E. M.

Cioran

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I Tres de la maana. Percibo este segundo, despus este otro; hago el balance de cada minuto. A qu viene todo esto? A que he nacido. De cierto tipo de vigilias viene la inculpaci n del nacimiento. ! "Desde que esto# en el mundo$, ese desde me parece cargado de un signi%icado tan espantoso, que se torna insoportable. ! &a# un conocimiento que quita peso # alcance a lo que uno hace; hasta el e'tremo l todo carece de %undamento, salvo l mismo. Puro, hasta el e'tremo, de abominar incluso de la idea de ob(eto, e'presa esa suma sabidur)a seg*n la cual es la misma cosa cometer o no cometer un acto, implicando, al mismo tiempo, una satis%acci n tambin e'trema+ la de poder repetirse en cada momento que nada de cuanto se haga merece la pena, que nada est, real-ado por ning*n signo sustancial, que la "realidad$ se inscribe en el dominio de la insensate-. .n conocimiento de esa clase merecer)a ser llamado p stumo, #a que se presenta como si el conocedor estuviera viva # no vivo, # no como si %uera ser # reminiscencia de ser. "/s cosa pasada$, dice de todo lo que e(ecuta en el instante mismo de la acci n que, de esa manera, queda para siempre desprovista de presente. !

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0o corremos hacia la muerte; huimos de la cat,stro%e del nacimiento. 0os debatimos como sobrevivientes que tratan de olvidarla. /l miedo a la muerte no es sino la pro#ecci n hacia el %uturo de otro miedo que se remonta a nuestro primer momento. 0os repugna, es verdad, considerar al nacimiento una calamidad+ acaso no nos han inculcado que se trata del supremo bien # que lo peor se sit*a al %inal, # no al principio, de nuestra carrera? 1in embargo, el mal, el verdadero mal, est, detrs, # no delante de nosotros. 2o que a 3risto se le escap , 4uda lo ha comprendido+ "1i tres cosas no e'istieran en el mundo, oh disc)pulos, lo Per%ecto no aparecer)a en el mundo...$ 5 antes que la ve(e- # que la muerte, sit*a el nacimiento, %uente de todas las desgracias # de todos los desastres. ! 1e puede soportar cualquier verdad, por mu# destructiva que sea, a condici n de que sea total, que lleve en s) tanta vitalidad como la esperan-a a la que ha sustituido.

*
0o hago nada, es cierto. Pero veo pasar las horas 6lo cual vale m,s que tratar de llenarlas. ! 0o reducirse a una obra; s lo ha# que decir algo que pueda susurrarse al o)do de un borracho o de un moribundo. ! 2a imposibilidad de encontrar un solo pueblo, una sola tribu donde el nacimiento provoque duelo # lamentaci n, prueba hasta qu punto la &umanidad se encuentra en estado de regresi n. ! 7ebelarse contra la herencia, es rebelarse contra millones de aos, contra la primera clula. ! &a# un dios al principio, cuando no al cabo de toda alegr)a. ! 0unca esto# a gusto en lo inmediato, s lo me seduce lo que me precede, lo que me ale(a de aqu), los inn*meros instantes en que #o no %ui+ lo no6nato, en suma. ! 0ecesidad %)sica del deshonor. 8e hubiera gustado ser hi(o de verdugo. ! 3on qu derecho os ponis a re-ar por m)? 0o tengo necesidad de intercesores, me las arreglar solo. De un miserable, tal ve- lo aceptar)a+ de nadie m,s, aunque se tratara de

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un santo. 0o tolero que se preocupen por mi salvaci n. 1i le temo # le hu#o, qu indiscretas resultan entonces vuestras plegarias. Dirigidlas a otra parte, de todas %ormas no estamos al servicio de los mismos dioses. 1i los m)os son impotentes, no ha# ra- n para creer que los vuestros lo sean menos. 5 aun suponiendo que sean tal # como los imagin,is, todav)a les %altar)a el poder de curarme de un horror m,s vie(o que mi memoria. ! 9:u miserable es la sensaci n; <ncluso el 'tasis no es, quiz sino una m,s. ! Des6hacer, des6crear, es la *nica tarea que el hombre puede asignarse si aspira, como todo lo indica, a distinguirse del 3reador. ! 1e que mi nacimiento es una casualidad, un accidente risible, #, no obstante, apenas me descuido me comporta como si se tratara de un acontecimiento capital, indispensable para la marcha # el equilibrio del mundo. ! &aber cometido todos los cr)menes+ salvo el de ser padre. ! Por regla general, los hombres esperan la decepci n+ saben que no deben impacientarse, que llegar, tarde o temprano, que les conceder, los pla-os necesarios para que puedan entregarse a sus actividades moment,neas. 3on el desengaado sucede de otra manera+ para l la decepci n sobrevino en el momento mismo de la acci n; no necesita acecharla porque est, presente. Al liberarse de la sucesi n, ha devorado lo posible # convertido el %uturo en super%luo. "5o no puedo encontraros en vuestra %uturo, dice a los otros. 0o tenemos un solo instante que nos sea com*n.$ 5 es que para l, el porvenir en su totalidad est, #a ah). 3uando se percibe el %in en los comien-os, se va m,s aprisa que el tiempo. 2a iluminaci n, decepci n %ulgurante, otorga una certe-a que trans%orma al desengaado en liberado. ! 8e desligo de las apariencias #, no obstante, me enredo en ellas; me(or dicho+ esto# a medio camino entre esas apariencias # eso que las invalida, eso que no tiene ni nombre ni contenido, eso que no es nada # que es todo. 0unca dar el paso decisivo %uera de ellas. 8i naturale-a me obliga a %lotar, a eterni-arme en el equ)voco, # si tratara de decidirme, sea en un sentido o en otro, perecer)a por salvarme. !

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8i %acultad de decepci n sobrepasa el entendimiento. /lla es quien me hace comprender a 4uda, pero tambin es ella quien me impide seguirlo. ! 1i algo no logra #a apiadarnos, de(a de e'istir, de ser tomado en cuenta. Por eso nuestro pasado de(a de pertenecernos tan pronto se convierte en historia, en algo que no interesa #a a nadie. ! Aspirar, en lo m,s pro%undo de uno mismo, a estar tan despose)do, a ser tan lamentable como Dios. ! /l verdadero contacto entre los seres s lo se establece en la presencia muda, en la aparente no6comunicaci n, en el intercambio misterioso # sin palabras que se aseme(a a la plegaria interior. ! 2o que s a los sesenta aos, #a lo sab)a a los veinte. 3uarenta aos de un largo, super%luo traba(o de comprobaci n. ! /sto#, por lo general, tan seguro de que todo est, desprovisto de consistencia, de %undamento, de (usti%icaci n, que aquel que osara contradecirme, aunque %uera el hombre que m,s estimo, me parecer)a un charlat,n o un imbcil. ! Desde la in%ancia percib)a #a el desli-arse de las horas, libres de toda re%erencia, de todo acto # de todo acontecimiento, el desglose del tiempo de lo que no era tiempo, su e'istencia aut noma, su estatuto particular, su imperio; su tiran)a. 7ecuerdo con per%ecta claridad aquella tarde en que, por ve- primera, %rente al universo vacante, #o era s lo una %uga de instantes rebeldes que se negaban a cumplir su %unci n propia. /l tiempo se desprend)a del ser a mis e'pensas. ! A di%erencia de =ob, no maldi(e el d)a de mi nacimiento; a todos los otros d)as, en cambio, los he cubierto de anatemas. ! 1i la muerte s lo tuviera %acetas negativas, morir ser)a un acto impracticable. !

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Todo es; nada es. .na # otra % rmula aportan igual serenidad. /l ansioso, para su desgracia, se queda entre las dos, tembloroso # perple(o, siempre a merced de un mati-, incapa- de establecerse en la seguridad del ser o de la ausencia de ser. ! /n la costa normanda, a hora tan temprana, no necesitaba a nadie. 2a presencia de las gaviotas me molestaba # las hice huir a pedradas. /n sus chillidos de estridencias sobrenaturales comprend) que era eso precisamente lo que necesitaba, que s lo lo siniestro pod)a apaciguarme, # que para hallarlo me hab)a levantado tan de maana. ! Estar vivo; de pronto me sorprende lo e'trao de esta e'presi n, si no estuviera re%erida a nadie. ! 3ada ve- que esto# mal # me apiado de mi cerebro, me siento llevado por un irresistible deseo de proclamar. /ntonces adivino de qu pedestres abismos surgen re%ormadores, pro%etas # salvadores. ! 8e gustar)a ser libre, inimaginablemente libre. 2ibre como un ser abortado. ! 1i entran en la lucide- tanta ambig>edad # con%usi n, es porque esa lucide- es el resultado del mal uso que hemos hecho de nuestras vigilias. ! 2a obsesi n del nacimiento, al transportarnos m,s ac, de nuestro pasado, nos hace perder el gusto por el %uturo, por el presente # hasta por el pasado. ! 7aros son los d)as en que, pro#ectado hacia la post6historia, no asisto a la hilaridad de los dioses %rente al episodio humano. &ace %alta una visi n de repuesto, pues la del =uicio ?inal #a no convence a nadie. ! .na idea, un ser, cualquier cosa que se encarna pierde su %igura, se convierte en algo grotesco. ?rustraci n de lo que quiere reali-arse. 0unca evadirse de lo posible, regodearse en eternidad veleidosa, olvidarse de nacer. ! 2a *nica, la verdadera mala suerte+ nacer. 1e remonta a la agresividad, al principio de e'pansi n # de rabia aposentado en los or)genes, en el impulso hacia lo peor. 0o es de e'traar que todo ser venido al mundo sea un maldito. !

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3uando se vuelve a ver a alguien despus de muchos aos, habr)a que sentarse, uno %rente al otro, # no decir nada durante horas para que, al amparo del silencio, la consternaci n pudiese saborearse a s) misma. ! D)as milagrosamente cua(ados de esterilidad. 5 #o, en ve- de alegrarme, de cantar victoria, de convertir esa sequedad en %iesta, de ver un e(emplo de mi reali-aci n # madure-, de mi desapego, me de(o invadir por el despecho # el mal humor+ as) de tenaes en nosotros el hombre vie(o, la chusma turbulenta incapa- de hacerse a un lado. ! 8e atrae la %iloso%)a hind* cu#o prop sito esencial es el de superar el #o+ todo lo que hago # todo lo que pienso es *nicamente #o # desgracias del #o. ! 8ientras actuamos tenemos una %inalidad; una ve- terminada, la acci n no tiene m,s realidad para nosotros que el %in que hemos perseguido. 0ada consistente hab)a, pues, en todo eso, salvo el (uego. Pero ha# quienes tienen conciencia de ese (uego durante la acci n misma+ viven la conclusi n en las premisas, lo reali-ado en lo virtual, minan lo serio por el hecho de e'istir. 2a visi n de la no6realidad, de la carencia universal, es el resultado combinado de una sensaci n cotidiana # de un brusco temblor. Todo es juego+ sin esta revelaci n %ulminante, la sensaci n que uno arrastra a lo largo de los d)as no tendr)a ese sello de evidencia que necesitan las e'periencias meta%)sicas para distinguirse de sus imitaciones+ los malestares. Pues todo malestar no es sino una e'periencia meta%)sica abortada. ! 3uando uno ha agotado el inters que ten)a por la muerte, # da por concluido el asunto, retrocede hasta el nacimiento, # se dispone a a%rontar un abismo, tambin inagotable... ! /n este momento, me siento mal. /ste acontecimiento, crucial para m), es ine'istente, inconcebible para el resto de los seres, de todos los seres. 1alvo para Dios, si es que esa palabra tiene alg*n sentido. ! Por todas partes se dice que, si todo es %*til, hacer bien lo que se hace no lo es. 0o obstante, hasta eso es %r)volo. Para llegar a esta conclusi n, # a%rontarla, no ha# que practicar ning*n o%icio, salvo el de re#, como 1alom n. ! 7eacciono como todo el mundo, incluso como aquellos a quienes m,s desprecio; pero me recobro arrepintindome de todo lo que hago, sea bueno o malo. ! Dnde est,n mis sensaciones? 1e han desvanecido en... m), # qu es ese #o sino la suma de esas sensaciones evaporadas? !

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Extraordinario y sin ningn valor+ estos ad(etivos se aplican a un cierto acto, #, en consecuencia, a todo lo que de l resulta+ a la vida en primer lugar. ! 2a lucide- es el *nico vicio que hace al hombre libre+ libre en un desierto. ! A medida que los aos pasan, decrece el n*mero de seres con quienes puede uno entenderse. 3uando no ha#a #a nadie a quien dirigirse, seremos al %in tal # como se era antes de sucumbir en un nombre. ! 3uando se recha-a el lirismo, emborronar una p,gina se convierte en un in%ortunio+ qu sentido tiene escribir para decir exactamente lo que se ten)a que decir? ! /s imposible aceptar ser (u-gado por alguien que ha su%rido menos que nosotros. 5 como cada cual se cree un =ob desconocido... ! 1ueo con un con%esor ideal a quien decirle todo, con%esarle todo+ sueo con un santo hastiado. ! Despus de siglos # siglos de morir, lo viviente se ha acostumbrado a estar vivo+ de otra %orma no se e'plicar)a uno c mo un insecto o un roedor, el hombre inclusive, llegan, con algunos remilgos, a reventar tan dignamente. ! /l para)so no era un lugar soportable, de lo contrario el primer hombre se hubiera adaptado a l; este mundo tampoco lo es, #a que en l se aora el para)so o se da otro por seguro. :u hacer? D nde ir? 0o hagamos nada, no va#amos a ning*n sitio, as), sin m,s. ! 2a salud es un bien, cierto; pero a los que la poseen les ha sido negada la suerte de saberlo, pues una salud consciente de s) misma es una salud en peligro. 5 como nadie go-a con su carencia de en%ermedades, se puede decir sin e'ageraci n que los sanos tienen un justo castigo. ! Algunos tienen desgracias; otros, obsesiones. :uines son m,s dignos de l,stima? ! 0o me gustar)a que %uesen (ustos conmigo+ podr)a prescindir de todo, salvo del t nico de la in(usticia.

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! "Todo es dolor$, esta % rmula budista moderni-ada dar)a+ "Todo es pesadilla.$ De la misma manera el nirvana, llamado a poner trmino a un tormento m,s generali-ado, de(ar)a de ser un recurso reservado s lo a algunos, para tornarse universal como la pesadilla misma. ! :u es una cruci%i'i n *nica comparada con la cotidiana que sobrelleva quien padece de insomnio? ! 3uando me paseaba, tarde, por el camino bordeado de ,rboles, una castaa ca# a mis pies. /l ruido que hi-o al estallar, el eco que se suscit en mi, # un temblor desproporcionado con respecto a ese )n%imo incidente, me sumergieron en el milagro, en la embriague- de lo de%initivo, como si no hubiera #a m,s preguntas, s lo respuestas. 8e sent)a ebrio de mil evidencias inesperadas con las que no sab)a qu hacer... As) %ue como estuve a punto de alcan-ar mi momento supremo. Pero cre) pre%erible continuar el paseo. ! 3on%esamos nuestras penas a otra persona s lo para hacerla su%rir, para que cargue con ellas. 1i quisiramos que se apegara a nosotros, le hablar)amos de nuestros tormentos abstractos, *nicos que acogen con preste-a todos los que nos aman. ! 0o me perdono el haber nacido. /s como si, al insinuarme en este mundo, hubiese pro%anado un misterio, traicionado alg*n compromiso de magnitud, cometido una %alta de gravedad sin nombre. Pero a veces so# menos ta(ante+ nacer me parece una calamidad que, de no haberla conocido, me tendr)a inconsolable. ! /l pensamiento no es nunca inocente. Porque es implacable, porque es agresi n, nos a#uda a romper nuestras trabas. 1i se suprimiera lo que entraa de maldad, e incluso de demon)aco, habr)a que renunciar tambin al concepto de liberaci n. ! /l medio m,s seguro para no equivocarse, es socavar certidumbre tras certidumbre. De lo cual resulta tambin que todo lo que cuenta %ue hecho uera de la duda. ! Desde hace tiempo, desde siempre, tengo conciencia de que este mundo no es el que necesitaba # que no podr)a habituarme a l; por eso, # s lo por eso, he adquirido algo de orgullo espiritual, # mi e'istencia se me presenta como la degradaci n # el desgaste de un salmo. !

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0uestros pensamientos, a sueldo de nuestro p,nico, se orientan hacia el %uturo, siguen el camino del temor, desembocan en la muerte. Dirigirlos hacia su nacimiento # obligarlos a permanecer all), es invertir su curso # hacerlos retroceder. De ese modo pierden el vigor, la desapacible tensi n que #ace en el %ondo del horror a la muerte, # que les sirve a nuestros pensamientos para dilatarse, enriquecerse, %ortalecerse. 5 as) se comprende que, al recorrer el camino a la inversa, llegan tan empobrecidos, tan cansados a su %rontera primitiva, que #a no les queda ninguna energ)a para mirar m,s all,, hacia lo nunca6nato. ! 0o son mis comien-os lo que me interesa, sino el comien-o. 1i tropie-o con mi nacimiento, obsesi n m)nima, es a %alta de poder saltar sobre el primer momento del tiempo. Todo malestar individual nos devuelve, a %in de cuentas, a un malestar cosmog nico, pues cada una de nuestras sensaciones 6e'p)a ese delito de la sensaci n primordial por el cual el ser se desli- %uera de no se sabe d nde... ! De nada vale anteponernos al universo, de todas %ormas nos odiamos m,s de lo que imaginamos. 1i el sabio resulta una aparici n tan ins lita, es porque no parece contaminado por la aversi n que, igual que todos los seres, deber)a abrigar hacia s) mismo. ! 0inguna di%erencia entre el ser # el no6ser, si uno los aprehende con igual intensidad. ! /l no6saber es el %undamento de todo, crea todo mediante un acto que repite a cada instante, engendra este mundo # cualquier otro pues no cesa de tomar por real aquello que no lo es. /l no6saber es la gran equivocaci n que sirve de base a todas nuestras verdades; el no6saber es m,s antiguo # m,s poderoso que todos los dioses reunidos. ! /n esto se reconoce a aqul que tiene disposiciones para la b*squeda interior+ pondr, el %racaso por encima de cualquier 'ito, buscar, incluso ese %racaso; inconscientemente, claro est,. 5 es que el %racaso, siempre esencial, nos desenmascara, nos permite vernos como Dios nos ve, mientras que el 'ito nos ale(a de lo que ha# de m,s )ntimo en nosotros # en todo. ! &ubo un tiempo en que el tiempo no e'ist)a... /l recha-o del nacimiento no es otra cosa que la nostalgia de ese tiempo anterior al tiempo. ! 3uando pienso en tantos amigos que #a no e'isten, siento l,stima por ellos. 1in embargo, no resultan tan dignos de compasi n, pues han resuelto todos sus problemas, empe-ando por el de la muerte. !

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&a# en el hecho de nacer una ausencia tal de necesidad, que cuando se piensa en ello con un poco m,s de detenimiento, a %alta de saber c mo reaccionar, uno se queda con la boca abierta. ! Dos tipos de esp)ritu+ diurnos # nocturnos. 0o tienen el mismo mtodo ni la misma tica. /n pleno d)a uno se vigila; en la oscuridad se dice todo. 2as consecuencias saludables o eno(osas de lo que piensa le importan poco al que se interroga durante las horas en que los dem,s se entregan al sueo. 7umia la mala suerte de haber nacido sin preocuparse del dao que puede hacerle a otro, o a s) mismo. Despus de medianoche empie-a la embriague- de las verdades perniciosas. ! A medida que uno acumula aos, se va %ormando una imagen cada ve- m,s sombr)a del porvenir. /s s lo para consolarse de estar e'cluido? 1), en apariencia; no de hecho, pues el porvenir siempre ha sido atro-, #a que el hombre s lo sabe remediar sus males agrav,ndolos, de modo que en cada poca la e'istencia es m,s tolerable antes de encontrar la soluci n a las di%icultades del momento. ! /n las grandes perple(idades, red*cete a vivir como si la historia estuviese clausurada, # a reaccionar como un monstruo devorado por la serenidad. ! 1i, antao, %rente a un muerto me preguntaba+ "De qu le sirvi pregunto lo mismo ante cualquiera que est vivo. ! /l apesadumbrarse sobre el nacimiento es s lo el gusto por lo insoluble llevado hasta la insan)a. ! 3on respecto a la muerte oscilo sin cesar entre el "misterio$ # la "nada$, entre las Pir,mides # la 8orgue. ! /s imposible sentir que hubo un tiempo en que uno no e'ist)a. De ah) ese apego al persona(e que se era antes de nacer. ! "8editad solamente una hora en la ine'istencia del @#o@, # os sentiris otro hombre$, dec)a a un visitante occidental un bon-o (apons de la secta Aousha. 1in haber %recuentado los conventos budistas, cu,ntas veces no me he detenido en la irrealidad del mundo #, por lo tanto, en la del #o? 0o me he convertido en otro hombre, pero me qued , es cierto, el sentimiento de que mi #o no es real de ninguna %orma # de que, perdindolo, no pierdo nada, salvo algo, salvo todo. ! nacer?$, ho# me

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/n lugar de detenerme al hecho de nacer como me aconse(a el sentido com*n, me arriesgo, me arrastro hacia atr,s, retrocedo cada ve- m,s hacia no s qu comien-os, vo# de origen en origen. .n d)a, qui-,, logre alcan-ar el origen mismo, para descansar en l, o hundirme. ! ?ulano me insulta. /sto# a punto de abo%etearlo. 7e%le'iono # me abstengo. :uin so#, cu,l es mi verdadero #o+ el que replica o el que se echa, para atr,s? 8i primera reacci n es siempre enrgica; la segunda, dbil. /so que llaman "sensate-$ es, en el %ondo, "re%le'i n$, es decir, la no6acci n como primer movimiento. ! 1i el apego es un mal, ha# que buscar su causa en el esc,ndalo del nacimiento, pues nacer es apegarse. /l desapego deber)a, pues, aplicarse a hacer desaparecer las huellas de ese esc,ndalo, el m,s grave # el m,s intolerable de todos. ! ?rente a la ansiedad # al enloquecimiento+ la calma s*bita al pensar en el %eto que se ha sido. ! /n ese instante preciso, ning*n reproche que venga de los hombres o de los dioses podr)a a%ectarme+ tengo la conciencia tan tranquila como si nunca hubiese e'istido. ! /s un error creer que ha# una relaci n directa entre su%rir reveses # encarni-arse contra el nacimiento. /sta animosidad tiene ra)ces m,s pro%undas # m,s le(anas, # suceder)a aunque no hubiera ni la sombra de su reproche contra la e'istencia. <ncluso es mucho m,s virulenta cuanto m,s pr diga es la suerte. ! Tracios # 4ogomiles+ no puedo olvidar que he %recuentado los mismos para(es que ellos, ni que unos lloraban por los recin nacidos, # que los otros, para absolver a Dios, hac)an responsable a 1atan,s de la in%amia de la 3reaci n. ! Durante las largas noches de las cavernas, cantidad de &amlets deber,n de monologar continuamente, #a que cabe suponer que el apogeo del tormento meta%)sico se sit*a mucho antes de esa insipide- universal que sigue al advenimiento de la ?iloso%)a. ! 2a obsesi n del nacimiento procede de una e'acerbaci n de la memoria, de una omnipresencia del pasado, as) como tambin de una avide- por el calle( n sin salida, del primer calle( n sin salida. 0inguna apertura, # en consecuencia ning*n go-o, que venga de lo pasado, sino *nicamente del presente # de un porvenir emancipado del tiempo. !

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Durante aos, durante una vida, pensar s lo en los *ltimos momentos para comprobar, cuando por %in se acerca uno a ellos, que ha sido in*til, que la idea de la muerte a#uda a todo, salvo a morir. ! 1on nuestras desa-ones las que suscitan, las que crean la conciencia; una ve- cumplida su misi n, se debilitan # desaparecen una tras otra+ 2a conciencia permanece # les sobrevive sin acordarse de lo que les debe, sin siquiera haberlo sabido. 5, aun cuando se deteste # quisiera aniquilarse, no se cansa de proclamar su autonom)a, su soberan)a. ! 1eg*n la regla de 1an 4enito, si un mon(e se tornaba orgulloso, o solamente contento de su traba(o, deb)a apartarse de l # abandonarlo. &e aqu) un peligro que no teme el que ha#a vivido en el apetito de la insatis%acci n, en la org)a del remordimiento # del asco. ! 1i es verdad que Dios detesta tomar partido, #o no me sentir)a nada inc modo en su presencia, tal ser)a mi placer de imitarlo en todo, de ser, como /l, un sin6opini n. ! 2evantarse, acicalarse # despus esperar alguna variante imprevista de tedio o de horror. Dar)a el mundo entero # todo 1haBespeare por una bri-na de atara'ia. ! 9:u suerte la de 0iet-sche, haber terminado como termin + en plena eu%oria; ! 7e%erirse sin cesar a un mundo donde todav)a nada se humillaba al surgimiento, donde se present)a la conciencia sin desearla, donde, encenegado en lo virtual, se go-aba de la plenitud nula de un #o anterior al #o... !o ha"er nacido, de solo pensarlo, 9qu %elicidad, qu libertad, qu espacio; II 1i el hast)o del mundo con%iriera por s) solo la santidad, no veo c mo #o podr)a evitar la canoni-aci n. ! 0adie ha vivido tan apegado a su esqueleto como #o al m)o+ de ello ha resultado un di,logo sin %in # algunas verdades que no acabo de aceptar ni de recha-ar. ! /s mucho m,s %,cil avan-ar con vicios que con virtudes. 2os vicios, acomodaticios por naturale-a, se a#udan, son indulgentes unos con otros; en cambio las virtudes, celosas, se combaten # se anulan, # muestran en todo su incompatibilidad # su intolerancia. !

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/l creer en lo que uno hace o en lo que hacen los otros es entusiasmarse con tonter)as. 1e deber)a abandonar sin m,s a los simulacros; e incluso a las "realidades$, situarse %uera de todo # de todos, apartar o aplastar los apetitos, vivir, como dice un proverbio hind*, can tan pocos deseos como un "ele%ante solitario$. ! Todo se lo perdono a ?ulano a causa de su sonrisa pasada de moda. ! 0o es humilde aquel que se odia. ! /l algunos, todo, absolutamente todo, tiene que ver con la %isiolog)a+ su cuerpo es su pensamiento, su pensamiento es su cuerpo. ! /l Tiempo, %ecundo en recursos, mucho m,s imaginativo # caritativo de lo que se piensa, posee una e'traordinaria capacidad de a#uda al procurarnos, en cualquier momento, alguna nueva humillaci n. ! 1iempre he buscado paisa(es anteriores a Dios. De ah) mi debilidad por el 3aos. ! &e decidido no detestar m,s a nadie desde que he observado que termino siempre por parecerme a mi *ltimo enemigo. ! Durante bastante tiempo viv) con la idea de ser el hombre m,s normal del mundo. /sta idea me proporcionaba la a%ici n, o me(or, la pasi n por la improductividad+ qu sentido tiene sobresalir en un mundo de locos, hundido en la estupide- o el delirio? Para quin prodigarse # con qu %in? :ueda por saber si me he liberado enteramente de esta certe-a, salvadora en el absoluto, ruinosa en lo inmediato. ! 2os violentos son por lo general unos enclenques, unos "reventados$. Civen en perpetua combusti n, a e'pensas de su cuerpo, e'actamente como los ascetas, quienes, al e(ercitarse en la quietud, en la pa-, se desgastan # se agotan lo mismo que los %uriosos. ! 1 lo se deber)an escribir libros para decir cosas que uno no se atrever)a a con%iar a nadie. !

