos de la gracia en las mara!illas que 0ios %a reali/ado para la sal!aci$n eterna de Enriqueta de InglaterraG 5ara darla a la Iglesia, preciso %a sido destruir todo una grande monarqua( La grande/a de la casa de que %aa salido era para ella un compromiso ms estrec%o en el cisma de sus antepasados9 digamos ms ien de los "ltimos de sus antepasados, pues todo lo que les precedi$, %asta remontarnos a los primeros tiempos, #ue piadoso y cat$lico( 7as si las leyes del Estado se oponen a su eterna sal!aci$n, 0ios derriar el Estado para lirarla de esas leyes9 tal precio tienen las almas a sus o&os9 remue!e el cielo y la tierra para amamantar a sus elegidos9 y como nada le es tan querido como esos %i&os de su predilecci$n eterna, como esos inseparales miemros de su %i&o amado, nada de&a de reali/ar, con tal que los sal!e( *uestra princesa es perseguida antes de nacer, aandonada tan pronto como nacida, arrancada al arir los o&os a la lu/, a la piedad de una madre cat$lica, cauti!a, en la cuna de los implacales enemigos de su casa, y lo que es a"n ms doloroso, cauti!a de los enemigos de la Iglesia, y por consiguiente destinada, en primer lugar por su gloriosa cuna, y despus por su des!enturada cauti!idad, al error y a la %ere&a( 5ero el sello de 0ios estaa sore ella9 poda decir con el pro#eta' ;7i padre y mi madre me %an aandonado pero el -e6or me %a reciido en su protecci$n LA>M 9< aandonada por toda la tierra desde mi nacimiento, ; #u como arro&ada en los ra/os de su pro!idencia paternal, y desde el !ientre de mi madre se declar$ mi 0ios LA1M (< A este guarda #iel con#i la reina, su madre, tan sagrado dep$sito, y no #ue de#raudada en su con#ian/a' dos a6os despus, un golpe impre!isto, y que pareca milagroso, lir$ a la princesa de las manos de los reeldes( A despec%o de las tempestades del Ocano y de las agitaciones a"n ms !iolentas de la tierra, 0ios, tomndola sore sus alas, como el guila a sus cras, la tra&o l mismo a este reino9 l mismo la deposit$ en el seno de la reina su madre, o me&or dic%o, en el seno de la Iglesia cat$lica( All aprendi$ las m.imas de la !erdadera piedad, menos por las lecciones que recia, que por los e&emplos !i!os de aquella grande y religiosa soerana( Imit$ la princesa sus piadosas lieralidades9 sus limosnas, aundantes siempre, prodigronse especialmente entre los cat$licos de Inglaterra, de quienes #ue #idelsima protectora( 0igna %i&a de -an Eduardo y de -an Luis, ad%iriose de todo cora/$n a la #e de estos dos grandes reyes( BCuin podr e.presar el !i!o celo en que arda por el restalecimiento de la antigua #e en el reino de Inglaterra, donde a"n se conser!an tantos preciosos monumentos de esa #eD -aemos que no temi$ e.poner su !ida en aras de prop$sito tan piadoso( FE el cielo nos la %a arreatadoG FO% 0ios mioG, Bqu nos depara aqu !uestra eterna pro!idenciaD B7e permitiris contemplar temlando !uestros santos y temiles decretosD B*o se %an cumplido a"n los tiempos de con#usi$nD El crimen que %i/o retroceder !uestras santas !erdades ante desatadas pasiones, Best a"n presente a nuestros o&osD, Bno %a sido a"n su#icientemente castigado con la ceguedad de todo un puelo durante un sigloD B*os arreatis a Enriqueta, en !irtud de la misma sentencia que are!i$ los das de la reina 7ara, y su reinado tan #a!orale a la IglesiaD BO es que queris triun#ar s$lo de !uestros enemigosD Cuitndonos los medios de que nos en!anecamos, Breser!is en los tiempos de antemano se6alados por !uestra predestinaci$n eterna, decretos, restauraciones al Estado y a la casa de InglaterraD Cualquiera cosa que sea, 0ios poderoso, reciid %oy dic%osas primicias en la persona de esta princesa9 Fo&al toda su casa y todo su reino sigan el e&emplo de su #eG Ese gran rey que %ace rillar con tantas !irtudes el trono de sus antepasados, y cuya milagrosa restauraci$n nos oliga a elogiar todos los das la mano di!ina que la reali/$, ese gran rey no desaproar nuestro celo, si an%elamos ante 0ios que nos oye, que l y todos sus puelos sean como nosotros( .pto apud Deum non tantum' sed etiam omnes /ieri tales' ualis et ego sum LA3M ( Este deseo #ue #ormulado para los reyes9 y -an 5alo, cargado de cadenas, lo e.pres$ por primera !e/, con moti!o de Agrippa9 pero -an 5alo e.ceptuaa sus cadenas, exceptis vinculis "is9 y nosotros deseamos principalmente que Inglaterra, %arto lire en sus creencias, %arto licenciosa en sus sentimientos, se !ea encadenada como nosotros con esos dic%osos la/os que impiden que el orgullo %umano se e.tra!e en sus pensamientos cauti!ndolo a&o la autoridad del Espritu@-anto y de la Iglesia( 0espus de %aer e.presado el primer e#ecto de la gracia de Jesucristo en nuestra princesa, qudame, se6ores, %aceros considerar el "ltimo, que coronar todos los dems( En !irtud de esta "ltima gracia camia la muerte de naturale/a para los cristianos, puesto que en lugar de despo&arnos de todo, comien/a como dice el Ap$stol, a in!estirnos y a asegurarnos eternamente la posesi$n de los !erdaderos ienes( En tanto estamos como prisioneros en esta morada perecedera, !i!imos su&etos a todos los camios, porque, si me es permitido e.presarme as, tal es la ley del pas que %aitamos( y no poseemos ien alguno, ni a"n los de la gracia, que no podamos perder un momento despus a causa de la natural mudan/a de nuestros deseos' ms a seguida que de&a de contarse para nosotros el curso de las %oras y de medir nuestra !ida por los das y los a6os, ale&ados de las imgenes que pasan y de las somras que desaparecen, llegamos al reino de la !erdad, donde nos liramos de oedecer la ley de los camios( As, pues, nuestra alma no est ya en peligro, no !acilan ya nuestras resoluciones, la muerte, o me&or dic%o la gracia de la perse!erancia #inal, las oliga a #i&arse9 y as como el testamento de Jesucristo, en !irtud del cual se entrega a todos nosotros, se con#irm$ para siempre, siguiendo el derec%o de los testamentos y la doctrina del Ap$stol, por la muerte del di!ino testador, as la muerte del #iel %ace que ese #eli/ testamento en el cual por nuestra parte nos entregamos al -al!ador, se %aga irre!ocale( -i os %iciese !er, se6ores, una !e/ ms a la 5rincesa, luc%ando con la muerte, no aprenderas nada con ello' por cruel que os pare/ca la muerte, esta !e/ dee tan s$lo cumplir la ora de gracia, sellar en esta princesa el decreto de su eterna predestinaci$n( +emos este "ltimo comate' pero no me/clemos nuestra deilidad con tan alta acci$n, no deslustremos con nuestras lgrimas, tan %ermosa !ictoria( BCueris !er cuan poderosa %a sido la gracia que %a %ec%o triun#ar a la princesaD !ed cuan terrile %a sido su muerte( En primer lugar %a %ec%o presa en una princesa que tantos ienes perda' Fcuantos a6os !a a arreatar a esta &u!entudG, Fcunta alegra arranca a esa #ortuna, de cunta gloria pri!a a ese mritoG 5or otra parte Bpuede !enir la muerte ms pronta ni ms cruelD 5arece que reuna todas sus #uer/as, cuanto tiene de ms temile, &untando a los dolores ms !i!os el golpe ms impre!isto9 pero a"n cuando se %i/o sentir toda entera desde el primer momento sin que la precedieran amena/a, ni ad!ertencias, encontr$ a la princesa dispuesta a reciirla( La gracia ms acti!a a"n, la %ara preparado para la de#ensa9 ni la gloria, ni la &u!entud la arrancarn un suspiro' un gran pesar por sus pecados no la permiten apesadumrarse por otra cosa( 5ide el cruci#i&o sore el cual %aa !isto e.pirar a la reina, su suegra, como para recoger en l las impresiones de constancia y de piedad que aquella alma, !erdaderamente cristiana %aa de&ado all con los "ltimos suspiros( A la !ista de esta santa reliquia no esperis de la agoni/ante princesa #rases estudiadas y sulimes9 la grande/a consiste aqu en la sencille/( E.clama' ;FO% 0ios moG, Bpor qu no %e puesto siempre en !os mi con#ian/aD< A#lgese, se reanima despus, con#iesa %umildemente, y con todas las muestras de pro#undo dolor, que s$lo desde aquel momento %a comen/ado a conocer a 0ios( FCun superior nos pareci$ a esos coardes cristianos, que imaginan apresurar su muerte al prepararse para la con#esi$n, que s$lo por #uer/a recien los santos sacramentosG La princesa demanda el au.ilio de los sacerdotes ms que el de los mdicos9 pide por s misma los sacramentos de la Iglesia9 la penitencia con compunci$n9 la eucarista con temor y despus con con#ian/a9 la santa unci$n de los moriundos con piadoso apresuramiento' le&os de mostrarse aterrada quiere reciirla con conocimiento9 escuc%a la e.plicaci$n de esas santas ceremonias, de esas plegaras apost$licas, que por una especie de di!ino encante, suspenden los !iolentos dolores, que %acen ol!idar la muerte La menudo lo %e !istoM a quienes con #e les prestan odo9 ella se con#orma, apacilemente presenta su cuerpo al sagrado $leo, o me&or dic%o a la sangre de Jes"s, que con aundancia corre en ese precioso licor( *o creas que sus e.cesi!os e insoportales dolores turen su grande espritu( FA%G, no quiero en adelante admirar a los !alientes, a los conquistadores' la princesa me %a %ec%o conocerla !erdad de estas palaras del saio rey( ;7e&or es el que tarde se ara que el #uerte9 y me&or el que se ense6orea de su espritu que el que toma una ciudad LAJM ( ;FCun due6a %a sido siempre de su esprituG FCon qu tranquilidad cumpla sus deeresG ,ecordad las palaras que deca su espeso' Fqu #uer/aG, Fqu ternuraG palaras que parecan salir aundantemente de un cora/$n colocado por encima de todas las cosas de la tierra' palaras que la muerte all presente, y 0ios, presente tamin, %an consagrado' productos sinceros de un alma que perteneciendo al cielo, s$lo dee ya a la tierra la !erdad, Feternamente !i!iris en la memoria de los %omres, pero sore todo !i!iris perpetuamente en el cora/$n de ese gran prncipeG La princesa no pudo resistir a las lgrimas que le !ea derramar' in!encile en todo lo dems, en esto %uo de ceder #or/osamente9 %i/o retirar a su esposo, porque no quera e.perimentar otras ternuras que las que dea inspirarle ese 0ios cruci#icado que le tenda los ra/os( BCu !imos entoncesD BCu omosD -u con#ormidad con los decretos de 0ios9 o#recale sus su#rimientos en e.piaci$n de sus #altas9 pro#esaa ardientemente la #e cat$lica y la resurrecci$n de los muertos, precioso consuelo para los #ieles agoni/antes9 e.citaa el celo de aquellos a quienes %aa llamado para que e.citasen el suyo, y no quiso que de&asen un momento de %alarla de las !erdades cristianas( 0ese$ mil !eces, deca, ser a6ada por la sangre del cordero, nue!o lengua&e que la gracia le ense6aa( *o !imos en ella, ni esa ostentaci$n con la que se desea enga6ar a los dems, ni esos sentimientos de un alma aterrada que procura enga6arse a s misma9 todo era sencillo, todo era tranquilo, todo era sorio, todo en ella parta de un alma sumisa y de un manantial santi#icado por el Espritu@-anto( En este estado, se6ores, Bqu %aamos de pedir a 0ios por esa princesa, sino que la a#irmase en el camino del ien, y la conser!ase los preciosos dones de la graciaD 0ios atendi$ a nuestros ruegos9 pero con #recuencia, dice -an Agustn, atendiendo a nuestras plegarias, enga6a dic%osamente nuestra pre!isi$n( La princesa #ue con#irmada en el ien de una minera ms e#ecti!a de lo que nosotros suponamos( Como 0ios no quera e.poner ms a las enga6osas ilusiones del mundo sentimientos de piedad tan sincera, %i/o lo que dice el saio' ;-e apresur$ LAAM (< En e#ecto, Fqu diligenciaG, en nue!e %oras la ora se %aa consumado( ;-e apresur$ en sacarla de en medio de las