Alteridad y liderazgo es más necesario que nunca.

Alteridad y liderazgo es más necesario que nunca.

Alteridad en el liderazgo es más necesario que nunca. “Hoy se pierde cada vez más el distanciamiento, a saber, la capacidad de experimentar al otro de cara a su alteridad. A través de los medios digitales intentamos hoy acercar al otro tanto sea posible, destruir la distancia frente a él, para establecer la cercanía. Pero con ello no tenemos nada del otro, sino que más bien los hacemos desaparecer”. (Byung-chul Han). Esta especie de dualidad que nos plantea Han,  destacado filósofo coreano, radicado en Alemania, parece ser una especie de ironía entre la seudo cercanía y el distanciamiento casi total al hablar de desaparecer.  

Vivimos en una sociedad en que las RRSS nos han permitido contactarnos mejor con las personas que están lejos donde se genera esta sensación de vinculación infinita, pero que sin duda, nos han alejado de las personas más cercanas, incluidos nuestros seres más queridos.

Los liderazgos requieren hoy un cambio con urgencia (por si no se han dado cuenta el mundo cambio), un cambio que comience a encontrar respuestas y seguramente las preguntas adecuadas, que se conecte auténticamente con las personas y con la sociedad, que entiendan que el mundo de hoy se debe construir desde el trabajo colaborativo y no desde el individualismo que tan mal nos ha hecho.

La alteridad es indispensable en los liderazgos, de todas las áreas y dimensiones, gran parte de la crisis global que vivimos hoy se debe a el excesivo individualismo y competencia de los tiempos pasados (espero que sean pasados), características que el liderazgo a propiciado. La alteridad entendida como esa conexión con el otro a partir de la habilidad racional de cambiar la perspectiva y ponerte en el lugar de otra persona. De poder escuchar y apagar la respuesta automática y tratar de entender la posición de las otras personas. Esto es diferente a la empatía que es mas difícil aún, porque requiere conexión emocional. La alteridad es casi un precepto ético y de convivencia, la realidad humana se construye solo a través de la interacción y la convivencia con otras personas. Desde la misma perspectiva, las organizaciones y empresas se construyen solo a través de las interacciones y convivencias con otras personas (parece que a algunos se les olvida). La alteridad se experimenta solo con la acción en contacto con otras personas. Así como la empatía es parte de la inteligencia emocional, la alteridad podríamos decir es parte de la inteligencia social.

Necesitamos más inteligencia social en nuestros liderazgos que construyan con otros, a través del trabajo colaborativo, de la seguridad psicológica (lugares con mucha alteridad) y de una intensión de verdadero cambio de cara a un futuro incierto.

 (1)  La agonía del Eros, Byung-Chul Han, Herder, Barcelona, 2014, 79 pp.

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