El buyer persona de Super ratón

Cuando era pequeña veía unos dibujos animados de un ratón vestido con lo que parecía un disfraz de Superman: Super ratón.

Este ratón no tenía competencia, era un héroe, siempre salvaba a la chica en apuros y a golpe de capa roja se cargaba a todo malvado que encontraba por cada esquina.

Ahora mismo, pienso en él como un dibujo de cartón piedra, pero cuando tienes 7 años era lo que faltaba a nuestras tardes de merienda de pan con chocolate: un ratón con mallas, calzoncillos rojos y espaldas como un armario empotrado (¿a qué ya no ves tanto el cartón piedra?).

Lo mejor de cada capítulo es que después de salvar la ciudad, Super ratón nos decía algo así como "¡Y no olviden supervitaminarse y mirenalizarse!".

Era su seña de identidad, no importa si había más ratones o héroes intentando salvar al mundo, solo él sabía como terminar un capítulo y diferenciarse del resto. Aunque tal vez también quería que dejase de poner chocolate al pan y en su lugar pusiese brócoli.

Pero claro, para eso tenía que haber comprendido que para mantenernos sanos su buyer persona no eramos unos críos de 7 años, sino nuestras madres.

Y también, que hasta un super héroe necesita averiguar cómo y a quién debe salvar.

¿Salvamos textos para que lleguen directos a tu buyer persona?

P.D.: Escribir no es de héroes, pero vender a través de textos hace sentir cómo la primera (y única) vez que me vestí de nazarena en Semana Santa. Lo que una es capaz con tal de llevar una capa.