iniquidades(< +ed a%, dice el grande -an Amrosio, el milagro de la muerte del cristiano' no da #in a su !ida9 s$lo da #in a sus pecados LAQM y a los peligros a que est e.puesto( :emos deplorado que la muerte, enemiga de los #rutos que la princesa nos prometa, los %aya agostado en #lor9 que %aya orrado, por decirlo as, un cuadro ellsimo que a!an/aa a su per#ecta terminaci$n con increle rapide/, y cuyos primeros rasgos, cuyo simple diu&o mostraa ya tanta grande/a( Camiemos a%ora de lengua&e9 digamos s$lo que la muerte %a detenido en su curso la !ida ms ella del mundo, y la %istoria que con mayor rillo comen/aa9 digamos ms ien que %a puesto #in con su muerte a los peligros ms grandes de que puede !erse asaltada un alma cristiana9 y, por no %alar aqu de las in#initas tentaciones que a cada paso asaltan a la deilidad %umana, Bcuntos riesgos no %ara %allado esa princesa en su propia gloriaD FLa gloriaG BCu %ay para un cristiano que sea ms pernicioso y ms mortalD BCu encantos %ay ms peligrososD BCu incienso de !anidad que perture ms las me&ores inteligenciasD 7irad a la princesa, representaos esa alma, que, rillando al e.terior, %aca que sus atracti!os #uesen tan e.traordinarios( Todo era ingenio, todo ondad( A#ale para todos con dignidad, saia estimar a unos sin rea&ar a otros, y aunque distinguiese al mrito, no lo %aca de manera que los diles se sintiesen desde6ados' cuando alguno trataa con ella, pareca que ol!idaa su rango para imponerse tan s$lo por su talento' no se apercia casi que se %alaa con persona tan ele!ada9 sentase s$lo en el #ondo del cora/$n el deseo de centuplicar la grande/a de que con tanta a#ailidad se despo&aa( =iel en el cumplimiento de sus palaras, incapa/ de dis#races, para sus amigos a#ectuosa, por la ilustraci$n y la integridad de su alma, los pona a cuierto de !anas sospec%as y no les %aca temer sino sus propias #altas( Agradecida en alto grado a los ser!icios que se la prestaan, se complaca en pre!enir con su ondad las in&urias que senta con !i!e/a y perdonaa con #acilidad( BE qu dir de su generosidadD 0aa no tan s$lo con alegra, sino con tal ele!aci$n de alma, que indicaa a un tiempo el menosprecio a la ddi!a y la estimaci$n a la persona a quien la donaa' unas !eces con palaras conmo!edoras, otras con elocuente silencio, reali/aa el mrito de sus presentes9 y este arte de dar con agrado, que tan ien %aa practicado durante su !ida, lo conser!$, ien lo s, %asta en los ra/os de la muerte( Con cualidades tan grandes y simpticas, Bquin le %uiese negado su admiraci$nD Con su crdito con su poder, Bquin no %uiera deseado ad%erirse a su personaD B*o %aa ganado todos los cora/ones, es decir, lo "nico que tienen que ganar aquellos a quienes el nacimiento y la #ortuna %an concedido todoD, By si esta ele!adsima posici$n es un precipicio espantoso para los cristianos, no podr decir, se6ores, sir!indome de las #uertes e.presiones del ms gra!e de los %istoriadores ;que ia a ser precipitada en la gloriaD< LA2M 5orque Bqu criatura %uo nunca ms digna de ser el dolo del mundoD 7as esos dolos que el mundo adora, Ba cuntas tentaciones delicadas no estn e.puestosD Es !erdad que la gloria les !eda algunas deilidades9 pero la gloria, Bles de#iende por !entura de la gloria mismaD B*o se adoran qui/ secretamenteD B*o quieren qui/ ser adoradosD BCu no deen temer de su amor propioD BE cules no son las e.igencias de la %umana #laque/a en tanto el mundo les concede todoD B*o se aprende all a poner al ser!icio de la amici$n, de la grande/a y de la poltica, la !irtud, la religi$n y %asta el nomre, de 0iosD La moderaci$n que el mundo #luye no so#oca los secretos mo!imientos de la !anidad9 s$lo sir!e para ocultarlos, y cuanto ms modesta aparece al e.terior, ms se aandona en lo ntimo de la conciencia a los sentimientos delicados y perniciosos de la #alsa gloria9 se cuenta %arto con las propias #uer/as, y se dice en el #ondo del cora/$n' ;yo y s$lo yo en la tierra LA4M (< En este estado, se6ores, Bno es la !ida un peligroD B*o es la muerte una mercedD BCu no deemos temer de los !icios, si tan peligrosas son las uenas cualidadesD B*o es, pues, un ene#icio otorgado por 0ios, el de %aer are!iado las tentaciones, al are!iar los das de la princesa, el de %aerla arreatado a su propia gloria, antes que esa gloria %uiese puesto en peligro su moderaci$nD BCu importa que su !ida %aya a sido tan re!eD *unca lo que %a de concluir puede ser largo( Aun cuando no contramos sus con#esiones, sus #recuentes e&ercicios piadosos, su aplicaci$n constante a la piedad en los "ltimos tiempos de su !ida, esas cortas %oras santamente pasadas entre las prueas ms rudas, en los sentimientos ms puros del cristianismo, suplen por s solos una !ida prolongada( El tiempo %a sido corto, lo con#ieso9 pero la ora de la gracia %a sido #irme, la #idelidad del alma per#ecta( Sste es el resultado del arte sulime de reducir a peque6as proporciones una grande ora9 y la gracia, este %ailsimo art#ice, se complace a las !eces en encerrar en un s$lo da las per#ecciones de una larga e.istencia( - ien que 0ios no quiere que se esperen tama6os milagros, pero si la temeridad insensata de los %omres ausa de sus ondades, su ra/o para ella no carece de #uer/a, ni su mano se muestra deilitada( Con#o, para la princesa, en su misericordia, que tan sincera y %umildemente reclamaa( 5arece como que 0ios no la conser!$ el &uicio sereno %asta el "ltimo momento, sino para %acer que durase el testimonio de su ardiente #e( Al morir adoraa al -al!ador9 #altole antes la #uer/a de los ra/os, que el ardor en ara/ar la cru/9 yo !i su mano des#allecida uscando al caer nue!as #uer/as para aplicar sore sus laios ese dic%oso signo de nuestra redenci$n9 Bno es esto morir en los ra/os y a&o los esos del -e6orD FA%G, podemos terminar este santo sacri#icio por el reposo de la princesa con una piadosa re!elaci$n9 ese Jes"s en quien esperaa, cuya cru/ %a lle!ado sore su cuerpo con sus cruelsimos padecimientos, dar su sangre a su cuerpo des#allecido, penetrndola por la participaci$n en sus sacramentos y por la comuni$n con sus dolores( 5ero al orar por su alma, cristianos, pensemos en nosotros mismos( BCu esperamos para con!ertirnosD FCul ser nuestra dure/a de cora/$n, si un suceso tan e.traordinario que deiera penetrarnos %asta el #ondo del alma, s$lo consigue aturdirnos por algunos momentosG BEsperamos que 0ios resucite a los muertos para aleccionarnosD *o es preciso que los muertos despierten y aandonen sus tumas9 la que %oy entra en el sepulcro dee astar para con!ertirnos9 porque si saemos conocernos, con#esaremos, cristianos, que las eternas !erdades %an sido ampliamente con#irmadas9 s$lo deilidad podemos oponerlas9 la pasi$n y no la ra/$n osara comatirlas( -i algo impide que estas santas y en#icas !erdades reinen sore nosotros, es que el mundo nos distrae, los sentidos nos encantan, el presente nos arrastra( BEs necesario otro espectculo para desenga6arnos de las seducciones de los sentidos y del mundoD B5oda la di!ina 5ro!idencia ponernos ante los o&os ms de cerca y con mayor #uer/a la !anidad de las cosas %umanasD E si nuestros cora/ones siguen empedernidos despus de tan se!era ad!ertencia, Bqu resta a 0ios que %acer, sino %erirnos sin misericordia a nosotros mismosD E!itemos tan #unesto golpe y no esperemos siempre con#iados en los milagros de la gracia( *ada %ay que sea ms odioso a la 5ro!idencia que el que se intente #or/arla a la piedad con e&emplos de su gracia y de sus ondades, BCu %ay, pues, cristianos, que pueda impedirnos el reciir %umildemente sus inspiracionesD F5ues quG BLos deleites de nuestros sentidos son tan !i!os que nos impidan pre!eer nuestro destinoD BLos adoradores de las %umanas grande/as se mostrarn satis#ec%os de su #ortuna, cuando !ean que en un instante su gloria pasa a su nomre, sus ttulos a su sepulcro, sus ienes a los ingratos, y sus dignidades tal !e/ a los en!idiososD -i estamos plenamente seguros de que llegar un da postrero en que la muerte nos oligar, a con#esar todos nuestros errores, Bpor qu no despreciar %oy en !irtud de los conse&os de la ra/$n lo que ser preciso despreciar alg"n da en !irtud de las imposiciones de la #uer/aD BE cul ser nuestra ceguedad si siempre marc%ando %acia el #in de la !ida, y ms tiempo moriundos que !i!os, esperamos los "ltimos suspiros para dar caida a los sentimientos que la sola idea de la ine!itale muerte deiera inspirarnos en todos los instantes de la e.istenciaD Comen/ad desde %oy a menospreciar las dic%as de la tierra9 y siempre que crucis por esas augustas mansiones, por esos soerios palacios, a los que comunicaa la princesa resplandor que !uestros o&os uscan a%ora en !ano9 siempre que contemplando el ele!ado puesto que tan dignamente ocupaa, !eis que #alta de all, pensad, que esa gloria que admiris era el gran peligro de su !ida, y que en la otra %a sido o&eto de se!ersimo e.amen, durante el cual nada %ar sido astante a tranquili/arla, sino la sincera resignaci$n con que %a oedecido las $rdenes de 0ios y las santas %umillaciones de la penitencia( Oracin fnebre !uis de Borbn, "rnci#e de $ond% 5ronunciada en *uestra@-e6ora de 5ars el 1> de 7ar/o de 12?4 Dominas tecum virorum /ortissime*** ,ade in "ac /ortitudine tua*** Ego ero tecum*
Je%o! es contigo !ar$n es#or/ado( +e con esta tu #ortale/a( 5orque yo ser contigo( L0ueces' c( 2, !( 13, 1A, 12(M 7O*-ENO, LA?M ' En el momento de entrearir los laios para celerar la gloria inmortal del prncipe de Cond, sintome a un tiempo con#undido por la grande/a del tema de mi discurso, y same permitido con#esarlo, por la inutilidad de mi traa&o( 5orque Ben qu parte del mundo %aitale no %a sido odo el eco de las !ictorias del prncipe de Cond y las mara!illas de su !idaD *rranse por doquiera9 el #rancs que las elogia nada ense6a al e.tran&ero, y a"n cuando pueda yo %oy relatroslas, es seguro que !uestro pensamiento se adelantar al mo, por lo que deo responder al secreto reproc%e que me diri&is de %aer quedado muy por dea&o de tan alto o&eto( *ada podemos, diles oradores, en pro de la gloria de las almas e.traordinarias9 ra/$n tiene el rey saio al decir que, ;tan s$lo sus acciones pueden alaarlos LAKM '< languidece todo lengua&e que no sea ste, tratndose de tan grandes nomres9 y la sencille/ de un #iel relato astara para sostener la gloria de Cond( 5ero en tanto la %istoria, que dee ese relato a los siglos #uturos, lo graa y lo muestra a los %omres, preciso ser satis#agamos como me&or nos sea posile, a la p"lica gratitud y a las $rdenes del ms grande de todos los reyes( BCu es lo que no dee el reino a un prncipe que %a %onrado a la casa de =rancia, al nomre #rancs, a su siglo, y %asta a la %umanidad enteraD Luis el Irande participaa tamin de estos sentimientos9 despus de llorar al grande %omre y de %aerle dado con sus lgrimas en medio de su corte el elogio ms glorioso que poda otener, re"ne en templo tan clere lo que en su reino %ay de ms augusto para rendir p"licos testimonios de admiraci$n a la memoria de ese prncipe9 y quiere que mi dil !o/ anime todo este triste espectculo, y todo este #"nere aparato( :agamos un es#uer/o sore nuestro dolor( 5resntase aqu a mi pensamiento un o&eto grande y digno de esta ctedra' 0ios es quien %ace los guerreros y los conquistadores( ;Bendito sea mi 0ios, deca 0a!id, puesto que %ais ense6ado a mis manos para comatir, y a mis dedos para mantener la espada LQ>M (< -i inspira el !alor no menos concede las