El arte de fallar con éxito

Una de las cosas que nunca se me olvidan de mis primeros años de vida es cuando estaba los primeros grados de preescolar, en mi colegio Luis Horacio Gómez de metodología Waldorf en Cali, es la forma en la que nuestra maestra nos hacia saltar, a mi y mis compañeros, un pequeño rio que atravesaba el campus del colegio.

En ese entonces, cuando tenia unos 5-6 años, veía el rio que en realidad no tenia mas de 50cm de ancho, como el ancho del rio Amazonas, ella, mi apreciada maestra Andrea a quien agradezco mucho de lo que soy hoy como hombre, me motivaba una y otra vez a seguir intentado, sin importar la cantidad de veces que me caí al rio y me golpeaba, siempre me motivaba a seguir intentado.

Mas atrás en mi historia cuando era un bebe aprendiendo a caminar, de lo que obviamente no me acuerdo, fueron momentos como para todos de perseverancia y constancia. Intentar, caerse, intentar, caerse, hasta que en la millonésima vez, ¡LO HICISTE! Caminaste por primera vez.

¿Por que dejamos de intentar?

A través de nuestras adolescencias y en las etapas tempranas de nuestra vida, comenzamos a desarrollar patrones y creencias que nos hacen ser quien somos, o quienes nos convencemos creer que somos. Estos patrones se van formando a través de las múltiples iteraciones sociales que vamos teniendo, que tan talentosos somos social, académica y deportivamente. La influencia externa también forma lo que somos. Es por eso que tener unos padres que lo motiven y brinden todas las herramientas y condiciones para uno desarrollar confianza en uno mismo pueden hacer mucha diferencia en el resto de la vida de una persona.

Dejamos de intentar porque creemos que no somos buenos, porque hace 17 años una profesora te dijo que no eras bueno para las matemáticas, porque hace 32 años el bully del colegio te decía que eras malo para el futbol y no te dejaba jugar, porque hace 19 años una chica de la que estabas enamorado te rechazo, te rompió el corazón y crees que eres malo con las mujeres.

¿Por que HAY que intentar, siempre?

Todas estas situaciones forman lo que uno es y como interactúa con el mundo y es por eso que si tienes tu propia startup o estas en una posición de liderazgo, es supremamente importante romper estos patrones. Romper el miedo de hacer las cosas por el miedo de hacer el ridículo, a fallar, a caerse, a no lograrlo, a no ser suficiente.

Cuando se esta creando una startup es inevitable tomar malas decisiones, decisiones que tal vez no sean las adecuadas y que tal vez hagan perder tiempo y dinero a la compañía, como recientemente descubrimos en Elyssa app con nuestro modelo de monetización que nos enseño una cantidad de cosas pero que no era el modelo adecuado para nuestros clientes. Sin embargo, esto va forjando la experiencia y te va a ayudar a tomar mejores decisiones en el futuro.

¿Qué tal si las cosas te salen bien?

Ahora bien, que tal si una de esas ideas y decisiones que tomaste no salió mal y al contrario funciona, que tal si esa estrategia de venta de la que estabas tan asustado de usar se volvió el principal revenue stream de tu compañía; que esos videos que no habías sacado a Youtube se convierten es un hit y de repente tus ventas explotan por el cielo, o que algún programa interno ayuda a todos tus empleados a sentirse mas conectados y motivados con la misión y visión de la compañía.

Es por eso que nunca hay que tener miedo al fracaso ni a nada relacionado con el porque detrás de ese miedo, tal vez se encuentra el mayor éxito de tu vida.

¿Por que no lo intentas?