Desarrollo Personal ¿Águila o Pato?
¿Qué eliges?

Desarrollo Personal ¿Águila o Pato?

No has nacido águila ni pato. Y es una suerte. Porque puedes elegir cómo vas a comportarte. Tu actitud es una elección personal. Una decisión.

Este cuento circula por las redes, desconozco su autor. Y muestra como es posible elegir la actitud adecuada para tener mejores resultados en la vida.

Cuento ¿Águila o Pato?

Pedro bajó del avión y se dirigió a tomar un taxi.

Cuando le tocó su turno, notó que el taxi estaba limpio, brillante. El chofer, impoluto con camisa blanca, corbata y pantalones negros muy bien planchados. El taxista bajó del auto y abrió la puerta trasera del taxi.

Una vez dentro, le dio a Pedro un cartón plastificado y le saludó diciendo: Buenos días, mi nombre es Willy. Hoy seré su chofer. Mientras guardo su maleta, me gustaría que leyera mi Misión.

Con cierto asombro, Pedro leyó la tarjeta: Misión de Willy: “Hacer llegar a mis clientes a su destino final de la manera mas rápida, segura y económica posible, brindándole un ambiente amigable”

De asombrado pasó a impactado. Especialmente cuando notó que el interior del taxi estaba igual que el exterior, impecable.

Antes de emprender el viaje, Willy preguntó: - “Le gustaría un café? Tengo café normal o descafeinado”. Pedro bromeó y dijo: “Gracias, preferiría un refresco” Willy sonrío y dijo: “No hay problema tengo una nevera con refrescos, agua y zumo de naranja”. Casi en shock Pedro respondió: “Gracias, tomaré agua mejor”

Pasándole una botellita de agua, Willy le dijo, “Si desea usted algo para leer, tengo la prensa de hoy y algunas revistas financieras”

Y como si esto no fuera ya demasiado, Willy le comentó que tenía el aire acondicionado encendido y preguntó si la temperatura estaba bien para él. Luego, habló sobre cuál sería la mejor ruta a su hotel a esa hora del día.

También le hizo saber que estaría contento de conversar con él o, si prefería, lo podía conducir en silencio.

“Dime Willy, le pregunto con curiosidad Pedro - ¿Siempre has atendido así a tus pasajeros?”

Willy sonrió mirándolo por el espejo retrovisor.

“No, no siempre. Solo en los dos últimos años. Los primero cinco como taxista los malgasté la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas.

Hasta que un día escuché en la radio una entrevista al Dr. Wayne Dyer. Habla de su último libro. Dyer decía que si te levantas esperando un mal día, seguro lo tendrás, muy rara vez no se te cumplirá. También decía: "Deja de quejarte. Sé diferente de tu competencia. No seas un pato, sé un águila. Los patos sólo hacen ruido y se quejan, las águilas se elevan por encima del grupo”.

“Esto me llegó aquí, en medio de los ojos”, dijo Willy. “Sentí que el Dr. Dyer me hablaba directamente a mi. Hasta ese momento me la pasé haciendo ruido, todo el día quejándome. Pero ese día decidí cambiar mi actitud. Sería águila. Miré alrededor a los otros taxis y sus choferes. Los vehículos iban sucios, los choferes no eran amigables... y los clientes no estaban contentos. Entonces empecé haciendo un cambio. Uno a la vez. Cuando mis clientes respondieron bien, hice más”.

“Se nota que los cambios te han pagado bien”, le dijo Pedro.

“Sí, ya lo creo que sí”, le dijo Willy. “Mi primer año de águila dupliqué mis ingresos. Este año posiblemente los cuadruplique. Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy. Usualmente ya no estoy en la parada de taxis. Tengo mi agenda completa con clientes habituales que me contratan directamente. Si no estoy disponible, les contacto con un amigo taxista águila confiable para que haga el servicio”.

Willy era estupendo. Hacía el servicio de una limusina en un taxi.

Luego de esto, Pedro siguió utilizando taxis. Quizá le había contado esta historia a más de cincuenta taxistas. Pero solo dos captaron la idea y la pusieron en marcha. Cuando iba a sus ciudades, los llamaba a ellos. El resto de los taxistas siguen haciendo bulla como los patos y dando todas las razones por las que no pueden hacer nada para cambiar.

Willy, el taxista, decidió dejar de hacer ruido y quejarse como los patos y volar por encima del grupo, como las águilas.

No importa si trabajas en una oficina, en mantenimiento o eres docente. No importa si trabajas en servicio publico, en la política, si tienes una empresa, si formas parte de una junta directiva o si tu sector es la informática. ¿Cómo te comportas? ¿Cuál es tu actitud? ¿Te dedicas a hacer ruido y a quejarte? ¿O te estás elevando por encima de los patos?

Recuerda: ES TÚ DECISIÓN Y CADA VEZ TIENES MENOS TIEMPO PARA TOMARLA

Viki Morandeira

Coach Ontológico Experta en relaciones

Tres son las relaciones más importantes. La relación contigo. La relación con tu pareja y la que tienes con las demás personas importantes de tu vida. Puedes mejorar todas ellas si aprendes a hacerlo. 

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