otras grandes cualidades naturales y sorenaturales del cora/$n y del ingenio( Todo parte de su poderossima mano9 l es quien del cielo en!a los generosos sentimientos, las determinaciones prudentes, y todas las uenas ideas9 pero quiere que sepamos distinguir entre los dones que aandona a sus enemigos y los que a sus #ieles ser!idores reser!a( Lo que a sus amigos distingue es la piedad9 %asta que se %a reciido este don del cielo, todos los dems no tan s$lo no son nada sino que causan la ruina de los que con ellos %an sido adornados9 sin la merced inestimale de la piedad Bqu %uiese sido el prncipe de Cond, no ostante su grande cora/$n y su grande genioD *o, %ermanos mos, si la piedad no %uiese consagrado sus dems !irtudes, ni %allaramos leniti!o a nuestro dolor, ni ese religioso pont#ice mostrara con#ian/a en sus plegarias, ni yo mismo apoyo en los elogios que deo a %omre tan eminente( Apuremos la gloria %umana con este e&emplo9 destruyamos el dolo de los amiciosos9 que caiga aniquilado ante esos altares( 5ongamos &untas %oy, Lporque ien podemos %acerlo en tan nole asuntoM todas las ms ellas cualidades de un carcter e.celente9 y a la gloria de la !erdad, mostremos en un prncipe admirado por todo el uni!erso, lo que %ace a los %roes, lo que lle!a a su colmo la gloria del mundo, !alor, magnanimidad, natural ondad, por lo que %ace al cora/$n9 !i!acidad, penetraci$n, grande/a y sulimidad de genio, por lo que %ace al espritu9 estas cualidades seran ilusorias sino las #ecundase la piedad, porque la piedad es todo el %omre( Esto !eris, se6ores, en la !ida eternamente memorale del muy alto y muy poderoso prncipe Luis de Bor$n, prncipe de Cond, prncipe de la sangre( 0ios nos %a re!elado que l s$lo %ace a los conquistadores, que l s$lo los %ace ser!ir sus prop$sitos( BCuin si no 0ios %i/o a un Ciro nomrado doscientos a6os antes de su nacimiento en los orculos de IsaasD ;T" no e.istes a"n deca, pero te !eo, y te nomro por tu nomre' te llamars Ciro( Eo ir delante de ti en los comates9 pondr ante ti a los reyes en %uida9 romper las puertas de ronce( Eo que e.tiendo el paell$n de los cielos, yo que sostengo la tierra, que nomro lo mismo lo que no e.iste que lo que e.iste LQ1M ,< es decir, soy yo quien todo lo %ace, y yo quien !e desde la eternidad, todo lo que %ago( BCuin si no 0ios %a podido #ormar a un Ale&andro cuyo indomale ardor %a pintado el pro#eta 0aniel con tan !i!as imgenesD ;+ed a ese conquistador, dice, con qu rapide/ se ele!a en el Occidente como saltando, y sin tocar la tierra LQ3M (< -eme&ante en sus atre!idos saltos, y en su paso ligero a los animales !igorosos y saltadores, a!an/a con rpidos y !iolentos mpetus, y no es detenido ni por las monta6as, ni por los precipicios( Ea el rey de 5ersia cae en sus manos9 ;a su !ista se anima9 e//eratus est' in eum, dice el pro#eta9 lo aate, lo %uella con los pies9 nadie puede de#enderlo de los golpes que lo asesta, ni arrancarle su presa LQJM (< Oyendo estas palaras de 0aniel, Ba quien creeris !er, se6ores, a&o esta imagen a Ale&andro o al prncipe de CondD 0ios le %aa dado indomale !alor para la sal!aci$n de =rancia durante la menor edad de un rey de cuatro a6os( 0e&ad crecer a ese rey amado por el cielo y todo ceder ante sus %a/a6as9 superior a los suyos como a sus enemigos, sar unas !eces ser!irse, otras prescindir de sus ms #amosos capitanes9 y s$lo a&o la mano de 0ios, que continuamente acude en su socorro, se le !er siendo escudo de sus Estados( 5ero 0ios %aa elegido al duque de Eng%ien para de#enderlo en su in#ancia( En los primeros das de su reinado, a la edad de !einte y dos a6os, el duque concii$ un proyecto que los ms antiguos y e.perimentados capitanes no %aan conceido9 la !ictoria, &usti#ic$ su pre!isi$n delante de ,ocroy( El e&rcito enemigo es en !erdad ms #uerte9 est compuesto de esos antiguos tercios espa6oles, Talones e italianos, que %asta entonces no %aan sido nunca derrotados9 pero Bqu no inspiraran a nuestras tropas la necesidad de sal!ar al Estado, los pasados triun#os y la presencia de un &o!en prncipe que lle!aa la !ictoria en los o&osD 0on =rancisco de 7elos lo espera a pie #irme9 y sin poder retroceder los dos generales y los dos e&rcitos, parecan querer encerrarse en los osques y los pantanos, para decidir la contienda, como dos !alientes en campo cerrado( FCu no se !io entoncesG 5areca el &o!en prncipe otro %omre9 conmo!ido por lo grande de la acci$n, mostrose por completo su inmenso nimo9 creca su !alor con los peligros, y sus conocimientos militares al par de su ardor( Al llegar la noc%e, que #ue preciso pasar en presencia del enemigo, como capitn !igilante, se entreg$ al reposo el "ltimo, pero &ams repos$ ms apacilemente( La !spera del da tan grande, y en el primer comate permanece tranquilo, de tal suerte se encuentra en su natural elemento9 y es saido que al da siguiente a la %ora se6alada #ue necesario despertar de su pro#undo sue6o a este segundo Ale&andro( B+eis como !uela a la !ictoria o a la muerteD 0espus que %uo lle!ado de #ila en #ila el ardor de que se senta animado, se le !io, casi al mismo tiempo, acometer al ala derec%a del enemigo, apoyar la nuestra desordenada, re%acer a los #ranceses casi !encidos, oligar a la #uga al espa6ol !encedor, lle!ar por doquiera el terror, y asomrar con el rillo de su mirada centelleante a los que escapaan de sus certeros golpes( Cuedaa en pie esa terrile in#antera espa6ola, cuyos gruesos atallones concentrados, seme&antes a otras tantas torres, que por s mismas saan reparar sus rec%as, permanecan inconmo!iles en medio del e&rcito derrotado, y lan/aan el #uego por todos sus #lancos( Tres !eces el &o!en !encedor se es#or/$ en romper las #ilas de aquellos intrpidos comatientes, tres !eces #ue rec%a/ado por el !aleroso conde de =uentes, a quien se !ea lle!ado en un esca6o, y no ostante sus males, mostrando alma guerrera y de un todo due6a del cuerpo que animaa9 pero al #in preciso #ue ceder( En !ano es que a tra!s de los osques, con toda su caallera que a"n no %aa entrado en #uego, preciptase BeH su marc%a para caer sore nuestros soldados llenos de #atiga9 el prncipe lo %a pre!isto, los atallones destro/ados piden cuartel9 pero la !ictoria !a a ser ms terrile para el duque de Eng%ien que el comate( En tanto que con aire con#iado a!an/a para escuc%ar las palaras de aquellos ra!os soldados, estos, siempre en guardia, temen la sorpresa de un nue!o ataque9 su espantosa descarga en#urece a los nuestros9 !ese por doquiera %orrile carnicera9 la sangre emriaga al soldado, %asta que el gran prncipe, que no puede !er con calma que aquellos leones sean degollados como tmidos corderos, calma los nimos irritados, y &unta al placer de !encer el de perdonar( FCul #ue el asomro de aquellas !ie&as legiones y de sus ra!os o#iciales al !er que no %aa sal!aci$n para ellos sino en los ra/os del !encedorG FCon qu o&os miraron al &o!en prncipe, a cuyo continente alti!o impreso por la !ictoria, se me/claan los atracti!os de la clemenciaG FCon cuanto placer %ara sal!ado la !ida al ra!o conde de las =uentesG 5ero %all$sele en tierra entre esos millares de muertos cuya prdida a"n lamenta Espa6a, que no saa entonces que el prncipe que le %i/o perder tantos de sus antiguos regimientos en la &ornada de ,ocroy, estaa destinado a concluir con los que a"n le quedaan en los llanos de Lens( As, pues, la primera !ictoria #ue prenda de muc%as otras( El prncipe dol$ la rodilla en el mismo teatro del comate, consagr$ al 0ios de las atallas la gloria con que lo coronaa9 all se celer$ la lieraci$n de ,ocroy, las amena/as de un terrile enemigo, con!ertidas en !ergRen/a del !encimiento, la regencia a#irmada, =rancia tranquila, y un reinado que dea ser tan ello, comen/ado con tan dic%osos presagios( El e&rcito empe/$ la acci$n de gracias, imitole toda =rancia, que ele!$ al cielo la primera !ictoria del duque de Eng%ien, que %ara astado para ilustrar otra !ida que la suya, pero que para l era el primer paso de su gloriosa e.istencia( 0esde esta primera campa6a, despus de la toma de T%ion!ille, digno precio de la !ictoria de ,ocroy, pas$ por capitn igualmente terrile en los sitios y en las atallas( 7as !ed en un &o!en prncipe !ictorioso algo que no es menos ello que la !ictoria( La corte, que a su llegada le preparaa los aplausos que mereca, se sorprendi$ de la manera con que los recii$( La reina regente le mani#est$ que el rey estaa satis#ec%o de sus ser!icios9 sta #ue en laios del soerano la digna recompensa de sus traa&os( -i los dems osaan elogiarlos, rec%a/aa los elogios como o#ensas, e indi#erente a la lison&a, tema de ella %asta la apariencia9 tal era la delicade/a, o me&or dic%o, tal era la solide/ del carcter de este prncipe( Tamin pro#esaa la m.ima, Lescuc%adla, porque es la m.ima que #orma a los grandes %omresM de que en las acciones magnnimas es necesario pensar tan s$lo en %acer el ien, y de&ar !enir a la gloria en pos de la !irtud9 esta idea inspiraa a los dems9 esta idea la practicaa l mismo( As la #alsa gloria no le tentaa9 todo en l tenda a lo !erdadero y a lo grande( 0e aqu que ci#rase su gloria en el me&or ser!icio del rey, y en la prosperidad del Estado9 ste era el #ondo de su cora/$n9 stas #ueron sus primeras y ms queridas inclinaciones( *o le retu!o muc%o tiempo la corte, por ms que en ella #uese el principal ornato9 era preciso mostrar por todas partes, a Alemania y a =landes el intrpido de#ensor que 0ios nos %aa dado( =i&ad en esto !uestra atenci$n9 se prepara contra el prncipe algo ms #ormidale que ,ocroy, y para proar su !irtud, la guerra !a a agotar todas sus in!enciones y todos sus es#uer/os( BCu se presenta a mis o&osD *o se trata ya tan s$lo de %omres a quienes comatir, sino de inaccesiles monta6as9 se trata de arrancos, de precipicios de una parte, de otra de osques impenetrales, cuyo #ondo es un pantano, y al otro lado de los ros, prodigiosas trinc%eras9 trtase de ele!adas #ortale/as, y de sel!as taladas que atra!iesan temerosos caminos9 y all 7erey con los !alientes !aros en!anecidos por tantas !ictorias y por la toma de =riurgo9 7erey a quien nunca se !io retroceder en los comates9 7erey, a quien el prncipe de Cond y el !igilante Turlena &ams lograron sorprender en un mo!imiento irregular, y de quien stos %acen el mayor de los elogios diciendo que nunca %aa perdido un s$lo momento #a!orale, ni %aa de&ado de adi!inar los prop$sitos del enemigo como si %uiese asistido a sus conse&os( En tales circunstancias, pues, durante oc%o das, y en cuatro distintos ataques se !io cuanto es posile emprender en el arte de la guerra( *uestras tropas parecen desanimadas, tanto por la resistencia de los enemigos como por la espantosa disposici$n del teatro de la luc%a, y el prncipe se !io alg"n tiempo como aandonado( 5ero a manera de otro 7acaeo, ;su ra/o no le aandon$, y su !alor, irritado por tantos peligros, !ino en su au.ilio LQAM (< +i$sele ec%ar pie a tierra y sal!ar el primero aquellas inaccesiles alturas arrastrando todo en pos de s( +e 7erey su prdida asegurada9 sus me&ores atallones son des%ec%os, la noc%e sal!a el resto de su e&rcito( 5ero grandes llu!ias aparecen a #in de que tengamos a la !e/ que comatir adems del !alor del enemigo y todo su arte, a la misma naturale/a( Cualquiera que sea la !enta&a otenida por un enemigo tan %il como atre!ido, y por ms que se atrinc%ere de nue!o en espantosa monta6a, acometido por todas partes, de&a al cao en poder del duque de Eng%ien no tan s$lo sus ca6ones y sus pro!isiones, sino tamin toda la riera del ,%in( 7irad como todo cae ante el !encedor' =ilisourgo es tomado en die/ das no ostante la pro.imidad del in!ierno9 =ilisourgo, que tu!o tan largo tiempo al ,%in cauti!o a&o nuestros decretos, y cuya prdida %a sido tan gloriosamente reparada por el ms grande de nuestros reyes9 Oorms, -pira, 7aguncia, Landau, y otras !einte pla/as conocidas nos aren sus puertas9 7erey no puede de#enderlas, y no aparece ms ante su !encedor9 no es esto astante, sino que precisa caiga a sus pies nole !ctima de su !alor9 *ordlinguen presenciar la cada9 all se decidir que nada se opone a los #ranceses en Alemania ni en =landes, y todas estas !enta&as se deen al mismo prncipe( 0ios, protector de =rancia y de un rey a quien %a destinado a grandes empresas, lo ordena as( El .ito pareca asegurado a&o el mando del duque de Eng%ien9 y sin indicaros aqu sus otras %a/a6as, ien sais que entre tantas pla/as #uertes atacadas, s$lo una pudo escapar de sus manos, y a"n as ele!