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3uando 8ara, el Tentador, intenta suplantar a 4uda, ste le dice+ "3on qu derecho pretendes reinar sobre los hombres # sobre el universo? #Acaso has su rido por el conocimiento$$ &e ah) la pregunta capital, qui-, la *nica que deber)a uno hacerse al indagar sobre alguien, principalmente sobre un pensador. &abr)a que establecer la di%erencia entre aquellos que han pagado por el menor paso hacia el conocimiento # aquellos, mucho m,s numerosos, a quienes les %ue otorgado un saber c modo, indi%erente, un saber sin adversidades. ! 1e dice+ %ulano no tiene talento, s lo tiene un estilo. Pero (ustamente es ese estilo particular lo que no se puede inventar, es con lo que se nace. /s una gracia heredada, el privilegio que tienen algunos de hacer sentir su pulsaci n org,nica+ es algo m,s que el talento, es su esencia. ! /l mismo sentimiento de no pertenencia, de (uego in*til, donde quiera que va#a+ simulo interesarme por lo que no me importa, me a%ano por automatismo o por caridad, sin involucrarme (am,s, sin estar nunca en ninguna parte. 2o que me atrae est, en otro lado, # ese otro lado no s qu es. ! 8ientras m,s se ale(an los hombres de Dios, m,s avan-an en el conocimiento de las religiones. ! "...Pero /lhoin sabe que el d)a en que comiereis de ello vuestros o(os se abrir,n.$ Apenas abiertos, el drama dio comien-o. 8irar sin comprender+ eso es el para)so. /l in%ierno ser,, pues, el lugar donde se comprende, donde se comprende demasiado... ! 1 lo me entiendo bien con alguien que se encuentra en lo m,s ba(o de s) mismo, sin el deseo ni la %uer-a de recuperar sus ilusiones habituales. ! =u-gando sin piedad a nuestros contempor,neos, se tiene la oportunidad de presentarse a los o(os de la posteridad como un esp)ritu clarividente. Al mismo tiempo se renuncia al aspecto a-aroso de la admiraci n # los riesgos maravillosos que supone. Porque la admiraci n es una aventura, la m,s imprevisible+ puede ocurrir que acabe con bien. ! 2as ideas vienen caminando, dec)a 0iet-sche. /l andar disipa el pensamiento, enseaba 1anBara. 2as dos tesis est,n igualmente %undamentadas, # son igualmente verdaderas, # cualquiera puede probarlo en el lapso de una hora, # a veces de un minuto. ! 0inguna originalidad literaria es posible si no se tortura, si no se machaca el lengua(e. Dtra cosa sucede si uno se atiene a la e'presi n de la idea como tal. /s este un sector donde las e'igencias no han variado desde los presocr,ticos.

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! 9:ue no sea posible remontarse sobre el concepto, escribir a ras del sentir, registrar las variaciones )n%imas de lo que se toca, hacer lo que har)a un reptil si se pusiera a escribir; ! Todo lo bueno que podamos tener viene de nuestra indolencia, de nuestra incapacidad de pasar a la acci n, de llevar a cabo nuestros pro#ectos # designios. es la imposibilidad o el recha-o a reali-arnos lo que mantiene nuestras "virtudes$, # es la voluntad de dar nuestro m,'imo lo que nos lleva a los e'cesos # a los desa(ustes. ! /se "glorioso delirio$ del que habla Teresa de Avila para marcar una de las %ases de uni n con Dios, es lo que un esp)ritu endurecido, # por %uer-a envidioso, no le perdonar, (am,s a un m)stico. ! 0o e'iste un s lo instante en el que no ha#a estado consciente de encontrarme %uera del Para)so. ! 1 lo lo que se, esconde es pro%undo # es verdadero. De ah) la %uer-a de los sentimientos viles. ! Ama nesciri, dice la <mitaci n. Ama ser ignorado. 1 lo se est, contento del mundo # de uno mismo con%orm,ndose a este precepto. ! /l valor intr)nseco de un libro no depende de la importancia del tema Esi no, los teol gicos ser)an los m,s importantesF, sino de la %orma de abordar lo accidental # lo insigni%icante, de dominar lo )n%imo. 2o esencial no ha necesitado nunca del menor talento. ! /l sentimiento de tener die- mil aos de retraso, o de adelanto, sobre los dem,s, de pertenecer a los inicios o al %in de la &umanidad... ! 2a negaci n no parte nunca de un ra-onamiento, sino de un no se sabe qu de oscuro # antiguo. 2os argumentos vienen despus, para (usti%icarla # apuntalarla. Todo no surge de la sangre. ! /n %avor de la erosi n de la memoria+ recordar las primeras iniciativas de la materia # el peligro de vivir que de ello ha resultado...

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1iempre que no pienso en la muerte tengo la impresi n de trampear, de engaar a alguien dentro de m). ! &a# noches que ni el m,s ingenioso torturador podr)a haber inventado. 1ale uno deshecho, estupidi-ado, perdido. 1in recuerdos ni presentimientos, # sin saber siquiera quin se es. 5 entonces es cuando el d)a parece in*til, # la lu- perniciosa # m,s opresora a*n que las tinieblas. ! .n pulg n consciente tendr)a que desa%iar e'actamente las mismas di%icultades, el mismo gnero de insolubles que el hombre. ! Cale m,s ser animal que hombre, insecto que animal, planta que insecto, # as) sucesivamente. 2a salvaci n? /s todo lo que disminu#e el reino de la conciencia # compromete su supremac)a. ! Tengo todos los de%ectos de los dem,s, #, sin embargo, todo lo que hacen me parece inconcebible. ! 8irando las cosas desde el punto de vista de la naturale-a, el hombre %ue hecho para vivir hacia el e'terior. 1i quiere ver dentro de s) mismo, debe cerrar los o(os, renunciar a la acci n, salir de la corriente. 2o que se llama "vida interior$ es un %en meno tard)o s lo posible por una disminuci n en nuestras actividades vitales+ el "alma$ surgi # se desarroll a e'pensas del buen %uncionamiento de los rganos. ! 2a m)nima variaci n atmos%rica pone en entredicho mis pro#ectos, por no decir mis convicciones. /sta %orma de dependencia, la m,s humillante que e'iste, no de(a de deprimirse disipando al mismo tiempo las pocas ilusiones que me quedaban sobre mis posibilidades de ser libre, o, sencillamente, sobre la libertad. De qu sirve pavonearse si se est, a merced de lo &*medo # de lo 1eco? 1e desear)a una esclavitud menos lamentable # dioses de otra ralea. ! 0o merece la pena matarse+ siempre lo hace uno demasiado tarde. ! 3uando se sabe de manera absoluta que todo es irreal, no tiene ning*n sentido %atigarse para demostrarlo. !

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2a lu- se prostitu#e a medida que se ale(a del alba # avan-a en el d)a, # s lo se redime 6tica del crep*sculo6 en el momento de desaparecer. ! /n los escritos budistas se habla a veces del "abismo del nacimiento$. /s, en e%ecto, un abismo, una sima donde no se cae sino, por el contrario, de donde se emerge para ma#or desgracia de cada cual. ! A intervalos cada ve- m,s aislados, accesos de gratitud hacia =ob # 3ham%ort, hacia la voci%eraci n # el vitriolo... ! Toda opini n, todo punto de vista es necesariamente parcial, trunco, insu%iciente. /n %iloso%)a, como en cualquier cosa, la originalidad se reduce a de%iniciones incompletas. ! 3onsiderando detenidamente nuestros actos llamados generosos, no ha# ninguno que, en cierta %orma, no sea condenable e incluso daino, capa- de inspirarnos el arrepentimiento por haberlo e(ecutado, de tal %orma que no nos queda m,s que optar por la abstenci n o por el remordimiento. ! 2a %uer-a e'plosiva de la menor morti%icaci n. Todo deseo vencido da %uer-a. 8ientras m,s se ale(a uno de este mundo sin adherirse a l, me(or se le domina. 2a renuncia con%iere un poder in%inito. ! /n lugar de que mis decepciones conver(an hacia un centro # se constitu#an, si no en sistema, al menos en un con(unto, se han desperdigado, cre#ndose cada cual *nica # perdindose por %alta de organi-aci n. ! 1 lo tienen 'ito las %iloso%)as # las religiones que nos halagan, #a sea en nombre del progreso o en el del in%ierno. 3ondenado o no, el hombre e'perimenta una necesidad absoluta de estar en el centro de todo. <ncluso por esta ra- n es hombre, se hizo hombre. 5 si un d)a no sintiera #a esa necesidad, tendr)a que eclipsarse en %avor de otro animal m,s orgulloso # m,s loco. ! 2e repugnaban las verdades ob(etivas, el traba(o de la argumentaci n, los ra-onamientos sostenidos. 0o le gustaba demostrar, no le importaba convencer a nadie El %tro es una invenci n de dialecto. ! 8ientras m,s le per(udica a uno el tiempo, m,s se quiere huir de l. /scribir una p,gina sin de%ecto, una %rase solamente, le eleva a uno por encima del devenir # de sus corrupciones. 1e trasciende la muerte por la b*squeda de lo indestructible a travs del verbo, a travs del s)mbolo mismo de la caducidad.

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! /n el punto crucial de un %racaso, en el momento en que la verg>en-a amena-a con aniquilarnos, de pronto nos invade un %renes) de orgullo que s lo dura lo su%iciente para vaciarnos, para de(arnos sin energ)a, para hacer descender, con nuestras %uer-as, la intensidad de la verg>en-a. ! 1i la muerte es tan horrible como se pretende, c mo es posible que al cabo de cierto tiempo estimemos eliz a quienquiera que, amigo o enemigo, ha#a de(ado de vivir? ! 8,s de una ve- me ha ocurrido salir de casa porque, de haberme quedado, no estaba seguro de poder resistir a alguna resoluci n s*bita. 2a calle es m,s tranquili-adora porque se piensa menos en uno mismo, # porque en ella todo se debilita # se deteriora, empe-ando por las angustias. ! 2o propio de la en%ermedad es velar cuando todo duerme, cuando todo descansa, incluso el en%ermo. ! 1iendo (oven se tiene cierto gusto por los padecimientos. 9Parecen tan nuevos, tan magn)%icos. 3on la edad #a no sorprenden, pues se les conoce demasiado. Ahora bien, si no %uera por su punto de imprevisibilidad, no valdr)a la pena soportarlos. ! /n cuanto uno apela a lo m,s )ntimo de s) mismo # empie-a a actuar # a mani%estarse, se atribu#e dones # se insensibili-a hacia las propias lagunas. 0adie est, en condiciones de admitir que lo que surge de su interior podr)a no valer nada. /l "conocimiento de s)$? .na contradicci n en los trminos. ! Todos esos poemas donde s lo es cuesti n del Poema, toda esa poes)a que no tiene otra materia que s) misma. :u se dir)a de una plegaria cu#o ob(eto %uera la religi n? ! /l esp)ritu que duda de todo llega, al cabo de mil interrogaciones, a una apat)a casi total, a una situaci n que (ustamente el ap,tico conoce a primera vista, por instinto. Pues qu es la abulia, sino una perple(idad congnita? ! :u decepci n que /picuro, el sabio que m,s necesito, ha#a escrito m,s de trescientos tratados; 5 qu alivio que se ha#an perdido. ! 6:u hace usted todo el d)a? 68e soporto.

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! ?rases de mi hermano a prop sito de los trastornos # las en%ermedades que padeci nuestra madre+ "2a ve(e- es la autocr)tica de la naturale-a.$ "&a# que estar ebrio o loco, dec)a 1ie#Gs, para hablar bien las lenguas conocidas.$ &a# que estar ebrio o loco, agregar)a #o, para atreverse a utili-ar las palabras, cualquier palabra. ! /l %an,tico del hast)o el)ptico est, llamado a sobresalir en cualquier carrera, salvo en la de escritor. ! &abiendo vivido siempre con el temor de ser sorprendido por lo peor, he tratado, en todas las circunstancias, de adelantarme lan-,ndome a la desgracia mucho antes de que sucediera. ! 0o se envidia a aquellos que tienen la %acultad de re-ar, pero s) a los poseedores de bienes, a los que tienen rique-as # %ama. /s e'trao que uno acepte la salvaci n de otro # no el que pueda go-ar de unas cuantas venta(as %ugaces. ! 0o he encontrado ning*n esp)ritu interesante que no est ampliamente dotado de de%iciencias incon%esables. ! 0o ha# arte verdadero que no contenga una %uerte dosis de banalidad. Aquel que emplea lo ins lito de una manera constante cansa pronto, pues nada es tan insoportable como la uni%ormidad de lo e'cepcional... ! /l inconveniente de escribir en una lengua a(ena es no tener derecho a cometer demasiados errores. Ahora bien, buscando la incorrecci n sin abusar de ella, ro-ando a cada momento el solecismo, es como se le da una apariencia de vida a la escritura. ! 3ada cual cree, de manera inconsciente, que es el *nico que persigue la verdad, que los dem,s son incapaces de buscarla e indignos de alcan-arla. /sta locura est, tan arraigada # es tan *til, que es imposible imaginar lo que ocurrir)a con cada uno de nosotros si un d)a desapareciera. ! /l primer pensador %ue sin duda alguna el primer mani,tico del por qu&. 8an)a poco habitual # de ninguna manera contagiosa. 7aros, en e%ecto, son los que la padecen, los que est,n ro)dos por la pregunta # sin poder aceptar ninguna certe-a, pues nacieron en la consternaci n.

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1er ob(etivo es tratar al pr (imo como se trata a un ob(eto, a un muerto, es comportarse con l como un sepulturero. ! /ste instante ha desaparecido para siempre, se ha perdido en la masa an nima de lo irrevocable. 0o volver, nunca. 1u%ro por ello, # no su%ro. Todo es *nico 6e insigni%icante. ! /mil# 4rontH. Todo lo que emana de /lla tiene la particularidad de conmoverme. &aIorth es mi lugar de peregrinaci n. ! 3aminar a orillas de un r)o, pasar, correr por el agua, sin es%uer-o, sin precipitaci n, mientras que la muerte contin*a en nosotros su rumiar, su soliloquio ininterrumpido. ! 1olo Dios tiene el privilegio de abandonarnos. 2os hombres *nicamente pueden de(arnos. ! 1in la %acultad de olvidar, nuestro pasado tendr)a un peso tal sobre nuestro presente, que no soportar)amos abordar un solo instante m,s, # muco menos entrar en l. 2a vida sola le resulta soportable a los caracteres triviales, a aquellos que, precisamente, no recuerdan. ! 3uenta Por%iro que Plotino ten)a el don de leer en las almas. .n d)a, sin m,s pre,mbulo, le di(o a su disc)pulo, mu# sorprendido, que no intentara matarse # que emprendiera me(or un via(e. Por%irio parti para 1icilia+ all) se cur de su melancol)a, pero, agrega lleno de pesar, no asisti a la muerte de su maestro ocurrida durante su ausencia. &ace tiempo que los %il so%os no leen en las almas. 0o es su o%icio, se dir,. /s posible. Pero entonces no debe sorprendernos que #a no nos interesen. ! .na obra e'iste cuando se ha preparado en la sombra con la atenci n, con el cuidado con que el asesino medita su golpe. /n ambos casos lo principal es la voluntad de acertar. ! /l conocimiento de s) mismo, el m,s amargo de todos, es el que menos se cultiva+ qu sentido tiene entonces sorprenderse a cada instante en %lagrante delito de ilusi n, remontar sin piedad hasta la ra)- de cada acto # perder causa tras causa ante el propio tribunal? ! 3ada ve- que olvido algo, pienso en la angustia que deben e'perimentar los que sa"en que #a no se acuerdan de nada. Pero algo me dice que al cabo de cierto tiempo se ven

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pose)dos por una secreta alegr)a que no aceptar)an cambiar por ninguno de sus recuerdos, incluso por los m,s e'citantes. ! Pretenderse m,s desapegado, m,s a(eno a todo que cualquiera, # no ser m,s que un loco de la indi%erencia. ! 8ientras m,s nos encontramos a merced de impulsos contradictorios, menos sabemos ante cu,l ceder. !o tener carcter es eso # nada m,s. ! /l tiempo puro, el tiempo decantado, liberado de acontecimientos, de seres # de cosas, no se mani%iesta sino en ciertos momentos de la noche, cuando se le siente avan-ar con el *nico prop sito de llevarlo a uno hacia una cat,stro%e e(emplar. III 1entir bruscamente que uno sabe tanto como Dios de todas las cosas, # ver desaparecer, con igual brusquedad, esa sensaci n. ! 2os pensadores de primera mano meditan sobre cosas; los otros, sobre problemas. &a# que vivir de cara al ser, no al esp)ritu. ! ":u esperas para entregarte?$ 3ada en%ermedad nos env)a una intimaci n dis%ra-ada de pregunta. 0os hacemos los sordos sin de(ar de pensar que la %arsa est, demasiado vista # que la pr 'ima ve- habr, que tener por %in el valor de capitular. ! 8ientras m,s avan-o, menos reacciono %rente al delirio. 5a s lo me gustan, entre los pensadores, los volcanes apagados. ! De (oven me aburr)a desesperadamente, pero cre)a en m). 1i no ten)a el presentimiento del persona(e insustancial en que iba a convertirme, sab)a, en cambio, que pasara lo que pasara, la Perple(idad no me abandonar)a, que vigilar)a mi vida con la e'actitud # el celo de la Providencia. ! 1i uno pudiera contemplarse con los o(os de los dem,s, desaparecer)a al instante. ! 2e comentaba a un amigo italiano que los latinos no esconden ning*n misterio, por ser demasiado abiertos, demasiado habladores; que pre%iero a los pueblos asolados por la

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timide-; # que un escritor que no llega a conocerla no vale nada en sus escritos. "/s cierto, me respondi . 3uando, en nuestros libros, relatamos nuestras e'periencias, stas carecen de intensidad # de prolongaci n porque #a antes las hemos relatado cien veces.$ 5 despus hablamos de la literatura %emenina, de su %alta de misterio en los pa)ses donde han hecho estragos los salones # el con%esionario. ! Alguien, no s quin, di(o que no deber)a uno privarse del "placer de la piedad$. 1e ha (usti%icado alguna ve- a la religi n de manera m,s delicada? ! /ste a%,n de revisar los arrebatos, de cambiar de )dolos, de re-ar en otra parte... ! Tumbarse en un campo, ol%atear la tierra # decirse que ella constitu#e el trmino # la esperan-a de nuestros abatimientos, que ser)a vano buscar algo me(or para descansar # disolverse. ! 3uando ocurre que esto# ocupado, ni por un instante pienso en el "sentido$ de nada, #, mucho menos, en el de lo que esto# haciendo. Prueba de que el secreto de todo reside en el acto # no en la abstenci n, causa %unesta de la conciencia. ! 2a %isonom)a de la pintura, de la poes)a, de la m*sica dentro de un siglo? 0adie puede imaginarla. 3omo despus de la ca)da de Atenas o de 7oma, habr, una larga pausa debida al agotamiento de los medios e'presivos, as) como al de la conciencia misma. 2a &umanidad, para enla-arse al pasado, tendr, que inventar una segunda inocencia sin la cual nunca podr, reanudar las artes. ! /n una de las capillas de esta horrible iglesia se ve a la Cirgen con su &i(o elevarse por encima del globo terrestre. .na secta agresiva que min # conquist un imperio # hered sus taras, empe-ando por el gigantismo. ! Dice el 'o"ar que "en cuanto apareci el hombre aparecieron las %lores$. 8,s bien creo que estaban ah) desde mucho antes, # que su llegada las sumi estupor del cual todav)a no se han recuperado. ! /s imposible leer una l)nea de Aleist sin pensar en que se mat . /s como si su suicidio hubiera precedido a su obra. ! /n Driente, los pensadores occidentales m,s curiosos, m,s e'traos, nunca hubiesen sido tomados en serio a causa de sus contradicciones. Para nosotros es (ustamente en ellas donde reside la ra- n del inters que nos despiertan. 8,s que el pensamiento, nos en un

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gustan las peripecias, la "iogra (a de un pensamiento, las incompatibilidades # aberraciones que en l se encuentran, nos gustan, en suma, los esp)ritus que, no sabiendo c mo ponerse en regla con los dem,s # mucho menos consigo mismos, trampean tanto por capricho como por %atalidad. 1u marca distintiva? .n poco de engao en lo tr,gico, una pi-ca de (uego hasta en lo incurable... ! 1i en sus )undaciones, Teresa de Avila, se detiene ampliamente en la melancol)a, es porque la encuentra incurable. 2os mdicos, dice, nada pueden hacer, # la superiora de un convento, en presencia de en%ermos de ese gnero, s lo tiene un recurso+ inspirarles el temor a la autoridad, amena-arlos, asustarles. /l mtodo que la santa preconi-a sigue siendo el me(or+ %rente a un "depresivo$, se siente que *nicamente ser)an e%icaces las patadas, las bo%etadas, una buena tunda. 5 eso es, por otra parte, lo que ese "depresivo$ hace cuando decide acabar+ emplea los grandes recursos. ! /n relaci n a cualquier acto de la vida, el esp)ritu tiene el papel de agua%iestas. ! 1e podr)a imaginar a los elementos cansados de repetir un tema trasnochado, asqueados de las mismas combinaciones de siempre, sin variaci n ni sorpresa, buscando alguna diversi n+ la vida s lo ser)a una disgresi n, una ancdota... ! Todo lo que se emprende me parece pernicioso #, en el me(or de los casos, in*til. /n *ltima instancia, puedo moverme, pero no puedo actuar. /ntiendo mu# bien, demasiado bien, las palabras de JordsIorth sobre 3oleridge+ Eternal activity *ithout action. ! 3ada ve- que algo me parece todav)a posible, tengo la impresi n de haber sido embru(ado. ! 2a *nica con%esi n sincera es aquella que hacemos, indirectamente, al hablar de los otros. ! 0o adoptamos una creencia porque sea verdadera Etodas lo sonF, sino porque una %uer-a oscura nos empu(a a ello. 1i esa %uer-a llega a abandonarnos, sobreviene la postraci n # la quiebra, el en%rentamiento con lo que queda de nosotros mismos. ! "/s propio de toda %orma per%ecta que el esp)ritu emane de ella de manera inmediata # directa, mientras que la %orma enviciada le retiene prisionero, como un mal espe(o que s lo se re%le(a a s) mismo.$ Al hacer este elogio 6tan poco alem,n6 de la limpide-, Aleist no pens especialmente en la %iloso%)a, al menos no se dirig)a a ella; eso no impide que sea la me(or cr)tica que se ha#a hecho de la (erga %ilos %ica, pseudo lengua(e que, al querer ser re%le(o de ideas s lo logra adquirir relieve # resaltar a sus e'pensas desnaturali-,ndolas # oscurecindolas.

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Por una de las usurpaciones m,s desa%ortunadas, la palabra se convierte en diva en un terreno en que deber)a pasar desapercibida. ! "Dh 1at,n, mi 8aestro, me entrego a ti para siempre$. 3 mo me pesa haber olvidado el nombre de la religiosa que, habiendo escrito esto con un clavo untado en su sangre, merecer)a %igurar en una antolog)a de la plegaria # el laconismo. ! 2a conciencia es algo m,s que la espina, es el pual en la carne. ! &a# %erocidad en todos los estados de ,nimo, salvo en el de la alegr)a. 2a palabra 1chaden%reude, alegr)a maligna, es un contrasentido. &acer el mal constitu#e un placer, no una alegr)a. 2a alegr)a, *nica victoria sobre el mundo, es pura en su esencia; es, por tanto, irreductible al placer, sospechoso siempre en s) mismo # en sus mani%estaciones. ! .na e'istencia constantemente trans%igurada por el %racaso. ! /l sabio es aquel que consiente en todo porque no se identi%ica con nada. .n oportunista sin deseo. ! 1 lo cono-co una visi n de la poes)a que sea enteramente satis%actoria+ es la de /mil# DicBinson cuando dice que en presencia de un verdadero poema se siente sobrecogida por un %r)o tal que tiene la impresi n de que no habr, %uego alguno que pueda reanimarla. ! /l gran error de la naturale-a es el de no haber sabido limitarse a un sola reino. Al lado del vegetal, todo parece inoportuno. /l sol tuvo que sentirse molesto cuando apareci el primer insecto, cambiar de domicilio cuando irrumpi el primer chimpanc. ! 1i a medida que uno enve(ece hurga cada ve- m,s en su propio pasado, a e'pensas de los "problemas$, es sin duda porque es m,s %,cil remover recuerdos que ideas. ! A los *ltimos a quienes perdonamos su in%idelidad es a aquellos a quienes hemos decepcionado. ! 1iempre tenemos la impresi n de que podr)amos hacer me(or lo que los otros hacen. Desgraciadamente no tenemos el mismo sentimiento hacia lo que nosotros mismos hacemos.

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"5o era Pro%eta, advierte 8ahoma, cuando Ad,n estaba a*n entre el agua # la arcilla.$ 3uando no se ha tenido el orgullo de %undar una religi n 6o al menos de arruinar alguna6, c mo osar mostrarse a la lu- del d)a? ! /l desapego no se aprende+ est, inscrito en una civili-aci n. 0o se tiende hacia l, se le descubre en uno mismo. /so pensaba al leer que un misionero en el =ap n, despus de dieciocho aos, s lo contaba con un total de sesenta convertidos, ancianos adem,s. 5 todav)a se le escaparon en el *ltimo momento, pues murieron a la manera nipona, sin remordimientos, sin tormentos, como dignos descendientes de sus antepasados, los cuales, para entrenarse en los tiempos de lucha contra los mongoles, se de(aban impregnar por el vac)o de todas las cosas # del su#o propio. ! 1 lo acostados se puede pensar en la eternidad. Durante un per)odo considerable sta %ue la preocupaci n principal de los orientales+ # acaso no pre%er)an la posici n hori-ontal? /n cuanto uno se recuesta, el tiempo de(a de %luir # de tener importancia. 2a historia es el producto de una ra-a en pie. /n tanto que animal vertical, el hombre deber)a acostumbrarse a mirar de %rente, no s lo en el espacio sino tambin en el tiempo. 9A qu lamentable origen se remonta el Porvenir; ! 3ualquier mis,ntropo, por mu# sincero que sea, recuerda en ocasiones a ese vie(o poeta clavado en su lecho # completamente olvidado que, %urioso contra sus contempor,neos, hab)a decretado que no deseaba #a recibir a ninguno. 1u mu(er, por caridad, iba de veen cuando a llamar a la puerta... ! .na obra est, terminada cuando #a no podemos me(orarla, aunque se la sepa insu%iciente e incompleta. 3uando se est, tan harto que no se tiene #a la %uer-a de agregar una sola coma, aunque sea indispensable. 2o que decide el grado de per%ecci n de una obra no es de ninguna manera una e'igencia de arte o de verdad, es el cansancio, #, m,s a*n, el harta-go. ! /n tanto que la m)nima %rase que escribe e'ige un simulacro de inventiva, basta, en cambio, un poco de atenci n para comprender en un te'to, aunque sea di%)cil. Karrapatear una tar(eta postal se acerca m,s a una actividad creadora que leer la )enomenolog(a del esp(ritu. ! /l budismo llama "m,cula del esp)ritu$, a la c lera; el manique)smo, "ra)- del ,rbol de muerte$. 2o s. 5 de qu me sirve? !

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/lla me era totalmente indi%erente. Pensando, de pronto, despus de tantos aos, que pasara lo que pasara no volver)a a verla nunca m,s, estuve a punto de ponerme en%ermo. 0o comprendemos lo que la muerte es sino cuando recordamos de repente en el rostro de alguien que nunca nos import . ! A medida que el arte se hunde en un calle( n sin salida, los artistas se multiplican. /sto de(a de ser una anomal)a si se piensa que el arte en v)as de agotamiento se ha tornado, a la ve-, imposible # %,cil. ! 0adie es responsable de lo que es, ni siquiera de lo que hace. /sto es evidente # todo el mundo est, m,s o menos de acuerdo en ello. Por qu entonces e'altar o denigrar? Porque e'istir equivale a evaluar, a emitir (uicios, # la abstenci n, cuando no es producto de la apat)a o de la cobard)a, e'ige un es%uer-o que nadie quiere hacer. ! 3ualquier %orma de apresuramiento, incluso en direcci n al bien, traiciona alg*n desa(uste mental. ! 2os pensamientos menos impuros son aquellos que surgen en medio de nuestras con%usiones, en los intervalos entre nuestros problemas, en esos momentos de lu(o que nuestra miseria se o%rece. 6 ! 2os dolores imaginarios son, con mucho, los m,s, reales #a que se les necesita constantemente # se inventan porque no es posible prescindir de ellos. ! 1i lo propio del sabio es no hacer nada in*til, nadie me ganar, en sabidur)a+ ni siquiera me reba(o a hacer cosas *tiles. ! <mposible imaginar un animal degradado, un sub6animal. ! 91i hubiera sido posible nacer antes que el hombre; ! Por m,s que lo intento, no consigo despreciar todos esos siglos durante los cuales no se hi-o otra cosa que intentar una de%inici n de Dios. ! 2a manera m,s e%ica- de sustraerse a una depresi n, motivada o gratuita, es la de tomar un diccionario, de pre%erencia en una lengua que apenas se conoce, # buscar palabras # palabras, poniendo cuidado en que sean aquellas que nunca se utili-ar,n.

