Micro didáctico # 115: Disparar menos flechas para acertar en la diana

Micro didáctico # 115: Disparar menos flechas para acertar en la diana

Leyendo a Steve Jobs, el bien mencionaba “… innovar significa decir no a muchas cosas, decisiones y oportunidades…”. En las organizaciones, hoy existe una tendencia para mejorar la gestión organizacional y es la implementación de OKR, su acrónimo en español versa sobre objetivos y resultados clave.

Para ello, bien pudiera inferirse que el objetivo es la brújula significando hacia dónde nos dirigimos y el resultado clave debe ser medible y tiene que responderse con un “si” o “no” fue alcanzado, evitando las interpretaciones acomodadizas que usualmente se dan dentro de las organizaciones.

No obstante, ¿cuántos objetivos debieran plantearse? Este es uno de los principales paradigmas que se arrastra, en cuanto a gestión se refiere, las norma habla sobre que su definición e implementación deben ser acordes al contexto y la cultura de la empresa.

Así las cosas, para romper con lo tradicional deben ser al menos cinco, suficientemente retadores para lograr los resultados esperados,  es decir, ¡liderar el futuro! Lamentablemente, a veces sucede lo contrario, se tienen demasiados objetivos que encandilan lo verdaderamente importante y de alguna forma u otra invitan a distraernos según las tendencias que se encuentren a flor de piel.

Llegado a este punto, todo aspecto metodológico es necesario para cualquier tipo de empresa,  por cuanto brinda orden, control, seguimiento y capacidad de toma de decisiones en tiempo real, lo imperativo a estas breves líneas parte de lo siguiente ¡es necesario priorizar de forma lo suficientemente clara!

En tal sentido, lo que proporciona por excelencia foco de atención, es un sistema de OKR limitado, entendiendo que al adquirir un compromiso, delimitado por medio de un objetivo, se renuncian a otras cosas; siendo una clara consecuencia para la asignación de recursos finitos, no habrá escapatoria alguna.

Todo estratega, debe sin miramiento alguno, a mi humilde entender, disponer del carácter, honestidad y disciplina para entender que habrán proyectos que deben abandonarse tanto en ejecución o en sus etapas iniciales, buscando ¡enfoque!, siendo consecuentes de que pensar enfocarse en todo, el resultado será nulo.

Por estas y otras razones, reiterar, los objetivos deben ser ¡significativos!, deben escapar a las aspiraciones mundanas de la cotidianidad de los equipos; debiendo brindar la posibilidad de vincularse con propósitos trascendentales.

Bien lo decía Andy Groove, anterior CEO INTEL, toda gestión es un arte y como tal debe residir en distinguir de varias actividades de similar importancia, aquellas que tendrán mayor repercusión positiva en la vida organizacional. Precisamente, en definitiva, las organizaciones ganadoras deben aprender a disparar menos flechas y acertar más en la diana.


Inicia sesión para ver o añadir un comentario.