$ ms alta la gloria del prncipe( Europa, que admiraa el di!ino ardor de que estaa animado en los comates, se llen$ de asomro al !er que un &e#e a la edad de !einte y seis a6os, #uese tan %il para dirigir sus tropas como para lan/arlas en los peligros, como para ceder ante la #ortuna o ponerla al ser!icio de sus planes( +mosle en todas partes como a uno de esos %omres e.traordinarios que allanan todos los ostculos( La rapide/ de sus acciones no daa tiempo al enemigo de contrastarlas9 esta es la cualidad dominante de los conquistadores( Cuando 0a!id, gran guerrero, deploraa la muerte de dos #amosos capitanes que %aa perdido, les consagraa este elogio' ;7s !eloces que las guilas, ms !alerosos que los leones LQQM (< Ssta es la imagen que representa al prncipe cuya muerte lloramos9 apareca al mismo tiempo como un relmpago en los pases ms le&anos9 !sele a un tiempo en todos los comates, en todos los campamentos( Cuando ocupado en un punto, manda practicar reconocimientos en otro, el o#icial diligente que lle!a sus $rdenes se asomra de que se le anticipe el prncipe, encontrndolo todo reanimado por su presencia9 parece como que se multiplica en una acci$n9 ni el %ierro ni el #uego le detienen( *o necesita de#ender su cae/a a tantos peligros e.puesta9 0ios es para l la armadura ms #uerte9 los golpes parecen amortiguados al dirigirse a l, y de&an s$lo se6ales de su !alor y de la protecci$n del cielo( *o le digis que la !ida de un primer prncipe de la sangre, ms interesado por su nacimiento en sostener la gloria del rey y de la corona, dee en ser!icio del Estado y en pro de su rillo conser!arse ms que las otras !idas( 0espus de %aer %ec%o sentir a los enemigos, durante tantos a6os el poder in!encile del rey, cuando #ue preciso sostenerlo dentro del reino, lo dir en una palara, %i/o respetar a la regenta9 y puesto que es necesario %alar de estas cosas sore las que quisiera guardar eterno silencio, %asta aquella #atal prisi$n, no %aa nunca pensado el prncipe que nadie %uiese podido atentar contra el Estado9 y en medio de su mayor gloria, si deseaa otener mercedes, ms a"n deseaa merecerlas( Esto le %aca decir Lpuedo repetir ante esos altares las palaras que %e recogido de su oca, puesto que re!elan tan claramente el #ondo de su cora/$nM, deca, pues, %alando de aquella des!enturada prisi$n, que %aa entrado en ella el ms inocente de todos los %omres, y que %aa salido de ella el ms culpale( ;FAyG, prosegua, s$lo respiraa para el ser!icio del rey y la grande/a del EstadoG< +ease en estas palaras un sincero dolor de %aer sido impulsado tan le&os por su desdic%a( 5ero sin querer e.cusar lo que l mismo %a condenado tan terminantemente, digamos, para no !ol!er a %alar de ello &ams, que as como en la gloria eterna las #altas de los santos penitentes, amparadas por lo que %an %ec%o para repararlas y por el in#inito resplandor de la misericordia di!ina, se orran por completo, as en esas #altas tan sinceramente con#esadas, y enseguida reparadas con tanta gloria por insignes ser!icios, deemos tan s$lo mirar la %umilde con#esi$n del prncipe arrepentido de esas #altas, y la clemencia del gran rey que las ol!id$( Cue si se !io arrastrado a estas in#ortunadas guerras, al menos tu!o la gloria de no %aer en!ilecido la grande/a de su casa en pases e.tran&eros( *o ostante la ma&estad del imperio, no ostante esa #iere/a del Austria y de las coronas %ereditarias dependientes de esta casa, inclusa la rama que domina en Alemania, re#ugiado en *amur, sostenido tan s$lo por su !alor y su reputaci$n, lle!$ tan le&os las preeminencias de un prncipe de =rancia y de la primera casa del mundo, que todo lo que de l pudo otenerse, #ue que consintiese en tratar de igual a igual con el arc%iduque, aunque era %ermano del emperador y descendiente de tantos emperadores, a condici$n de que como ritro le %ara este prncipe los %onores en los 5ases@Ba&os( El mismo tratamiento se prometi$ al duque de Eng%ien y la casa de =rancia conser!$ su preeminencia sore la de Austria %asta en Bruselas( 5ero !ed a lo que oliga el !erdadero !alor( En tanto que el prncipe mantena su rango con tanta alti!e/ ante el arc%iduque, triutaa al rey de Inglaterra y al duque de EorH, a%ora #amoso rey, entonces desgraciado, todos los %onores que les eran deidos, y ense6aa a Espa6a, en demasa desde6osa, cul era esa ma&estad que la mala #ortuna no poda arreatar a prncipes tan grandes LQ2M ( *o #ue menos grande su conducta en lo dems( Ante las di#icultades que sus intereses oponan a la pa/ de los 5irineos, escuc%ad cules #ueron sus $rdenes y !ed si nunca un particular trat$ con mayor nole/a de sus intereses( 0ice a sus agentes en la con#erencia, que no es &usto que la pa/ de la cristiandad se retarde por consideraci$n a l9 que se piense en sus amigos y que en cuanto a l, se le de&e seguir su #ortuna( FA%G Fcun grande !ctima se sacri#ica al ien p"licoG 5ero cuando el aspecto de los negocios cami$ y Espa6a quiso darle Camrai y su territorio o el Lu.emurgo en plena soerana, declar$ que pre#era a estas !enta&as y a todo cuanto en adelante se le concediese por grande que #uera la merced Bqu creis, se6oresD el cumplimiento de su deer y el #a!or del rey' esto tena siempre en el cora/$n9 esto repeta sin cesar( Sstos eran sus sentimientos naturales' =rancia lo apreci$ entonces por estos "ltimos rasgos, en todo su !erdadero !alor, y lo !io rodeado de no s qu de per#ecto, que las desgracias imprimen en las grandes !irtudes, y lo admir$ ms #iel que nunca en el ser!icio del Estado y de su rey, 5ero en sus primeras guerras s$lo poda o#recerles su !ida9 a%ora tiene otra que le es ms querida que la suya( 0espus de %aer terminado, a e&emplo suyo, y con gloria, sus estudios, el &o!en duque de Eng%ien mustrase pronto a seguirlo a los comates( *o contento con ense6arle el arte de la guerra, como %i/o siempre en sus lecciones, el prncipe lo lle!a a aprender lis lecciones !i!as y prcticas( 0e&emos el paso del ,%in, prodigio de nuestro siglo y de la !ida de Luis el Irande( En la &ornada de -ene#, el &o!en duque, aunque %uiese ya mandado como &e#e en otras campa6as, %ace en medio de rudas prueas el estudio del arte de la guerra al lado del prncipe su padre' cercado de peligros, !e a este gran prncipe arro&ado en un #oso, a&o u caallo ensangrentado( En tanto lo o#rece el suyo y trata de le!antar al prncipe cado, recie una %erida en los ra/os de un padre tan cari6oso, sin interrumpir su traa&o, lleno de alegra por satis#acer al propio tiempo a la piedad #ilial y a la gloria( BC$mo no %aa de pensar el prncipe, que para reali/ar las ms grandes empresas s$lo #altaan a su digno %i&o ocasiones propiciasD E su ternura se redolaa con su estimaci$n( *o tan s$lo por su %i&o, y por su #amilia, e.perimentaa sentimientos tan tiernos9 yo lo %e !isto Ly no creis que en esto peco de e.ageradoM9 yo lo %e !isto !i!amente conmo!ido ante el peligro en que se %allaan sus amigos9 lo %e !isto, sencillo y natural, demudrsele el rostro al escuc%ar el relato de sus in#ortunios, e interrogarles con el mismo inters acerca de los menores detalles, as como acerca de los de ms importancia' lo %e !isto en las reconciliaciones entre ad!ersarios calmar los nimos e.altados con paciencia y dul/ura que nadie %uiera esperado &ams de un carcter tan !i!o y tan ele!ado( FLe&os de nosotros los %roes sin %umanidadG, podrn #or/ar al respeto y conquistarse la admiraci$n, como lo consiguen todos los o&etos e.traordinarios, pero nunca tendrn de parte suya los cora/ones( Cuando 0ios #orm$ el cora/$n del %omre, puso en l primeramente la ondad como la cualidad propia de su naturale/a di!ina, y para que #uese la %uella permanente de esa mano ien%ec%ora de donde rotamos a la !ida( La ondad dee, pues, #ormar el #ondo de nuestro cora/$n, y deiera ser al propio tiempo el primer atracti!o que desplegramos para ganarnos el a#ecto y la simpata de los dems %omres( La grande/a ele!ada, le&os de deilitar la ondad, s$lo se %a %ec%o para ayudarla a comunicarse ms, a manera de una #uente p"lica que se ele!a para me&or distriuirla( Tal es el precio de los cora/ones' los grandes a quienes no %a tocado en suerte la ondad, en &usto castigo de su desde6osa insensiilidad, se !ern pri!ados eternamente del ien ms digno de aprecio en la !ida %umana, es decir, de las dul/uras de la sociedad( *ing"n %omre las dis#rut$ como el prncipe de quien %alamos9 ninguno temi$ menos que la #amiliaridad in#iriese o#ensas al respeto( BEs ste aqul que #or/aa ciudades y ganaa atallasD FC$moG FAparenta ol!idar ese alto rango que le %emos !isto de#ender con tanta alti!e/G Admirad al %roe que siempre igual en todas las circunstancias, sin ele!arse para parecer grande, sin rea&arse para ser atento y a#ectuoso, es naturalmente lo que dee de ser respecto a los dems %omres' ro ma&estuoso y en#ico que apacilemente lle!a a las ciudades la aundancia que %a derramado en las campi6as al regarlas con sus aguas, que se o#rece a todo el mundo y no se desorda ni se %inc%a sino en el caso de que con !iolencia se pongan ostculos a la sua!e pendiente que le permite seguir tranquilo su dilatado curso9 tal %a sido la landura y tal la #uer/a de carcter del prncipe de Cond( BTenis alg"n secreto importanteD, depositadlo con#iadamente en ese nole cora/$n' la con#ian/a que le otorgis %ace suyo !uestro asunto( *ada %ay ms in!iolale para ese prncipe que los sagrados derec%os de la amistad( Cuando se le pide una gracia, parece que es l quien dee mostrarse agradecido9 &ams se !io alegra ms !i!a ni ms natural que la que l e.perimentaa cuando poda ser "til a alguien( El primer dinero que recii$ de Espa6a con autori/aci$n del rey, no ostante las necesidades de su casa #alta de recursos, lo reparti$ entre sus amigos, por ms que una !e/ %ec%a la pa/ nada tena que esperar de su apoyo9 cuatrocientos mil escudos distriuidos por orden suya %icieron !er Lcosa rara en la !ida %umanaM la gratitud de que estaa animado el prncipe de Cond, tan !i!a en l como lo es en otros la esperan/a de conquistar el a#ecto de los %omres( A sus o&os la !irtud tu!o siempre su mrito' la elogiaa %asta cuando la !ea resplandecer en sus enemigos( Cuantas !eces tena que %alar de sus acciones y %asta en los despac%os que en!iaa a la corte, elogiaa los conse&os de unos, el !alor de otros9 daa a cada uno lo suyo en todas sus palaras9 y entre lo que daa a todo el mundo, apenas de&aa lugar para lo que l mismo %aca -in en!idia, sin arti#icio, sin ostentaci$n, siempre grande lo mismo en la acci$n que en el reposo, !i$sele en C%antilly tan digno como a la cae/a de sus tropas( Ora emelleciese esta magn#ica y deliciosa residencia, ora pertrec%ase un campamento en medio del pas enemigo o #orti#icase una pla/a, ora marc%ase al #rente de un e&rcito rodeado de peligros, ora guiase a sus amigos por sus soerias calles de roles al rumor de los mil &uegos de agua que ni de da ni de noc%e callan siempre #ue el mismo %omre y su gloria le segua por doquiera( FCun %ermoso es en pos de los comates y del estruendo de las armas, saer gustar esas apaciles !irtudes, esa gloria tranquila, que no es preciso compartir con el soldado no menos que con la #ortuna, en que todo encanta y nada deslumra, que se go/a sin ser aturdido por el agudo sonido de los clarines, por el estruendo de los ca6ones, ni por los gritos de los %eridos, gloria en la cual el %omre aparece, aunque en la soledad, tan grande, tan respetado, como cuando sus $rdenes y todo se mue!e a su !o/G :alemos a%ora de las cualidades de su alma9 y puesto que, para desdic%a nuestra, lo que %ay de ms #atal a la !ida %umana, es decir, el arte de la guerra, es al propio tiempo el arte que ms ingenio y %ailidad requiere, consideremos ante todo y por este lado el poderoso genio de nuestro prncipe' en primer lugar, Bqu general lle!