¿Cómo argumentar ideas en la oficina?
En el ámbito laboral existen una infinidad de talentos, pero muchas veces a la hora de argumentar o exponer una idea existen problemas para expresar correctamente el punto de vista. Este fenómeno es mucho más frecuente de lo que se pueden imaginar y suele surgir en varias oportunidades como por ejemplo cuando se solicita un aumento de sueldo, un cargo superior, la aprobación de presupuesto de un proyecto, etc.
La comunicación no verbal será una de las cosas a tener en cuenta, mantener un contacto visual adecuado, poner atención en los movimientos corporales, la postura, hablar en un tono moderado y pausado servirán de gran ayuda para no generar dudas en quienes nos escuchen; para así lograr explicar nuestras idea acompañada de material fehaciente que sirva de pruebas para convencerlos de nuestro propósito. Pasando en limpio; documentación que soporte lo que pensamos!!!
Como se establece cuando hablamos de negociación, la habilidad del buen negociante es darse cuenta de hasta dónde la otra persona es capaz de aceptar y bajo qué circunstancias puntuales. Es por ello, que hay que recurrir al uso de elementos lingüísticos como la persuasión. Pero que esto, no nos lleve a no aceptar que no estamos en lo correcto, somos seres humanos y todos cometemos errores.
Además dicen por ahí que... “no se argumenta mejor por decir muchas veces lo mismo, ni por expresar con muchas palabras lo que podría decirse con muchas menos”.
Al argumentar nuestra idea nunca debemos rebajarnos a atacar personalmente al adversario en lugar de intentar derribar sus argumentos. Hay que evítalo a toda costa.
Esto significa estar muy al tanto de que, a pesar de los errores que el otro pueda haber cometido, es un ser humano y no debemos tratarlo como si valiera menos.
Aquí algunos tipos de argumentos:
Hablamos de ser nosotros mismos, de expresar lo que pensamos sin estar condicionados por las presiones de la mayoría, de ser únicos. De lograr ser escuchados con la posibilidad de argumentar de forma certera por qué opinamos de tal o cual forma.
Debemos de compartir y escuchar las ideas diferentes de los demás porque nos ayudan a enriquecernos, debatiendo y exponiendo entre todos, diferentes matices y aspectos de cada opinión. Seamos libres para opinar, y, también, seamos respetables para escuchar las ideas de los demás, sin enojarnos, sin sentirnos manipulados, y sobre todo, desechemos esa idea negativa que, a veces, nos acecha , de que, quien nos aprecia y valora dejar de hacerlo, porque estemos opinando de distinta forma que él.
Ya que indistintamente pensemos lo que pensemos siempre, habrá alguien que esté de acuerdo y otros que no. Seamos fieles a nosotros mismos defendiendo correctamente nuestras ideas.