La Culebra

La Culebra

Después de mucho tiempo vuelvo a escribir y que mejor forma de hacerlo con una gran vivencia personal que marco mi carrera y sobre todo me llevó a entender que el mundo comercial te lleva por caminos que uno no tiene en mente, pero te hacen aprender demasiado sobre la realidad del país porque estamos siempre en campo, en la zona de acción.

Hace ya varios años, cuando inicié mi carrera comercial por el año 2010 en una empresa de consumo masivo, en la zona de Juliaca y Puno, tuve la responsabilidad de armar un plan para frenar el golpe que nos daba el ingreso de los productos de contrabando por la zona de Desaguadero. Para poder desarrollar este plan llegó de Lima el jefe de Trade Marketing, para poder revisar la zona conmigo, desde ese momento, nos hicimos amigos.

La aventura comenzó en una carretera, viajando desde Tacna hasta desaguadero, la zona de frontera con quizá mayor movimiento de contrabando en el Perú, nuestra misión era buscar a los comerciantes más importantes de la zona para poder plantearles un plan de compra en Perú y no en Bolivia de nuestros productos, nuestras referencias locales nos decían que vayamos a la culebra que está en Desaguadero, allá en la culebra encontraríamos las respuestas. Nuestra mente pensaba que era algún centro comercial en la zona, pero grande iba a ser nuestra sorpresa.

La camioneta paso por una carretera de grandes paisajes, pasamos por zonas que jamás habíamos visitado, pero donde podías ver la presencia de todo tipo de productos en las bodegas de las zonas, esto nos hacía pensar sobre la gran responsabilidad comercial que teníamos sobre el territorio. Unas horas más de camino, música y chistes, se abrió ante nuestros ojos la zona de Desaguadero, quien era testigo todos los días de lo que para nosotros era sorpresa. Estacionamos la camioneta, bajamos a explorar la zona mirando como la frontera era de nadie, podíamos pasar a Bolivia de lo más normal, veíamos camiones y comerciantes que pasaban con productos sin control entre las naciones hermanas, espero que ahora sea diferente.

Empezamos la misión preguntando a cada persona o comerciante en forma directa dónde está la culebra. Muchas personas pasaron de largo y muchas nos miraban con indignación, otros con miedo y lo mas preocupante fue que otros nos miraban con un recelo peligroso. No teníamos respuesta de la gente, poco a poco notamos que nuestra presencia ya no era grata en la zona, algunos se nos acercaron preguntando con mucha agresividad que era lo que queríamos. Amistosamente explicábamos que queríamos contactar comerciantes para poder hacer un plan de venta. Ahora que revivo el evento me pregunto qué habrán pensando en ese momento, seguro que nada bueno. Poco a poco ya notábamos algo raro y eso que no habíamos pasado mucho tiempo en la zona.

Por milagro de Dios escucho que alguien grita mi nombre, gran sorpresa fue de ver al supervisor de nuestra distribuidora exclusiva, el gran Adhermir, natural de Juliaca. Con una cara de preocupación nos preguntó si éramos nosotros los “inteligentes” que preguntamos por la culebra, afirmé con confianza. Grande fue mi sorpresa cuando me explico en 35 segundos el peligro que corríamos.

La culebra es la fila de camiones que se forman en la carretera para poder ingresar contrabando a Bolivia y viceversa, muchos de ellos forman parte de organizaciones criminales dedicadas a este oficio, como La Culebra del Sur. Nuestra presencia tan oronda y preguntona ya estaba incomodando y sobre todo prendiendo alarmas. Era hora de emprender la retirada rápida, Adhemir nos sacó rápido de la zona, ir con una persona local daba más confianza.

Está de más decir que nuestra partida en la camioneta fue más rápida que estar en una carrera de autos. Nuestro camino rumbo a Puno se aceleró, teníamos el corazón en la boca y los nervios de punta, vigilando si éramos seguidos por alguien. Adhemir nos requinto todo el camino, apelando que éramos costeñitos ignorantes y en ese caso no se equivocó.

Mirando desde hoy esa experiencia, pienso que las personas que nos dedicamos a la carrera comercial tenemos vivencias que nos marcan, que nos hace entender las realidades del país, pero sobre todo vivirlas es lo que nos deja un recuerdo de tatuaje en la mente. Experiencias que te forman y que hacen mucho más estratégico porque te dan la sensibilidad de entender. Además de esto, nos hace ver que tan ciegos estamos de lo que pasa en nuestro propio país, porque muchas veces otras realidades no nos afectan, la vemos lejana, distante y ajena. 


Excelente artículo. Me quedo con; las personas que nos dedicamos a la carrera comercial, tenemos vivencias que nos marcan, que nos hace entender las realidades del país, pero sobre todo vivirlas es lo que nos deja un recuerdo de tatuaje en la mente. Gracias por compartirnos tu experiencia 👋🏻

Jaime Juan Carril Espinoza

ING. Industrial - SOMOS JJ TRUJILLO SAC

9 meses

Buena experiencia, algo similar me sucedió en la frontera de Perú y Ecuador, buscaba ingresar a comercializar ajo y cebolla,y muy cierto la gente del lugar te mira con cierto recelo...experiencias

Johan Denis Hernandez De la Cruz

Ejecutivo Comercial en Molitalia S.A.

9 meses

Trabajo en campo siempre será otra realidad ...mucha adrenalina! saludos Luis Felipe 💪

Miguel Barriga

Gerente General en MBA DEX SAC

9 meses

Que buena anécdota, muy cierto, hay que ir al interior y entender nuestras diferencias, un abrazo Luis Felipe Euribe

buenaso! éxitos Luis Felipe!

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.