Afianzar y fortalecer las relaciones familiares mediante disputas
Muchos psicólogos y analistas del comportamiento humano destacan que las disputas familiares, aparte de ser normal, son necesarias para afianzar y fortalecer los lazos familiares.
No obstante, la solución de conflictos familiares no es una tarea fácil, pues es necesario principalmente dejar de lado el orgullo y reconocer si somos o no los culpables de ese problema.
Para conseguir soluciones, Reyes de la Torre, pedagoga y trabajadora de Acción Familiar Aragonesa (AFA), una ONG dedicada a programas formativos y asistenciales relacionados con la familia, muestra una serie de consejos para abordar este tipo de situaciones:
- Preparación: para resolver un conflicto es necesario tener la capacidad de negociación, para conseguir así desagraviar la tensa situación. Para ello es indispensable saber que no existe una única solución y que, puede que la nuestra no sea la correcta.
- Emociones: aunque se tenga pensado lo que se va a hacer o decir ante un conflicto, llegado el momento, las emociones pueden superar a la persona. Manejando las emociones, se transmite este autocontrol al resto de miembros de la familia. Así, es mucho más fácil la comunicación, aprender a escuchar y a ser flexible.
- Pensar soluciones: antes de que afloren las emociones, es necesario tener claro cómo vamos a intentar solucionar el problema, de tal manera que no afecte o perjudique a otra persona.
- Ni ganar ni perder: si no se tiene claro que las dos partes involucradas tendrán que ganar y perder en igual medida, quedarán flecos, resentimientos o reproches. Por ello hay que tener claro que la mejor forma de resolver conflictos es hacerlo de forma positiva, beneficiando así a ambas partes.
- Sacar el lado positivo: Hay que ser capaces de ver un conflicto como una herramienta y oportunidad para mejorar las relaciones entre los familiares, ya que es conveniente no dejar de resolver ningún conflicto. Eso sí, de la manera adecuada, de forma positiva.
Alba Garrido Cebrián