$ ms le&os su talento pre!isorD Era una de sus m.imas la de que con!ena temer al enemigo le&ano, para no llegar a temerlo de cerca y poder regoci&arse de su pro.imidad( BLo !eis como pesa todas las !enta&as que puede dar o tomarD FCon qu rapide/ ordena en su alma los tiempos, los lugares, las personas, y no solamente sus intereses y sus talentos, sino su carcter y sus capric%osG BLe !eis contando la caallera y la in#antera de los enemigos por los recursos de los pases o de los prncipes con#ederadosD *ada escapa a su pre!isi$n( Con prodigiosa comprensi$n de todos los detalles y del plan general de la guerra, !sele siempre atento a lo que puede sore!enir' saca de un desertor, de un trns#uga, de un prisionero, lo que quiere decir, lo que quiere callar, lo que sae y lo que no sae' Ftan seguro est de sus consecuenciasG -us espas le in#orman de los menores detalles, se le despierta a cada momento, pues otra sus m.imas es que un capitn %il puede ser !encido, pero no dee de&arse sorprender, y en e#ecto, diremos en su elogio que nunca lo #ue( A cualquiera %ora, y de cualquier lado de que lleguen los enemigos, le %allan siempre en guardia, pronto siempre a caer sore ellos y a tomar la re!anc%a como un guila que ora !uele en el seno de las nues, ora se aata sore la cima de alguna roca, lan/a en todas direcciones penetrantes miradas, y cae con tal seguridad sore su presa que se %ace imposile e!itar as sus garras como sus o&os( +i!as tamin eran las miradas, rpidos e impetuosos los ataques, #uertes e ine!itales las manos del prncipe de Cond( En sus campamentos eran desconocidos los !anos terrores que #atigan y desalientan mas que los terrores reales' resr!anse enteras todas las #uer/as para los peligros !erdaderos' todo est pronto para la primera se6al, y como dice el pro#eta' ;Todas las #lec%as estn agu/adas, todos los arcos tendidos LQ4M (< En la espera se entrega el e&rcito al sue6o tranquilo como lo %ara a&o un tec%o o en un lugar cerrado( 0igo mal, no reposa9 en 5ieton, cerca de ese temile e&rcito que tres potencias aliadas %aan reunido, nuestras tropas !i!en en continuas escaramu/as9 la alegra circulaa en las #ilas de nuestras tropas y nunca sintieron que eran ms diles que el e&rcito enemigo( El campamento del prncipe %aa asegurado no s$lo nuestras #ronteras y todas nuestras pla/as y #uertes, sino tamin a todos nuestros soldados' !elaa el prncipe y esto era su#iciente( Al #in el enemigo le!anta el campo, que era lo que el prncipe esperaa( -e pone en marc%a, inicia este primer mo!imiento' no se le escapar ya el e&rcito %olands con sus soerios estandartes' corre a torrentes la sangre, todo cae en su poder, pero 0ios sae poner lmites a los planes ms per#ectos( *o ostante, los enemigos son arro&ados de todas partes' lirtase a Oudenarde que ia a caer en sus manos9 el cielo los cure con espesa niela a #in de lirarlos de la persecuci$n del prncipe' el terror y la deserci$n se apoderan de sus #ilas y en !ano se usca en qu %a !enido a parar aquel #ormidale e&rcito( Entonces #ue cuando Luis, que despus de terminar el rudo asedio de Besangon, y de %aer nue!amente in!adido el =ranco@Condado con inaudita rapide/, llegaa cuierto de gloria, para apro!ec%arse de la acci$n de sus e&rcitos de =landes y de Alemania, se puso al #rente del cuerpo de e&rcito que en Alsacia reali/$ tantas mara!illas, que todos tenemos presentes y apareci$ el ms grande de los %omres lo mismo por los prodigios que %aa lle!ado a cao por s propio, como por los que %aa %ec%o lle!ar a cao a sus generales( 5or ms que su ele!ada cuna %uiese enriquecido a nuestro prncipe con grandes dones, no cesaa un momento de aumentarlos con sus estudios' las campa6as de Csar #ueron o&eto pre#erente de su atenci$n( ,ecuerdo que nos encantaa contndonos como en Catalu6a, en los para&es en que aquel #amoso capitn LQ?M , #a!orecido por su posici$n, oliga a cinco legiones romanas y a dos &e#es e.perimentados a deponer las armas sin comate, l mismo %aa e.plorado los ros, y las monta6as que #a!orecan aquella grande empresa, y &ams maestro alguno e.plic$ tan doctamente como el prncipe los comentarios de Csar( Los capitanes de los siglos #uturos le triutarn %onores seme&antes( Entonces !endrn a estudiar sore los lugares de la luc%a lo que la %istoria cuenta del campamento de 5ieton y de las mara!illas de que #ue seguido( -e se6alar en C%atenoy, la eminencia que ocup$ este gran capitn y el riac%uelo donde se puso a cuierto del #uego del ca6$n de la trinc%era de -c%elestad9 se le !er all despreciando a Alemania coaligada, seguir a su !e/ a los enemigos, aunque ms #uertes, %acer estriles sus es#uer/os, y oligarles a le!antar el sitio de -a!erne, como antes %aa %ec%o en el de :aguenau( Con estos golpes de genio militar, de que est llena su !ida, ele!$ tan alta su reputaci$n, y se #orm$ nomre en nuestros tiempos en el mundo e %i/o que #uese ttulo de gloria en los soldados el %aer ser!ido a&o las $rdenes del prncipe de Cond, y mrito astante para mandarlos el %aerle !isto operar en los campos de atalla( 5ero donde !erdaderamente se mostr$ como %omre e.traordinario, donde se le puede considerar como esclarecido, y capa/ de penetrar todas las cosas, #ue en esos cortos momentos de que dependen las !ictorias y en el ardor del comate( En todas partes d$cil a los conse&os de los dems, deliera9 todo se presenta de un golpe a sus o&os, sin que le con#unda la multitud y !ariedad de o&etos en que %aa de #i&arse, en un momento toma sus determinaciones, manda y e&ecuta a un tiempo y todo marc%a en orden y con gran seguridad( BLo deo decirD B5or qu temer que la gloria de tan grande %omre pueda ser amenguada por esta con#esi$nD Tena prontos arreatos, que reparaa en seguida de una manera agradale, pero que se le notaan en las circunstancias ordinarias' dirase que %aa en l otro %omre cuya grande alma desde6aa las cosas peque6as en que no se dignaa me/clarse( En el #uego, en el c%oque, en las militares conmociones, se !e nacer en l de pronto un no s qu de sereno, de !i!o, de dulce y de agradale para los suyos, como de amena/ante y de alti!o para los enemigos, sin que #uera posile adi!inar el origen de tan opuestas cualidades( En esa terrile &ornada donde en las puertas de la ciudad y a la !ista de sus %aitantes, pareci$ el cielo decidir la suerte del prncipe, donde con la #lor de sus tropas, tena en#rente a un general tan temile, donde ms que nunca se !io e.puesto a los capric%os de la instale #ortuna en tanto caen de todas partes los golpes, aquellos que a su lado comatan, nos %an dic%o repetidas !eces, que si se quera tratar alg"n gran negocio con el prncipe %uieran podido elegirse aquellos momentos en que todo era #uego y tumulto en torno suyo' Fde tal manera se ele!aa entonces su almaG, Fde tal suerte pareca su espritu esclarecido por la inspiraci$n celeste en medio de aquellos terriles comatesG -eme&ante en esto a alta monta6a, cuya cima, sorepasando las nues y las tempestades, en su ele!aci$n %alla la serenidad y no pierde ni un s$lo rayo de la lu/ que la rodea( En los llanos de Lens, nomre grato para =rancia, el arc%iduque, contra sus prop$sitos, aandona un punto en que era in!encile, atrado por el ceo de un triun#o enga6oso, a causa de inopinado mo!imiento del prncipe, que pone tropas de re#resco, donde %aa tropas #atigadas9 el arc%iduque, se !e oligado a emprender la %uida9 sus antiguos soldados perecen, su artillera cae en nuestras manos, y BeH que lo %aa %alagado con la idea de una !ictoria segura, %erido y prisionero en el comate !iene a rendir, muriendo, con su desesperaci$n, triste %omena&e a su !encedor( BTrtase de socorrer o de #or/ar una pla/aD, el prncipe sar apro!ec%ar todos los momentos( As, pues, a la primera noticia que casualmente llega a sus odos de un importante asedio, cru/a con desusada rapide/ una e.tensa comarca, y de un golpe de !ista descure un paso seguro para socorrer la pla/a sitiada, en para&es que el enemigo, no ostante su !igilancia, no %a guardado su#icientemente( B-itia una pla/aD, todos los das in!enta nue!os recursos para adelantar el sitio( Crese que e.pone a sus soldados, pero en realidad los economi/a are!iando los momentos del peligro, merced al !igor de los ataques( En medio de tantos golpes sorprendentes, los goernadores ms animosos no pueden cumplir las promesas %ec%as a sus generales' 0unHerque, es tomada en trece das en medio de las llu!ias del oto6o9 y sus na!es, tan temidas por nuestros aliados, aparecen de pronto en el Ocano, ostentando nuestras anderas( 5ero lo que un general prudente dee conocer ante todo, es a sus propios soldados y a los &e#es9 porque de ello depende ese per#ecto concierto que %ace orar a los e&rcitos como un s$lo cuerpo, o para usar de la e.presi$n de la -anta Escritura9 como un s$lo %omre'< Egressus est Israel tamuam vir unus 1234 BE por qu como un s$lo %omreD 5orque a&o un s$lo &e#e, que conoce los soldados y los capitanes, como sus ra/os y sus manos, todo marc%a igualmente con mesura y rapide/( Esto concede la !ictoria9 %e odo decir a nuestro gran prncipe que en la &ornada de *ordlingue, lo que le asegur$ el .ito #ue el conocimiento que tena de Turena, cuya consumada %ailidad no necesitaa orden alguna para todo lo que se intentara( Este general por su parte declaraa que oraa sin inquietud porque conoca al prncipe y sus $rdenes siempre seguras9 as concedanse mutuamente una tranquilidad que les permita consagrarse cada uno por entero a sus actos( As se dio #in dic%osamente a la atalla ms a!enturada y ms disputada que &ams se %aa dado( =ue un grande espectculo en nuestro siglo el !er en los mismos tiempos y en las mismas campa6as a esos dos %omres que la p"lica opini$n en Europa igualaa a los ms grandes capitanes de los siglos pasados, unas !eces a la cae/a de e&rcitos separados, otras !eces unidos, ms por el concurso de los mismos pensamientos, que por las $rdenes que el in#erior reciiera del superior, y otras !eces opuestos #rente a #rente y emulando en !igilancia y acti!idad9 como si 0ios, cuya saidura seg"n la Escritura, a