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! 8ientras se vive %uera de lo terrible, se hallan palabras para e'presarlo; en cuanto se le conoce por dentro, #a no se encuentra ninguna. ! 0o ha# a%licci n l)mite. ! 2os desconsuelos de cualquier gnero pasan, pero el %ondo del que proceden subsiste # nada lo mitiga. /s inatacable e inalterable. /s nuestro atum. "/se poco de materia$+ a %uer-a de pensar en ello, se llega a la calma, una calma que ciertamente, m,s valdr)a no haber conocido. ! 2a parado(a no tiene sentido en los entierros, ni tampoco en los matrimonios o en los nacimientos. 2os acontecimientos siniestros 6o grotescos6 e'igen el lugar com*n, pues lo terrible, al igual que lo desagradable, cae dentro del estereotipo. ! 7ecordar, tanto en el %uror como en la desolaci n, que la 0aturale-a, como dice 4ossuet, no consentir, en de(arnos por mucho tiempo "ese poco de materia que nos presta$. ! Por mu# desengaados que estemos, es imposible vivir sin alguna esperan-a. 1iempre conservamos una, a pesar nuestro, # esa esperan-a inconsciente compensa todas las dem,s, e'plicitas, que hemos recha-ado o agotado. ! 3uanto m,s entrado en aos est, uno, m,s habla de su propia desaparici n como de un acontecimiento le(ano altamente improbable. 1e ha adquirido de tal %orma el h,bito de la vida, que se torna uno incapacitado para la muerte. ! .n ciego, por una ve- verdadero, tend)a la mano+ en su actitud, en su rigide-, hab)a algo conmovedor que cortaba la respiraci n. Transmit)a su ceguera. ! 1 lo les perdonamos a los nios # a los locos su %ranque-a+ los dem,s, si tienen la audacia de imitarlos, se arrepentir,n tarde o temprano. ! Para ser "%eli-$ se tendr)a que tener siempre presente la imagen de las desgracias que no han ocurrido. 1er)a para la memoria una manera de redimirse, #a que, al no retener por lo general sino las desgracias ocurridas, se empea en sabotear, la %elicidad con un 'ito maravilloso.

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! Despus de una noche de insomnio, los transe*ntes parecen aut matas; se dir)a que ninguno respira, ni camina. Todos parecen movidos por un resorte+ ninguna espontaneidad; sonrisas mec,nicas, gesticulaciones de espectro. 1i t* mismo eres un espectro, c mo ibas a ver en los dem,s a seres vivos? ! 1er estril, 9# con tantas sensaciones; Perpetua poes)a sin palabras. ! 2a %atiga pura, sin causa, la %atiga que sobreviene como un don o un castigo+ gracias a ella reintegro mi #o, me s "#o$. /n cuanto desaparece #a no so# m,s que un ob(eto inanimado. ! Todo lo que a*n permanece vivo dentro del %olBlore es anterior al cristianismo. 2o mismo ocurre con todo lo que est, vivo todav)a en nosotros. ! Aquel que teme al rid)culo no ir, nunca mu# le(os ni para bien ni para mal; permanecer, m,s ac, de sus talentos, #, aunque tenga genio, estar, condenado a la mediocridad. ! "/n medio de vuestras m,s intensas actividades, deteneos un momento para LcontemplarL vuestro esp)ritu$. /sta recomendaci n no se dirige, por supuesto, a aquellos que "contemplan$ su esp)ritu d)a # noche # que, por ello, no tienen que suspender ni un instante sus actividades, dado que no desarrollan ninguna. ! 0o permanece sino lo que ha sido concebido en la soledad, de cara a Dios, se sea o no cre#ente. ! 2a pasi n por la m*sica es en s) misma una con esin. 1abemos m,s de un desconocido que la tiene que de alguien insensible a ella # que %recuentamos a diario. ! 0o ha# meditaci n sin una inclinaci n hacia la machaconer)a. ! 8ientras el hombre iba a remolque de Dios, avan-aba lentamente, tan lentamente que ni siquiera se daba cuenta. Desde que no vive a la sombra de nadie, se apresura, se desconsuela, # dar)a cualquier cosa por encontrar su antigua cadencia. !

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Perdimos al nacer lo mismo que perderemos al morir. Todo. ! 1aciedad+ no bien acabo de pronunciar esa palabra # #a no s a prop sito de qu, de tal manera puede aplicarse a todo lo que siento # pienso, a todo lo que amo # detesto, a la misma saciedad. ! 0o he asesinado a nadie, he hecho algo me(or+ he matado a lo Posible, #, al igual que 8acbeth, lo que m,s necesito es re-ar, pero, como l, no puedo decir Amen. IV Distribuir golpes que no alcan-an a nadie, atacar a todo el mundo sin que nadie se d cuenta, lan-ar %lechas cu#o veneno s lo es recibido por uno mismo. ! ?ulano, a quien siempre he tratado mu# mal, no me guarda rencor porque no se lo guarda a nadie. Perdona todas las in(urias, no recuerda ninguna. 93 mo lo envidio; Para igualarlo tendr)a que recorrer varias e'istencias # agotar todas mis posibilidades de trasmigraci n. ! /n los tiempos en que durante meses via(aba en bicicleta a travs de ?rancia, mi ma#or placer era detenerme en los cementerios rurales, tenderme entre dos tumbas # %umar durante horas. 2a considero la poca m,s activa de mi vida. ! 3 mo dominarse, c mo ser dueo de uno mismo cuando se viene de un pa)s donde se ruge en los entierros? ! Algunas maanas, cuando apenas he puesto el pie %uera, escucho voces que me llaman por mi nombre. 1o# verdaderamente #o? /s se mi nombre? 2o es, en e%ecto, llena el espacio, est, en labios de los transe*ntes. Todos lo articulan, incluso aquella mu(er tras la ventana en sa o%icina de correos. 2as vigilias devoran nuestros *ltimos restos de sentido com*n # de modestia, # nos har)an perder la ra- n si el temor al rid)culo no viniese a salvarnos. ! 8i curiosidad # mi repulsi n, # tambin mi terror, ante su mirada de aceite # metal, ante su obsequiosidad, su astucia sin dis%ra-, su hipocres)a curiosamente no velada, sus continuos # evidentes disimulos; ante esa me-cla de canalla # de loco. <mpostura e in%amia a plena lu-. 1u %alta de sinceridad es perceptible en todos sus gestos, en todas sus palabras. /l trmino no es e'acto, pues %alta de sinceridad es ocultar la verdad, es conocerla # en l no e'iste la menor huella, la menor idea, el m)nimo asomo de verdad, ni tampoco de mentira, nada sino una aspere-a inmunda, una demencia interesada... !

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&acia la media noche una mu(er baada en llanto me aborda en plena calle+ "1e han cargado a mi marido, ?rancia es un asco, a%ortunadamente so# bretona, me han quitado a mis hi(os, me han drogado durante seis meses...$ De inmediato no me di cuenta de que estaba loca, pues su dolor parec)a real E#, en cierto sentido, lo eraF, # as) la de( monologar durante una media hora+ hablar le sentaba bien. 2uego la de( dicindome que la di%erencia entre ella # #o ser)a bien poca si, a mi ve-, me pusiera a soltar mis sermones al primero que se me pusiera delante. ! .n pro%esor de un pa)s del este de /uropa me cuenta que su madre, una campesina, se sorprendi mucho cuando supo que l padec)a de insomnio. /lla, cuando no pod)a dormir, s lo ten)a que imaginarse un vasto campo de trigo ondulado por el viento # de inmediato se dorm)a. 0o es la imagen de una ciudad la que producir)a este resultado. /s ine'plicable, milagroso, que un hombre de ciudad llegue a pegar el o(o. ! /l ca%et)n es %recuentado por los ancianos del asilo de las a%ueras del pueblo. /st,n ah), con un vaso entre las manos # se miran sin hablar. .no de ellos se pone a relatar algo que quiere ser gracioso. 0adie le escucha, en todo caso nadie se r)e. Todos se han a%anado durante aos para llegar a esto. Antao, en el campo, se les hubiera ahogado con una almohada. 1abia % rmula per%eccionada por cada %amilia e incomparablemente m,s humana que la de (untarlos, recluirlos, para librarlos del aburrimiento por medio de la aton)a. ! 1i hemos de creer a la 4iblia, %ue 3a)n quien %und la primera ciudad para, seg*n el comentario de 4ossuet, tener donde aturdir sus remordimientos. 9Ca#a idea; 5 cu,ntas veces no habr sentido #o mismo su e'actitud durante mis vagabundeos nocturnos. ! .na noche, al subir las escaleras, en plena oscuridad, %ui detenido por una %uer-a invencible surgida de dentro # de %uera. <ncapa- de dar un paso m,s, me qued parado, petri%icado. +mposi"ilitado, esta palabra tan com*n vino, m,s a punto que nunca, a darme lu- sobre m) mismo # sobre ella; muchas veces me hab)a a#udado, pero nunca como en ese momento. 3omprend) de una ve- por todas lo que quer)a decir... ! .na vie(a camarera, sin detenerse cuando le lan-o un+ "3 mo va?$, me responde+ "Camos marchando.$ /sta respuesta banal me conmueve hasta las l,grimas. 2as %rases que se re%ieren al devenir, al pasa(e, a la marcha, cuanto m,s gastadas est,n, suelen adquirir el cari- de una revelaci n. 1in embargo, la verdad es que no crean un estado e'cepcional, sino que uno #a se encontraba en l sin saberlo # era necesario una seal o un prete'to para que lo e'traordinario ocurriera.. ! Civ)amos en el campo, #o iba a la escuela, #, detalle importante, dorm)a en la misma habitaci n que mis padres. Por la noche, mi padre acostumbraba a leerle en vo- alta a mi madre. Aunque era presb)tero le)a de todo, pensando, sin duda, que, dada mi edad,

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no estaba en situaci n de comprender. Por lo general #o no escuchaba # me dorm)a, salvo si se trataba de un relato apasionante. .na noche aguc el o)do. 1e trataba, en una biogra%)a de 7asput)n, de la escena en que el padre, en su lecho de muerte, llama a su hi(o para decirle+ "Ce a 1an Petersburgo, aduate de la ciudad, no te detengas ante nada # no le temas a nadie, pues Dios es un viejo cerdo.$ Tamaa enormidad en boca de mi padre, para quien el sacerdocio no era una broma, me impresion tanto como un incendio o un terremoto. Pero tambin recuerdo con claridad 6# de ello hace #a cincuenta aos6, que a mi emoci n sigui un e'trao placer que no me atrevo a llamar perverso. ! &abiendo pro%undi-ado su%icientemente, en el curso de los aos, en dos o tres religiones, he retrocedido siempre, en el umbral de la "conversi n$, por miedo a mentirme a m) mismo. A mi (uicio ninguna de ellas era lo bastante libre como para admitir que la vengan-a es una necesidad, la m,s intensa # la m,s pro%unda que e'iste, # que todos tienen que satis%acerla, aunque sea por medio de la palabra. 1i uno la ahoga, se e'pone a graves trastornos. 8,s de un desequilibrio 6si no todo desequilibrio6 procede de una vengan-a que se ha di%erido demasiado tiempo. 91epamos estallar; 3ualquier malestar es mucho m,s sano que aquel que suscita un %uror acumulado. ! ?iloso%)a en la 8orgue. "8i sobrino, claro, no tuvo 'ito; si lo hubiera tenido, su %in habr)a sido otro.$ .sted sabe, seora, respond) a la gruesa matrona, que se tenga o no 'ito da lo mismo. "Tiene usted ra- n$, me respondi despus de pensarlo algunos minutos. /sa con%ormidad tan inesperada por parte de tal mu(er me conmovi casi tanto como la muerte de mi amigo. ! 2os tarados... 8e parece que su aventura, me(or que cualquiera otra, arro(a lu- sobre el %uturo, que s lo ellos permiten entreverlo # desci%rarlo, # que, hacer abstracci n de sus logros es incapacitarse de%initivamente para descri"ir los d)as venideros. ! 62,stima, me dec)a usted, que 0. no ha#a hecho nada. 6:u importa; /'iste. 1i hubiera escrito libros, si hubiera tenido la desgracia de "reali-arse$, no estar)amos hablando de l desde hace una hora. 2a venta(a de ser alguien es m,s rara que la de producir. Producir es %,cil; lo di%)cil es no querer hacer uso de las propias dotes. ! /st,n %ilmando+ la misma escena se vuelve a empe-ar varias veces. .n transe*nte, seguramente provinciano, no sale de su asombro+ "Despus de esto, nunca m,s ir al cine.$ 1e podr)a reaccionar de la misma manera %rente a cualquier cosa cu#o secreto se ha#a penetrado. 1in embargo, por una o"nu"ilacin prodigiosa, los gineclogos se encaprichan con sus clientes, los sepultureros engendran ni-os, los incura"les hacen a"undantes proyectos, los esc&pticos escri"en... ! T., hi(o de rabino, se que(a de que esta poca de persecuciones sin precedente no ha#a visto nacer ninguna plegaria original susceptible de ser adoptada por la comunidad #

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dicha en las sinagogas. 5o le aseguro que hace mal en a%ligirse o alarmarse+ los grandes desastres no dan nada, ni en el terreno literario ni en el religioso. 1 lo las desgracias a medias son %ecundas, porque pueden ser, porque son un punto de partida, mientras que un in%ierno demasiado per%ecto es casi tan estril como el para)so. ! Ten)a #o veinte aos. Todo me abrumaba. .n d)a ca) sobre un sill n diciendo+ "no puedo m,s$. 8i madre, enloquecida #a por mis noches en blanco, me anunci que acababa de hacer decir una misa por mi "descanso$. 0o una, sino treinta mil, me hubiera gustado gritar, pensando en la ci%ra, inscrita por 3arlos C en su testamento, aunque, ciertamente, por un descanso mucho m,s largo. ! 2o vi par casualidad despus de un cuarto de siglo. /staba igual, intacto, m,s %resco que nunca, parec)a incluso que hubiese vuelto a la adolescencia. D nde se aga-ap # qu maquin para sustraerse a la acci n le los aos, para esquivar las muecas # las arrugas? 5 c mo ha vivido, si es que ha vivido? 3omo un %antasma. 1eguramente ha hecho trampas, no ha cumplido con su papel de ser viviente, no ha (ugado el (uego. 1), un %antasma, # un esta%ador. 0o discierno ning*n signo de destrucci n en su rostro, ninguna de esas marcas que prueban que se trata de un ser real, de un individuo # no de una aparici n. 0o s qu decirle, me siento inc modo. <ncluso tengo miedo. As) nos desconcierta quien escapa al tiempo, o simplemente lo escamotea. ! D. 3., que en su pueblo, en 7umania, escrib)a sus recuerdos de in%ancia, le di(o a su vecino, un campesino llamado 3oman, que no le olvidar)a. Al d)a siguiente, mu# temprano, vino a verle el campesino+ "5o s que no valgo nada, pero, 9cara#;, no cre) haber ca)do tan ba(o como para que se hablara de m) en un libro.$ 93u,n superior era el mundo oral; 2os seres E# deber)a decir los pueblosF se mantienen en la verdad mientras les dura el horror por lo escrito. /n cuanto se contagian de su pre(uicio, entran en lo %also, pierden sus antiguas supersticiones para adquirir una nueva, peor que todas las otras (untas. ! <ncapa- de levantarme, atado al lecho, me de(o llevar por los caprichos de la memoria, # me veo vagabundeando, nio, en los 3,rpatos. .n d)a me encontr con un perro cu#o dueo, sin duda para deshacerse de l, lo hab)a amarrado a un ,rbol. /staba transparente de delgade- # tan vac)o de vida que apenas si tuvo %uer-as para mirarme sin moverse. 1in embargo, estaba de pie, l... ! .n desconocido me cuenta que ha matado a no s quin. 0o lo busca la polic)a porque nadie sospecha de l. 1 lo #o s que es el asesino. :u hacer? 0o tengo ni la audacia ni la deslealtad Epues me ha con%iado un secreto, 9# va#a secreto;F de ir a denunciarlo. 8e siento su c mplice # me resigno a ser detenido # castigado como tal. Al mismo tiempo me digo que esa es una tonter)a. :ui-, de todas %ormas lo denuncie. 5 as) hasta que despierto. !

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2o interminable es la especialidad de los indecisos. 0o pueden resolver nada en la vida, # mucho menos en sus sueos, donde perpet*an sus vacilaciones, sus cobard)as, sus escr*pulos. 1on idealmente aptos para la pesadilla. ! .na pel)cula sobre los animales salva(es+ crueldad sin descanso en todas las latitudes. 2a "0aturale-a$, torturadora genial, penetrada de si misma # de su obra, se regoci(a no sin ra- n+ todo lo que vive tiembla # provoca temblor. 2a piedad es un lu(o e'trao que s lo el m,s pr%ido # %ero- de los seres pod)a inventar, por necesidad de castigarse # torturarse, por %erocidad. ! /ncima de un cartel que, a la entrada de una iglesia, anuncia+ El arte de la uga, alguien ha tra-ado con grandes letras+ Dios est muerto. 5 esto a prop sito del m*sico que atestigua que Dios, en el supuesto que est di%unto, puede resucitar (ustamente durante el tiempo en que se escucha tal cantata o tal %uga. ! &ab)amos pasado poco m,s de una hora (untos. Aprovech para pavonearse, #, a %uer-a de querer decir cosas interesantes sobre s) mismo, lo consigui . 1i solamente se hubiera dirigido elogios ra-onables, lo hubiera encontrado aburrido # de(ado al cabo de algunos minutos. Al e'agerar, al representar bien su papel de %an%arr n, casi se volvi ingenioso. /l deseo de parecer sutil no menoscaba la sutilidad. .n dbil mental, si pudiera sentir deseos de impresionar, lograr)a engaar # hasta se acercar)a a la inteligencia. ! ?ulano, que #a sobrepas la edad de los patriarcas, despus de haberse encarni-ado contra todo el mundo durante una larga charla, me di(o+ "2a enorme debilidad de mi vida ha sido el no haber odiado (am,s a nadie.$ /l odio no disminu#e con los aos+ m,s bien aumenta. /l de un hombre que chochea, alcan-a proporciones apenas imaginables+ insensible #a a sus antiguos a%ectos, pone todas sus %acultades al servicio de sus rencores que, milagrosamente revigori-ados, sobrevivir,n al agotamiento de su memoria # hasta de su ra- n. .../l peligro de %recuentar ancianos es que, al verlos tan ale(ados del desapego # tan incapaces de alcan-arlo, uno se arroga todas las venta(as que deber)an tener # que no tienen. 5 es inevitable que la superioridad que uno cree tener, real o %icticia, sobre ellos en materia de lasitud o de hast)o, incite a la presunci n. ! 3ada %amilia tiene su %iloso%)a. .no de mis primos, que muri (oven, me escrib)a+ "Todo es como siempre ha sido # como ser, sin duda hasta que no quede #a nada.$ Por su parte, mi madre terminaba la *ltima carta que me envi con esta %rase testamento+ "&asta lo que haga el hombre, le pesar, tarde o temprano.$ 5 pensar que ni siquiera puedo envanecerme de haber adquirido a mis e'pensas ese vicio del lamento. 8e precede, %orma parte del patrimonio de mi tribu. 9Ca#a herencia, esta incapacidad para la ilusi n; ! A algunos Bil metros de mi pueblo natal hab)a, en las alturas, un poblado habitado *nicamente por gitanos. /n MNMO lo visit un etn logo a%icionado acompaado por un %ot gra%o. 3onsigui reunir a los habitantes, que se de(aron %otogra%iar sin saber lo que signi%icaba. /n el momento en que se les pidi que no se movieran, una vie(a grit +

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"93uidado; 0os est,n robando el alma.$ Todos se precipitaron sobre los visitantes, que a duras penas escaparon. Acaso no era la <ndia, pa)s de origen de esos gitanos semisalva(es, la que, en esta circunstancia, hablaba a travs de ellos? ! /n continua rebeld)a contra mi ascendencia, toda la vida he deseado ser otro+ espaol, ruso, can)bal, todo e'cepto lo que so#. /s una aberraci n pretenderse di%erente de lo que se es, adoptar en teor)a todas las condiciones salvo la propia. ! /l d)a en que le) la lista de casi todas las palabras de que dispone el s,nscrito para designar al absoluto, comprend) que me hab)a equivocado de camino, de pa)s, de idioma. ! .na amiga, despus de no s cu,ntos aos de silencio, me escribe que #a no le queda mucho # que se apresta a "entrar en lo Desconocido$... /ste t pico me hace poner mala cara. Despus de la muerte discierno mal dnde puede uno entrar. /n este caso cualquier a%irmaci n me parece abusiva. 2a muerte no es un estado, a lo me(or ni siquiera es un tr,nsito. :u es pues? 5 con qu t pico vo# a mi ve- a responderle a esta amiga? ! 1obre el mismo tema, sobre el mismo acontecimiento, puedo cambiar de opini n die-, veinte, treinta veces en un d)a. 95 pensar que cada ve-, como el *ltimo de los impostores, me atrevo a pronunciar la palabra "verdad$; ! 2a mu(er, %uerte a*n, arrastraba tras de s) a su marido, alto, encorvado, de o(os aterrados; lo arrastraba como si %uese un sobreviviente de otra poca, un diplodocus apopltico # suplicante. .na hora despus, un segundo encuentro+ una vie(a mu# bien vestida, encorvada al m,'imo, "avan-aba$. Describiendo un per%ecto semic)rculo miraba, por la %uer-a de las circunstancias, al suelo; # sin duda contaba sus pasos inimaginablemente lentos. 1e hubiera dicho que aprend)a a caminar, que ten)a miedo de no saber d nde # c mo poner los pies para moverse. ...Todo lo que me apro'ima a 4uda es bueno. ! A pesar de su cabello blanco continuaba en la prostituci n. 2a encontraba a menudo en el 4arrio 2atino hacia las tres de la maana, # no me gustaba regresar a casa sin antes haberle o)do relatar algunas ha-aas o ancdotas. Tanto las ha-aas como las ancdotas se me han olvidado. Pero no puedo olvidar la rapide- con que, una noche en que me puse a despotricar contra todos esos "pio(osos$ que dorm)an, ella coment , levantando el )ndice hacia el cielo+ "5 qu dice usted del piojoso de all arri"a?$ ! "Todo carece de sustento # de sustancia$, nunca me lo repito sin sentir algo parecido a la %elicidad. 2o malo es que ha# in%inidad de momentos en los que no consigo repet)rmelo...

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V 2o leo por la sensaci n de nau%ragio que me produce todo lo que escribe. Al principio se comprende, despus se empie-a a girar, luego es un torbellino insulso, sin pavor, # uno piensa que va a hundirse #, e%ectivamente, se hunde. 0o es, sin embargo, un verdadero hundimiento, 9ser)a demasiado hermoso; Colvemos a la super%icie, respiramos, comprendemos de nuevo, nos sorprende ver que parece decir algo # entender lo que est, diciendo; despus empie-a otra ve- el vrtigo # sobreviene el hundimiento total... Pretende ser pro%undo # lo parece. Pero en cuanto uno se recupera, se da cuenta de que s lo es oscuro, # que el intervalo entre la verdadera pro%undidad # la pro%undidad buscada es tan importante como la que e'iste entre una revelaci n # una man)a. ! Todo aquel que se aboca a una obra cree 6sin ser consciente de ello66 que sobrevivir, a los aos, a los siglos, al tiempo mismo... 1i mientras est, dedicado a ella sintiera que es perecedera, la abandonar)a en el transcurso, no podr)a terminarla. Actividad # engao son trminos correlativos. ! "Desapareci la risa, despus desapareci la sonrisa.$ /sta acotaci n aparentemente ingenua de un bi gra%o de Ale'ander 4loB de%ine bien el esquema de toda decadencia. ! 0o es %,cil hablar de Dios cuando no se es ni cre#ente ni ateo; ese es sin duda el drama de todos nosotros, inclu#endo a los te logos+ el de no poder ser ni lo uno ni lo otro. ! /l progreso hacia el desasimiento # la liberaci n, constitu#e para un escritor un desastre sin precedente. 8,s que nadie, l tiene necesidad de sus de%ectos+ si los domina, est, perdido. :ue se libre de querer ser me(or, pues si lo logra, lo lamentar, amargamente. ! Debemos descon%iar de la lucide- que poseamos sobre nosotros mismos. /se conocimiento indispone # parali-a a nuestro demonio. Ah) es donde ha# que buscar la ra- n por la cual 1 crates no escribi nada. ! 2o que hace a los malos poetas m,s malos a*n es que s lo leen a poetas Eas) como los malos %il so%os s lo leen a %il so%osF, cuando sacar)an gran provecho de un libro de bot,nica o de geolog)a. 1 lo ha# enriquecimiento cuando se %recuentan disciplinas ale(adas de la propia. /s claro que esto *nicamente es v,lida en los dominios donde el #o hace estragos. ! Tertuliano nos ensea que, para curarse, los epilpticos iban a "chupar con avide- la sangre de los criminales degollados en la arena.$ 1i #o escuchara la vo- de mi instinto, esa ser)a la *nica %orma de terapia que adoptar)a para cualquier en%ermedad.

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! Tenemos derecho de en%adarnos contra quien nos considera un monstruo? /l monstruo por de%inici n est, solo, # la soledad, incluso la de la in%amia, supone algo de positivo, una elecci n un tanto especial, pero elecci n indudablemente. ! Dos enemigos es un mismo hombre dividido. ! "0o (u-gues a nadie sin antes haberte puesto en su lugar.$ /ste vie(o proverbio invalida cualquier (uicio, pues s lo (u-gamos a alguien porque, (ustamente, no podemos ponernos en su lugar. ! :uien ama su independencia debe estar dispuesto, para salvaguardarla, a cualquier in%amia, a la ignominia inclusive. ! 0ada tan abominable como el cr)tico #, con ma#or ra- n, el %il so%o que todos llevamos dentro+ si #o %uera poeta reaccionar)a como D#lan Thomas quien, cuando comentaban en su presencia sus poemas, se de(aba caer al suelo en medio de convulsiones. ! Todos los que se agitan cometen in(usticia tras in(usticia, sin sentir el menor remordimiento. 1 lo mal humor. /l remordimiento est, reservado a quienes no act*an ni pueden actuar. /s su subt)tulo de la acci n, les consuela de su ine%icacia. ! 2a ma#or parte de nuestros sinsabores viene de nuestros primeros movimientos. /l menor impulso se paga m,s caro que un crimen. ! 3omo s lo recordamos con precisi n los malos ratos, los en%ermos, los perseguidos, las v)ctimas de todo gnero han vivido en %in de cuentas, con el m,'imo provecho. 2os otros, los a%ortunados, tienen una vida, es cierto, pero no el recuerdo de una vida. ! /s %astidioso quien no est, dispuesto a impresionar. /l vanidoso es casi siempre irritante, pero se gasta, hace un es%uer-o+ es un pesado que no querr)a serlo, # se le agradece+ termina por ser soportable # hasta por ser solicitado. /n cambio, uno palidece de rabia ante aquel que no intenta causar ning*n e%ecto. :u decirle # qu esperar de l? &a# que conservar alguno de los rasgos del mono o quedarse en casa. ! 0o es el temor de emprender algo, sino el temor de conseguirlo lo que e'plica m,s de un %racaso.

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8e gustar)a una plegaria con palabras6pual. Por desgracia, en cuanto se pone uno a re-ar ha# que hacerlo como todo el mundo. Ah) reside una de las ma#ores di%icultades de la %e. ! /l %uturo s lo se vuelve temible en cuanto uno no est, seguro de poder matarse en el momento deseado. ! 0i 4ossuet, ni 8alebranche, ni ?nelon se dignaron hablar de las .ens&es. Por lo visto, Pascal no les parec)a lo su%icientemente serio. ! /l ant)doto del aburrimiento es el miedo. /s menester que el remedio sea m,s %uerte que el mal. ! 91i pudiera elevarme al nivel de lo que hubiera querido ser; Pero no s qu %uer-a que crece con los aos me empu(a hacia aba(o. <ncluso para remontarme a mi super%icie tengo que utili-ar estratagemas en las que no puedo pensar sin rubori-arme. ! &ubo un tiempo en que cada ve- que su%r)a una a%renta, para ale(ar de m) cualquier asomo de vengan-a, me imaginaba bien tranquilo en mi tumba. 5 en seguida me ablandaba. 0o desdeemos tanto nuestro cad,ver+ puede sernos *til a veces. ! Todo pensamiento deriva de una sensaci n contrariada. ! 2a *nica manera de alcan-ar al Dtro en pro%undidad, es ir hacia lo que ha# de m,s pro%undo en nosotros mismos. /n otros trminos, es seguir el camino contrario al que toman los esp)ritus llamados "generosos$. ! 5 no poder decir como ese rabino hasideo+ "2a bendici n de mi vida es que nunca he tenido necesidad de nada hasta haberlo pose)do.$ ! 2a 0aturale-a cometi algo m,s que un error de c,lculo permitiendo al hombre+ cometi un atentado contra s) misma. ! /l temor le vuelve a uno consciente+ el temor m rbido, no el natural. De otra %orma, los animales habr)an alcan-ado un grado de conciencia superior al nuestro.

