La aceleración acelerada

Con este post retomo la escritura, luego de una breve ausencia, con un tema que va perfecto al por qué hace tiempo que no escribo... La aceleración acelerada... 

¿Siempre vas apurad@ y nunca tienes tiempo de nada? "Que interesante este vídeo pero AHH dura 2 minutos, ¿qué creen que no tengo nada que hacer? no lo veré"... ¿Te suena familiar? Sigue leyendo...

Tomé como título de este post el nombre de una de "Las 21 leyes inquebrantables del Dinero" de Brian Tracy, pero voy usarla con un sentido diferente. 

Hoy vivimos culturalmente ocupados, apurados, nunca tenemos tiempo para nada, y parece que nuestro tiempo no es nuestro. Vivimos pensando que vamos tarde para algún lugar o actividad, que tenemos tantas cosas que hacer. En otras palabras, vivimos "aceleradamente acelerados".  

Este fenómeno se ve alimentado por la globalización, la tecnología y el marketing que nos vende la idea de que más rápido y más capacidad es mejor (cada celular nuevo se diferencia por ofrecer "más"). Las redes sociales también juegan un papel importante, en el que nos esclavizan (si no sabemos utilizarlas). Es común ver a una pareja que va a comer y pasan varios minutos de la velada tomando fotos de la comida, de ellos "felices" y del lugar para presumirlo luego en las redes cuando realmente podríamos presumir de haber ido y pasado un rato agradable con un ser querido. Preguntémonos: ¿Cuantas fotos de las que tomas para las redes, realmente vuelves a ver o buscar?... Este post solo busca invitar a reflexionar sobre cómo usamos nuestro tiempo y nuestras herramientas tecnológicas, que lejos de ser herramientas para nuestro favor, las convertimos en cadenas que nos esclavizan. Aprovechemos la globalización, y la democracia de la información (Stephan Kaiser) que nos brinda el siglo XXI, para desarrollarnos como personas  y profesionales, alcanzar nuestras metas, estar conectados para realmente conectarnos, no conectados para "desconectados" de la realidad.   Date permiso de invertir tu tiempo adecuadamente, prepárate, aprende, comparte, falla, falla, falla, aprende y vuelve a intentar... hasta lograrlo. 

No todo lo resultante de la aceleración acelerada es malo, ocurre que se han desarrollado propuestas para presentar un tema en muy poco tiempo. Vídeos de 1 minuto de duración que explican conceptos o situaciones en un lenguaje sencillo y digerible, que si bien deja muchos detalles por fuera, representa la esencia. Por ello, no menosprecies el esfuerzo de alguien ni el mensaje que puede haber detrás de ese vídeo que te llamó la atención, y detrás del cual está el trabajo de alguien talentoso. También, un resultado de la AA y uno de mis favoritos, el "elevator speech" o Discurso de ascensor, técnica utilizada para presentaciones efectivas, que consiste en desarrollar una idea tan breve y eficientemente que puedas decirla en el tiempo que te toma usar un elevador a tu publico que probablemente se baje en el siguiente piso.  

Todo lo que queremos hacer, desde aprender un idioma nuevo, aumentar nuestras ganancias, bajar esos kilitos de más, requieren tiempo. Bien reza una frase que dice "si de verdad quieres, encuentras la manera, si no, encontrarás una excusa". Escribí un post anterior "A new day... 24 new coins", desarrollando y desglosando un ejemplo de la idea que presenta Brian Tracy en "Las 21 leyes inquebrantables del dinero" sobre el cheque "de tiempo" con 24 horas que recibimos diariamente y la manera en que invertimos nuestro tiempo como recurso, y el ROI (Retorno sobre la Inversión) de lo que hacemos día a día.

Lo que obtenemos en nuestra vida, lo que tenemos a nuestro al rededor y sentimos  en este momento, es resultado de aquello en lo que hemos invertido nuestro tiempo en el pasado. Si queremos un cambio, debemos hacerlo, no llegará "algún día", no habrá una "próxima", el momento, la vida, es ahora, y los cambios son graduales. 

Cada noche al acostarnos a dormir, somos un poco diferentes al que se levantó en la mañana, tenemos experiencias nuevas, y dedicamos el tiempo a cultivar algo durante ese día. Evaluemos nuestra inversión en tiempo, y pisemos un poco el freno, desaceleremos y veamos bien a dónde vamos antes de ir hacia allá a toda velocidad.