NO DESFALLECER, SINO INSISTIR, RESISTIR Y PERSISTIR

NO DESFALLECER, SINO INSISTIR, RESISTIR Y PERSISTIR

Cuando empezamos a medirnos por los fracasos que hemos experimentado, al tiempo que vamos renunciando a uno y otro sueño, nos vamos acostumbrando a renunciar sin sudar hasta la última gota de nuestro esfuerzo.

Por el contrario, cuando logramos concentrarnos en lo positivo que, a pesar de todo, tiene cada crisis, aprendemos a no desfallecer, sino insistir, resistir y persistir, sin pensar en desistir.

Pregúntate ¿cuánto estás dispuesto a aprender de tus errores? ¿cuánto estás dispuesto a persistir en tus sueños?

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.