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! 3omo orangut,n propiamente dicho, el hombre es vie(o; como orangut,n hist rico; es relativamente reciente+ un advenedi-o que no tuvo tiempo de aprender c mo comportarse en la vida. ! Despus de ciertas e'periencias deber)amos cambiar de nombre, puesto que #a no somos el mismo. Todo adquiere un aspecto distinto, empe-ando por la muerte. Parece pr 'ima # deseable, nos reconciliamos con ella # llegamos a considerarla "la me(or amiga del hombre$, como la llama 8o-art en una carta a su padre moribundo. ! &a# que su%rir hasta el %inal, hasta el momento en que se de(a de creer en el su%rimiento. ! "2a verdad permanece oculta para aquel que est, lleno de deseo # de odio.$ E4uda.F ... /s decir para todo ser viviente. ! Atra)do por la soledad permanece, no obstante, en el mundo+ un estilita sin columna. ! "3omete usted un error al creer en m).$ :uin podr)a hablar as)? Dios # el ?racasado. ! Todo lo que llevamos a cabo, todo lo que sale de nosotros, aspira a olvidar sus or)genes, # s lo lo consigue ponindose en contra nuestra. De ah) el signo negativo que marca todos nuestros 'itos. ! 0o es posible decir nada de nada. Por ello es ilimitada la cantidad de libros. ! /l %racaso, incluso reiterado, parece siempre nuevo; mientras que el 'ito, al multiplicarse, pierde todo inters, todo atractivo. 0o es la desgracia, sino la %elicidad insolente, la que conduce al tono agrio # al sarcasmo. ! ".n enemigo es tan *til como un 4uda.$ /s cierto. Porque nuestro enemigo nos vigila, impide que nos abandonemos. Al sealar, al divulgar el menor de nuestros des%allecimientos, nos conduce en l)nea recta hacia nuestra salvaci n, pone en (uego todo para que no seamos indignos de la idea que se ha hecho de nosotros. As), nuestra gratitud hacia l no deber)a tener l)mites. !

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0os recuperamos # nos apegamos m,s al ser cuanto m,s hemos reaccionado contra los libros negativos # disolventes, contra su %uer-a nociva. 2ibros recon%ortantes en suma, puesto que suscitan la energ)a que los niega. 3uanto m,s veneno contienen, m,s saludable es el e%ecto que produce, a condici n de que se les lea a contracorriente, tal como deber)a leerse cualquier libro, empe-ando por el catecismo. ! /l ma#or servicio que se le puede brindar a un escritor es prohibirle traba(ar durante un cierto tiempo. 1er)an necesarias tiran)as de corta duraci n que le impidieran cualquier actividad intelectual. 2a libertad de e'presi n sin ninguna interrupcin e'pone al talento a un peligro mortal, le obliga a gastarse m,s all, de sus recursos # le impide acumular sensaciones # e'periencias. 2a libertad sin l)mites es un atentado contra el esp)ritu. ! 2a autocompasi n es menos estril de lo que se piensa. /n cuanto alguien tiene el m,s leve acceso a ella, adopta una actitud de pensador, #, maravilla de maravillas, llega a pensar. ! 2a m,'ima estoica seg*n la cual debemos plegarnos sin chistar a las cosas que no dependen de nosotros, s lo toma en cuenta las desgracias e'teriores que escapan a nuestra voluntad. Pero c mo con%ormarnos con aquellas que vienen de nosotros mismos? 1i somos la %uente de nuestros males, a quin culpar?, a nosotros mismos? ?eli-mente nos las arreglamos para olvidar que somos los verdaderos culpables, #, por otra parte, la e'istencia s lo es tolerable si renovamos cada d)a esa mentira # ese olvido. ! Toda mi vida he vivido con el sentimiento de haber sido ale(ado de mi verdadero sitio. 1i la e'presi n "e'ilio meta%)sico$ no tuviera ning*n sentido, mi propia e'istencia se lo dar)a. ! 8ientras m,s colmado de dones est, alguien, menos avan-a en el plano espiritual. /l talento es un obst,culo para la vida interior. ! Para salvar de la vulgaridad # la grandilocuencia a la palabra "grande-a$, s lo habr)a que utili-arla a prop sito del insomnio o de la here()a. ! /n la <ndia cl,sica, el sabio # el santo se reun)an en una misma persona. Para darse una idea de tal logro, ha# que pensar, si se puede, en una %usi n entre la resignaci n # el 'tasis, entre un estoico %r)o # un m)stico descabellado. ! /l ser es sospechoso. :u decir de la "vida$ que constitu#e su desviaci n # su deshonra? !

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3uando nos comunican un (uicio des%avorable sobre nuestra persona, en lugar de en%adarnos deber)amos pensar en todo lo malo que hemos dicho de los dem,s, # decirnos que es (usto que tambin se hable as) de nosotros. 2a iron)a quiere que no e'ista persona m,s vulnerable, m,s susceptible, menos dispuesta a reconocer sus de%ectos, que el maldiciente. 4astar)a citarle la m)nima parte de lo que se dice sobre l para que pierda el control, se desate # se ahogue en su bilis. ! Desde %uera, en cualquier clan, secta o partido, reina la armon)a; dentro, la discordia. 2os con%lictos en un monasterio son tan %recuentes # est,n tan envenenados como en cualquier sociedad. <ncluso cuando hu#en del in%ierno, no lo abandonan sino para reconstruirlo en otra parte. ! 2a me(or conversi n es vivida como un avance. A%ortunadamente e'isten e'cepciones. 8e gusta esa secta (ud)a del siglo PC<<< en la que se adher)an al cristianismo por voluntad de decaer, # tambin me gusta aquel indio de 1udamrica que, habindose convertido tambin, se lamentaba de tener que ser la presa de los gusanos, en ve- de ser devorado por sus hi(os, honor que le hubiera sido rendido si no hubiese ab(urado de las creencias de su tribu. ! /s normal que el hombre #a no se interese por la religi n sino por las religiones, pues s lo a travs de ellas podr, comprender las versiones m*ltiples de su postraci n espiritual. ! Al recapitular las etapas de nuestra carrera, es humillante comprobar que no tuvimos los reveses que merec)amos # que ten)amos derecho a esperar. ! 2a perspectiva de un %in m,s o menos pr 'imo e'cita en algunos su energ)a, buena o mala, # les sumerge en una %uria de actividad. 1u%icientemente c,ndidos como para querer perpetuarse por su empeo o su obra, se a%anan por terminarla, por rematarla+ no pierden ni un momento... 2a misma perspectiva invita a otros a hundirse en el qu6m,s6da, es una clarividencia estancada, en las irrecusables verdades del marasmo. ! "98aldito sea quien en las %uturas reimpresiones de mis obras cambie a sabiendas cualquier cosa, #a sea una %rase o una sola palabra, una s)laba, una letra, un signo de puntuaci n;$. ?ue el %il so%o, o %ue el escritor quien hi-o hablar as) a 1chopenhauer? 2os dos al mismo tiempo, # esta con(unci n Esi se piensa en el psimo estilo de cualquier obra %ilos %icaF es mu# rara. 0o es &egel quien hubiera pro%erido seme(ante maldici n. 0i ning*n otro %il so%o de primera magnitud, e'cepto Plat n. !

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0ada m,s e'asperante que la iron)a sin %alla, sin descanso, que no le de(a a uno tiempo para respirar, # menos para re%le'ionar, la iron)a que, en ve- de pasar desapercibida, de ser ocasional, es masiva, es autom,tica, # est, en las ant)podas de su naturale-a esencialmente delicada. Tal es, en todo caso, el uso que de ella hace el alem,n, el ser que, por haber meditado tanto sobre ella, es el menos capa- de practicarla. ! 2a ansiedad no es provocada por nada; busca darse una (usti%icaci n, #, para conseguirlo, emplea cualquier cosa, los prete'tos m,s miserables, a los que se a%erra despus de haberlos inventado. 7ealidad que precede a sus e'presiones particulares, a sus variedades, la ansiedad se suscita, se engendra a s) misma, es "creaci n in%inita$, mucho m,s apta, como tal, para recordar las maniobras de la divinidad que las de la psique. ! Triste-a autom,tica+ un robot elegiaco. ! Ante una tumba se imponen las palabras (uego, impostura, broma, sueo. <mposible pensar que la e'istencia sea un %en meno serio. 3erte-a de un engao desde el principio, en la base. se deber)a escribir en el dintel de los cementerios+ "0ada es tr,gico. Todo es irreal.$ ! 0o olvidar %,cilmente la e'presi n de horror sobre ese que %ue su rostro, el rictus, el espanto, el e'tremo desconsuelo # la agresividad. 0o estaba contento no. =am,s he visto a alguien tan a disgusto en su ata*d. ! 0o mires hacia atr,s ni hacia adelante, mira en ti sin temor ni nostalgia. 0adie desciende en s) mismo mientras permane-ca esclavo del pasado o del %uturo. ! /s poco elegante reprocharle a alguien su esterilidad cuando est, postulada, cuando es su %orma de reali-aci n, su sueo... ! 2as noches en que hemos dormido son como si no e'istieran. 1 lo permanecen en nuestra memoria aquellas en que no hemos pegado un o(o+ noche quiere decir noche en blanco. ! Para no tener que resolverlas, he trans%ormado todas las di%icultades pr,cticas en di%icultades te ricas. ?rente a lo <nsoluble, por %in respiro. ! A un estudiante que quer)a saber qu pensaba del autor de Qaratustra, le di(e que hab)a de(ado de leerlo desde hac)a tiempo. Por qu?, me pregunt . Porque lo encuentro demasiado ingenuo...

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2e reprocho sus arrebatos # hasta sus %ervores. Demoli )dolos para reempla-arlos por otros. .n %also iconoclasta con visos de adolescente, # no s qu virginidad, qu inocencia inherentes a su carrera de solitario. 1 lo observ a los hombres desde le(os. 1i los hubiese visto de cerca, nunca hubiese podido concebir ni ponderar al superhombre, visi n e'travagante, si no grotesca, quimera o anto(o que s lo pod)a surgir en la mente de quien no tuvo tiempo de enve(ecer, de conocer el desasimiento, el largo hast)o sereno. 8ucho m,s cercano encuentro a un 8arco Aurelio. 0o vacilo entre el lirismo del %renes) # la prosa de la aceptaci n+ encuentro mucho m,s consuelo, e incluso m,s esperan-a, en un emperador %atigado que en un pro%eta %ulgurante. VI 8e gusta esa idea hind* seg*n la cual podemos con%iar nuestra salvaci n a otra persona, a un "santo$ pre%eriblemente, # permitirle re-ar en lugar nuestro, hacer cualquier cosa por salvarnos. /s venderle el alma a Dios... ! "Acaso tiene el talento necesidad de pasiones? 1), de muchas pasiones reprimidas.$ E=aubert.F 0o ha# un s lo moralista %rancs al que no se pueda convertir en precursor de ?reud. ! 1iempre sorprende ver que los grandes m)sticos ha#an producido tanto, que ha#an de(ado un n*mero tan importante de tratados. 1in duda pretend)an celebrar a Dios # nada m,s. /sto, en parte, es verdad, pero s lo en parte. 0o se crea una obra sin apegarse a ella, sin convertirse en su esclavo. /scribir es el acto menos asctico que e'iste. ! 3uando velo hasta mu# entrada la noche, me visita mi genio malo, igual que le ocurri a 4ruto antes de la batalla de ?ilipos. ! "Acaso tengo el aspecto de alguien que tiene algo que hacer aqu) aba(o?$ /so es lo que quisiera responder a aquellos que me preguntan sobre mis actividades. ! 1e ha dicho que una met,%ora "debe poder ser dibu(ada$. Todo lo original # vivo que se ha hecho en literatura desde hace un siglo desmiente esta observaci n. Pues si algo ha persistido es la met,%ora de contornos de%inidos, la met,%ora "coherente$. 5 la poes)a no ha de(ado de rebelarse contra ella, hasta el punto de que una poes)a muerta es una poes)a atacada de coherencia. ! D#endo el bolet)n meteorol gico, gran emoci n a causa de las "lluvias dispersas$. 2o cual demuestra que la poes)a est, en nosotros no en la e'presi n, por m,s que disperso sea un ad(etivo capa- de suscitar cierta vibraci n. !

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/n cuanto %ormulo una duda, o me(or, dicho+ en cuanto siento la necesidad de %ormular una, e'perimento un bienestar curioso, inquietante. 8e ser)a mucho m,s c modo vivir sin el rastro de una creencia que sin el de la duda. 9Duda devastadora, duda nutritiva; ! 0o ha# sensaci n %alsa. ! Colverse hacia uno mismo # descubrir un silencio tan antiguo como el ser, m,s antiguo inclusive. ! 1 lo se desea la muerte durante los malestares imprecisos+ ante el menor malestar concreto, se hu#e de ella. ! 1i bien detesto al hombre, no puedo, en cambio, decir con la misma %acilidad+ detesto al ser humano, por la ra- n de que ha#, a pesar de todo, en esa palabra ser, un algo pleno, enigm,tico, cautivante+ cualidades a(enas a la idea de hombre. ! /n el Dhammapada se recomienda, para obtener la liberaci n, sacudir el doble #ugo del 4ien # del 8al. Pero estamos demasiado atrasados espiritualmente para admitir que el 4ien sea un obst,culo. As), no nos liberaremos. ! Todo gira alrededor del dolor; lo dem,s es accesorio, ine'istente, puesto que s lo recordamos lo que hace dao. 2as sensaciones dolorosas son las *nicas reales; es casi in*til e'perimentar otras. ! 3reo, como ese loco de 3alvino, que estamos predestinados a la salvaci n o a la condenaci n desde el vientre materno. 5a hemos vivido nuestra vida antes de nacer. ! /s libre aquel que ha discernido la inanidad de todos los puntos de vista, # liberado quien ha sacado las consecuencias. ! 0o ha# santidad sin una inclinaci n hacia el esc,ndalo. 5 esto no s lo es v,lido para los santos. :uien se mani%ieste, de cualquier %orma, demuestra tener, m,s o menos desarrollado, el gusto por la provocaci n. ! /iento que so# libre, pero s que no lo so#. !

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1uprim)a de mi vocabulario palabra tras palabra. Terminada la destrucci n, una sola sobreviv)a+ /oledad. 8e despert colmado. ! 1i hasta ahora he podido resistir es porque, a cada abatimiento que me parec)a intolerable, segu)a otro mas atro-, luego otro, # as) sucesivamente. si estuviera en el in%ierno, desear)a ver multiplicarse los c)rculos para poder esperar una nueva prueba, m,s rica que la anterior. Pol)tica saludable, al menos en materia de tormentos. ! /s di%)cil saber qu %ibra nuestra hiere la m*sica; lo cierto es que toca una -ona tan pro%unda que ni la misma locura sabr)a llegar a ella. ! Deber)amos haber sido dispensados de arrastrar un cuerpo. 4astaba el peso del yo. ! Para volver a tomar gusto a ciertas cosas, para rehacerme un "alma$, me vendr)a mu# bien un sueo de varios per)odos c smicos. ! 0unca he podido comprender a ese amigo que, de regreso de 2aponia, me hablaba de la opresi n que se siente cuando, durante d)as # d)as, no se encuentra la menor huella de hombre. ! .n desollado erigido en te rico del desasimiento, un convulsionario que (uega al escptico. ! /ntierro en un pueblo normando. Pido detalles a un campesino que miraba de le(os el corte(o. "Todav)a era (oven, apenas sesenta aos. 2o encontraron muerto en el campo. :u se le va a hacer. As) es... As) es... As) es... $. /se estribillo, que de momento me pareci divertido, me obsesion despus. /l buen hombre no sab)a que estaba diciendo de la muerte todo lo que se puede decir # todo lo que se sabe de ella. ! 8e gusta leer como lee una portera+ identi%icarme con el autor # con el libro. 3ualquier otra actitud me hace pensar en un descuarti-ador de cad,veres. ! /n cuanto alguien se convierte a lo que sea, primero provoca envidia, despus l,stima, #, %inalmente, desprecio. !

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0o ten)amos nada que decirnos, #, mientras #o pro%er)a palabras ociosas, sent)a que la tierra se hund)a en el espacio, # #o con ella, a una velocidad que me produc)a vrtigo. ! Aos # aos para despertar de ese sueo en el que se complacen los dem,s; #, despus, aos # aos para huir de ese despertar... ! 3uando tengo que llevar a cabo una tarea que he asumido por necesidad, o por gusto, acabo de empe-arla # todo, salvo ella, me parece importante, todo me seduce menos ella. ! 7e%le'ionar sobre aquellos a quienes #a no les queda mucho tiempo, que saben que todo se les ha acabado, salvo el tiempo durante el cual se desarrolla el pensamiento de su %in. Dirigirse hacia ese tiempo. /scribir para gladiadores... ! 0uestro ser corro)do por los achaques+ el vac)o que resulta est, colmado por la presencia de la conciencia qu digo?, ese vac)o es la conciencia misma. ! 2a disgregaci n moral cuando se reside en un lugar demasiado bello. /l #o se disuelve en contacto con el para)so. 1in duda el primer hombre, para evitar ese peligro, hi-o la elecci n que #a conocemos. ! A %in de cuentas han e'istido m,s a%irmaciones que negaciones; por lo menos hasta ahora. 0eguemos pues sin remordimiento. 2as creencias pesar,n siempre m,s en la balan-a. ! 2a sustancia de una obra, es lo imposible+ lo que no hemos podido lograr, lo que no nos pod)a ser concedido; es la suma de todas las cosas que nos %ueron negadas. ! 3uando buscamos %uera lo que s lo puede e'istir en nosotros, a todos nos sucede lo que a K gol, quien, con la esperan-a de una "regeneraci n$, se aburri en 0a-aret lo mismo que en "una estaci n en 7usia$. ! 1uicidarse por ser lo que se es, pase; pero no porque la &umanidad entera pudiera escupirle a uno a la cara. ! Por qu temer el vac)o que nos espera si no di%iere en nada del que nos precedi ? /ste argumento de los antiguos contra el miedo a la muerte no puede servir de consuelo.

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Antes, se ten)a la suerte de no e'istir; ahora se e'iste, # es esa parcela de e'istencia, o sea de in%ortunio, la que teme desaparecer. Parcela no es la palabra, puesto que cada cual se pre%iere, o, por lo menos, se iguala, al universo. ! 3uando discernimos la irrealidad en todo, nosotros mismos nos tornamos irreales, comen-amos a sobrevivirnos, por mu# %uerte que sea nuestra vitalidad o imperiosos nuestros instintos. Pero #a no son m,s que %alsos instintos # %alsa vitalidad. ! 1i est,s condenado a atormentarte, nada podr, impedirlo+ una tonter)a te empu(ar, igual que un gran dolor. 7es)gnate a consumirte ba(o cualquier prete'to+ as) lo quiere tu suerte. ! Civir es ir perdiendo terreno. ! 95 pensar que tantos han logrado morir; ! <mposible no estar en contra de quienes nos escriben cartas inquietantes. ! /n una apartada provincia de la <ndia se e'plicaba todo a travs de los sueos, #, lo m,s importante, se inspiraban en ellos para curar las en%ermedades. Tambin a partir de ellos se arreglaban los asuntos cotidianos o capitales. &asta que llegaron los ingleses. Desde que est,n aqu), dice un ind)gena, #a no soamos. /s indudable que en lo que se ha convenido en llamar "civili-aci n$ reside un principio diab lico, # que el hombre ha tomado conciencia de l demasiado tarde, cuando #a no era posible ponerle remedio. ! 2a lucide- sin el correctivo de la ambici n lleva al marasmo. Para que una obra, para qu una vida sea posible, una debe apo#arse en la otra, combatirla sin vencerla. ! 0o podemos perdonar a quienes hemos alabado, estamos impacientes por romper con ellos, por partir la cadena m,s delicada que e'iste+ la de la admiraci n... 5 no por insolencia, sino por aspiraci n a ser libre, a ser de nuevo uno mismo. /sto s lo se consigue mediante un acto de in(usticia. ! /l problema de la responsabilidad s lo tendr)a sentido si nos hubiesen consultado antes de nuestro nacimiento # hubisemos aceptado ser precisamente ese que somos. !

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0o de(a de con%undirme la energ)a # la virulencia de mi taedium vitae. 9Tanto vigor en un mal tan des%alleciente; A esa parado(a debo la incapacidad para escoger por %in mi *ltima hora. ! Para nuestros actos, o simplemente para nuestra vitalidad, la pretensi n a la lucide- es tan %unesta como la lucide- misma. ! 2os hi(os se vuelven, deben volverse contra sus padres, # los padres no pueden hacer nada pues est,n sometidos a una le# que rige las relaciones de los seres vivos en general, a saber+ que cada cual engendra a su propio enemigo. ! 1e nos ha enseado tanto a a%errarnos a las cosas, que cuando queremos liberarnos de ellas no sabemos c mo hacerlo. 5 si la muerte no viniera a a#udarnos, nuestra terquedad por subsistir nos har)a encontrar una % rmula de e'istencia m,s all, del desgaste, m,s all, de la misma senilidad. ! Todo se e'plica a las mil maravillas si admitimos que el nacimiento es un acontecimiento ne%asto, o el menos inoportuno; pero si se piensa de otra manera, debe uno resignarse a lo ininteligible, o bien, engaar como todo el mundo. ! /n un libro gn stico del siglo segundo de nuestra era se dice+ "2a plegaria del hombre triste no tiene nunca %uer-a para subir hasta Dios.$ ...3omo s lo se re-a en momentos de abatimiento, se deduce que nunca ninguna plegaria ha llegado a su destino. ! /staba por encima de todos, # no ten)a nada que ver con ello+ simplemente se hab)a olvidado de desear... ! /n la antigua 3hina, las mu(eres, cuando eran presa de la c lera o de la pena, sub)an en pequeos estrados levantados a prop sito en las calles # daban libre curso a su %uror o a sus lamentos. /se gnero de con%esi n deber)a ser resucitado # adoptado en todas partes, aunque s lo %uera para reempla-ar al de la <glesia, anticuado, # al mtodo inoperante de ciertas terapias. ! /se %il so%o carece de compostura, o, para decirlo en la (erga %ilos %ica, de "%orma interior$. /s demasiado elaborado para estar vivo o ser solamente "real$. /s un mueco siniestro. 9:u %elicidad saber que nunca m,s volver a abrir sus libros; !

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0adie proclama que est, sano # que es libre, # sin embargo es lo que deber)an de hacer los que go-an de esa doble bendici n. 0ada nos acusa tanto coma nuestra incapacidad para gritar a vo- en cuello nuestra %ortuna. ! 9&aber %racasado siempre en todo, por amor al descora-onamiento; ! /l *nico medio de salvaguardar la soledad es hiriendo a todo el mundo, empe-ando por aquellos a quienes amamos. ! .n libro es un suicidio di%erido. ! De nada vale decir+ la muerte es lo me(or que la 0aturale-a encontr para contentar a todo el mundo. 3on cada uno de nosotros todo se desvanece, todo cesa para siempre. 9:u venta(a, qu abuso; 1in el menor es%uer-o por nuestra parte disponemos del universo, lo arrastramos en nuestra desaparici n. Decididamente morir es lo inmoral... VII 1i en ve- de e'pansionarnos # de provocarnos un estado de eu%oria enrgica, vuestros in%ortunios os deprimen # os amargan, sabed que no tenis vocaci n espiritual. ! /stamos tan habituados a vivir a la e'pectativa, a apostar por el %uturo o por un simulacro de %uturo, que s lo hemos concebido la idea de inmortalidad por necesidad de esperar durante la eternidad. ! Toda amistad es un drama oculto, una serie de heridas sutiles. ! 0utero muerto, cuadro de 2ucas ?ortnagel. /'presi n aterradora, agresiva, plebe#a, de una sublimidad porcina... Traduce bien los rasgos de aquel a quien no sabr)amos alabar bastante por haber dicho+ "2os sueos son engaosos; cagarse en la cama, eso es lo verdadero.$ ! 3uanto m,s vive, menos *til parece el haber vivido. ! /sas noches de mis veinte aos en que pasaba horas con la %rente pegada a los cristales mirando la oscuridad... !

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0ing*n aut crata ha dispuesto nunca de un poder comparable al que tiene un pobre diablo que piensa en matarse. ! Aprender a no de(ar huellas es una guerra de cada instante que libramos contra nosotros mismos con el *nico %in de demostrarnos que, si nos empe,semos, podr)amos llegar a sabios... ! /'istir es un estado tan inconcebible como su contrario, qu digo?, m,s inconcebible a*n. ! /n la Antig>edad, los "libros$ eran tan costosos que no se pod)an acumular a menos de ser re#, tirano, o... Arist teles, el primero en poseer una biblioteca digna de ese nombre. .n cargo m,s en el e'pediente de ese %il so%o tan %unesto en todos sentidos. ! 1i me apegara a mis convicciones m,s )ntimas, de(ar)a de mani%estarme, de reaccionar de cualquier manera. Ahora bien, todav)a so# capa- de sensaciones... ! Por mu# horrible que sea un monstruo, nos atrae secretamente, nos persigue, nos obsesiona. 7epresenta, aumentadas, nuestra superioridad # nuestras miserias, nos proclama, es nuestro portaestandarte. ! /n el transcurso de los siglos, el hombre se ha es%or-ado en creer, ha pasado de dogma en dogma, de ilusi n en ilusi n, # ha consagrado mu# poco tiempo a las dudas, breves intervalos entre sus per)odos de ceguera. A decir verdad, no eran dudas, sino pausas, momentos de descanso consecutivos a las %atigas de la %e, de cualquier %e. ! /s incomprensible que aquel que go-a de la inocencia, estado per%ecto, qui-, el *nico per%ecto, quiera salir de l. 1in embargo, la historia, desde sus inicios hasta nuestros d)as, no es m,s que eso. ! 3ierro las cortinas # espero. De hecho no espero nada, solamente me torno ausente. 2impio, aunque s lo sea por unos segundos, de las impure-as que opacan # obstru#en el esp)ritu, accedo a una conciencia vac)a del #o, # me siento tan calmado como si reposara %uera del universo. ! /n un e'orcismo de la /dad 8edia, se enumeran todas las partes del cuerpo, inclusive las m)nimas, que el demonio debe abandonar+ se dir)a un tratado de anatom)a loco que seduce por el e'ceso de precisi n, por la pro%usi n de detalles # lo inesperado. .n

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encantamiento minucioso. 91al de las uas; /s insensato pero no e'ento de e%ecto potico. Pues la verdadera poes)a no tiene nada en com*n con la "poes)a$. ! /n todos nuestros sueos sin e'cepci n incluso si se remontan al Diluvio, est, presente, aunque s lo sea durante una %racci n de segundo, alg*n incidente m)nimo que hemos presenciado la v)spera. /sta regularidad que no he de(ado de comprobar durante aos, es la *nica constante, la *nica le# o apariencia de le# que me ha sido lado comprobar durante el incre)ble embrollo nocturno. ! 2a %uer-a disolvente de la conversaci n. 1e comprende por qu tanto la meditaci n como la acci n precisan del silencio. ! 2a certe-a de no ser m,s que un accidente me ha acompaado en todas las circunstancias, propicias o contrarias, # aunque me ha preservado de la tentaci n de creerme necesario, no me ha curado, sin embargo, de un cierto engreimiento inherente a la prdida de las ilusiones. ! /s raro encontrar un esp)ritu libre #, cuando se encuentra, se percibe que lo me(or de l mismo no se revela en sus obras Ecuando se escribe se llevan misteriosamente cadenasF, sino en sus con%idencias donde, liberado de sus convicciones o de sus posturas, as) como de cualquier preocupaci n por el rigor o la honorabilidad, muestra sus debilidades. 5 donde hace el papel de here(e %rente a s) mismo. ! 1i el %orastero no es creador en materia de lengua(e, es porque quiere hacerlo tan "ien como los aut ctonos+ lo logre o no, esa ambici n es su prdida. ! /mpie-o # vuelvo a empe-ar una carta, no avan-o, me atasco qu decir # c mo? 0i siquiera s #a a quien estaba dirigida. 1 lo la pasi n o el inters encuentran de inmediato el tono necesario. Por desgracia, el desapego es indi%erencia para el lengua(e, insensibilidad %rente a las palabras. Ahora bien, al perder el contacto con las palabras, se pierde el contacto con los seres. ! /n un momento dado, todos hemos tenido una e'periencia e'traordinaria que ser,, a causa de su recuerdo, el obst,culo capital para la metamor%osis interior. ! 1 lo cono-co la pa- cuando mis ambiciones se adormecen. /n cuanto se despiertan, la inquietud regresa. 2a vida es un estado de ambici n. /l topo que horada sus t*neles es ambicioso. /n e%ecto, la ambici n se encuentra en todo, se ven incluso sus huellas en los rostros de los muertos. !

