Alimentos ácidos y alcalinos
El equilibrio del pH, ni tan ácido ni tan alcalino
Los organismos humanos tenemos infinidad de sustancias químicas, pero hay dos opuestas a tener en cuenta: ácidas y alcalinas.
Que el cuerpo esté menos ácido y más alcalino no es una moda, es un tema químico que conviene tener en cuenta para estar sanos.
La relación entre ácido o alcalino es la medición del pH. Si el pH es muy alto, sabemos que el cuerpo está muy ácido. Si el pH es muy bajo, está elevado lo alcalino. El pH 7, es neutro, y significa que hay un equilibrio, un término medio entre las dos: ácido y alcalino.
El pH es el potencial de hidrógeno, de allí la sigla pH. A mayor concentración de hidrógeno de iones, hay más grados de acidez. Menos concentración de iones resulta más alcalinizante.
El cuerpo es alcalino por naturaleza. Pero todas las funciones son acidificantes. Somos alcalinos pero el metabolismo, por ejemplo, transforma lo alcalino en ácido. La digestión acidifica los alimentos alcalinos al procesarlos.
Es por tal motivo que importa tanto una alimentación 75 % alcalina para contrarrestar lo ácido y cuidar el estilo de vida.
Los tumores no se instalan en zonas alcalinas sino en zonas ácidas. Es importante conocer esto que nos permite valorar más la importancia de las dietas alcalinas.
La acidez puede producirse fundamentalmente por la dieta pero no solo por ella: los pensamientos negativos, el estrés, la angustia, la tristeza, la falta de ejercicio o el exceso de ejercicio también generan acidosis. Cuando aumenta el nivel de acidez sanguínea, el organismo busca reestablecer este vital equilibrio. Se requiere de un constante flujo de sustancias alcalinas para poder neutralizar los ácidos de los alimentos y del metabolismo celular.
Los alimentos más alcalinos, limpian el cuerpo. Básicamente todas las frutas y verduras resultan alcalinizantes.
Comer mucho alimento verde, agua, sales adecuadas como la sal marina o sal rosada del Himalaya. Ensaladas verdes de diferentes clases: rúcula, espinaca, brócoli (dos o tres ingredientes por plato).
Semillas - frutos secos – almendras – legumbres – lentejas – garbanzos - frutas en general - limón – pomelo – palta – brócoli - miel. Son todos alimentos alcalinos.
¡¡¡Es muy importante comer un 75% de crudo y 25 de cocido. Cereales integrales, algas, cereales integrales y mucha palta!!!
También nos alcalinizamos viviendo emociones positivas: alegría, bienestar, relaciones sanas con las personas.
Nos acidifica
Lo que más acidifica son el azúcar y los dulces. Las carnes, huevos y lácteos. Las pastas y todo lo que contenga harina blanca. Las gaseosas, el alcohol, el tabaco y el café.
Un cuerpo ácido no es capaz de absorber bien las vitaminas, minerales y otros nutrientes. Se reduce la capacidad de reparar las células, disminuye la posibilidad de la sangre de transportar el oxígeno.
Por eso en los cuerpos ácidos prosperan algunas enfermedades como el cáncer y otras enfermedades degenerativas como la esclerosis múltiple.
El estilo de vida moderno causa acidez: comida procesada - alcohol - medicamentos - dormir poco - mucho estrés y poco ejercicio físico o exceso del mismo (correr hasta quedar extenuado). La contaminación electromagnética (uso en exceso de celulares, computadoras y otras pantallas).
No todo es lo que parece ES
No es lo mismo la reacción química de un alimento, fuera que dentro del organismo. Cuando el alimento se metaboliza, puede generar una reacción totalmente distinta a su característica original.
Por ejemplo, la carne es muy alcalina antes de comerla, pero luego con la digestión deja residuos tóxicos y ácidos (ácido sulfúrico, ácido fosfórico, ácido úrico) que debe ser neutralizado por la sangre.
El limón es muy ácido, ¡¡pero al comerlo y digerirlo se transforma en alcalino en el cuerpo!!
Por lo general resultan acidificantes aquellos alimentos que poseen un alto contenido de azufre, fósforo y cloro. En cambios son alcalinizantes aquellos que contienen buena dosis de calcio, magnesio, sodio y potasio.
Y ¿cuáles son los síntomas de mucha acidificación en el cuerpo? El cansancio, la falta de energía. Agotamiento. Resfríos o sinusitis, dolores en las articulaciones. Hongos, candidiasis, herpes.
ALIMENTOS ALCALINOS
Verduras frescas y crudas: ALTAMENTE ALCALINO: Espinaca, brócoli, apio, ajo
Otras: zanahoria, remolacha, lechuga, calabaza, pepino fresco, espárrago, cebolla, repollo, aceitunas
Frutas: pasas de uva, higos secos, uvas, Manzanas, limón, peras, tomate, naranja, mandarina, amaranto
Granos y cereales: lentejas, porotos blancos, quinoa, mijo, cebada
Nueces y semillas: avellanas, almendras, semillas de girasol, semillas de calabaza
Aceites: de oliva, de linaza
Bebidas: jugo de limón (ALTAMENTE ALCALINO), té de hierbas (ALTAMENTE ALCALINO), té verde, té de jengibre, extractos de verduras
Endulzante: miel cruda, hojas de stevia (natural)
ALIMENTOS ÁCIDOS
Vegetales: pepinillos, vegetales enlatados y en vinagre
Frutas: arándano, ciruela, fruta enlatada
Granos: pan, avena, arroz, postres, pastas. El pan integral, el arroz integral y la avena tienen acidez baja
Carnes: mariscos (ALTAMENTE ÁCIDO), carne roja (ALTAMENTE ÁCIDO), enlatados (ALTAMENTE ÁCIDO), órganos de res, hígado, pescado, pollo
Huevos y lácteos: leche entera, manteca, yogurt, quesos, helado, huevo. El queso parmesano procesado presenta ACIDEZ ALTA
Nueces y semillas: Nueces de cajú (ACIDEZ MEDIA), maní (ACIDEZ ALTA)
Aceites: de maíz, de girasol, margarinas
Bebidas: té negro (ALTAMENTE ÁCIDO), café (ALTAMENTE ÁCIDO), cerveza (ALTAMENTE ÁCIDO), licor (ALTAMENTE ÁCIDO) chocolate, vino, soda
Endulzantes: endulzantes artificiales (ALTAMENTE ÁCIDO), azúcar blanca, azúcar negra
Condimentos: sal, mermelada, salsa de tomate, mayonesa, mostaza, vinagre
La maravilla de nuestra psicobiología
Nuestro organismo, antes de enfermarse da muchos avisos para que podamos cambiar nuestra forma de vida, nuestra alimentación y la forma de vivir las emociones.
Hay situaciones que son muy difíciles para cuidar la alimentación (un cumpleaños familiar, por ejemplo), pero hay un día a día en el que podemos ir eligiendo y crear hábitos saludables.
Tenemos la oportunidad de tener la salud en manos nuestras y de elegir, qué comer, cómo comer, de qué manera vivir. Sin embargo, ante cualquier duda, no está de más consultar a su Nutricionista.