¿EDUCACIÓN O ADOCTRINAMIENTO?

¿EDUCACIÓN O ADOCTRINAMIENTO?

Por Denis Fabián Alva Amaya, Sustainable Club

28 de noviembre del 2021

Cuando se habla de educación la caprichosa imaginación se remonta la escuela, el colegio y las universidades. Espacios en los cuales las pequeñas y frágiles mentes absorben unos conocimientos que, en largo plazo, como únicas verdades, determinarán el éxito o fracaso de los estudiantes. El sistema crea narrativas que le dicen al alumno en que debe ser bueno, ignorando la naturaleza, el gusto y los deseos. El mismo éxito tiene un solo rostro, en el cual el trabajo duro dignifica el valor de una persona. ¿Acaso todo forma parte de un sistema en el cual los más poderosos buscan adoctrinar a las masas? ¿Qué ganan de ello? A priori suena como una teoría conspirativa, pero tal vez no es. 

La respuesta a tales interrogantes se desmenuzará en dos análisis. Por un lado, respecto a ¿Cómo está estructura la escuela?, por otro lado, respecto al contenido curricular. 

Desde que son muy pequeños, en el jardín de infantes, los niños se van involucrando con el sistema. Empiezan a conocer las jerarquías, el respeto irrestricto hacia la norma y el premio hacia los buenos comportamientos. Conforme van creciendo, se van involucrando más, por ejemplo, en la primaria empiezan a aparecer la figura de los “brigadieres”, que, simbólicamente, se asemeja a la del capataz. Del mismo modo los profesores o maestros, que se alzan en las aulas como los dueños de la verdad, de la ética y como ejemplos a seguir.  Además, en ciertos lugares es obligatorio la estandarización en términos de como se ven los estudiantes, a través del uniforme, los cortes de pelo, el uso de accesorios. Esto lleva a la homogenización y seguramente al control. 

Ante esta problemática, según Foucault en su libro The functioning of the educational institution in Modern Society, se refiere a un sistema educativo gestado en la modernidad en el cual los mecanismos empleados por el poder para hacerse natural y de cómo dicho poder se ejerce sobre los individuos en distintos ámbitos (político, religioso, escolar...)  configurando un tipo concreto de consumidor, un tipo concreto de trabajador, un tipo concreto de ciudadano, un tipo concreto de estudiante y de profesional de la enseñanza (Urraco-Solanilla and Nogales-Bermejo, 2013).

Respecto a la malla curricular el panorama es más esclarecedor. Es sistema dice que los estudiantes más inteligentes son aquellos que aprueban con las notas más sobresalientes, principalmente en matemáticas, ciencias naturales y con menor peso las letras. Esto termina siendo nocivo para los estudiantes, pues se sienten presos de tener que destacar en aquello que no desean realmente. El sistema enfoca la resolución de los problemas del mundo desde una arista en la cual se necesita más profesionales o técnicos enfocas en ser los mejores en lo hacen sin importar su valor como personas. 

Frente a ello, Howard Gardner defiende que, así como hay muchos tipos de problemas que resolver, también hay muchos tipos de inteligencias, que se pueden adaptar y aplicar a la resolución de los mismos. Él y su equipo de la Universidad de Harvard han identificado ocho tipos distintos de inteligencia: lingüístico-verbal, lógico-matemática, viso-espacial, musical, corporal-cinestésica, intrapersonal, interpersonal y naturalista (Ceolevel, 2016).

Así mismo, en la educación básica regular de algunos países, la educación se centra en desarrollar competencias. No obstante, hay un crónico olvide la formación del ser; y de haberla, es impuesta. Es el caso de los cursos de filosofía, los cuales no existen o dejaron de existir para priorizar la enseñanza de cursos como religión. Lo cual resulta más problemático, dado que en dicho curso explícitamente te enseñan dogmas a seguir para tener una “buena vida”. Es así como se sustrae el pensamiento y el juicio crítico, el poder de cuestionar las cosas y sobre todo la libertad de decidir. 

Para finalizar, es poco factible saber si hay personajes poderosos y malévolos detrás tratando de orquestar todo en favor de su conveniencia.  Lo que si es cierto es que muchas cosas del sistema educativo actual no van por buen camino, que es importante no solo formar profesionales o gente capaz de realizar bien una tarea, sino también personas que emitan sus propios juicios con libertad y que a través de la felicidad de hacer lo que les gusta puedan contribuir a hacer del mundo un lugar mejor. 

Referencias

Urraco-Solanilla, M. and Nogales-Bermejo, G., 2013. MICHEL FOUCAULT: The functioning of the educational institution in Modern Society. [online] Available at: <http://chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/viewer.html?pdfurl=https%3A%2F%2Finstitucional.us.es%2Frevistas%2Fanduli%2F12%2Fart_9.pdf&clen=293730&chunk=true> [Accessed 28 November 2021].

Urraco-Solanilla, M. and Nogales-Bermejo, G., 2013. MICHEL FOUCAULT: The functioning of the educational institution in Modern Society. [online] Available at: <http://chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/viewer.html?pdfurl=https%3A%2F%2Finstitucional.us.es%2Frevistas%2Fanduli%2F12%2Fart_9.pdf&clen=293730&chunk=true> [Accessed 28 November 2021].



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