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<r a la <ndia en busca del Cedanta o del budismo, es tanto como ir a ?rancia en pos del (ansenismo. 5 todav)a ste es m,s reciente, puesto que apenas hace tres siglos que desapareci . ! 0o ha# pi-ca de realidad en ninguna parte, salvo en mis sensaciones de no6realidad. ! /'istir ser)a una empresa absolutamente impracticable si de(,ramos de darle importancia a lo que no la tiene. ! Por qu el 1ahavagad 23t4 sit*a tan alto "la renuncia al %ruto de los actos$? Porque esa renuncia es rara, irreali-able, contraria a nuestra naturale-a, # porque alcan-arla es destruir al hombre que se ha sido # que se es, matar en uno mismo todo el pasado, la labor de milenios, liberarse, en una palabra, de la /specie, de esa odiosa e inmemorial chusma. ! &abr)a que haberse conservado en estado de larva, e'imirse de evolucionar, permanecer inacabado, complacerse en la siesta de los elementos # consumirse tranquilamente en un 'tasis embrionario. ! 2a verdad reside en el drama individual. 1i realmente su%ro, su%ro m,s que un individuo, sobrepaso la es%era de mi #o # me acerco a la esencia de los otros. 2a *nica manera de encaminarnos hacia lo universal es ocuparnos *nicamente de lo que nos atae. ! 3uando uno est, irme en la duda, se e'perimenta m,s voluptuosidad haciendo consideraciones sobre ella que ponindola en pr,ctica. ! 1i se quiere conocer un pa)s, deben leerse sus escritores de segunda %ila, pues son los *nicos que re%le(an su verdadera naturale-a. 2os otros denuncian o trans%iguran la nulidad de sus compatriotas+ no quieren ni pueden situarse al mismo nivel que ellos. 1on testigos sospechosos. ! /n mi (uventud me ocurr)a no cerrar los o(os durante semanas. Civ)a en lo nunca vivido, ten)a el sentimiento de que el tiempo de siempre, con el con(unto de sus instantes, se hab)a recogido # concentrado en mi, donde culminaba # triun%aba. 3laro que lo hac)a avan-ar, #o era su promotor # mandadero, la causa # la sustancia, # participaba en sus apoteosis como agente # como c mplice. /n cuanto el sueo se va, lo incre)ble se torna cotidiano, %,cil+ entramos en l sin preparativos, nos instalamos, nos revolcamos en l. !

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/l n*mero prodigioso de horas que he gastado pregunt,ndome sobre el "sentido$ de todo lo que es, de todo lo que sucede... Pero los esp)ritus serios saben que ese todo no tiene ning*n sentido. As) que utili-an su tiempo # su energia en tareas m,s *tiles. ! 8is a%inidades con el b#ronismo ruso, de Pechorin a 1tavroguin, mi hast)o # mi pasi n por el hast)o. ! ?ulano, a quien no estimo especialmente, estaba relat,ndome una historia tan est*pida que me despert sobresaltado. Aquellos a quienes amamos di%)cilmente brillan en nuestros sueos. ! ?altos de ocupaci n, los vie(os parecen querer resolver algo mu# complicado # dedicar a ello todas las %acultades de que a*n disponen. esa es qui-, la ra- n por la cual no se suicidan en mas como deber)an hacerlo si estuviesen un poquit)n menos absortos. ! /l amor m,s apasionado no acerca tanto a dos seres como la calumnia. <nseparables, el calumniador # el calumniado constitu#en una unidad "trascendente$, est,n soldados para siempre el uno al otro. 0ada podr, separarlos. .no hace el mal, el otro lo recibe, pero si lo recibe es porque se ha acostumbrado a l, porque no puede prescindir de l, e inclusive lo desea. 1abe que sus deseos se ver,n satis%echos, que no ser, olvidado nunca, que estar,, pase lo que pase, eternamente presente en el esp)ritu de su in%atigable bene%actor. ! /l mon(e errante es lo me(or que ha habido hasta ahora. 2legar a no tener a qu& renunciar. /se deber)a ser el sueo de todo esp)ritu desengaado. ! 2a negaci n sollo-ante+ *nica %orma tolerable de negaci n. ! 9?eli- =ob que no estaba obligado a comentar sus lamentos; ! Altas horas de la noche. 8e gustar)a desencadenarme # %ulminar, emprender una acci n sin precedente para rela(arme, pero no veo ni contra quin ni contra qu... ! 8adame dL&eudicourt, dice 1aint61imon, nunca hab)a hablado bien de nadie sino era con "algunos peros abrumadores$. 8aravillosa de%inici n, no de la maledicencia, sino de la conversaci n en general. ! Todo lo que est, vivo hace ruido. 9:u alegato para el mineral;

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! 4ach era pendenciero, marrullero, cicatero ,vido de t)tulos, de honores, etc. 5 eso qu importa? .n music logo, enumerando las cantatas que tienen por tema la muerte, ha comentado que nunca hubo mortal que sintiera por ella tal nostalgia. 1 lo eso importa. 2o dem,s depende de la biogra%)a. ! 2a desgracia de ser incapa- de alcan-ar estados neutros no siendo mediante la re%le'i n # un gran es%uer-o. 2o que un idiota alcan-a de entrada, a uno le cuesta luchar d)a # noche para conseguirlo, # aun as), por pasos contados. ! 1iempre he vivido con la visi n de una inmensidad de instantes marchando contra m). /l tiempo ha sido bosque de Dunsinane. ! 2as preguntas penosas o lacerantes que nos hacen los malcriados nos irritan, nos turban # pueden tener sobre nosotros el mismo e%ecto que algunos procedimientos utili-ados por cierta tcnica oriental. .na estupide- espesa, agresiva, por qu no habr)a de producir la iluminaci n? Tiene el mismo valor que un bastona-o en la cabe-a. ! /l conocimiento no es posible, #, si a pesar de todo lo %uera, no resolver)a nada. /sa es la posici n del que duda. :u quiere pues, qu busca? 0i l ni nadie lo sabr,n (am,s. /l escepticismo es la embriague- del atolladero. ! Asediado por los dem,s, intento desprenderme de ellos, sin mucho 'ito, debo reconocerlo. 0o obstante, cada d)a logro encontrar algunos segundos para conversar con aquel que hu"iera querido ser. ! 2legados a cierta edad, se deber)a cambiar de nombre # re%ugiarse en un rinc n perdido donde nadie conociera a nadie, donde no recibiera uno a amigos ni a enemigos, donde %uera posible llevar la vida de un malhechor e'hausto. ! 0o se puede re%le'ionar # ser modesto. /n cuanto el esp)ritu se pone en movimiento, ocupa el lugar de Dios o de cualquier otra cosa. 1e trans%orma en indiscreci n, en usurpaci n, en pro%anaci n. 0o "traba(a$, disloca. 2as tensiones que su actividad trasluce, revelan su car,cter brutal, implacable. 1in una buena dosis de %erocidad no se podr)a llevar un pensamiento hasta el %in. ! 2a ma#or parte de los alborotadores, de los visionarios # de los salvadores han sido epilpticos o disppticos. 1obre las virtudes de la epilepsia, ha# unanimidad; a los

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trastornos g,stricos se les reconoce menos mrito. 0o obstante, nada incita me(or a trastornarlo todo que una mala digesti n. ! 8i misi n es su%rir por todos aquellos que su%ren sin saberlo. Tengo que pagar por ellos, e'piar su inconsciencia, la suerte de ignorar hasta qu punto son desgraciados. ! 3ada ve- que el Tiempo me martiri-a, me digo que uno de los dos va a estallar, que no es posible continuar inde%inidamente en ese cruel en%rentamiento... ! 3uando estamos en los l)mites del tedio, todo lo que viene a alimentarlo, a o%recerle una sobredosis de materia, lo eleva a un nivel tan desmesurado que #a no podemos seguirlo, porqu e'traarse entonces que de(emos de considerarlo propio? ! .na desgracia predicha, cuando por %in ocurre, es die-, cien veces m,s di%)cil de soportar que una desgracia que no esper,bamos. A lo largo de nuestros recelos, la hab)amos vivido por adelantado, #, cuando surge, los tormentos pasados se agregan a los presentes para %ormar, (untos, una masa de peso intolerable. ! /s obvio que Dios era una soluci n # que nunca se encontrar, otra igualmente satis%actoria. ! /l hombre del 7ubic n hab)a perdonado a demasiada gente, despus de ?arsalia. .na magnanimidad tal pareci o%ensiva a aquellos de sus amigos que lo hab)an traicionado # a los que hab)a humillado trat,ndolos sin rencor. 1e sent)an disminuidos, burlados, # lo castigaron por su clemencia # por su desprecio+ 9As) que se negaba a reba(arse al resentimiento; 2o hubiesen perdonado si se hubiera comportado como un tirano. Pero le reprochaban el que no se hubiese dignado inspirarles su%iciente miedo. ! Todo lo que es engendra, tarde o temprano, la pesadilla. <ntentemos, pues, inventar algo me(or que el ser. ! 2a %iloso%)a, que se hab)a impuesto como tarea minar las creencias, en cuanto vio que el cristianismo se e'tend)a # que estaba a punto de triun%ar, hi-o causa com*n con el paganismo cu#as supersticiones le parecieron pre%eribles a las necedades triun%antes. Atacando # demoliendo a los dioses cre# liberar los esp)ritus+ en realidad los entregaba a una nueva esclavitud, peor que la antigua, pues el dios que iba a sustituir a los dioses no ten)a ninguna inclinaci n especial por la tolerancia ni por la iron)a. 1e ob(etar, que la %iloso%)a no es responsable del advenimiento de ese dios # que no era l lo que recomendaba. 1in duda, pero debi de haber sospechado que no se derriba impunemente a los dioses, que otros vendr)an a ocupar su lugar # que nada iba a ganar ella con el cambio.

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! /l %anatismo es la muerte de la conversaci n. 0o se charla con un candidato al martirio. :u decirle a alguien que se niega a entender vuestras ra-ones # que, desde el momento en que uno no acepta las su#as, pre%iere morir a ceder? Al menos los diletantes # los so%istas aceptan todas las ra-ones... ! Decirle a alguien lo que uno piensa de l # de lo que hace es investirle de una superioridad equivocada. 2a %ranque-a no es compatible con un sentimiento delicado, ni siquiera con una e'igencia tica. ! 1on nuestros allegados los que con ma#or gusto ponen nuestros mritos en duda. 2a regla es universal+ ni 4uda se salv . ?ue uno de sus primos el que m,s se encarnicontra l, # s lo despus, 8ara, el diablo. ! Para el ansioso no ha# di%erencia entre 'ito # %racaso. 1u reacci n %rente a ambos es la misma. 2os dos le molestan igualmente. ! 3uando me preocupa un poco m,s de la cuenta el no poder traba(ar, me digo que bien podr)a estar muerto # que entonces traba(ar)a a*n menos... ! Antes en una alcantarilla que en un pedestal. ! 2as venta(as de un estado de eterna virtualidad me parecen tan considerables que, cuando las enumero, no de(a de asombrarme el que el ser ha#a podido surgir alguna ve-. ! /'istencia igual a Tormento. 2a ecuaci n me parece evidente. 0o lo es para uno de mis amigos. 3 mo convencerle? 0o puedo prestarle mis emociones; ahora bien, s lo ellas tendr)an el poder de persuadirle, de aportarle ese suplemento de mal6estar que reclama con insistencia desde hace tanto tiempo. ! 1i se ven negras las cosas es porque uno las sopesa en la oscuridad, porque en general los pensamientos son %ruto de vigilias, es decir, de oscuridad. 0o pueden adaptarse a la vida porque no han sido pensadas con miras a la vida. 2a idea de las consecuencias que podr)an tener ni siquiera ro-a la mente. /stamos %uera de cualquier c,lculo humano, de cualquier idea de salvaci n o de condenaci n, de ser o de no6ser, en un silencio aparte, modalidad superior de vac)o. !

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0o haber digerido todav)a la a%renta de nacer. ! Prodigarse en conversaciones como un epilptico en sus crisis. ! Para vencer la perturbaci n o una inquietud tena-, no ha# nada como imaginar el propio entierro. 8todo e%ica- # al alcance de todos. Para no tener que recurrir mu# a menudo l durante el d)a, lo me(or es probar sus bene%icios desde el despertar. D no utili-arlo m,s que en momentos e'cepcionales, como el Papa <nocencio <P quien, habiendo encargado un cuadro en el que se representaba en su lecho de muerte, lo miraba cada ve- que ten)a que tomar una decisi n importante. ! 0o ha# negador que no est sediento de alg*n catastr %ico s(. ! 1e puede asegurar que el hombre nunca alcan-ar, pro%undidades comparables a las que conoci durante siglos de di,logo ego)sta con su Dios. ! 90o ha# un solo instante en que no sea e'terior al universo;... ...8e acababa de compadecer de m) mismo, de mi condici n de desgraciado, cuando me di cuenta que los trminos con que cali%icaba mi desgracia eran los mismos que de%inen la primera particularidad del "ser supremo$. ! Arist teles, Tomas de Aquino, &egel+ tres avasalladores del esp)ritu. 2a peor %orma de despotismo es el sistema, en %iloso%)a # en todo. ! Dios es lo que sobrevive a la evidencia de que nada merece ser pensado. ! De (oven, mi placer era crearme enemigos. &o#, en cuanto tengo uno, mi primer impulso es el de reconciliarme con l para no tener que preocuparme m,s. Tener enemigos es una responsabilidad. 8i carga me basta, #a no puedo llevar la de los dem,s. ! 2a alegr)a es una lu- que devora a s) misma, inagotable; es el sol de sus principios. ! .nos d)as antes de su muerte, 3laudel observaba que no se deber)a llamar a Dios in%inito sino inagotable. 93omo si no %uera lo mismo, o casi; 0o quita que esta preocupaci n por la e'actitud, ese escr*pulo verbal en el momento en que percib)a que

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su "contrato$ estaba a punto de e'pirar, sea m,s e'altante que una palabra o un gesto "sublime$. ! 2o ins lito no constitu#e un criterio. Paganini es m,s sorprendente # m,s imprevisible que 4ach. ! &abr)a que repetirse cada d)a+ so# uno de esos que, por millones, se arrastran sobre la super%icie de la tierra. .no m,s solamente. /sa banalidad (usti%ica cualquier conclusi n, cualquier conducta o acto+ libertina(e, castidad, suicidio, traba(o, crimen, pere-a o rebeld)a. ...De lo que se conclu#e que cada cual tiene ra- n en hacer lo que hace. ! Tzimtsum. /sta palabra rid)cula designa uno de los conceptos ma#ores de la 3,bala. Para que el mundo e'istiera, Dios, que era todo # estaba en todas partes, consinti en encogerse, en de(ar un espacio vac)o, que no estuviera habitado por l+ %ue en ese "agu(ero$ donde se cre el mundo. As) que ocupamos ese terreno bald)o que nos concedi por misericordia o por capricho. Para que nosotros estuviramos se contra(o, limit su soberan)a. 1omos el producto de su disminuci n voluntaria, de su desaparici n, de su ausencia parcial. /n su locura se amput por nosotros. 93 mo no tuvo el sentido com*n # el buen gusto de permanecer entero; ! /n el "/vangelio seg*n los egipcios$, =es*s proclama+ "2os hombres ser,n v)ctimas de la muerte mientras sean engendrados por mu(eres.$ 5 precisa+ "&e venido a destruir las obras de la mu(er.$ 3onociendo las verdades e'tremas de los gn sticos, uno quisiera ir m,s le(os a*n, decir algo nunca dicho que petri%ique o pulverice a la historia, algo que haga pensar en un neronismo c smico, en una demencia a escala de la materia. ! Traducir una obsesi n es pro#ectarla %uera de uno, es e'pulsarla, e'orci-arla. 2as obsesiones son los demonios de un mundo sin %e. ! /l hombre acepta la muerte pero no la hora de su muerte. 8orir cuando sea, salvo cuando ha#a que morir. ! /n cuanto entramos en un cementerio, un sentimiento completamente irrisorio barre cualquier preocupaci n meta%)sica. Aquellos que buscan "misterio$ por todas partes, de hecho no van al %ondo de las cosas. 8u# a menudo el "misterio", como el "absoluto$, s lo corresponde a un tic del esp)ritu. /s una palabra que s lo deber)a utili-arse cuando no queda otro remedio, en casos verdaderamente desesperados. !

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1i reviso aquellas de mis pro#ectos que han quedado en eso # los que se han reali-ado, no puedo menos de lamentar el que estos *ltimos no ha#an sentido la suerte de los primeros. ! "Aquel que tiene inclinaciones hacia la lu(uria es compasivo # misericordioso; los que tienen inclinaci n hacia la pure-a no lo son.$ E1an =uan 3l)maco.F Para denunciar con tal claridad # vigor, no las mentiras, sino la esencia misma de la moral cristiana, # de cualquier moral, era menester un santo, ni m,s ni menos. ! Aceptamos sin temor la idea de un sueo ininterrumpido; en cambio un despertar eterno Ela inmortalidad, si %uera concebible, ser)a esoF, nos une en el terror. 2a inconsciencia es una patria; la conciencia, un e'ilio. ! 3ualquier impresi n pro%unda es voluptuosa o %*nebre, o ambos o a la ve-. ! 0adie como #o ha estado persuadido de la %utilidad de todo, nadie tampoco ha tomado tan a lo tr,gico tal cantidad de cosas %*tiles. ! <shi, indio americano, el *ltimo de su clan, despus de permanecer escondido durante aos por temor a los blancos, acosado al e'tremo, se entreg un d)a voluntariamente a los e'terminadores de los su#os. 3re# que le reservar)an la misma suerte. 1e le %este( . 0o ten)a posteridad, era en verdad el *ltimo. .na ve- destruida la humanidad, o simplemente e'tinguida, es posible imaginar un sobreviviente, el *nico, errando por la tierra sin siquiera tener a qui&n entregarse... ! /n lo m,s )ntimo de s) mismo el hombre aspira a alcan-ar la condici n que ten)a antes de la conciencia. 2a historia es s lo el rodeo que da para conseguirlo. ! .na sola cosa importa+ aprender a ser perdedor. ! Todo %en meno es una versi n degradada de otro %en meno m,s vasto+ el tiempo, una tara de la eternidad; la historia, una tara del tiempo; la vida, tara de la materia. :u ser)a entonces lo normal, lo sano? Acaso la eternidad? /lla misma no es m,s que una tara de Dios. VIII 1in la idea de un universo %racasado, el espect,culo de la in(usticia ba(o todos lo reg)menes llevar)a, incluso a un ab*lico, a la camisa de %uer-a.

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! Aniquilar da un sentimiento de poder # halaga algo oscuro, original, en nosotros. 0o es constru#endo sino pulveri-ando como podemos adivinar las satis%acciones secretas de un dios. De ah) el atractivo por la destrucci n # las ilusiones que suscita en los %renticos de cualquier edad. ! 3ada generaci n vive en el absoluto+ se comporta como si hubiese llegado a la cima, o al %in, de la historia. ! 3ualquier pueblo, en determinado momento de su carrera, se cree elegido. /ntonces es cuando da lo me(or # lo peor de s) mismo. ! 0o es %ruto del a-ar que la Trapa ha#a nacido en ?rancia, # no en <talia o en /spaa. 2os espaoles # los italianos hablan sin parar, #a se sabe, pero no se escuchan hablar, mientras que el %rancs saborea su elocuencia, nunca olvida de que est, hablando, siempre est, consciente de ello. 1 lo l pod)a considerar el silencio como una prueba # una ascesis. ! 2o que me disgusta de la 7evoluci n ?rancesa es que todo ocurre sobre un escenario+ sus promotores son actores natos, la guillotina no es m,s que un decorado. /n su con(unto, la historia de ?rancia parece una historia por encargo, una historia esceni icada+ todo en ella es per%ecto desde el punto de vista teatral. /s una representaci n, un con(unto de gestos, de acontecimientos que, m,s que e'perimentarse, se miran+ un espect,culo de die- siglos. De ah) la impresi n de %rivolidad que, visto de le(os, da tambin el per)odo del Terror. ! 2as sociedades pr speras son mucho m,s %r,giles que las otras #a que no les queda sino esperar su propia ruina, pues el bienestar no es un ideal cuando se le posee, # mucho menos cuando est, ah) desde generaciones atr,s. 1in olvidar que la 0aturale-a no lo ha incluido en sus c,lculos, # que no podr)a hacerlo sin perecer. ! 1i las naciones se tornaran ap,ticas al mismo tiempo, no habr)a m,s con%lictos, m,s guerras, m,s imperios. Pero la desgracia quiere que ha#a pueblos ( venes, # gente (oven, obst,culo ma#or a los sueos de los %il,ntropos que con hacer de modo que todos los hombres alcancen el mismo grado de lasitud # de aborregamiento... ! .no debe ponerse del lado de los oprimidos en cualquier circunstancia, incluso cuando est,n equivocados, sin perder de vista, no obstante, que est,n hechos del mismo barro que sus opresores. !

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2o propio de los reg)menes en agon)a es permitir una me-cla con%usa de creencias # de doctrinas, # crear, al mismo tiempo, la ilusi n de que se podr, retrasar inde%inidamente la hora de la elecci n... De ah), # *nicamente de ah), deriva el encanto de los per)odos prerrevolucionarios. ! 1 lo los %alsos valores est,n en curso, pues todo el mundo puede asimilarlos, de%ormarlos Elo %also en segundo gradoF. .na idea que tiene 'ito es necesariamente una pseudoidea. ! 2as revoluciones son lo su"lime de la mala literatura. ! 2o molesto en las desgracias p*blicas, es que cualquiera se estima competente para hablar de ellas. ! /l derecho de suprimir a todos los que nos %astidian deber)a %igurar en primer trmino de la 3onstituci n de la 3iudad <deal. ! 2o *nico que deber)a ense,rsele a los ( venes es que no ha# nada; o casi nada, que esperar de la vida. Pienso en un 5uadro de Desenga-os colocado en las escuelas # en el que estar)an representadas todas las decepciones reservadas a cada cual. ! 1eg*n la princesa palatina, 8me. de 8aintenon ten)a costumbre de repetir durante los aos en que, muerto el re#, #a no ten)a ning*n papel+ "Desde hace tiempo reina un esp)ritu de vrtigo que se e'tiende por todas partes$. /se "esp)ritu de vrtigo$ es lo que siempre han sentido los perdedores, con (uste-a por otra parte, # se podr)a reconsiderar toda la historia a partir de esta % rmula. ! /l progreso es la in(usticia que cada generaci n comete con respecto a la que le precede. ! 2os hartos se odian a s) mismos, # no secretamente sino en p*blico, # desean ser barridos de una u otra %orma. /n todo caso, pre%ieren que sea con su propia a#uda. /se es el aspecto m,s curioso, m,s original de una situaci n revolucionaria. ! .n pueblo s lo hace una revoluci n. 2os alemanes nunca han reeditado la ha-aa de la 7e%orma, o, me(or dicho, la han reeditado sin igualarla. ?rancia ha permanecido siempre tributaria del ao MRSN. /sto es cierto tambin para 7usia # para todos los pa)ses. /sa tendencia a plagiarse a s) mismos en materia de revoluciones es a la ve- recon%ortante # abrumadora.

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! 2os romanos de la decadencia s lo apreciaban lo que m,s hab)an despreciado en tiempos de su vigor+ el ocio griego Eotium graecumF. 2a analog)a con las naciones civili-adas de ho# es tan %lagrante que ser)a indecente insistir. ! Alarico dec)a que un "demonio$ lo empu(aba contra 7oma. Toda civili-aci n e'tenuada espera a su b,rbaro, # todo b,rbaro espera a su demonio. ! /l Dccidente+ una podredumbre que huele bien, un cad,ver per%umado. ! Todos esos pueblos eran grandes porque ten)an grandes pre(uicios. 5a no los tienen. 1on todav)a naciones? Todo lo m,s, multitudes disgregadas. ! 2os blancos merecen cada ve- m,s el nombre de plidos que les daban los indios en Amrica. ! /n /uropa la %elicidad termina en Ciena. 8,s all,, desde siempre, maldici n tras maldici n. ! 2os romanos, los turcos, los ingleses pudieron %ormar imperios duraderos porque, reacios a cualquier doctrina, no les impusieron ninguna a las naciones so(u-gadas. 0unca hubiesen logrado e(ercer una hegemon)a tan larga si hubiesen estado a%ectados por alg*n vicio mesi,nico. Dpresores inesperados, administradores # par,sitos, seores sin convicciones, ten)an el arte de combinar autoridad e indi%erencia, rigor # descuido. /se arte, secreto del verdadero seor, es el que les %alt a los espaoles de antao, tal es como les %alta a los conquistadores de nuestro tiempo. ! 8ientras una naci n conserva la conciencia de su superioridad, es %ero- # respetada; en cuanto la pierde, se humani-a, # de(a de ser tomada en cuenta. ! 3uando echo pestes contra nuestra poca, me basta, para volverme a serenar, pensar en lo que ocurrir,, en la envidia retrospectiva de los que nos sigan. Por un lado pertenecemos a la vie(a &umanidad, la que a*n podr)a aorar el para)so. Pero los que vengan despus de nosotros ni siquiera tendr,n el recurso de esta aoran-a, pues ignorar,n el concepto de para)so, inclusive la palabra misma. !

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8i visi n del %uturo es tan precisa que, si tuviera hi(os, los estrangular)a en el acto. ! 3uando uno piensa en los salones berlineses de la poca rom,ntica, en el papel que tuvieron una &enriette &ert- o una 7aquel 2evin, en la amistad que un)a a esta *ltima con el pr)ncipe heredero 2uis6?ernando, # se dice uno que, de haber vivido en este siglo, habr)an perecido en alguna c,mara de gas, no es posible de(ar de considerar la creencia en el progreso como la m,s %alsa # la m,s tonta de las supersticiones. ! &esiodo %ue el primero en elaborar una %iloso%)a de la historia. Tambin l lan- la idea de decadencia. 9:u lu- hi-o sobre el devenir hist rico; 1i, en el cora- n de los or)genes, en pleno mundo poshomrico, estimaba que la &umanidad estaba en la /dad de &ierro, qu hubiera dicho algunos siglos m,s tarde?, qu dir)a ho#? 1alvo en las pocas obnubiladas por la %rivolidad o la utop)a, el hombre siempre ha pensado que se encontraba en el umbral de lo peor. 1abiendo lo que sab)a, por qu milagro ha podida variar continuamente sus deseos # sus terrenos? ! 3uando se introdu(o la electricidad en mi pueblo natal, despus de la guerra del catorce, primero se produ(o un murmullo general, # despus una desolaci n muda. Pero cuando la instalaron en las iglesias Ehab)a tresF todos se persuadieron de la llegada del Anticristo # del %in de los tiempos. /sos campesinos de los 3,rpatos hab)an visto claramente, hab)an visto le(os. /llos, que sal)an de la Prehistoria, sab)an #a entonces lo que los civili-ados empie-an a saber ho#. ! A causa de mi pre(uicio en contra de todo lo que termina bien, me vino el gusto por las lecturas hist ricas. ! 2as ideas no saben agoni-ar; mueren, claro est,, pero sin saber morir, en tanto que un acontecimiento s lo e'iste en relaci n a su %in. ra- n su%iciente para pre%erir la compa)a de historiadores a la de %il so%os. ! Durante su clebre emba(ada en 7oma, en el segundo siglo antes de nuestra era, 3arnades aprovech para hablar el primer d)a a %avor de la idea de (usticia, #, el segundo, contra ella. A partir de ese momento la %iloso%)a, hasta entonces ine'istente en este pa)s de sanas costumbres, empe- a hacer sus estragos. :u es, pues, la %iloso%)a? El gusano en el ruto... 3at n el 3ensor, que hab)a asistido a las ha-aas dialcticas del griego, se asust # pidi al 1enado que se diera satis%acci n a los delegados de Atenas lo antes posible, tan peligrosa # daina consideraba su presencia. 2a (uventud romana no deb)a %recuentar esp)ritus tan disolventes. /n el plano moral, 3arnades # sus compaeros eran tan temibles como los cartagineses en el militar. 2as naciones en ascenso temen, sobre todo, la ausencia de pre(uicios # de prohibiciones, el mismo impudor intelectual que constitu#e el atractivo de las civili-aciones agoni-antes. !

