¿Por qué donar ahora al acercamiento comunitario?

¿Por qué donar ahora al acercamiento comunitario?

Uno de los aspectos más importantes de la metodología Placemaking es el acercamiento comunitario, el cual permite materializar una mejora real del espacio público, con resultados beneficiosos para muchas personas a largo plazo.

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Como establece el primer principio de la metodología Placemaking: “La comunidad es la experta”, pues ¿quién mejor que las personas que viven, interactúan y se mueven en los espacios cotidianamente, para ofrecer una comprensión más completa, realista y adecuada de los asuntos que importan?

Al diseñar desde la opinión de las personas, la comunidad decide sobre cuáles son las actividades que les gustaría llevar a cabo, para de tal manera lograr que la gente se encariñe y se apropie del espacio.

En este sentido, la mejora del espacio público se hace factible cuando involucramos en el proceso a las autoridades, la iniciativa privada, las organizaciones civiles y las instituciones educativas, para que trabajen mano a mano con los habitantes.

Apostamos al acercamiento comunitario para alcanzar tres objetivos principales:

  1. Conocer las necesidades y capacidades de las personas que usan el espacio público para proponer soluciones adecuadas en conjunto.
  2. Generar corresponsabilidad entre los distintos actores que hacen que un espacio público sea vibrante.
  3. Generar la sustentabilidad que necesitan los proyectos para su mantenimiento y su activación: la creación y desarrollo de un proyecto a través del involucramiento de la comunidad desde el principio, logrará una apropiación y cuidados duraderos.

Acercarse a la comunidad para diseñar, implementar, cuidar y activar un espacio público puede percibirse demasiado riesgoso y largo… ¡pero es al contrario! El acercamiento comunitario posibilita una mejora real del espacio público, atendiendo a las necesidades y deseos de las personas.

Las visiones de corto plazo propician el acercamiento a las comunidades solamente cuando hay un conflicto que resolver. En estos casos, a lo más que se aspira es a lograr acuerdos mínimos que benefician a unos cuantos. Es necesario entender que el acercamiento comunitario no es un costo, sino una inversión que genera beneficios para muchas personas a largo plazo.

Hay dos tipos de ciudades en Latinoamérica: la ciudad popular y la ciudad con una estructura más formal desde el principio. También hay dos formas diferentes para que las personas intervengan en el espacio público: una, el ciudadano que participa en la creación, gestiona y mantiene su espacio; la otra, en una escala más bien metropolitana, donde el ciudadano pasa de ser dueño del espacio a ser un usuario de éste.”

Las fachadas de las tiendas, las librerías gratuitas ubicadas en las calles frente a las cafeterías, los carritos de comida, así como los y las artistas callejeras; todo hace que los espacios reúnan a las comunidades e impulsan las economías locales después de estos largos y difíciles meses. Los espacios de este tipo crean conexiones comunitarias que nos fortalecen, y a la par satisfacen nuestros anhelos sociales y necesidades materiales.

Alimentando los procesos que fomentan el primer papel de la comunidad como actor clave en la concepción y activación de sus espacios, aunado a la adecuada combinación de empresas privadas en el ámbito público, se pueden crear espacios exitosos para todas las personas, que nos ayuden a reactivar la economía una vez superada la contingencia.

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