menudo se re!ela en el )ni!erso, %uiese querido mostrrnoslos a&o todas las #ormas, y ense6arnos todo cuanto puede %acer de los %omres( FCuntos campamentosG FCuntas marc%as %ilesG FCunto atre!imientoG FCuntas precaucionesG FCuntos peligrosG FCuntos recursosG B+ironse &ams en dos %omres las mismas !irtudes en caracteres tan di!ersos, por no decir tan contrariosD El uno parece orar con pro#unda re#le.i$n, el otro en !irtud de s"itas inspiraciones9 ste por lo tanto muestra mayor acti!idad, pero sin que su ardor tenga nada de precipitado9 aqul con mayor #rialdad, sin que se le pueda culpar de lento, ms atre!ido en las acciones que en las palaras, resuelto y determinado interiormente cuando ms apurado era el lance en que se %allaa( El uno desde el momento en que aparece en los e&rcitos da alta idea de su !alor, y %ace esperar acciones e.traordinarias, pero siempre progresa ordenadamente, y llega como por grados a los prodigios con que termin$ el curso de su !ida9 el otro, como un %omre inspirado, en su primera atalla iguala a los maestros ms consumados en el arte de la guerra9 el uno, con acti!os y continuos es#uer/os conquista la admiraci$n del gnero %umano, y %ace callar a la en!idia9 el otro lan/a en seguida tan !i!a lu/, que la en!idia no osa atacarle9 el uno, en #in, por la pro#undidad de su genio y los increles recursos de su !alor el!ase sore los mayores peligros, y apro!c%ase %asta de las mismas !eleidades de la #ortuna9 el otro con la !enta&a de su alto nacimiento, y por los grandes pensamientos que el cielo le inspira, y por una especie de admirale instinto del que los %omres no conocen el secreto, parece nacido para encadenar a la #ortuna a sus prop$sitos y para #or/ar al destino( E a #in de que se !iese en estos dos %omres grandes caracteres, pero di!ersos, el uno es arreatado por golpe inesperado muerto para su pas como un Judas 7acaeo9 el e&rcito lo llora como a un padre, y la corte y todo el puelo gime, el$giase su piedad lo mismo que su !alor, y su memoria no es marc%itada por el tiempo9 el otro, ele!ado por las armas al colmo de la gloria, como un 0a!id, muere como l, en su lec%o pulicando las alaan/as de 0ios, aleccionando a su #amilia, y de&a todos los cora/ones tan llenos del resplandor de su !ida, como de la dul/ura de su muerte( FCu espectculo o#rece el !er y el estudiar a esos dos %omres, y conocer por cada uno de ellos toda la estimaci$n que se pro#esaanG Esto %a !isto nuestro siglo y %a !isto tamin algo ms grande, %a !isto a un rey ser!irse de esos dos grandes &e#es, y apro!ec%arse de los au.ilios del cielo9 y despus de !erse pri!ado de los ser!icios del uno por la muerte y de los ser!icios del otro por las en#ermedades, %a !isto a ese rey conceir los planes ms altos, e&ecutar las acciones ms grandes, ele!arse sore s mismo, sorepu&ar las esperan/as de los suyos y la e.pectaci$n del uni!erso' FTan ele!ado es su nimoG FTan !asta es su inteligenciaG FTan gloriosos sus destinosG +ed, se6ores, los espectculos que 0ios o#rece al )ni!erso, y los %omres que en!a cuando quiere %acer rillar, ora en una naci$n, ora en otra, seg"n a sus eternos decretos place, su poder o su saidura9 porque estos di!inos talentos parecen ms dignos del cielo que con sus manos #orm$, que de esas raras #acultades que concede a su placer a los %omres e.traordinarios( BCu astro rilla ms en el #irmamento que lo que %a rillado el prncipe de Cond en EuropaD *o era tan s$lo la guerra lo que le daa ese rillo9 su grande genio lo aarcaa todo, lo antiguo lo mismo que lo moderno, la %istoria, la #iloso#a, la ms sulime teologa, y las artes al par de las ciencias9 no %aa liro que no leyese9 no %aa %omre de mrito en cualquier materia, en cualquiera tarea, con el que no con!ersase9 todos salan ms ilustrados de su trato, y recti#icaan sus ideas, unas !eces a causa de sus preguntas intencionadas, otras por sus &uiciosas re#le.iones( Era tamin su con!ersaci$n encantadora, pues saa %alar a cada uno seg"n sus talentos9 y no tan s$lo %alaa a los guerreros de sus empresas, a los cortesanos de sus intereses, a los polticos de sus negociaciones, sino que tamin con!ersaa con el !ia&ero curioso de lo que %aa descuierto en la naturale/a, en el goierno de los puelos o en su comercio, al artista de sus in!entos, y en #in, a los saios de todas clases, de lo que %aan %allado de mara!illoso( 0e 0ios nos !ienen estos dones Bquin lo dudaD, son admirales esos dones Bquin no lo !eD 7as para con#undir al espritu %umano que de estos dones se enorgullece, 0ios los concede tamin a sus enemigos( -an Agustn !e entre los paganos tantos saios, tantos conquistadores, tantos gra!es legisladores, tantos e.celentes ciudadanos, un -$crates, un 7arco Aurelio, un Csar, un -cipion, un Ale&andro, todos pri!ados del conocimiento de 0ios, y e.cluidos de su eterno reino( B*o es 0ios quien los creeD BE quin otro pudiera crearlos siendo l el que %i/o cuanto %ay en el cielo y en la tierraD, pero Bpor qu los %i/oD, Bcules #ueron los particulares prop$sitos de esa pro#unda saidura que nada %ace &ams en !anoD Escuc%ad la respuesta de -an Agustn' ;Los %a creado, nos dice, para ornamento del presente siglo'< Ut ordinem saeculi presentis ornaret L2>M ( :a creado en los grandes %omres esas raras cualidades lo mismo que %a creado el sol( BCuin no admira ese ello astroD BCuin no se e.tasa en el resplandor de su medio da, y en la soeria elle/a de su aurora y de su ponienteD 5uesto que 0ios lo %ace lucir sore los malos y los uenos, no es tan ello o&eto el que nos %ace go/ar( 0ios lo %a %ec%o para emellecer y para iluminar este gran teatro del mundo( As tamin, cuando %a dotado a sus enemigos igualmente que a sus ser!idores, con las ellas radiaciones del ingenio, con la lu/ de la inteligencia, con la imagen de su ondad, no %a sido para %acerlos dic%osos con tan ricos presentes, sino para que ornaran el uni!erso, para que ilustraran su siglo( E !ed la desdic%ada suerte que %a caido a aquellos %omres que %a elegido para ser el ornamento de su siglo' Bqu %an querido esos %omres e.traordinarios sino el elogio y la gloria que los %omres concedenD B5ara con#undirlos qui/, 0ios negar esa gloria a sus !anos deseosD *o, los con#unde de una manera ms completa concedindosela, y a"n ms all de sus esperan/as( Ese Ale&andro, que s$lo deseaa %acer ruido en el mundo lo %ace mayor del que esperaa9 a"n se le encuentra en todos nuestros panegricos9 y parece, que por una especie de #atalidad propia de este conquistador, no es posile triutar elogios a ning"n 5rncipe sin que aquel participe de ellos( -i %uieran sido necesarias las recompensas a las grandes acciones de los romanos, 0ios %a saido concederles una propia de sus mritos y de sus deseos9 les %a dado el imperio del mundo como presente de ning"n !alor( FO% reyesG, Fcon#undos en !uestra grande/aG FConquistadoresG, Fno os en!ane/cis con !uestras !ictoriasG 0ios les da por recompensa la gloria de los %omres9 recompensas de que no llegan a dis#rutar, y que !a unida Ba quD, tal !e/ a sus medallas y a sus estatuas desenterradas, como restos de los a6os y de los raros9 las ruinas de sus monumentos y de sus oras, disputadas al tiempo, o ms a"n su memoria, su somra, lo que llaman su nomre9 %e a% el digno precio de tantos traa&os, y en el colmo de sus deseos la pruea de su error( +enid, grandes de la tierra, apoderaos si podis, de ese #antasma de gloria, a e&emplo de esos grandes %omres a quienes admiris( 0ios, que castiga su orgullo en los in#iernos, no les %a en!idiado, dice -an Agustn, esa gloria tan deseada9 y ;!anos, %an reciido una recompensa tan !ana como sus deseos'< 5eceperunt mercedem suam' vani vanam L21M ( *o ser as con nuestro grande prncipe9 la %ora de 0ios %a sonado, la %ora esperada, la %ora deseada, la %ora de misericordia y de gracia( -in que la en#ermedad lo ad!irtiese, sin ser apremiado por el tiempo, e&ecuta lo que meditaa( )n saio religioso a quien e.presamente llama, pone en orden los gra!es asuntos de su conciencia9 oedece como %umilde cristiano a su determinaci$n, sin que nadie dudase &ams de su uena #e( 0esde entonces se le !e de continuo seriamente ocupado en la tarea de !encerse a s mismo, en %acer !anos todos los ataques de sus insoportales dolores, en %acer con su sumisi$n un sacri#icio continuado( 0ios, a quien con #e in!ocaa, le concedi$ el amor a su Escritura -anta, y en este liro di!ino %all$ el alimento s$lido de la piedad( -us actos se a&ustaron ms que nunca a la idea de la &usticia9 consolaa a la !iuda al %ur#ano, y el pore se acercaa a l con con#ian/a( 5adre de #amilia tan gra!e con lo amale, en las dulces plticas que tena con sus %i&os, no cesaa de inspirarles sentimientos de !erdadera !irtud9 y ese &o!en prncipe, su nieto, demostrar eternamente que %a sido culti!ado por tales manos( Toda su casa apro!ec%aa su e&emplo( 7uc%os de sus criados %aan sido desgraciadamente alimentados en el error que la =rancia toleraa entonces' Fcuantas !eces se le !io inquieto por su sal!aci$n, a#ligido por su resistencia, consolado por su con!ersi$nG FCon qu incomparale claridad de espritu les %aca !er la antigRedad y la !erdad de la religi$n cat$licaG *o era ya el ardiente guerrero !encedor que pareca a!asallarlo todo9 era la dul/ura, la paciencia, la caridad, ganosas de conquistar los cora/ones, y de curar a las almas en#ermas( Eso al parecer tan sencillo, se6ores, goernar la #amilia, edi#icar a los ser!idores, %acer &usticia, practicar la caridad, reali/ar el ien prescrito por 0ios, y su#rir los males que en!a esas prcticas comunes de la !ida cristiana sern las que Jesucristo alaar en el "ltimo da delante de sus santos ngeles y de su 5adre celestial9 orradas sern las %istorias al par de los imperios, y no se %alar ms de todos esos %ec%os rillantes de que estn llenas( En tanto pasaa su !ida en esas ocupaciones, y pona por encima de sus ms renomrados %ec%os la gloria de tan ello y piadoso retiro, la noticia de la en#ermedad de la duquesa de Bor$n lleg$ como un rayo a C%antilly( BA quin no lastim$ %ondamente el !er e.tinguida aquella lu/ que comen/aa a rillarD BCules #ueron los sentimientos del prncipe de Cond cuando se !io amena/ado de perder el nue!o la/o que una a su #amilia con la persona del reyD FEsta dea ser a ocasi$n de la muerte del %roeG FAqul a quien tantas atallas, tantos asedios, no %aan podido dar muerte, !a a perecer a causa de su ternuraG 5enetrado por todas las inquietudes que comunica un mal %orroroso, su cora/$n, que lo sostiene desde %ace tanto tiempo, acaa de desalentarse con este golpe, y las #uer/as de que estaa dotado se agotan( -i ol!ida todas sus deilidades a la !ista del rey pr$.imo al lec%o de la doliente princesa, si arreatado por su celo, y sin necesidad del au.ilio de nadie esta !e/, corre para ad!ertir a ese gran rey los peligros que no tema, y le impide el que a!an/ase ms, cae ien pronto des!anecido a los pocos pasos9 y es o&eto de admiraci$n esta nue!a manera de e.poner su !ida por su rey( 5or ms que la duquesa de Eng%ien, 5rincesa cuya !irtud s$lo tema #altar al cuidado de su #amilia y al cumplimiento de sus deeres, otu!iese el quedarse cerca de l para consolarlo, la asistencia de esta princesa, no calma las inquietudes que lo asedian' y despus que la &o!en princesa est ya #uera de peligro, la en#ermedad del rey !iene a causar nue!as inquietudes a nuestro prncipe( B5uedo %acer alto en este puntoD Al !er la serenidad que en aquella #rente augusta rillaa