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Por haber salido victorioso en todas sus empresas, &rcules %ue castigada. Tambin Tro#a, demasiado %eli-, hubo de perecer. Pensando en esta visi n com*n a los tr,gicos, uno termina por considerar, aunque no quiera, que el mundo libre, colmado con todas las bendiciones, conocer, inevitablemente el destino de <li n, pues la envidia de los dioses sobrevive a su desaparici n. ! "2os %ranceses no quieren traba(ar, todos quieren escribir$, me dec)a mi portera sin saber que estaba haciendo el proceso a las vie(as civili-aciones. ! .na sociedad est, condenada cuando #a no tiene %er-as para ser obtusa. 3on un esp)ritu abierto, demasiado abierto, c mo podr)a protegerse de los e'cesos, de los riesgos mortales de la libertad? ! 2as disputas ideol gicas alcan-an su paro'ismo en los pa)ses donde se han provocado desa%)os a causa de las palabras, donde se muere por ellas... en los pa)ses, en suma, donde se han conocido guerras de religi n. ! /l pueblo que ha agotado su misi n, es como un autor que se repite, o me(or, que #a no tiene nada que decir. Pues repetirse es demostrar que uno cree a*n en s) mismo, en lo que ha sostenido. Pero una naci n acabada ni siquiera tiene #a la %uer-a de remachar sus lemas de antao, los mismos que a%irmaron su preeminencia # su esplendor. ! /l %rancs se ha convertido en una lengua provinciana. 2os aut ctonos se adaptan a ello. 1 lo el advenedi-o se encuentra inconsolable. 1 lo l viste luto por el 8ati-... ! Al intrprete de los emba(adores enviados por =er(es para pedir a los atenienses la tierra # el agua, Tem)stocles le hi-o condenar a muerte mediante un decreto aprobado por todos "por haber osado emplear la lengua griega para e'presar las rdenes de un b,rbaro$. 1 lo en la cima de su carrera puede un pueblo cometer una acci n seme(ante. /n cuanto de(a de creer en su idioma # de(a de pensar que es la %orma suprema de e'presi n, la lengua por e'celencia, ese pueblo decae, se encuentra %uera de circulaci n. ! .n %il so%o del siglo pasado sostuvo, en su candor, que 2a 7oche%oucauld ten)a ra- n en cuanto al pasado, pero que ser)a invalidado por el %uturo. 2a idea de progreso deshonra al intelecto. ! 8ientras m,s avan-a el hombre, menos capacidad tiene para resolver problemas, #, cuando, en el colmo de la ceguera, este persuadido de que se encuentra a punto de lograrlo, sobrevendr, lo inimaginable.

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! /n *ltima instancia, me tomar)a una molestia por el Apocalipsis, pero no por una revoluci n... 3olaborar con un %inal o con una gnesis, con una calamidad *ltima o inicial, s); pero no con un cambio hacia un algo me(or o peor. ! 1 lo tiene convicciones quien no ha pro%undi-ado en nada. A la larga, la tolerancia engendra m,s males que la intolerancia. 1i este hecho es e'acto, constitu#e la acusaci n m,s grave que se le pueda hacer al hombre. ! /n cuanto los animales de(an de sentir mutuo temor, caen en la estupide- # adquieren ese aspecto agobiado que presentan en los parques -ool gicos. 2os individuos # los pueblos o%recer)an el mismo espect,culo si un d)a llegaran a vivir en armon)a, a no temblar m,s, ni abiertamente ni a escondidas. ! 3on el tiempo, nada es #a bueno ni malo. /l historiador que se pone a (u-gar el pasado, hace periodismo en otro siglo. ! De aqu) a doscientos aos E#a que se trata de ser precisosF los sobrevivientes de los pueblos demasiado a%ortunados estar,n dentro de reservas, # ser,n vistos, contemplados, con asco, conmiseraci n o estupor, # tambin con una maligna admiraci n. ! 1eg*n parece los monos que viven en grupo recha-an a aquellos que han tenido de alguna manera contacto con los humanos. 2,stima que 1Ii%t no ha#a conocido un detalle seme(ante. ! &a# que abominar del siglo presente o de todos? 1e puede imaginar a 4uda abandonando el mundo a causa de sus contemporneos? ! 1i la &umanidad gusta tanto de esos salvadores arrebatados que creen desvergon-adamente en s) mismos, es porque piensa que es en ella en quien creen. ! 2a %uer-a de ese (e%e de /stado es la de ser quimrico # c)nico. .n soador sin escrpulos. !

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2os peores delitos se cometen por entusiasmo, estado m rbido responsable de casi todas las desgracias p*blicas # privadas. ! /l %uturo? Para vosotros si os gusta. Pre%iero atenerme al incre)ble presente # al incre)ble pasado. Ds de(o a vosotros la tarea de a%rontar lo incre)ble en s). ! 6.sted est, contra todo lo que se ha hecho desde la *ltima guerra, me dec)a aquella seora mu# al d)a. 61e equivoca usted de %echa. /sto# contra todo lo que se ha hecho desde Ad,n. ! &itler es, sin duda alguna, el persona(e m,s siniestro de la &istoria. 5 el m,s pattico. 3onsigui hacer e'actamente lo contrario de lo que quer)a, destru# punto por punto su ideal. Por eso se trata de un monstruo aparte, es decir, dos veces monstruo, pues incluso su parte pattica es monstruosa. ! Todos los grandes acontecimientos %ueron desencadenados por locos, por locos... mediocres. lo mismo ocurrir,, podemos asegurarlo con el "%in del mundo$. ! /l 'ohar ensea que todos aquellos que hacen el mal en la tierra no eran di%erentes en el cielo, que estaban impacientes por irse # que, al precipitarse a la entrada del abismo, ase adelantaron al tiempo en que deber)an ba(ar al mundo$. 1e discierne con %acilidad la pro%undidad de esta visi n de la pree'istencia de las almas, # cu,l es su utilidad cuando se trata de e'plicar la seguridad # el triun%o de los "malos$, su solide- # competencia. &abindose preparado con anterioridad, no es sorprendente que se repartan la tierra+ la conquistaron antes de encontrarse en ella... de hecho, desde la eternidad. ! 2o que distingue al verdadero pro%eta de los otros es que se encuentra en el origen de movimientos # de doctrinas que se e'clu#en # se combaten. ! /n una metr poli, como en un poblado, lo que m,s gusta es asistir a la ca)da de un seme(ante. ! /l apetito de destrucci n est, tan arraigado en nosotros que nadie logra e'tirparlo. ?orma parte de la constituci n de cada ser, siendo su %ondo seguramente demon)aco. /l sabio es un destructor apaciguado, retirado. 2os otros son destructores en ejercicio. ! 2a desdicha es un estado pasivo, padecido, mientras que la maldici n supone una elecci n en sentido contrario, es decir, una idea de misi n, de %uer-a interior que no va

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impl)cita en la desdicha. .n individuo 6o un pueblo6 maldito tiene necesariamente una categor)a di%erente a la de un individuo 6o un pueblo6 desdichado. ! 2a &istoria, propiamente hablando, no se repite, pero como las ilusiones de que es capa- el hombre son mu# limitadas+ regresan siempre ba(o otro aspecto, dando as) a una mamarrachada archidecrpita un aspecto de novedad # un barni- tr,gico. ! 2eo p,ginas sobre =oviniano, 1an 4asilio # otros. /l con%licto entre la ortodo'ia # la here()a en los primeros siglos no parece mucho m,s insensato que aquel al que nos han acostumbrado los ide logos modernos. 2as modalidades de la controversia, las pasiones en (uego, las locuras # los rid)culos son casi idnticos, /n los dos casos, todo gira alrededor de lo irreal # lo no comprobable que %orman las bases de los dogmas tanto religiosos como pol)ticos. 2a historia no ser)a tolerable m,s que escapando a unos # a otros. /s cierto que entonces cesar)a, para ma#or bien de todos, tanto de los que la padecen como de los que la hacen. ! 2o que hace sospechosa la destrucci n es su %acilidad. 3ualquiera puede sobresalir en ella. Pero si destruir es %,cil, destruirse no lo es tanto. 1uperioridad del ca)do sobre el agitador o el anarquista. ! 1i hubiese vivido en los comien-os del cristianismo, me temo que habr)a su%rido su seducci n. 5 detesto a ese simpati-ante, a ese %an,tico hipottico, # no me perdono esa adhesi n de hace dos mil aos. ! Atrapado entre la violencia # el desengao, me aseme(o a un terrorista que, habiendo salido con la idea de perpetrar alg*n atentado, se hubiese detenido en el camino para consultar el Eclesiast&s o a /picteto. ! 1eg*n &egel, el hombre no ser, del todo libre "si no se rodea de un mundo enteramente creado por l$. Pero eso es precisamente lo que ha hecho, # nunca ha estado tan encadenado ni tan esclavi-ado como ahora. ! 2a vida no se tornar, soportable m,s que en el seno de una humanidad a la que no le quede #a ninguna ilusi n, una humanidad completamente desengaada # eliz de estarlo. ! Todo lo que he podido sentir # pensar se con%unde con un e(ercicio de anti6utop)a. !

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/l hombre no durar,. Acosado por el cansancio, tendr, que pagar por su carrera demasiado original. 1er)a inconcebible # antinatural que resistiera por mucho tiempo # que acabara bien. /sta perspectiva es deprimente #, por lo tanto, veros)mil. ! /l "despotismo ilustrado$+ *nico rgimen que puede seducir a un esp)ritu que est, de regreso de todo, que es incapa- de ser c mplice de revoluciones, puesto que ni siquiera lo es de la &istoria. ! 0ada m,s lamentable que dos pro%etas contempor,neos. .no de ellos debe eclipsarse # desaparecer si no quiere e'ponerse al rid)culo. A menos que caigan los dos, lo que ser)a la soluci n m,s (usta. ! 8e conmueve, me trastorna inclusive, encontrarme con un inocente. De d nde viene? :u busca? 1u aparici n no anuncia alg*n acontecimiento eno(oso? /s una sensaci n mu# particular la de encontrarse con alguien a quien no sabr)amos llamar nuestro seme(ante. ! All) donde los civili-ados hicieron su aparici n por primera ve-, los ind)genas los consideraron seres mal%icos, %antasmas, espectros. 90unca seres vivos; <ntuici n sin paralelo, atisbo pro%tico si, si lo hubo. ! 1i todos hubisemos "comprendido$, la &istoria habr)a cesado hace tiempo. Pero estamos %undamentalmente, biol gicamente incapacitados para "comprender$. / incluso si todos comprendieran, salvo uno, la &istoria se perpetuar)a por su causa, por causa de su ceguera. A causa de una sola ilusi n. ! ?ulano sostiene que nos encontramos al cabo de un "ciclo c smico$ # que todo estallar, pronto. 0o le cabe la menor duda. Al mismo tiempo es padre de %amilia, # de una %amilia numerosa. 3on certe-as como las su#as, qu aberraci n le empu( a echar hi(o tras hi(o, en un mundo perdido? 1i se prev el %in, si se est, seguro de que no tardar,, si se da por descontado, da lo mismo esperarlo solo. 0o se procrea en Patmos. ! 8ontaigne, un sabio, no tuvo seguidores; 7ousseau, un histrico, alborota a*n a las naciones. 1 lo me gustan los pensadores que no han inspirado a ning*n tribuno. ! /n MTTM, en el concilio de ?lorencia, se decret que los paganos, los (ud)os, los herticos # los cism,ticos no tendr)an acceso a la "vida eterna$ # que todos, a menos de convertirse a la verdadera religi n antes de morir, ir)an al in%ierno.

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/n el tiempo en que la <glesia enseaba tamaas enormidades, era verdaderamente la <glesia. .na instituci n s lo est, viva # es %uerte si recha-a todo lo que no es ella. 2o mismo ocurre, por desgracia, con una naci n o con un rgimen. .n esp)ritu serio, honesto, no entiende nada, no puede entender nada de la &istoria. Pero sta es maravillosamente capa- de hacer las delicias de un erudito sard nico. ! /'traordinaria dul-ura al pensar que, siendo hombre, se ha nacido ba(o una estrella aciaga, # que todo lo que se ha hecho o se va#a a hacer estar, mimado por la mala suerte. ! Plotino ten)a amistad con un senador romano que hab)a liberado a sus esclavos, renunciado a sus bienes # que com)a # dorm)a con sus amigos porque no pose)a nada. /se senador, desde el punto de vista "o%icial$, era un perdido, su caso parec)a inquietante # lo era+ un santo en el 1enado... 9:u seal su presencia, su posibilidad; 2as hordas no estaban le(os. ! /n una escuela vedantina moderna se ensea que el hombre que ha vencido completamente al ego)smo, que #a no conserva ninguna huella de l, no puede durar m,s de veinti*n d)as. 0ing*n moralista occidental, ni siquiera el m,s perverso, hubiera osado precisar algo tan temible, tan revelador sobre la naturale-a humana. ! 3ada ve- se invoca menos el "progreso$ # m,s la "mutaci n$, # todo lo que se alega para ilustrar sus venta(as es s lo s)ntoma tras s)ntoma de una cat,stro%e %uera de serie. ! 0o se puede respirar # dar voces m,s que en un rgimen podrido. Pero uno s lo se da cuenta de ello despus de haber contribuido a su destrucci n, # cuando #a s lo se pueda lamentarlo. ! /so que se llama instinto creador no es m,s que una desviaci n, una perversi n de nuestra naturale-a+ no vinimos al mundo para innovar, para trastornar, sino para go-ar con nuestra apariencia de ser, para liquidarla dulcemente # desaparecer despus sin ruido. ! 2os a-tecas ten)an ra- n en creer que hab)a que apaciguar a los dioses, o%recerles a diario sangre humana para impedir que el universo se viniera aba(o, que regresara al caos. Desde hace tiempo #a no creemos en los dioses ni les o%recemos sacri%icios. 5, no obstante, el mundo sigue ah). 1in duda. 1 lo que no tenemos la suerte de saber por qu no se desbarata en el acto. IX

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Todo lo que perseguimos es por una necesidad de tormento. 2a b*squeda de salvaci n es en s) misma un tormento, el m,s sutil # el me(or dis%ra-ado de todos. ! 1i es cierto que al morir uno retorna a lo que era antes de ser, no hubiera sido me(or mantenerse en la pura posibilidad # no moverse de ah)? Para qu ese parntesis cuando se hubiera podido permanecer siempre en una plenitud irreali-ada? ! 3uando mi cuerpo me %alla me pregunto c mo luchar, con seme(ante carroa, contra la dimisi n de los rganos. ! 2os dioses antiguos se burlaban de los humanos, los envidiaban, los acosaban #, llegado el caso, los mataban. Al Dios de los /vangelios, menos burl n # menos celoso, los mortales, en sus in%ortunios, ni siquiera tienen el consuelo de poder acusarle. Ah) es donde habr)a que buscar la ra- n de la ausencia o de la imposibilidad de un /squilo cristiano. /l Dios bueno ha matado la tragedia. 2a literatura le debe mucho m,s a Qeus. ! Dbsesi n, locura de la abdicaci n, desde siempre. Pero abdicar de qu? ! 1i antao dese tanto ser alguien no %ue m,s que por la satis%acci n de poder decir un d)a, como 3arlos C en 5uste+ "5a no so# nada.$ ! Algunas .rovinciales %ueron reescritas hasta diecisiete veces. 1orprende que Pascal ha#a podido gastar tanta palabra # tanto tiempo en una obra cu#o inters nos parece m)nimo ho# en d)a. 3ualquier polmica enve(ece, una polmica con los hombres. /n las .ensees del debate era con Dios. /so todav)a nos interesa un poco. ! Durante los quince aos que pas en reclusi n completa, 1an 1era%)n 1arov no abr)a la puerta de su celda a nadie, ni siquiera al obispo que a veces visitaba la ermita. "/l silencio, dec)a, acerca al hombre a Dios # lo hace en la tierra seme(ante a los ,ngeles.$ 2o que el santo debi agregar es que el silencio nunca es tan pro%undo como en la imposibilidad de re-ar... ! 2os modernos han perdido el sentido del destino, #, con ello, el gusto por la lamentaci n. Deber)a resucitarse de inmediato el coro en el teatro, #, en los entierras, las plaideras. ! /l ansioso se a%erra a todo lo que puede re%or-ar, estimular su malestar providencial+ querer curarlo es romper su equilibrio, pues la ansiedad es la base de su e'istencia # de su prosperidad. /l con%esor astuto sabe lo necesario que es, la imposibilidad de prescindir

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de ella una ve- que se la ha conocido. 3omo no se atreve a proclamar sus bene%icios se sirve de un subter%ugio+ alaba los remordimientos+ ansiedad admitida, ansiedad honorable. 1us clientes se lo agradecen. As) es como logra conservarlos sin es%uer-o, mientras que sus colegas laicos se pelean # humillan para conservar a los su#os. ! 8e dec)a usted que la muerte no e'iste. /sto# de acuerdo a condici n de precisar en el acto que nada e'iste. 3onceder realidad a cualquier cosa # neg,rsela a lo que parece tan mani%iestamente real, es pura e'travagancia. ! 3uando se ha cometido la locura de con%iarle a alguien un secreto, la *nica %orma de saber que lo guardar,, es matarlo de inmediato. ! "2as en%ermedades visitan a los hombres a su anto(o, unas de d)a, otras durante la noche, tra#ndoles el su%rimiento, en silencio, pues el sabio Qeus les ha negado la palabra.$ E&es)odo.F ?eli-mente, pues si siendo mudas son atroces, qu ser)an parlanchinas? Puede uno imagin,rselas anunci,ndose? /n ve- de s)ntomas, proclamas? Por una ve- Qeus se comport con delicade-a. ! /n las pocas de esterilidad se deber)a invernar d)a # noche para conservar las %uer-as, en lugar de malgastarlas en morti%icaciones # en rabietas. ! 1 lo se puede admirar a alguien si es en sus tres cuartas partes un irresponsable. 2a admiraci n no tiene nada que ver con el respeto. ! 2a venta(a no desdeable de haber odiado mucho a los hombres es la de llegar %inalmente a soportarlos por agotamiento de ese mismo odio. ! .na ve- cerradas las persianas, me recuesto en la oscuridad. /l mundo e'terior, un rumor cada ve- menos claro, se volatili-a. 0o quedamos m,s que #o #... he ah) el hic. 2os eremitas pasaron su vida dialogando con lo que hab)a en ellos de m,s rec ndito. 9D(al, pudiera #o, como ellos, entregarme a ese e(ercicio e'tremo en el que se alcan-a la intimidad del propio ser; /s ese di,logo entre el #o # el s) mismo, es ese paso del uno al otro lo que importa, # su valor estriba en renovarlo sin cesar, de modo que el #o termine por ser reabsorbido en el otro, en su versi n esencial. ! <ncluso en las cercan)as de Dios resonaba el descontento, seg*n testimonia la rebeli n de los ,ngeles, la primera en el tiempo. /s para creer que a todos los niveles de la creaci n la superioridad es imperdonable. 1e podr)a incluso imaginar una %lor envidiosa. !

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2as virtudes no tienen rostro. <mpersonales, abstractas, convencionales, se desgastan m,s r,pidamente que los vicios que, cargados de vitalidad, se de%inen # se agravan con la edad. ! "Todo est, lleno de dioses$, dec)a Tales en los albores de la %iloso%)a; ho#, en su crep*sculo, podemos proclamar, # no *nicamente por necesidad de simetr)a, sino por respeto a la evidencia, que "todo est, vac)o de dioses$. ! 8e encontraba solo en este cementerio que dominaba al pueblo cuando una mu(er encinta entr . 1al) de inmediato para no tener que ver de cerca a esa portadora de cad,ver # rumiar el contraste entre un vientre agresivo # unas tumbas borrosas, entre una %alsa promesa # el %in de toda promesa. ! /l deseo de orar no tiene nada que ver con la %e. 1urge de un agobio particular, # durara tanto como l, incluso si los dioses # su recuerdo desaparecen para siempre. ! "0inguna palabra puede esperar otra cosa que no sea su propia derrota.$ EKregorio PalamasF. .na condenaci n tan radical de toda literatura s lo pod)a provenir de un m)stico, de un pro%esional de lo ine'presable. ! /ntre los %il so%os de la Antig>edad se recurr)a voluntariamente a la as%i'ia por retenci n del aliento, hasta que sobreven)a la muerte. /sta %orma tan elegante, # tan pr,ctica, de terminar ha desaparecido por completo # no es nada probable que pueda resurgir alg*n d)a. ! 1e ha dicho # repetido+ la idea de destino, que supone cambio, historia, no se aplica a un ser inamovible. As), no se podr)a hablar del "destino$ de Dios. /n teor)a no, sin duda, pero en la pr,ctica s lo eso se hace, sobre todo en las pocas en que las creencias se disuelven, en que la %e se tambalea, en que nada parece capa- de desa%iar al tiempo, en que Dios mismo es arrastrado hacia la delicuescencia general. ! /n cuanto uno empie-a a querer cae ba(o la (urisdicci n del Demonio. ! 2a vida no es nada; la muerte es todo. 1in embargo, no e'iste algo que sea la muerte independientemente de la vida. 5 es (ustamente esa ausencia de realidad distinta, aut noma, lo que hace a la muerte universal; no tiene un dominio propio, es omnipresente como todo lo que carece de identidad, de l)mite # de decoro+ una in%inidad indecente. !

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/u%oria. <ncapa- de concentrarme en mis humores habituales # en las re%le'iones que engendran; empu(ado por no se que %uer-a, estaba eu% rico sin motivo, # me dec)a que ese go-o de origen desconocido es el que deben sentir los que se ocupan en algo # bregan, los que producen. 0i quieren ni pueden pensar en lo que los niega. 5 aunque lo hicieran no sacar)an ninguna consecuencia, tal como me sucedi a m) durante esa (ornada memorable. ! Para qu insistir en lo que e'clu#e los comentarios? .n te'to e'plicado no es #a un te'to. 1e vive con una idea, no se la desarticula; se lucha con ella, no se describen sus etapas. 2a historia de la %iloso%)a es la negaci n de la %iloso%)a. ! :ueriendo saber, por un escr*pulo bastante dudoso, de qu cosas e'actamente estaba cansado, hice una lista+ aunque incompleta, me pareci tan larga # tan deprimente que cre) pre%erible plegarme a la atiga en s(, % rmula halagadora que, gracias a su ingrediente %ilos %ico, le devolver)a el ,nimo a un apestado. ! Destrucci n # estallido de la sinta'is, victoria de la ambig>edad # del poco m,s o menos. 8u# bien. Pero intentad redactar vuestro testamento # veris si el di%unto rigor era tan despreciable. ! /l a%orismo? ?uego sin llama. 1e entiende que nadie quiera calentarse en l. ! 0o podr)a alcan-ar la "plegaria ininterrumpidaF, tal # como la preconi-an los hesequiastas, ni aunque perdiera la ra- n. De las piedad s lo comprendo sus desbordamientos, sus e'cesos sospechosos, # el ascetismo no me retendr)a un solo instante si no se encontraran en l todas las cosas que le son propias al mal mon(e+ indolencia, glotoner)a, gusto por la desolaci n, avide- # aversi n del mundo, con%licto entre tragedia # equ)voco, esperan-a de un hundimiento interior... ! 3ontra el desaliento mon,stico no recuerdo qu Padre recomendaba el traba(o manual. Admirable conse(o que siempre he practicado espont,neamente+ no ha# tedio, ese desaliento secular, que resista al es%uer-o %)sico. ! Desde hace aos sin ca%, sin alcohol, sin tabaco. Por %ortuna ah) est, la ansiedad que reempla-a con provecho a los m,s %uertes. e'citantes. ! /l m,s grave reproche que se puede hacer a los reg)menes polic)acos es que obligan a destruir, por medida de prudencia, cartas # diarios, es decir, lo que ha# de menos %also en literatura.

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Para mantener la mente despierta, la calumnia se revela tan e%ica- como la en%ermedad+ la misma inquietud, la misma atenci n crispada, la misma inseguridad, el mismo enloquecimiento que %ustiga, el mismo enriquecimiento %unesto. ! 0o so# nada, es evidente, pero como durante mucho tiempo he querido ser algo, no acabo de ahogar esa voluntad+ e'iste porque ha e'istido, me atormenta # me domina aunque la rechace. De nada me vale relegarla al pasado, se resiste # me agui(onea+ no habiendo sido nunca satis%echa, se mantiene intacta, # no acepta plegarse a mis rdenes. 3opado entre mi voluntad # #o, qu puedo hacer? ! /n su Escala del .ara(so, 1an =uan 3l)maco observa que un mon(e orgulloso no tiene necesidad de ser perseguido por el demonio. Pienso en ?ulano, que ech a perder su vida en el convento. 0adie como l estaba tan bien dispuesto para distinguirse en el mundo # brillar. <ncapa- de humildad, de obediencia, escogi la soledad # se hundi en ella. 0o hab)a nada en l para convertirlo, seg*n la e'presi n del mismo =uan 3l)maco, en "el amante de Dios$. 3on sarcasmo no se pueda alcan-ar la salvaci n, ni a#udar a los otros a alcan-ar la su#a. 3on sarcasmo s lo es posible esconder las heridas, sino las decepciones. ! /s de una enorme %ortale-a, # una gran suerte, poder vivir sin ninguna ambici n. 8e constrio a ello. Pero este hecho tiene #a que ver con la ambici n. ! /l tiempo vac)o de la meditaci n es, en realidad, el *nico tiempo lleno. 0o deber)amos avergon-arnos nunca de acumular instantes vac)os. Cac)os en apariencia, llenos de hecho. 8editar es un ocio supremo cu#o secreto se ha perdido. ! 2os gestos nobles son siempre sospechosos. 1iempre se arrepiente uno de haberlos hecho. 1on %alsedad, teatro, pose. /s verdad que igualmente se arrepiente uno de los gestos innobles. ! 1i vuelvo a pensar en cualquier momento de mi vida, en el m,s %ebril o en el m,s neutro, qu ha quedado de ellos, cu,l es ahora la di%erencia entre ambos? Todo se parece, sin relieve ni realidad, # me encontraba m,s cerca de la verdad cuando no sent(a nada. :u sentido tiene haber e'perimentado lo que sea? 0o ha# #a ning*n "'tasis$ que la memoria o la imaginaci n pueden resucitar. ! 0adie consigue, antes de su *ltimo momento, usar totalmente su muerte+ incluso para el agoni-ante nato ella conserva un algo de novedad. !

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1eg*n la 3,bala, Dios cre las almas desde el comien-o # todas se encontraban %rente a l ba(o la %orma que habr)an de tomar m,s tarde al encarnar. 3ada cual, cuando su tiempo llega, recibe la orden de ir a unirse con el cuerpo que le est, destinado, pero cada cual tambin, implora in*tilmente a su 3reador que le ahorre esa esclavitud # esa mancilla. 8ientras m,s pienso en lo que ocurri cuando le lleg su turno a la m)a, m,s me digo que si alguna hubo que con ma#or intensidad re%un%uara, esa %ue ella. ! 1e abruma al escptico, se habla del "automatismo de la duda$, mientras que de un cre#ente no se dice nunca que ha ca)do en el "automatismo de la %e$. 1in embargo, la %e lleva consigo un car,cter maquinal di%erente al de la duda, que tiene la venta(a de pasar de sorpresa en sorpresa 6dentro del desconsuelo, es cierto. ! 1i queremos volver a unirnos con esa claridad le(ana de la que nunca sabremos por qu %uimos separados, es importante salvaguardar ese poco de lu- que e'iste en cada uno de nosotros desde antes de nuestro nacimiento, de todos los nacimientos. ! 0o he conocido una sola sensaci n de plenitud, de dicha verdadera sin pensar que ese era el momento (usto de retirarme para siempre. ! .n momento llega en el que nos parece ocioso tener que escoger entre la meta%)sica # el amateurismo; entre lo insondable # la ancdota. ! Para medir bien el retroceso que representa el cristianismo en relaci n al paganismo, basta comparar las me-quindades que propalan los padres de la <glesia sobre el suicidio, con las opiniones emitidas al respecto por Plinio, 1neca # 3icer n inclusive. ! A qu viene lo que se dice? /sa secuencia de proposiciones que %orman un discurso, tienen sentido? 5 cada una de esas proposiciones por separado, tienen un ob(etivo? 1 lo se puede hablar haciendo abstracci n de esas preguntas, o hacindolas lo menos a menudo posible. ! "Todo me tiene sin cuidado$. 1i esas palabras %uesen pronunciadas %r)amente, aunque %uera una sola ve-, con per%ecto conocimiento de lo que signi%ican, la historia estar)a (usti%icada #, con ella, todos nosotros. ! "9A# de vosotros cuando todo mundo os alabe;$ 3risto pro%eti-aba su propio %inal. &o# todos le alaban, incluso los no cre#entes m,s reacios, sobre todo ellos. /l sab)a que un d)a sucumbir)a ante la aprobaci n universal.

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1i no su%re persecuciones tan implacables como las que su%ri en sus inicios, el cristianismo est, perdido. Deber)a suscitarse enemigos, a cualquier precio, prepararse a s) mismo grandes calamidades. :ui-, s lo un nuevo 0er n podr)a a*n salvarlo... ! 3reo que la palabra es reciente, me imagino mal un di,logo que se remonte a m,s de die- mil aos. 8enos me imagino que va#a a haber uno, no dentro de die- mil, sino s lo dentro de mil aos. ! /n una obra de psiquiatr)a s lo me interesa lo que dicen los en%ermos; en un libro de cr)tica, las citas. ! 0adie puede hacer nada por esa polaca que est, m,s all, de la salud # de la en%ermedad, m,s all, de la vida # de la muerte. 0o se sana a un %antasma, # mucho menos a un liberado viviente. 1 lo se sana a aquellos que pertenecen a la tierra # todav)a tienen ra)ces en ella, por mu# super%iciales que sean. ! 2os per)odos de esterilidad por los que atravesamos coinciden con una e'acerbaci n de nuestro discernimiento, con el eclipse del loco que llevamos dentro. ! <r hasta los e'tremos del arte, #, mas a*n, del ser, es la le# de todo aquel que se cree elegido. ! A causa de la palabra, los hombres dan la ilusi n de ser libres. 1i hiciesen lo que hacen sin decir una sola palabra, se les tomar)a por aut matas. Al hablar se engaan a s) mismos igual que engaan a los dem,s+ si anuncian lo que van a llevar a cabo, c mo pensar que no son dueos de sus actos? ! /n el %ondo cada cual se cree # se siente inmortal, aunque sepa que va e'pirar dentro de un instante. 1e puede comprender todo, admitir todo, imaginar todo, salvo la propia muerte, aunque se piense en ella sin descanso # se est resignado. ! Aquella maana en el matadero miraba a las bestias que encaminaban a la matan-a. 3asi todas, en el *ltimo momento, se negaban a avan-ar. Para decidirlas, les golpeaban las patas traseras. /sta escena se me representa a menudo cuando, recha-ado por el sueo, no tengo %uer-as para a%rontar el suplicio cotidiano del tiempo. !

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8e (acto de percibir el car,cter transitorio de todo. 3uriosa percepci n que me ha echado a perder todas mis alegr)as; me(or dicho, todas mis sensaciones. ! 3ada cual e'p)a su primer instante. ! Durante un momento he cre)do sentir lo que la absorci n en el 4rahman puede signi%icar para un %erviente del Cedanta. 8e habr)a gustado tanto que ese segundo %uese e'tensible, inde%inidamente. ! &e buscado en la duda un remedio contra la ansiedad. /l remedio ha terminado por hacer causa com*n con el mal, ! "1i una doctrina se e'pande es porque as) lo ha querido el cielo.$ E3on%ucio.F... De eso me gustar)a convencerme cada ve- que ante tal o cual aberraci n victoriosa mi %uror se acerca a la apople()a. ! /s un acr bata? /s un director de orquesta atrapado por la <dea? 1e entusiasma, luego se modera, alterna el allegro # el andante, es dueo de s) como lo son los %aquires o los esta%adores. 8ientras est, hablando, da la impresi n de buscar, pero nunca sabremos qu+ un e'perto en el arte de imitar al pensador. 1i di(era una sola cosa per%ectamente clara, estar)a perdido. 3omo ignora, al igual que sus o#entes, a d nde va a parar, puede continuar durante horas sin agotar el asombro de los %antoches que le escuchan. ! /s un privilegio vivir en con%licto con la propia poca. /n todo momento uno es consciente de no ser como los dem,s. /se agudo estado de deseme(an-a, por mu# indigente # estril que pare-ca, posee, no obstante, un rango %ilos %ico que in*tilmente se buscar)a en las lucubraciones que otorgamos a los acontecimientos. ! "0o ha# nada que hacer$, respond)a la nonagenaria a todo lo que #o le dec)a, a todo lo que voci%eraba a sus o)dos sobre el presente, el %uturo, el cauce de los acontecimientos... 3on la esperan-a de arrancarle alguna otra respuesta, continuaba #o con mis temores, mis agravios # mis que(as. Al no obtener de ella m,s que el sempiterno "no ha# nada que hacer$, termin por hartarme # me %ui irritado contra m) # contra ella. 9Ca#a idea la de abrirse a una imbcil; Pero #a en la calle, cambio total. "2a vie(a tiene ra- n. 3 mo no me di cuenta de inmediato que su estribillo encerraba una verdad, la m,s importante sin duda, puesto que todo lo que sucede la proclama # todo en nosotros la recha-a?$ X

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Dos clases de intuici n+ las originales E&omero, .panishades, %olBloreF, # las tard)as Ebudismo 8ahU#Una, estoicismo romano, gnosis ale(andrinaF. Destellos primigenios # resplandores e'tenuados. /l despertar de la conciencia, # la lasitud de estar despierto. ! 1i es verdad que lo que perece no ha e'istido (am,s, el nacimiento, %uente de lo perecedero, tiene tan poca e'istencia como el resto. ! 93uidado con los eu%emismos; Agravan el horror que se supone deben dis%ra-ar. /n lugar de allecido o de muerto, emplear desaparecido, me parece grotesco, o sea insensato. ! 3uando el hombre olvida que es mortal se siente empu(ado a hacer grandes cosas, # a veces lo logra. /ste olvido, %ruto de la desmesura, es al mismo tiempo la causa de sus desgracias. "8ortal, piensa como mortal.$ 2a Antig>edad invent la modestia tr,gica. ! De todas las estatuas ecuestres de emperadores romanos, s lo sobrevivi a las invasiones b,rbaras # a la erosi n de los siglos la de 8arco Aurelio, el menos emperador de todos # al que le hubiera dado lo mismo cualquier otra posici n. ! &abindome levantado con serios pro#ectos en la mente, estaba convencido de que iba a traba(ar toda la maana. Apenas me hab)a instalado %rente a la mesa # el odioso, in%ame, estribillo+ ":u has venido a buscar en este mundo?$, vino a romper mi impulso. 5 volv) al lecho, como de costumbre, con la esperan-a de encontrar al respuesta, a m,s bien de volverme a dormir. ! 1e opta # se toman resoluciones mientras se atiene uno a la super%icie de las cosas; en cuanto se va al %ondo, #a no es posible optar ni resolver, #a s lo se puede echar de menos la super%icie... ! /l temor a ser engaado es la versi n vulgar de la b*squeda de la Cerdad. ! 3uando uno se conoce bien, si no se desprecia totalmente es porque est, demasiado cansado como para entregarse a sentimientos e'tremos. ! /s esterili-ante seguir una doctrina, una creencia, un sistema, sobre todo para un escritor, a menos que viva, como a menudo ocurre, en contradicci n con las ideas que proclama. /sta contradicci n, o esta traici n, le estimula # le mantiene en la inseguridad, la molestia # la verg>en-a, condiciones propicias para la producci n.

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/l Para)so era el lugar donde todo se sab)a pero nada se e'plicaba. /l universo anterior al pecado, anterior al comentario... ! 0o tengo %e, a%ortunadamente. 1i la tuviera, vivir)a con el temor constante de perderla. As), le(os de a#udarme, no har)a m,s que daarme. ! .n impostor, un misti%icador consciente de serlo, es decir espectador de si mismo, est, necesariamente m,s avan-ado en el conocimiento que un esp)ritu tranquilo, lleno de mritos # de una sola pie-a. ! 3ualquiera que posea un cuerpo tiene derecho al t)tulo de rprobo. 1i, adem,s, est, aque(ado de un "alma$, no ha# anatema al que no pueda aspirar. ! ?rente a alguien que ha perdido todo, qu lengua(e emplear? /l m,s vago, el m,s di%uso ser, siempre el m,s e%ica-. ! 1upremac)a del lamento+ las acciones que no llevamos a cabo %orman, por el hecho de perseguirnos # de hacernos pensar en ellas sin cesar, el *nica contenido de nuestra conciencia. ! A veces uno quisiera ser can)bal, no tanto por el placer de devorar a %ulano o a mengano como por el de vomitarlo. ! 3uando alguien se que(a de que su vida no ha tenido 'ito, basta recordarle que la vida misma est, en una situaci n an,loga, si no peor. ! 0o querer #a ser hombre... soar con otra %orma de disminuci n. ! 3ada ve- que me encuentro en un momento decisivo, lo me(or es acostarse # de(ar pasar las horas. 2as resoluciones que se toman de pie no valen nada+ est,n dictadas o por el orgullo o por el miedo. Acostados, tambin e'isten estas dos calamidades, pero ba(o una %orma m,s atenuada, m,s intemporal. ! 3uando alguien se que(a de que su vida no ha tenido 'ito, basta recordarle que la vida misma est, en una situaci n an,loga, sino peor.

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! 2as obras mueren; los %ragmentos, como no han vivido, no pueden morir. ! /l horror ante lo accesorio me parali-a. Ahora bien, lo accesorio es la esencia de la comunicaci n Epor lo tanto, del pensamientoF, es la carne # la sangre de la palabra # de la escritura. :uerer renunciar a ello es tanto como %ornicar con un esqueleto. ! 2a satis%acci n que se obtiene al cumplir con una tarea Esobre todo cuando uno no cree en ella # que incluso la despreciaF, muestra bien hasta qu punto pertenece uno, a la turba. ! 8i mrito no estriba en ser totalmente ine%ica-, sino en haberme querido as). ! 1i no reniego de mis or)genes es porque vale m,s, en de%initiva, no ser nada que parecido a algo. ! /l hombre es un robot con %allos, un robot loco me-cla de automatismo # de capricho. 3on tal de que se quede as) # no lo reparen ! 2o que cada cual espera desde siempre, tenga o no paciencia, es evidentemente la muerte. Pero s lo lo sabe cuando llega... cuando #a es demasiado tarde para go-ar de ella. ! 1eguramente el hombre empe- a re-ar mucho antes de haber aprendido a hablar, porque c mo hubiera podido soportar las angustias que debi conocer al abandonar, al renegar de la animalidad, sin gruidos # sin gemidos, pre%iguraciones, signos precursores de la plegaria? ! /n arte, como en todo, el comentador est, generalmente m,s prevenido # es m,s l*cido que el comentado. /s la venta(a del asesino sobre la v)ctima. ! "Demos gracias a los dioses por no retener a nadie a la %uer-a en la vida.$ 1neca Ecu#o estilo, seg*n 3al)gula, carece de cimientoF est, abierto a lo esencial, # ello no tanto a causa de su a%iliaci n al estoicismo como a su e'ilio de ocho aos en 3 rcega, particularmente salva(e en aquellas pocas. /sta e'periencia con%iri a un esp)ritu %r)volo una dimensi n que normalmente no hubiese adquirido. 2e dispens de la a#uda de una en%ermedad.

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/ste instante, m)o a*n, se desvanece, se escapa, se hunde. Co# a e'ponerme al siguiente? 8e decido+ helo aqu), me pertenece # #a est, le(os. Desde la maana hasta la noche, %abricar pasado. ! Despus de haber intentado todo in*tilmente por el lado de los m)sticos, no le quedaba m,s que una salida+ -o-obrar en la sabidur)a... ! /n cuanto nos planteamos preguntas llamadas %ilos %icas utili-ando su inevitable (erga, adquirimos un aire de superioridad, agresivo, # eso en un dominio en el que, siendo lo insoluble la t nica, la humildad tambin deber)a serlo. /sta anomal)a es s lo aparente. 8ientras m,s talla tienen las preguntas que se abordan, m,s se pierde la cabe-a+ uno termina por prestarse a s) mismo las dimensiones que ellas poseen. 1) el orgullo de los te logos es a*n m,s "apestoso$ que el de los %il so%os, es porque no se ocupan impunemente de Dios+ terminan por arrogarse algunos de sus atributos, los peores, se entiende. ! /n pa- consigo mismo # con el mundo, el esp)ritu se marchita. /n cambio, se e'pande %rente a la menor contrariedad. /l pensamiento no es, en suma, m,s que la e'plotaci n desvergon-ada de nuestros malestares # desgracias. ! /ste cuerpo, antao %iel, me repudia, #a no me sigue, ha de(ado de ser mi c mplice. 7echa-ado, traicionado, abandonado, qu ser)a de m) sin esos vie(os padecimientos que mani%iestan su lealtad # vienen a hacerme compa)a a todas horas del d)a # de la noche? ! 2as gentes "distinguidas$ no inventan en cuesti n de lengua(e. Por el contrario, sobresalen todos los que por %an%arroner)a improvisan o se enlodan en una vulgaridad teida de emoci n. 1on naturale-as %uertes, viven a ras de las palabras. 1er, el genio verbal la herencia de los lugares de ba(a esto%a? /n todo caso, e'ige un m)nimo de porquer)a. ! .no deber)a con%ormarse con un solo idioma # pro%undi-ar cada ve- m,s en su conocimiento. Para un escritor, charlar con una portera es mucho m,s provechoso que conversar con un sabio en una lengua e'tran(era. ! "... el sentimiento de ser todo # la evidencia de no ser nada.$ 2a casualidad me hi-o encontrar en mi (uventud este %ragmento de %rase. 8e trastorn . Todo lo que entonces sent)a, # lo que habr)a de sentir despus, se encontraba recogido en esa e'traordinaria % rmula banal, s)ntesis de dilataci n # de %racaso, de 'tasis # de calle( n sin salida. A menudo es de una perogrullada, # no de una parado(a, de donde surge una revelaci n. !

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2a poes)a e'clu#e c,lculo # premeditaci n+ es inconclusi n, presentimiento, abismo. 0i geometr)a ronroneante, ni sucesi n de ad(etivos e'ang>es. Todos estamos demasiado heridos # demasiado deca)dos, demasiado %atigados, # somos demasiado b,rbaros en nuestra %atiga como para encima apreciar el virtuosismo. ! !o es posi"le prescindir de la idea de progreso, y, sin em"argo, no merece la pena. Es como el 6sentido7 de la vida. Es necesario que la vida tenga uno. #Acaso existe uno solo que, examinado, no se revele irrisorio$ ! Vrboles asesinados. 1urgen casas. &ocicos, hocicos por todas partes. /l hombre se e'tiende. El hom"re es el cncer de la Tierra. ! 2a idea de %atalidad tiene algo de envolvente # de voluptuoso; mantiene caliente. ! 8n troglodita que hu"iese recorrido todos los matices de la saciedad... ! /l placer de calumniarse vale m,s que el de ser calumniado. ! 3ono-co me(or que nadie el peligro de haber nacido sediento de todo. .n don envenenado, una vengan-a de la Providencia. As) gravado no pod)a llegar a nada, en el plano espiritual, claro, el *nico que importa. 8i %racaso, en modo accidental, se con%unde con mi esencia. ! 2os m)sticos # sus "obras completas$. 3uando se dirigen a Dios, *nicamente a Dios seg*n pretenden, deber)an abstenerse de escribir+ Dios no lee... ! 3ada ve- que pienso en lo esencial creo entreverlo en el silencio o en el estallido, en el estupor o en el grito. 0unca en la palabra. ! 3uando se rumia durante todo el d)a el inconveniente del nacimiento, todo lo que se pro#ecta # todo lo que se hace parece pedestre # %*til. 1e es como un loco que, curado, no har)a m,s que pensar en la crisis por la que ha atravesado, en el "sueo$ del que sale; volver, a ello sin cesar, de manera que su curaci n no le ser, de ning*n provecho. ! /l apetito del tormento es para algunos lo que el incentivo de la ganancia para otros.

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/l hombre empe- con el pie i-quierdo. /l percance en el para)so %ue la primera consecuencia. 2o que sigue era obvio. ! !unca entender& cmo se puede vivir sa"iendo que no se es, por lo menos, eterno. ! /l ser ideal? .n ,ngel devastado por el humor. ! Despus de una serie de preguntas sobre el deseo, el tedio # la serenidad, le preguntan a 4uda+ "3u,l es el ob(etivo, el sentido *ltimo del 0irvana?$ 4uda no responde+ sonr)e. 8ucho se ha dicho sobre esa sonrisa en lugar de ver en ella una reacci n normal ante una pregunta sin ob(eto. /so es lo que hacemos ante los porqus de los nios. 1onre)mos porque ninguna respuesta es concebible, porque la respuesta estar)a a*n m,s desprovista de sentido que la pregunta. 2os nios no admiten l)mite a nada; quieren ver siempre m,s all,, ver qu ha# despus. Pero no ha# despus. /l nirvana es un l)mite, el l)mite. /s liberaci n, calle( n sin salida supremo... ! /eguramente la existencia tuvo algn atractivo antes del advenimiento del ruido, digamos antes del neol(tico. 3u,ndo vendr, el hombre que sepa desembara-arnos de todos los hombres? ! De nada vale decirse que no se deber)a sobrepasar la longevidad de un aborto, pues en lugar de huir a la primera oportunidad, uno se a%erra, con la energ)a de un alienado, a una (ornada m,s. ! Dios+ una en%ermedad de la que nos creemos curados porque #a nadie muere por su causa. ! 2a inconsciencia es el secreto, el "principio de la vida$... /s el *nico recurso contra el #o, contra el mal de estar individuali-ado, contra el e%ecto debilitante de la conciencia, estado tan temible, tan duro de en%rentar que s lo deber)a estar reservado a los atletas. ! 5ualquier logro, en cualquier orden, trae consigo un empo"recimiento interior. !os hace olvidar lo que somos, nos priva del suplicio de nuestros l(mites. ! 0unca me he tomado por un ser. .n no6ciudadano, un marginado, un don nadie que solo e'iste por e'ceso, por la sobreabundancia de su nada.

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9a"er nau ragado en alguna parte entre el epigrama y el suspiro. ! /l su%rimiento abre los o(os, a#uda a mirar cosas que de otra %orma no hubisemos percibido. /ntonces, s lo es *til al conocimiento #, %uera de ah), no sirve m,s que para envenenar la e'istencia. 2o cual, dicho sea de paso, %avorece tambin el conocimiento. 69a su rido, as( pues, ha comprendido.7 Es todo lo que se puede decir de una v(ctima de la en ermedad, de la injusticia o de cualquier variedad de in ortunio. El su rimiento no hace mejor a nadie :salvo a los que ya eran "uenos;, se olvida como se olvidan todas las cosas, no entra en el 6patrimonio de la humanidad7, ni se conserva de ninguna manera, sino que se pierde como se pierde todo. 8na vez ms, slo sirve para a"rir los ojos. ! El hom"re ha dicho lo que ten(a que decir. Ahora de"er(a descansar. .ero no lo acepta, y aunque haya entrado en su ase de so"reviviente, se agita como si estuviese en el um"ral de una carrera maravillosa. ! Kritar no tiene sentido m,s que en un universo creado. 1i no ha# creador, qu sentido tiene llamar la atenci n sobre s)? ! "2legando a la pla-a de la 3oncordia, mi intenci n era destruirme$ EK. de 0erval.F 0ada, en la literatura %rancesa, me ha obsesionado tanto. ! /n todo, s lo cuentan el principio # el desenlace, el hacer # el deshacer. /l camino hacia el ser # el camino %uera del ser, eso es la respiraci n, el aliento, mientras que el ser como tal no es m,s que una as%i'ia. ! A medida que el tiempo pasa me convenzo de que mis primeros a-os ueron un para(so. .ero me equivoco, sin duda. /i alguna vez hu"o para(so necesitar(a "uscarlo con anterioridad a todos mis a-os. ! 7egla de oro+ de(ar una imagen incompleta de s) mismo... ! 8ientras m,s hombre es el hombre, m,s realidad pierde+ ese es el precio que debe pagar por su esencia distinta. 1i llegara hasta el %in de su singularidad # se hiciera hombre de una manera total, absoluta, no habr)a nada en l que recordase ning*n gnero de e'istencia. !

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/l mutismo ante los embates de la suerte, el descubrimiento, despus de siglos de imploraci n atronadora, del cllate antiguo+ he ah) a lo que deber)amos constreirnos, he ah) nuestra lucha, si es que esa palabra es la apropiada cuando se trata de una derrota prevista # aceptada. ! Todo &xito es in amante< no se recupera uno nunca, a los propios ojos, se entiende. ! 2os temores a la verdad sobre uno mismo est,n por encima de lo que uno puede soportar. Aquel que no se miente a s) mismo Esi es que un ser as) e'isteF, 9c mo ha# que compadecerlo; ! !o leer& ms a los sa"ios. =e han hecho demasiado da-o. De"( de ha"erme entregado a mis instintos, dejar expandirse mi locura. 9e hecho todo lo contrario, he adquirido la mscara de la razn, y la mscara ha terminado por suplantar al rostro y por usurpar todo lo dems. ! /n mis momentos de megaloman)a me digo que es imposible que mis diagn sticos sean err neos, que s lo tengo que tener paciencia, que esperar hasta el %in, hasta el advenimiento del *ltimo hombre, del *nico ser capa- de darme la ra- n... ! 2a idea de que hubiera sido me(or no e'istir es una de las que ma#or oposici n encuentran. <ncapa- de mirarse m,s que desde el interior, cada cual se cree necesario, indispensable, cada cual se siente # se percibe como una realidad absoluta, como un todo, como el todo. Desde el momento en que uno se identi%ica enteramente con su propio ser, uno reacciona como Dios, es Dios. *nicamente cuando se vive al mismo tiempo en el interior # al margen de s) mismo, se puede concebir, con toda serenidad, que hubiera sido pre%erible que el accidente que se es no hubiese ocurrido (am,s. ! /i yo siguiera mi inclinacin natural, har(a estallar todo. .orque no tengo el valor de seguirla, en penitencia, intento em"rutecerme en contacto con aquellos que han encontrado la paz. ! 8n escritor no nos marca porque lo hayamos le(do mucho, sino porque hemos pensado en &l ms de la cuenta. !o he recuentado especialmente a 1audelaire ni a .ascal, pero no he dejado de pensar en sus miserias que me han acompa-ado siempre con la misma idelidad que las m(as. ! En cada edad, signos ms o menos claros nos advierten que hay que largarse. Dudamos, posponemos, persuadidos de que esos signos sern tan precisos en cuanto la vejez llegue, que dudar ser(a improcedente. > son precisos, en e ecto, pero entonces ya

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no tenemos su iciente vigor para realizar el nico acto decente que un ser vivo puede llevar a ca"o. ! =e viene a la mente el nom"re de una actriz c&le"re durante mi in ancia. #?ui&n se acuerda an de ella$ =ucho ms que una rumia ilos ica, son los detalles de esa cala-a los que nos revelan la escandalosa realidad e irrealidad del tiempo. ! /i a pesar de todo logramos durar, es porque nuestros padecimientos son tantos y tan contradictorios que se anulan mutuamente. ! 0os nicos momentos que recuerdo con alivio son aquellos en los que he deseado no ser nada para nadie, en los que he enrojecido ante la idea de dejar la menor huella en la memoria de quien sea... ! 5ondicin indispensa"le para la plenitud espiritual< ha"er apostado siempre mal... ! /i queremos ver disminuir el nmero de nuestras decepciones o de nuestros urores, es importante, en cualquier circunstancia, recordar que estamos aqu( para hacernos in elices unos a otros, y que re"elarse contra ese estado de cosas es socavar los cimientos mismos de la vida comn. ! .na en%ermedad; es nuestra a partir del momento en que nos dicen su nombre, en que nos ponen la soga al cuello... ! Todos mis pensamientos est,n orientados hacia la resignaci n, #, no obstante, no pasa un d)a en que no trame alg*n ultim,tum contra Dios o contra alguien. ! 3uando cada cual ha#a comprendido que el nacimiento es una derrota, la e'istencia, al %in soportable, aparecer, como el maana de una capitulaci n, como el alivio # el descanso del vencido. ! =ientras se cre(a en el Dia"lo, todo lo que ocurr(a era inteligi"le y claro@ desde que no se cree en &l es necesario, a propsito de cada acontecimiento, "uscar una explicacin nueva, tan ela"orada como ar"itraria, que intriga a todo el mundo pero no satis ace a nadie. !

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0o siempre perseguimos la Cerdad; pero cuando la buscamos con sed, con violencia, detestamos todo lo que es e'presi n, lo que tiene que ver con palabras # con %ormas, todas las mentiras nobles, mucho m,s ale(adas de la verdad que las mentiras vulgares. ! /s real todo lo que procede de la emoci n o del cinismo. 2o dem,s es "talento.$ ! Aitalidad y rechazo van juntos. 0a indulgencia, signo de anemia, suprime la risa puesto que se inclina ante todas las ormas de la desemejanza. ! !uestras miserias isiolgicas nos ayudan a en rentar el uturo con con ianza< nos dispensan de preocuparnos demasiado, hacen lo mejor para que ninguno de nuestros proyectos a largo plazo tenga el tiempo de gastar todas nuestras reservas de energ(a. ! El +mperio se des"arata"a, los "r"aros se desplaza"an... #?u& hacer sino evadirse del mundo$ Dichoso tiempo en el que ha"(a dnde huir, en el que los espacios solitarios eran accesi"les y acogedores. 9emos sido despose(dos de todo, inclusive del desierto. ! .ara aquel que ha tomado el enojoso h"ito de desenmascarar las apariencias, acontecimiento y malentendido son sinnimos. +r a lo esencial es a"andonar la partida, es con esarse vencido. ! /in duda )ulano tiene razn al compararse con un 6volcn7, pero comete un error al querer entrar en detalles. ! 2os pobres, a %uer-a de pensar sin descanso en el dinero, terminan por perder las venta(as espirituales de la no6posesi n # por descender tan ba(o como los ricos. ! 2a psique %ue considerada por los primeros griegos aire sin m,s, viento o, me(or a*n, humo. 5 les damos la ra- n cada ve- que se ve uno harto de escudriar en el propio #o # en el de los dem,s en busca de pro%undidades ins litas #, a ser posible, sospechosas. ! /l primer paso hacia la indi%erencia es la destrucci n de la idea misma de indi%erencia. ! 5aminar en un "osque entre dos hileras de helechos trans igurados por el oto-o@ eso es un triun o. En comparacin, #qu& son su ragios y ovaciones$ !