Bse %uiera sospec%ado que el gran rey al !ol!er a +ersalles, ia a e.ponerse a esos crueles dolores merced a los cuales el uni!erso %a conocido su piedad, su constancia y todo el amor de sus puelosD BCon qu o&os de amor no le miramos cuando a e.pensas de su salud que nos es tan querida, deseaa calmar nuestras crueles inquietudes con el consuelo de !erlo, y cuando due6o y se6or de sus propios dolores como de todo lo dems lo !eamos todos los das no tan s$lo dirigir sus asuntos como de costumre, sino tamin entreteniendo a su conmo!ida corte con la misma tranquilidad con que en otro tiempo recorra sus encantados &ardinesD FBendito sea por 0ios y por los %omres, pues saa unir as la ondad con todas las otras cualidades que en l admiramosG En medio de sus aceros dolores in#ormase con inters acerca del estado del prncipe de Cond, mostrando por su salud una inquietud que no senta por la suya propia( Languideca este gran prncipe pero la muerte ocultaa su pro.imidad( Cundo ms restalecido se le supona, y cuando el duque de Eng%ien, siempre atento a sus doles deeres de %i&o y de s"dito, %aa !uelto en !irtud de las $rdenes de su padre al lado del rey, todo camia en un momento, y anuncia la pr$.ima muerte del prncipe( Cristianos, escuc%adme atentos, y !enid a aprender a morir, o me&or dic%o, !enid a aprender a no esperar la "ltima %ora para comen/ar !i!ir ien( FC$moG, Fesperar el comien/o de una nue!a !ida, cuando entre las manos de la muerte, %eladas por su #ro contacto, no sais si deis contaros entre los muertos, o si a"n #iguris en el reino de los !i!osG FA%G, Fpreparaos con la penitencia para esa %ora de turaci$n y de tinielasG 5or esto, sin mostrarse aatido al or la "ltima sentencia que se le noti#icaa, el prncipe permaneci$ un momento en silencio y de pronto di&o' ;FO% 0ios moG !os lo queris' Fque se cumpla !uestra soerana !oluntadG, Farr$&ome en !uestros ra/osG Concededme la gracia de una uena muerte(< BCue ms deseisD En esta corta plegaria, ien !eis la sumisi$n a las $rdenes de 0ios, la con#ian/a completa en su pro!idencia, en su gracia y la ms #er!orosa piedad( Tal como se le %aa !isto en todos sus comates, resuelto, apacile, ocupado sin inquietud, en lo que era preciso %acer para sostenerlos, as se le !io tamin en aquella "ltima atalla, y la muerte no le pareci$ ms temile cuando se presentaa plida y des#allecida, que en medio del #uego de la luc%a y en el resplandor de la !ictoria( En tanto en torno suyo, y por doquiera estallaan los sollo/os, como si no #uese l quien pro!ocase estas demostraciones de dolor, prosegua dando sus "ltimas disposiciones9 y si pro%ia el llanto, no era por cierto a causa de que le produ&ese %onda perturaci$n, sino como un ostculo que retardaa su marc%a( En aquellos momentos %ace e.tensi!os sus cuidados al "ltimo de sus sir!ientes9 con lieralidad digna de su cuna y de sus ser!icios, los de&a colmados de dones, y ms %onrados a"n con las se6ales de su ondadoso recuerdo( 0a $rdenes de la ms alta importancia, pues se trataa de su conciencia y de su sal!aci$n eterna, y se le ad!ierte que es preciso escriir su "ltima !oluntad con todas las #ormas legales de costumre9 aunque renue!e, 7onse6or, !uestra pro#unda pena, aunque dea arir de nue!o las %eridas de !uestro, cora/$n no pasar en silencio las palaras que el prncipe pronunci$ en su %ora postrera repetidas !eces9 que conoca !uestros sentimientos9 que no eran precisas #ormalidades de ninguna clase para de&aros el dep$sito de sus intenciones, que irais a"n ms all y suplirais por !uestro propio impulso cuanto l %uiera podido ol!idar( Cue os %aya amado un padre no me mara!illa, puesto que es este un sentimiento que la naturale/a inspira9 pero que un padre tan esclarecido atestiguo su con#ian/a %asta el "ltimo suspiro, que descanse en !os acerca de tan importantes asuntos, y que muera tranquilamente con aquella seguridad, es sin duda el testimonio ms %ermoso que !uestra !irtud poda otener, y, no ostante todos !uestros mritos, no consagrar %oy a !uestra alte/a otra alaan/a que sta( Lo que despus el prncipe comen/$ a %acer para cumplir sus deeres religiosos mereca ser contado a toda la tierra, no porque sea digno de menci$n, sino precisamente porque no lo es, y porque un prncipe o&eto de uni!ersal atenci$n, no se dio en espectculo a la admiraci$n de las gentes( *o esperis, pues, se6ores, esas magn#icas #rases que s$lo re!elan, sino oculto orgullo, al menos los es#uer/os de un alma agitada que comate o que disimula su interior turaci$n( El prncipe de Cond ignoraa el arte de pronunciar esas pomposas sentencias, y en la muerte como en la !ida la !erdad constituy$ siempre toda su grande/a( -u con#esi$n #ue %umilde, llena de compunci$n y de con#ian/a9 no necesit$ largo tiempo para prepararla9 la me&or preparaci$n para esas "ltimas %oras es la de no esperarlas( 5ero, se6ores, prestad atenci$n a lo que os !oy a decir( A la !ista del -anto +itico que tanto %aa deseado, !ed c$mo se #i&a en tan consolador o&eto( ,ecuerda entonces las irre!erencias con que FayG se o#ende a ese di!ino misterio( Los cristianos no conocen ya el santo terror que inspiraa en otros tiempos el sacri#icio9 dirase que %a cesado de ser terrile, como lo llamaan los -antos 5adres, y que la sangre de nuestra !ctima no corre a"n con tanta realidad como sore el Cal!ario9 le&os de temlar ante los altares menospreciase a Jes"s9 y en un tiempo en que todo un reino se conmue!e para la con!ersi$n de los %ere&es, no se teme autori/ar a los las#emos( *o pensis, pro#anos, en esos %orriles sacrilegios9 a la %ora de la muerte pensareis en ellos llenos de con#usi$n y de remordimientos( El prncipe record$ todas las #altas que %aa cometido, y sintindose dil para e.plicar con energa los sentimientos que le agitaan, e.presose por oca de su con#esor para pedir perd$n al mundo, a sus criados y a sus amigos( Con lgrimas de dolor se le respondi$((( FA%G, respondedle a%ora apro!ec%ando este e&emplo( Los dems deeres religiosos #ueron por l cumplidos con la misma piedad y con igual #uer/a de espritu( FCon cunta #e y cun repetidas !eces rog$ al sal!ador de las almas, esando su cru/, que su sangre no #uese estrilmente derramada por lG Esto &usti#ica al pecador, esto sostiene al &usto, esto sostiene al cristiano( BE qu dir de las santas preces de los agoni/antes, donde en los es#uer/os reali/ados por la Iglesia, se escuc%an sus ms #er!ientes !otos, y como los "ltimos gritos con que esta santa madre acaa de criarnos para la !ida celesteD El prncipe se los %i/o repetir tres !eces, y en ellos encontr$ siempre nue!os consuelos( Al dar gracias a sus mdicos los deca' ;:e aqu a%ora mis !erdaderos mdicos(< E se6alaa a los eclesisticos cuyas e.%ortaciones escuc%aa, cuyas plegarias repeta, cuyos salmos tena de continuo en los laios, cuya con#ian/a atesoraa siempre en el cora/$n( -i se que&aa era tan s$lo por %aer su#rido tan poco para e.piar sus pecados9 sensile %asta el "ltimo instante a las demostraciones de ternura de los suyos, no se de&$ aatir ni un momento, al contrario, pareca proponerse el no conceder nada a la deilidad de la naturale/a( BCu dir de sus "ltimas con#erencias con el duque de Eng%ienD BCu colores seran astante !i!os para representaros la constancia del padre y la pro#unda pena del %i&oD El rostro cuierto de lgrimas, con ms sollo/os que palaras en la oca, ya curiendo de esos aquellas manos en otro tiempo !ictoriosas y a%ora des#allecidas, ya arro&ndose en sus ra/os y sore el seno paterno, pareca que con tantos es#uer/os intentaa retener en la !ida a aquel caro o&eto de sus respetos y de sus ternuras9 #ltanle las #uer/as y cae a sus pies( El prncipe, sin conmo!erse le de&a recorar nimo9 despus llamando a la duquesa, su nuera, a quien !ea tamin muda y casi sin !ida, con ternura en que nada %aa de deilidad, le da sus "ltimos mandatos, en los que todo respiraa piedad( Termina endicindolos con esa #e y ese #er!or que llegan a los odos de 0ios, y al propio tiempo endice, como otro Jaco, a cada uno de sus %i&os en particular9 y se !io de una y de otra parte cuanto palidece al ser relatado( *o ol!idar, Fo% prncipeG su querido sorino y casi su segundo %i&o, el glorioso testimonio que constantemente consagr$ a !uestro mrito, ni sus tiernos cuidados, ni la carta que escrii$ moriundo, al rey para restaleceros en su gracia, lo que constitua !uestro ms ardiente an%elo, ni de tantas ellas cualidades que os %icieron digno de ocupar tan !i!amente las postreras %oras de aquella ilustre e.istencia9 no ol!idar las ondades del rey que se adelantaron a los deseos del prncipe moriundo, ni los generosos cuidados del duque de Eng%ien, que se es#or/$ en conseguir aquella gracia, ni el agrado con que el prncipe lo !io tan cuidadoso dndole la satis#acci$n de ser!ir a tan querido pariente( En tanto que su cora/$n se complace, y su !o/ se reanima elogiando al rey, llega el prncipe de Conti penetrado de reconocimiento y de dolor9 renu!anse los enternecimientos9 los dos prncipes oyeron &untos lo que &ams ol!idara su cora/$n, y el de Cond termin$ asegurndoles que nunca seran ni grandes %omres, ni grandes prncipes, ni almas %onradas, si no eran espritus rectos #ieles a 0ios y al rey( Ssta #ue la "ltima #rase que de&$ graada en su memoria, sta #ue, a ms de la postrera muestra de su cari6o, el resumen de todos sus deeres( 5or doquiera resonaan los gritos, todo se con#unda en lgrimas' s$lo el prncipe no pareca conmo!ido, la turaci$n no llegaa al asilo en que se %aa re#ugiado( FO% 0ios moG F+os creaais su #uer/a, su inquerantale amparo, la #irme roca en que se apoyaa su constanciaG B5uedo callar lo que durante estos sucesos ocurra en la corte y en presencia del reyD Cuando se %i/o leer la "ltima carta que le escria el grande %omre, y cuando !io, en las tres pocas que recordaa el prncipe esos ser!icios de que se ocupaa ligersimamente, con#esando sus #altas con sincera gratitud no %uo cora/$n que no se enterneciese al orle %alar de s mismo con tanta modestia9 y esta lectura seguida de las lgrimas del rey, %i/o !er lo que los %roes sienten los unos por los otros' pero cuando se lleg$ al pasa&e, en que el prncipe declaraa que mora contento y %arto dic%oso de tener a"n astante !ida para mani#estar al rey su reconocimiento, su ad%esi$n, y, si osada decirlo, su cari6o, todo el mundo %i/o &usticia a la !erdad de sus sentimientos, y a los que #recuentemente le %aan odo %alar del gran rey en sus con!ersaciones #amiliares, pudieron asegurar, que &ams %aan escuc%ado nada ms respetuoso nada ms a#ectuoso %acia su sagrada persona, ni ms enrgico en celerar sus !irtudes reales, su piedad, su !alor, su ra!ura, su grande genio, principalmente en el arte de la guerra, que lo mani#estado por el ilustre prncipe sin lison&a ni e.ageraci$n en !arias ocasiones( En tanto se le %aca esta &usticia, el grande %omre ya no e.ista9 tranquilo en los ra/os de su 0ios en los que se %aa arro&ado, esperaa su misericordia e imploraa su socorro, %asta que al #in ces$ de respirar y de !i!ir( Aqu deiera dar lire e.pansi$n al &usto dolor por la prdida de tan grande %omre9 pero por amor a la !erdad y para !ergRen/a de los que la desconocen, escuc%ad a"n el ello testimonio que al morir la consagr$( Ad!ertido por su con#esor que si nuestro cora/$n no perteneca a"n por completo a 0ios, era con!eniente, que dirigindose a l le pidisemos un cora/$n agradale ante sus o&os, diciendo como 0a!id, estas tiernas palaras' ;FO% 0ios moG, cread