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Be"ajar a nuestros parientes, vilipendiarlos, pulverizarlos, socavar sus cimientos y los propios desde la "ase, arruinar el punto de partida, castigarnos por nuestros or(genes... maldecir a todos esos no elegidos, casta menor, sin importancia, dividida entre la impostura y la eleg(a y cuya sola misin es la de no tener ninguna... ! &abiendo destruido todas mis ataduras, tendr)a que e'perimentar una sensaci n de libertad. 5, en e%ecto, siento una tan intensa que temo regoci(arme. ! 3uando la costumbre de mirar las cosas de %rente se convierte en una man)a, uno deplora al loco que %ue # que #a no es. XI 5uando hemos puesto a alguien muy alto, se nos hace ms asequi"le en cuanto comete un acto indigno. As( nos li"era del calvario de la veneracin. >, a partir de ese momento, sentimos por &l un verdadero apego. ! !ada so"repasa en gravedad las groser(as y villan(as que se cometen por timidez. ! /egn un testigo, ante el !ilo y las .irmides, )lau"ert slo pensa"a en !ormand(a, en las costum"res y los paisajes de la utura =adame 1ovary. !ada parec(a existir para &l uera de ella. +maginar es restringirse, es excluir< sin una capacidad desmesurada de rechazo, ningn proyecto, ninguna o"ra, ninguna orma de realizar lo que sea. ! 0o que de cerca o de lejos tiene visos de &xito me parece a tal punto un deshonor que, en cualquier circunstancia, slo puedo com"atir con el irme propsito de perder. 9e so"repasado el nivel en el que los seres importan y no veo ninguna razn para luchar en los mundos conocidos. ! /lo se ense-a la iloso (a en el gora, en un jard(n o en casa. 0a ctedra es la tum"a del ilso o, la muerte de todo pensamiento vivo, la ctedra es el esp(ritu enlutado. ! :ue todav)a pueda desear prueba que a*n no tengo una percepci n e'acta de la realidad, que divago, que esto# a mil leguas de lo Cerdadero. "/l hombre, dice el Dhammapada, es presa del deseo porque no ve las cosas tal como son.$ ! Tem"la"a de ra"ia< mi honor esta"a en juego. 0as horas pasa"an, se acerca"a el al"a. #+"a yo a echar a perder mi noche por culpa de una "agatela$ De nada me serv(a minimizar el incidente, las razones que me inventa"a no hac(an ningn e ecto. C9acerme

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eso a m(D Esta"a a punto de a"rir la ventana y de gritar como un loco urioso cuando la imagen de nuestro planeta dando vueltas como un trompo me vino de golpe a la mente. =i ra"ia cedi de inmediato. ! 2a muerte no es absolutamente in*til. Despus de todo gracias a ella nos ser, dado recobrar el espacio anterior al nacimiento, nuestro *nico espacio... ! 9:u ra- n hab)a antao en empe-ar la (ornada con una plegaria, con una llamada de au'ilio; Por no saber #a a quin dirigirnos, terminaremos por postrarnos ante la primera divinidad chi%lada. ! /l conocimiento agudo de tener un cuerpo, eso es la ausencia de salud. ... 2o cual equivale a decir que nunca estuve sano. ! Todo es engao, siempre lo he sabido; sin embargo, esta certe-a no me ha aportado ninguna tranquilidad, salvo en los momentos en que se me presentaba con violencias al esp)ritu. ! 2a percepci n de lo precario elevada al rango de visi n, de e'periencia m)stica. ! 2a *nica %orma de soportar revs tras revs es amando la idea misma de revs. 1i se logra, no ha# m,s sorpresas+ se es superior a todo lo que ocurre, se es una v)ctima invencible. ! /n las sensaciones de dolor mu# %uertes, mucho m,s que en las dbiles, nos observamos, nos desdoblamos, permanecemos e'teriores a nosotros, incluso si gemimos o gritamos. Todo lo que linda con el suplicio despierta en cada cual al psic logo, al curioso # al e'perimentador+ uno quiere ver hasta d nde puede llegar en lo intolerable. ! :u es la in(usticia comparada con la en%ermedad? /s cierto que se puede encontrar in(usto el hecho de estar en%ermo. As) es como, por otra parte, cada cual reacciona sin preocuparse por saber si tiene o no ra- n. 2as en%ermedad es+ nada tan real como ella. 1i se la declara in(usta, ha# que atreverse a hacer lo mismo con el ser, hablar, en suma, de la injusticia de existir. ! 2a creaci n tal como era no ten)a mucho valor+ recompuesta, menos a*n. 8e(or la hubieran de(ado como estaba, en su verdad, en su nulidad primera. /e entiende por qu& tarda en llegar el =es(as, el verdadero. 0a tarea que le espera no es cil@ #cmo va a lograr li"erar a la 9umanidad de la man(a de lo mejor$

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! 5uando, uriosos por ha"ernos ha"ituado a nosotros mismos, empezamos a detestarnos, pronto nos damos cuenta que es peor, que odiarse re uerza an ms los lazos con uno mismo. ! 0o le interrumpo, le de(o pesar los mritos de cada cual, aguardo a que me e(ecute... 1u incomprensi n de los seres me con%unde. 1util # c,ndido a la ve-, (u-ga como si uno %uera una entidad o una categor)a. 3omo el tiempo no ha pasado por l, no puede admitir que me encuentre %uera de todo lo que de%iende, que #a nada de lo que pregona me concierna. El dilogo no tiene o"jeto con alguien que escapa al paso de los a-os. 0es pido a los que amo que me otorguen la gracia de envejecer. ! 8iedo parali-ante %rente a lo que sea, tanto ante lo vac)o como ante lo lleno. 8iedo original... ! Dios es, incluso si no es. ! D. es incapa- de asimilar el 8al. 3omprueba su e'istencia pero no puede incorporarlo a su pensamiento. Aunque saliera del in%ierno no se dar)a cuenta, tan por encima est,, en sus palabras, de lo que le hace dao. 1e buscar)an en vano entre sus ideas el menor vestigio de las pruebas por las que ha pasado. A veces tiene re%le(os, re%le(os solamente, de hombre herido. 3errado a lo negativo, no se da cuenta de que todo lo que poseemos es un capital de no6ser. 1in embargo, m,s de un gesto su#o revela un esp)ritu demon)aco. demon)aco sin saberlo. /s un destructor obnubilado # esterili-ado por el 4ien. ! 2a curiosidad por medir los propios progresos en la decadencia es la *nica ra- n que ha# para avan-ar en edad. 3re)a haber llegado al l)mite, pensando que el hori-onte se hab)a cerrado para siempre, me lamentaba, me de(aba llevar por el desaliento. 5, de pronto, me do# cuenta de que se puede caer m,s ba(o a*n, que ha# novedades, que no toda esperan-a est, perdida, que es posible hundirse un poco m,s # apartar as) el peligro de quedar %i(o, de anquilosarse. ! 6/lo al insensato le parece un "ien la vida7, dec(a hace veintitr&s siglos 9eges(as, ilso o cirenaico del que casi slo queda esta rase... 0a suya es una o"ra que me gustar(a reinventar. ! !adie se acerca a la condicin de sa"io si no tiene la ortuna de ser olvidado mientras est vivo.

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Pensar es socavar, es socavarse. Actuar implica menos riesgos porque la acci n llena el intervalo entre las cosas # nosotros, en tanto que la re%le'i n la ampl)a peligrosamente. ... =ientras me entrego a un ejercicio (sico, a un tra"ajo manual, soy eliz, estoy colmado@ en cuanto me detengo me viene el v&rtigo y slo pienso en salir huyendo para siempre. ! /n el punto m,s ba(o de uno mismo, cuando se ha tocado el %ondo # se ha palpado el abismo, uno se ve reanimado s*bitamente 6reacci n de de%ensa o de rid)culo orgullo6 por el sentimiento de ser superior a Dios. /l aspecto grandioso e impuro de la tentaci n de dar por terminado todo. ! .na emisi n radio% nica sobre los lobos, con e(emplos de sus aullidos. 9:u lengua(e; 0o e'iste uno m,s desgarrador. 0unca lo olvidar # me bastar, en el %ututo, en momentos de gran soledad, acordarme de ellos claramente para tener el sentimiento de pertenecer a una comunidad. ! "Despus de m), el diluvio$, es el lema de cada cual+ admitimos que otros nos sobrevivan, pero con la esperan-a de que ser,n castigados por ello. ! .n -o logo que en V%rica observ de cerca a los gorilas, se asombra ante la uni%ormidad de su vida # de su gran ocio. &oras # horas sin hacer nada... 0o conocen el aburrimiento? /sta es la t)pica pregunta de un hom"re, de un mono ocupado. 2e(os de huir de la monoton)a, los animales la buscan # lo que m,s temen es que cese. Pues s lo cesa para ser reempla-ada por el miedo, causante de toda actividad. 2a inacci n es divina. 0o obstante, el hombre se rebel contra ella. /n la 0aturale-a s lo l es incapa- de soportar la monoton)a, s lo l quiere a toda costa que algo suceda, sea lo que sea. As), se muestra indigno de su antepasado+ la necesidad de novedad es lo propio de un gorila descarriado. ! 3ada ve- nos acercamos m,s a lo <rrespirable. 3uando lleguemos a ello ser, el gran D)a. 2,stima que apenas estemos en la v)spera. ! .na naci n alcan-a la preeminencia # la conserva mientras acepta convenciones necesariamente ineptas # se llena de pre(uicios sin tomarlos como tales. /n cuanto los llama por su nombre, todo queda desenmascarado, comprometido. :uerer dominar, representar un papel, hacer la le#, comporta una %uerte dosis de estupide-+ la &istoria, en su esencia, es estpida... Prosigue, avan-a, porque las naciones liquidan sus pre(uicios una tras otra. 1i todas prescindieran de ellos al mismo tiempo s lo quedar)a una bienaventurada disgregaci n universal. !

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0o se puede vivir sin m viles. no tengo #a m viles # vivo. ! Ko-aba de per%ecta salud, me sent)a me(or que nunca. De pronto, un %r)o me sorprendi hacindome comprender que #a no ten)a remedio. :u suced)a? 0o era, sin embargo, la primera ve- que una sensaci n similar me asaltaba. 1 lo que antes la soportaba sin intentar comprenderla. Ahora quer)a saber, # de inmediato. Descart hip tesis tras hip tesis+ no era cuesti n de en%ermedad. 0i la sombra de un s)ntoma al cual a%errarme. :u hacer? /staba desorientado, incapa- de encontrar aunque %uera un simulacro de e'plicaci n, cuando me vino la idea 6# %ue un verdadero alivio6 de que se trataba de una versi n del grande, del *ltimo %r)o, # que estaba *nicamente e(ercit,ndome, ensa#ando... ! /n el Para)so, los ob(etos # los seres, cercados por todas partes por la lu-, no pro#ectaban sombra. /s decir, que no ten)an realidad, como todo lo que no se encuentra mancillado por las tinieblas ni habitado por la muerte. ! 0uestras primeras intuiciones son las verdaderas. 2o que pensaba de muchas cosas en mi (uventud me parece cada ve- m,s (usto, # despus de tantas vueltas # revueltas regreso a ellas nuevamente, a%ligido por haber construido mi e'istencia sobre la ruina de aquellas evidencias. ! 1 lo me acuerdo de haber recorrido un sitio si tuve la suerte de sentir en l alg*n aniquilamiento a causa del hast)o. ! /n la %eria, ante ese titiritero que gesticulaba, aullaba, se %atigaba, pens que, mientras l estaba cumpliendo con su deber, #o esquivaba el m)o. ! 8ani%estarse, emprender algo en cualquier aspecto, es lo propio de un %an,tico m,s o menos dis%ra-ado. 1i uno no se cree investido de alguna misi n, e'istir es di%)cil, # actuar, imposible. ! 2a certe-a de que no ha# salvaci n es una %orma de salvaci n, es incluso la salvaci n. A partir de ah) da igual organi-ar la propia vida que construir una %iloso%)a de la historia. 2o insoluble como soluci n, como *nica salida. ! 8is padecimientos me han echado a perder la e'istencia, pero gracias a ellos e'isto, me imagino que e'isto. !

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/l hombre s lo me interesa desde que #a no cree en s) mismo. 8ientras se encontraba en pleno auge, s lo merec)a indi%erencia. Ahora suscita un nuevo sentimiento, una simpat)a especial+ el horror enternecido. ! De nada me ha servido deshacerme de tantas supersticiones # ataduras, no puedo considerarme libre, ale(ado de todo. 2a locura del desistimiento ha sobrevivido a otras pasiones # no quiere de(arme+ me %ustiga, persevera, e'ige que siga #o renunciando. Pero a qu? :u me queda por recha-ar? 8e lo pregunto. 8i papel ha terminado, mi carrera tambin, # sin embargo nada ha cambiado en mi vida, esto# en el mismo punto, debo desistir todav)a # siempre. XII 0o ha# posici n m,s %alsa que la de haber comprendido # permanecer vivo. ! 3uando se considera %r)amente esa porci n de tiempo impartida a cada cual, es igualmente satis%actorio e irrisorio que se alargue un d)a o un siglo. "5a he cumplido.$ 0o ha# e'presi n que se pueda pro%erir m,s a prop sito en cualquiera de los instantes de una vida, inclu#endo el primero. ! 2a muerte es la providencia para aquellos que han tenido el gusto # el don del %racaso, es la recompensa para todos los que no han logrado nada, que nada ten)an que lograr... 2es da la ra- n, es su triun%o. Por el contrario, para los otros, los que han luchado por tener 'ito # lo han logrado, qu chasco, qu bo%et n. ! .n mon(e de /gipto, despus de quince aos de completa soledad, recibi de sus padres # de sus amigos un paquete de cartas. 0o lo abri , lo ech al %uego para escapar a la agresi n de los recuerdos. 0o es posible permanecer en comuni n con uno mismo # sus pensamientos si se permite que los %antasmas se mani%iesten # causen estragos. /l desierto no signi%ica tanto una vida nueva como la muerte del pasado; %inalmente se ha evadido uno de su propia historia. /n el mundo, no menos que en las tebaidas, tanto las cartas que uno escribe como las que recibe, prueban que se est, encadenado, que no se ha roto ning*n la-o, que no se es m,s que un esclavo # que se merece serlo. ! .n poco de paciencia # llegar, el momento en que #a nada sea posible, en que la &umanidad, acorralada, no pueda dar un paso m,s en ninguna direcci n. 1i se imagina uno a grandes rasgos este espect,culo sin precedente, dan ganas de entrar en detalles... 5 a pesar de todo se teme %altar a la (uerga, no ser #a lo su%icientemente (oven para asistir a ella. ! 5a salga de la boca de un tendero o de la de un %il so%o, la palabra ser, tan rica, tan seductora, tan llena de signi%icado en apariencia, no quiere decir nada. /s incre)ble que un esp)ritu sensato pueda utili-arla con cualquier prete'to.

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! De pie, en medio de la noche, daba vueltas en mi habitaci n con la certe-a de ser un elegido, # un malvado, doble privilegio natural para el que est, en vela, escandaloso o incomprensible para los cautivos de la l gica diurna. ! 0o a todo el mundo le es dado tener una in%ancia desdichada. 2a m)a %ue m,s que %eli-. ?ue coronada. 0o encuentro me(or ad(etivo para designar lo que tuvo de triun%al hasta en sus congo(as. /so ten)a que pagarse, no pod)a permanecer impune. ! 1i me gusta tanto la correspondencia de DostoievsBi es porque s lo habla en ella de en%ermedad # de dinero, *nicos temas "candentes$. Todo lo dem,s es adorno # %,rrago. ! 1eg*n parece, dentro de quinientos mil aos <nglaterra estar, totalmente sumergida en el agua. 1i #o %uera ingls de(ar)a de hacer en el acto cualquier cosa. 3ada cual tiene su unidad de tiempo. Para unos es la (ornada, la semana, el mes o el ao; para otros son die- aos, hasta cien... /sas unidades, todav)a a escala humana, son compatibles con cualquier pro#ecto # cualquier ocupaci n. &a# quienes toman como unidad al tiempo mismo # a veces se elevan por encima de l+ para ellos, qu ocupaci n, qu pro#ecto merece ser tomado en serio? :uien ve demasiado le(os, quien es contempor,neo de todo el porvenir, no puede ocuparse, ni siquiera moverse... ! /l pensamiento de la precariedad me acompaa en toda ocasi n+ esta maana, al poner una carta en el correo, me dec)a que iba dirigida a un mortal. ! .na sola e'periencia plena en relaci n a lo que sea, # #a nos sentimos sobrevivientes. ! 2a primera condici n para convertirse en santo es la de amar a los engorrosos, la de soportar a las visitas... ! 1acudir a las gentes, sacarlas de su sueo a sabiendas de que con ello se c mete un crimen, # de que valdr)a mil veces m,s de(arlas donde est,n, puesto que al despertarlas no tenemos nada que proponerles... ! .n pobre hombre que siente el tiempo, que es su v)ctima, que revienta por su causa, que no siente otra cosa, que es tiempo a cada instante, conoce lo que un meta%)sico o un poeta s lo adivinan merced a una crisis o a un milagro. !

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/sos gruidos interiores que no conducen a nada, # por los que se ve uno reducido al estado de volc,n grotesco. ! 3ada ve- que me siento arrebatado por un acceso de %uror, primero me a%li(o # me desprecio, luego me digo+ 9que suerte, qu ganga; Todav)a esto# vivo, todav)a %ormo parte de esos %antasmas de carne # hueso... ! /l telegrama que acababa de recibir no terminaba nunca. Todas mis pretensiones # mis insu%iciencias estaban ah). Aquel de%ecto apenas sospechado por m) estaba designado, proclamado. :u penetraci n # qu minuciosidad. Al cabo de la interminable requisitoria, ning*n indicio, ninguna huella que permitiera identi%icar a su autor. :uin podr)a ser # por qu esa prisa # ese recurso ins lito? 1e le han dicho a alguien sus verdades con seme(ante rigor? De d nde surgi ese (usticiero omnisciente, ese inquisidor que no me otorga ninguna circunstancia atenuante, ni siquiera la que se le reconoce al m,s %ero- de los verdugos? Tambin #o he podido %allar, tambin #o tengo derecho a alguna indulgencia. 7etrocedo ante el inventario de mis de%ectos, me so%oco, no puedo soportar ese des%ile de verdades... 98aldito env)o; 2o hago tri-as, # me despierto... ! Tener opiniones es inevitable, normal; tener convicciones lo es menos. Todas las veces que me encuentro con alguien que las tiene, me pregunto qu vicio de su esp)ritu, qu grieta se las ha hecho adquirir. Por mu# leg)tima que sea esta pregunta, la costumbre que tengo de hacrmela me echa a perder el placer de la conversaci n, me da mala conciencia, me hace odioso a mis propios o(os. ! &ubo un tiempo en que escribir me parec)a una cosa importante. De todas mis supersticiones esa me parec)a la m,s comprometedora # la incomprensible. ! &e abusado de mi hast)o. Pero qu otro vocablo escoger para designar un estado en el que la e'asperaci n est, sin cesar corregida por la lasitud # la lasitud por la e'asperaci n? ! Durante toda la tarde, intentando de%inirlo, pasamos revista a los eu%emismos que permit)an no mencionar la palabra per%idia re%erida a l. 5 no es pr%ido, sino solamente tortuoso, diab licamente tortuoso, #, al mismo tiempo, inocente, ingenuo, casi anglico. .na me-cla, si es %actible imaginarla, entre Aliosha # 1merdiaBov. ! 3uando de(a uno de creer en s) mismo, de(a de producir o de luchar, incluso de hacerse preguntas o de responderlas, siendo as) que deber)a ocurrir lo contrario, #a que (usto a partir de ese momento se est, capacitado, libre de ataduras, para aprehender lo verdadero, para discernir lo que es real de lo que no lo es. Pero una ve- agotada la creencia en el propio (uego, en el propio destino, uno pierde la curiosidad por todo, incluso por la "verdad$, aunque se est m,s cerca de ella que nunca.

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! 0o pasar)a #o una "temporada$ en el Para)so, ni siquiera un d)a. 3 mo e'plicar entonces la nostalgia que tengo de l? 0o la e'plico, vive en m) desde siempre, estaba en m) antes que #o. ! 3ualquiera puede tener de ve- en cuando el sentimiento de no ocupar m,s que un punto # un instante; conocer ese sentimiento d)a # noche, durante todas las horas, es menos com*n, # a partir de esa e'periencia, de ese dato, uno se torna hacia el nirvana o hacia el sarcasmo, o hacia los dos a la ve-. ! Aunque (ur no pecar nunca contra la santa concisi n, siempre quedo como un c mplice de las palabras, # aunque me seduce el silencio no me atrevo a penetrar en l, solamente rondo en su peri%eria. ! 1e deber)a establecer el grado de verdad de una religi n a partir de la importancia que sta le otorga al Demonio+ mientras m,s le d un sitio prominente, m,s atestigua que se preocupa por lo real, recha-a las supercher)as # la mentira, a%irma su seriedad # le importa m,s comprobar que divagar, que consolar. ! 0ada merece la pena ser deshecho, sin duda porque nada merec)a la pena ser hecho. As) se desliga uno de todo, tanto de lo inicial como de lo p stumo, del advenimiento como del %inal de los tiempos. ! :ue todo ha#a sido dicho, que no quede nada por decir, se sabe, se siente. Pero se siente menos que esta evidencia le con%iere al lengua(e un status e'trao, inquietante incluso, que lo redime. 2as palabras est,n por %in a salvo porque han de(ado de vivir. ! /l inmenso bien # el inmenso mal que he obtenido de mis rumias sobre la condici n de los muertos. ! 2a innegable venta(a de enve(ecer es poder observar de cerca la lenta # la met dica degradaci n de los rganos; todos empie-an a resquebra(arse, unos visiblemente, otros con discreci n. 1e separan del cuerpo, lo mismo que el cuerpo se separa de nosotros+ se nos escapa, nos hu#e, no nos pertenece. /s un tr,ns%uga al que ni siquiera podemos denunciar puesto que no se detiene en ninguna parte # no se pone al servicio de nadie. ! 0o me canso de leer sobre los eremitas, de pre%erencia sobre aquellos de quienes se dice que estaban "cansados de buscar a Dios$. 8e maravillan los %racasados del Desierto.

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! 1i 7imbaud hubiese podido continuar Ees como imaginarse el %uturo de lo ins lito; un 0iet-sche en plena producci n despus de Ecce 9omo$, hubiera terminado por retroceder, por tornarse sensato, por comentar sus estallidos, por e'plicarlos, por e'plicarse. 1acrilegio en todos los casos, el e'ceso de conciencia es una %orma de pro%anaci n. ! &e pro%undi-ado en una sola idea, a saber+ que todo lo que el hombre hace se vuelve necesariamente en contra su#a. 2a idea no es nueva, pero la he vivido con una convicci n, con un encarni-amiento que no se parece a ning*n %anatismo o delirio. 0o ha# martirio, deshonor que no su%ra por ella, # no la cambiar)a por ninguna otra verdad, por ninguna otra revelaci n. ! <r a*n m,s le(os que 4uda, elevarse por encima del nirvana, aprender a prescindir de l... 0o ser detenido por nada, ni siquiera por la idea de la liberaci n, considerarla como un simple alto, un estorbo, un eclipse... ! 8i debilidad por las dinast)as condenadas, por los imperios que se desploman, por los 8octe-uma de siempre, por aquellos que creen en los signos, por los desgarrados # acosados, por los into'icados de lo ineluctable, por los amena-ados, por los devorados, por todos aquellos que aguardan a su verdugo... ! Paso sin detenerme %rente a la tumba de ese cr)tico cu#as acres palabras he masticado. Tampoco me detengo %rente a la del poeta que, en vida, s lo pensaba en su disoluci n %inal. Dtros nombres me persiguen, nombres por otra parte ligados a una ensean-a despiadada # tranquili-ante, a una visi n hecha para e'pulsar del esp)ritu todas las obsesiones, incluidas las %*nebres. 0agar(una, 3andraBirti, 1antideva, matasietes sin igual, dialcticos obsesionados por la salvaci n, acr batas # ap stoles de la Cacuidad... para quienes, sabios entre los sabios, el universo era s lo una palabra... ! Desde hace muchos otoos contemplo el espect,culo de esas ho(as tan presurosas por caer, #, sin embargo, no de(o de sentir siempre una sorpresa en la que "un escalo%r)o de muerte$ ser)a la t nica si no %uera porque irrumpe en el *ltimo momento un go-o cu#o origen no puedo desentraar. ! &a# momentos en los que, por mu# ale(ados que estemos de la %e, s lo concebimos como interlocutor a Dios. Dirigirnos a alguien m,s nos parecer)a una imposibilidad o una locura. 2a soledad, en su estado e'tremo, e'ige una %orma de conversaci n tambin e'trema. !

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/l hombre despide un olor particular+ de entre todos los animales s lo l apesta a cad,ver. ! 2as horas no quer)an transcurrir. /l alba parec)a le(ana, inconcebible. A decir verdad, no era el alba lo que #o esperaba, sino el olvido de ese tiempo reacio a avan-ar. ?eli-, pens, del condenado a muerte, que la v)spera de la e(ecuci n, al menos est, seguro de pasar una buena noche. ! Co# a lograr permanecer de pie? Co# a derrumbarme? 1i e'iste una sensaci n interesante, es sin duda la que nos da el gusto anticipado de la epilepsia. ! Aquel que se sobrevive se desprecia sin con%es,rselo, # a veces sin saberlo. ! 3uando se ha sobrepasado la edad de la rebeld)a, # contin*a uno desencaden,ndose, el e%ecto es el de un 2uci%er lelo. ! 1i no se llevaran los estigmas de la vida, qu %,cil ser)a esquivarse, # qu bien marchar)a todo. ! 8e(or que nadie, so# capa- de perdonar inmediatamente. /l deseo de vengarme me viene tarde, demasiado tarde, en el momento en que el recuerdo de la o%ensa est, a punto de borrarse, # en el que, casi anulada la incitaci n al acto, no me queda sino deplorar mis "buenos sentimientos$, ! 1 lo se tiene posibilidad de entrever sobre qu locura se %unda toda e'istencia, en la medida en que, a cada instante, se restriega uno contra la muerte. ! /n *ltima instancia es absolutamente indi%erente ser cualquier cosa, o ser Dios. <nsistiendo un poco, todo el mundo casi estar)a de acuerdo. 3 mo entonces es que cada cual aspira a un acrecentamiento de ser # no ha# nadie que se resigne a ba(ar, a descender hacia la carencia absoluta? ! 1eg*n una creencia mu# e'tendida entre ciertos pueblos, los muertos hablan la misma lengua que los vivos, con la di%erencia de que para ellos las palabras tienen un sentido opuesto al que ten)an+ grande signi%ica pequeo, cerca le(ano, blanco negro... 8orir se reducir)a, pues, a eso? 8e(or que cualquier invenci n %*nebre, ese cambio completo del lengua(e indica lo que la muerte tiene de inhabitual, de anonadante... !

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3reer en el %uturo del hombre, de acuerdo, pero, c mo lograrlo cuando a pesar de todo se mantiene la lucide-? Para creer habr)a que perderla totalmente, # ni a*n as). ! .n pensamiento que no est, secretamente marcado por la %atalidad, es intercambiable, no vale nada, es s lo pensamiento... ! /n Tur)n, en el principio de sus crisis, 0iet-sche se precipitaba sin cesar hacia el espe(o, se miraba, se apartaba, # volv)a a mirarse. /n el tren que lo conduc)a a 4asilea, lo *nico que reclamaba con insistencia era un espe(o. 0o sab)a #a quin era, se buscaba, # l, tan apegado a salvaguardar su identidad, tan ,vido de s) mismo, no ten)a #a, para encontrarse, sino el m,s vulgar, el m,s lamentable de los recursos. ! 0o cono-co a nadie m,s in*til e inutili-able que #o. /se es un dato que deber)a aceptar sencillamente, sin vanagloriarme en lo m,s m)nimo. 8ientras as) sea, la conciencia de mi inutilidad no me servir, para nada. ! 3ualquiera que sea la pesadilla que tengamos, siempre representamos en ella un papel, siempre somos protagonistas, somos alguien. Durante la noche, el desheredado triun%a. 1i se suprimieran los malos sueos, habr)a revoluciones en serie. ! /l temor a lo porvenir se in(erta en el deseo de sentir ese temor. ! De pronto me encontr solo ante... /n esa tarde de mi in%ancia, sent) que algo mu# serio acababa de suceder. ?ue mi primer despertar, el primer indicio, el signo precursor de la conciencia. &asta entonces, no hab)a sido m,s que un ser. A partir de ese momento, era m,s # era menos. 3ada yo comien-a con una %isura # una revelaci n. ! 0acimiento # cadena son sin nimos. Cer la lu-+ ver los grilletes... ! Decir+ "Todo es ilusorio$, es abocarse a la ilusi n, es reconocerle un alto grado de realidad, el m,s alto, mientras que lo que se buscaba era desacreditarla. :u hacer? 2o me(or es de(ar de proclamarla o de denunciarla, de esclavi-arse pensando en ella. <ncluso la idea que desacredita a todas las ideas es un obst,culo. ! 1i pudisemos dormir veinticuatro horas tras veinticuatro horas, alcan-ar)amos r,pidamente el marasmo original, la beatitud de ese sopor sin %alla anterior al Knesis 6sueo de toda conciencia cansada de s) misma. !

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0o nacer es sin duda la me(or % rmula que ha#. Desgraciadamente no est, al alcance de nadie. ! 0adie ha amado este mundo tanto como #o, #, no obstante, aunque me lo hubiesen o%recido en una bande(a de plata, de nio incluso, hubiera e'clamado+ "Demasiado tarde, demasiado tarde.$ ! :u le ocurre hombre, pero qu le ocurre? 0ada, no me ocurre nada, es s lo que he dado un salto %uera de mi destino, # ahora #a no s hacia d nde dirigirme, hacia qu correr...

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