en m un cora/$n puro L23M 9< el prncipe quedose al or estas palaras como asorto en alg"n grande pensamiento, y despus llamando al santo religioso que le %aa dado aquel %ermoso conse&o, di&o' ;Jams %e dudado de los misterios de la religi$n, por ms que se %aya dic%o algo en contrario(< 0eis creerlo, cristianos, que en el estado en que se %allaa s$lo dea al mundo la !erdad( ;5ero, prosigui$, a%ora dudo menos que nunca( FCunto se esclarecen esas !erdades en mi espritu, continu$ con encantadora dul/ura( -, deca, !eremos a 0ios tal como es, cara a cara(< ,epeta en latn con placer mara!illoso estas grandes palaras( %iculi est' /acie ad /aciem L2JM , y no nos cansamos de !erlo entregado a aquel dulcsimo transporte( BCu se reali/aa en aquel almaD BCu nue!a lu/ rillaa ante ellaD BCu s"ito rayo rompa la nue y des!aneca en aquel momento con todas las ignorancias de los sentidos, las tinielas mismas, las santas oscuridades de la #eD FCu !ienen a ser, pues, esos ellos ttulos con que %alagamos nuestro orgulloG En la pro.imidad de tan %ermoso da, en la aurora de tan !i!a lu/, Fcun prontamente desaparecen todos los #antasmas del mundoG FCun somro parece ante ella el resplandor de la ms grande !ictoriaG FCunto se menosprecia la gloria, y c$mo detestamos la deilidad de estos o&os que tan #cilmente se de&an deslumrarG +enid, puelos, !enid a%ora9 pero !enid primero, prncipes y se6ores, y !osotros los que &u/gis a la tierra, y !osotros los que ars a los %omres las puertas del cielo, y !osotros a"n ms que los otros, prncipes y princesas, noles reto6os de tantos reyes, lumreras de la =rancia, %oy oscurecidas y cuiertas por el dolor como por una nue9 !enid a !er lo poco que nos resta de una augusta cuna, de tanta grande/a y de tanta gloria( +ol!ed en torno !uestro los o&os9 !ed todo cuanto %an podido reali/ar la magni#icencia y la piedad para %onrar a un %roe9 ttulos, inscripciones, !anas se6ales de quien ya no es nada9 #iguras que parecen llorar en torno de un sepulcro, y #rgiles imgenes de un dolor que el tiempo arrastrar como todo lo dems9 columnas que le!antan audaces %asta el cielo el magn#ico testimonio de nuestra nada9 nada en #in #alta en todos estos %onores a no ser aquel a quien estn consagrados( Llorad, pues, sore estos diles despo&os de la !ida %umana, llorad sore esa melanc$lica inmortalidad que concedemos a los %roes9 apro.imaos, en particular Fo%G !osotros, que con tanto ardor corris por el camino de la gloria, almas guerreras e intrpidas9 Bquin #ue ms digno de dirigiros en el comateD BEn cual otro %ais encontrado ms %onrosa &e#aturaD Llorad, pues, a ese gran capitn y decid gimiendo' ;:e aqu al que nos rega a tra!s de los a/ares de la guerra9 a su somra se %an #ormado tantos ilustres capitanes, que su e&emplo ele!$ a los primeros %onores de la guerra9 su somra %uiera podido a"n ganar atallas, y %e a% que en su silencio %asta su nomre nos anima y parece decirnos, que para arreatar a la muerte alg"n resto de nuestros traa&os, y no llegar sin recursos a nuestra eterna morada con el rey de la tierra, es preciso ser!ir tamin al rey del cielo( ;-er!id, pues, a ese rey inmortal y lleno de misericordia, que tendr en cuenta un suspiro y un !aso de agua dado en su nomre, ms que toda !uestra sangre derramada en los comates9 y comen/ad a contar !uestro tiempo de "tiles ser!icios desde el da en que os entreguis a la !oluntad de se6or tan en#ico( BE !osotros no !endris ante este triste monumento, !osotros a quienes el ilustre prncipe contaa en el n"mero de sus amigosD Todos &untos, cualesquiera que sea el grado de con#ian/a que os concediese, rodead su tuma, !erted lgrimas, ele!ad plegarias, y admirando en un prncipe tan grande, amistad tan amale y relaciones tan dulces, conser!ad #ielmente la memoria de un %roe cuya ondad igualaa al !alor( FAs sea para !osotros siempre dulcsimo recuerdoG FAs podis apro!ec%aros "tilmente de sus !irtudesG FAs su muerte os sir!a a un tiempo de consuelo y de e&emploG En cuanto a m, si me es lcito, despus de los dems, el !enir a o#recer los "ltimos deeres ante esa tuma, Fo% prncipe, digno o&eto de nuestras alaan/as y de nuestras triste/asG, !i!iris eternamente en mi memoria' en ella se graar !uestra imagen, no con aquellos rasgos de audacia que parecan prometer la !ictoria, no, no quiero !er en !os nada de lo que la muerte %a orrado aqu9 tendris inmortales rasgos en esa imagen9 os !er tal cual os %e !isto el "ltimo da de !uestra !ida a&o la mano de 0ios, cuando pareca que comen/aa a mostraros el resplandor de su gloria( En esta #orma os !er ms !ictorioso que en =riurgo y en ,ocroy, y arreatado por tan ello triun#o, dir en acci$n de gracias estas %ermosas palaras del discpulo amado' Et "aec est victoria uae vincit mundum' /ides nostra' ;La !erdadera !ictoria, la que postra a nuestros pies al mundo entero, es nuestra #e(< Io/ad, prncipe, de esta !ictoria, go/ad de ella eternamente por la !irtud inmortal de ese sacri#icio9 aceptad estos "ltimos es#uer/os de una !o/ que os #ue ien conocida9 !os pondris trmino a todos sus discursos( En !e/ de deplorar la muerte de los dems, prncipe ilustre, de %oy en adelante quiero aprender en !uestro e&emplo la manera de que la ma sea una muerte santa( F0ic%oso yo, si, aconse&ado por estos lancos caellos acerca de la cuenta que tengo de dar de mi administraci$n, reser!o al #iel rea6o que deo nutrir con la palara de !ida, el resto de una !o/ que decae, y de un ardor que se e.tingueG *otas 1( Liro +I, ep( 2( 3( 3( Curt(, li( +III K( J( 5lin( li( I8 cap( 3?( A( El orador se re#iere a CromTell( Q( Apoc( c( 1J, !( Q, 4( 2( Ego #eci terram, et %omines, et &umenta quae sunt super #aciem terrae, in #ortitudine meU magnU et in rac%io meo e.tento, et dedi eam ei qui placuit in oculis meis( LJerem( 34(M 4( Et nunc itaque dedi omnes terras istas in manu *auc%odonosor, regis Baylonis, ser!i mei( LVid(M ?( Insuper et estias agri dedi ei, ut ser!iant illi( LVid(M K( Et sir!ient ei, et sir!ient #illo eius, etc(, donec !eniat tempus terrae eius et ipsius( LVid(M 1>( *au#ragio lierati, e.inde repudium et na!i et mari dicunt( LTertull( de 5oenit(M 11( Tum 7a%aral' +incere seis, Annial, !ictoria uti nescis( LLi!( dec( III, li( II(M 5otiundae uris ,omae, modo mentem non dari, modo #ortunam( LVid( li( +IM 13( -e re#iere el orador a =elipe de Orleans, %ermano del rey Luis 8I+ y a quien estaa prometida la %i&a de la reina de Inglaterra, cuyo elogio #"nere pulicamos a continuaci$n de ste( 1J( 0eiectus usque in quorum, quod gra!e est, contumeliam, !el, quod gra!ius, misericordiam9 ut !el -ia eum pasceret, !el ei maledicere -emi pulice non timeret( L-al!( 1( 3, de Iuern( 0ei(M 1A( 0ominus e.ercituum cogita!it %oc, ut detra%eret superiam omnis gloriae, et ad ignominiam deduceret uni!ersos inclytos terrae( LIsa( c( 3?, !( K(M 1Q( =acti sunt #ilii mei perditi, quonian in!aluit inimicus( LLam( 1, 12(M 7anum suam misit %ostis ad omnia desiderailia eius( LVid( 1, 1>M 5olluit regnum et principes eius( LVid( 3,3,M ,ecedite a me, amare #leo9 nolite incumere, ut consolemini me( LIsa( 33, A(M =oris interacit gladius, et domi mors similis est( LLam( 1, 3>(M 12( +ae qui ridetisG +ae qui saturati estisG LLuc( 1(M 14( 5lus amant illud regnum in quo timent %a WsicX consortes( LAug( +(, d Ci!it(, 3A(M 1?( El prncipe( 1K( 0eum time, et mandata eius oser!a9 %oc est enim omnis %omo' et cuncta quae #iunt adducet 0eus in iudicium, si!e onum, si!e malum illud sit( LEccl( c( 13, !( 1J, 1A(M 3>( Omnes morimur, et quasi aquae dilaimur in terram, quae non re!ertuntur( LII ,eg( c( 1A, !( 1A(M 31( 7adame, se6ora, ttulo que usado en asoluto indicaa en =rancia la %i&a mayor del rey, o la mu&er de 7onsieur, %ermano segundo del rey( 33( -icut urs patens et asque murorum amitu, ita !i qui non potest in loquendun co%iere spiritum suum( L5ro!( 1, 3Q, !( 3?(M 3J( Ecce mensura!iles posuisti dies meos, et sustantia mea tamquam ni%ilum ante( L5sal( JQ, !( 2(M 3A( Ecce tu !ulneratus es, icut et nos9 nostri similis e##ectus es( LIsa( c( 1A, !( 1>(M 3Q( In illa die periunt omnes cogitationes eorum( L5sal( 1AQ, !( A(M 32( Eccl( 3, 13, 14( 34( ,e. lugeit, et princeps indentur moerore, et manus populi terrae conturauntur( LE/ec%( c( 4, !( 34(M 3?( Orat(, de O( -at( #r( 3K( Cadit in originem terram, et cada!eris nomen, e. isto quoque nomine peritura, in nullum inde iam nomem, in omnis iam !ocauli mortem( LTertull(, de ,esurr( carnis(M J>( *otas mi%i #ecisti !ias !itae( L5sal( 1Q( !( 1>(M J1( ,e!ertatur pul!is ad terram suam, nude erat( LEccl( 13( !( 4(M -piritus redeat ad 0eum, qui dedit illum( LVid(M J3( Eccl( c(1, !( 3, !( 11, 14( JJ( Eccl( c(1, !( 149 c( 3, !( 13, 3A( JA( Et est quidquam tam !anumD LEccl( c( 3, !( 1K(M JQ( +idi quod %oc quoque esset !anitas( LEccl( c( 3, !( 1, 39 c( ?( !( 1>(M J2( Eccl( c(J, !( 1K( J4( Eccl( c(13, !( 1J( J?( Eccl( c(13, !( 1A( JK( 5sal( 1A?, !( A( A>( 5sal( 32, !( 1>( A1( 5sal( 31, !(11( A3( Act( 32, !( 3K( AJ( 7elior est patiens !iro #orti9 et qui dominatur animo suo, e.pugnatore urium( L5ro!( 12, !( J3(M AA( 5ropera!it educere de medio iniquitatum( L-ap J( A, !( 1A(M AQ( =inis #actus est erroris, quia culpa, non natura de#ecit( L0e ono mortis(M A2( In ipsam gloriam praeceps ageatur( LTacit(, Agr(M A4( Ego sum, et praeter me non est altera( LIsa( c( A4, !( 1>M A?( El prncipe, %i&o del di#unto( AK( Laudent eam in portis opera eius( L5ro!( c( J1, !( J1(M Q>( Benedictus 0ominus 0eus meus, qui docet manus meas ad proelium et digitos meos ad ellum( L5sal( 1AJ, !( 1(M Q1( :aec dicit C%risto meo Cyro, cuius appre%endi de.teram((( Ego ante te io9 et gloriosos terrae %umiliao9 portas aereas conteram, et !ectes #erreos con#ringam((( )t scias quia ego 0ominus, qui !oco nomem tuum((( !oca!i te nomine tuo((( Accin.i te, et non cogno!isti me((( Ego 0ominus, et non est alter, #ormans lucem, et creans teneras #aciens pacem et creans malum' ego 0ominus, #aciens omnia %aec, etc( LIsa( c( AQ, !( 3, J, A, 4(M Q3( +enieat a occidente super #aciem totius terrae, et non tangeat terram( L0an( c( ?, !( Q(M QJ( Cucurrit ad eum impetu #ortitudinis suae9 eumque appropinquasset prope arietem, e##eratus est in eum, et percussit arietem((( eumque cum misisset in terram, conculca!it et nemo quiat lierare arietem de manu eius( LVid( !( 2, 4(M QA( -al!a!it mi%i rac%ium meum, et indignatio mea ipsa au.iliata est mi%i( LIsa( c( 2J, !( Q(M QQ( Aquilis !elociores, leonius #ortiores( LII ,eg( c( 1(, !( 3Q(M Q2( -in duda Bossuet quiso en esto pasa&e de su apologa censurar de soslayo la indigna conducta oser!ada por 7a/arino y la regenta con la reina de Inglaterra, la in#ortunada, esposa de Carlos I y su %i&o el pretendiente a la corona, rota en peda/os por la gran re!oluci$n que proscrii$ a los Estuardos( 5ara ello el %il orador se re#iere a Espa6a, que en estos acontecimientos no %aa tomado parte, y que mal poda conceder generosa %ospitalidad a quienes no la solicitaan en sus dominios( Ssta es la segunda !e/ que Bossuet %ace re#erencia a la conducta seguida por la casa de =rancia con los proscriptos ingleses( Le #alt$ !alor para tronar contra los poderes e.istentes, no conocimiento claro de la #alta cometida( Q4( -agittae eius acutae, et omnes arcus eius e.tensi( LIsa( c( Q, !( 3K(M Q?( 0e ello ci!ili, li( II( QK( ,eg(, c( 11, !( 4( 2>( Cont( Julian(, li( Q, n( 1A( 21( In 5sal( 11?, serm 13, n( 3( 23( Cor mundum crea in me, 0eus( L5sal( 1, !( 13M 2J( Juan, c( J, !( 13(@ Cor( c( 1J, !( 13(