2020 el vital deliquio de la humanidad

Este año se ha convertido en la afluencia de todos nuestros abusos y excesos como subespecie. Es decir, la suma de todas las profecías auto cumplidas. Como sabiamente dijo Seneca, “La verdad no peca, pero incomoda”.

Muchos podemos decir que, “no lo vimos venir”, que cuando nos dimos cuenta, “ya era demasiado tarde”. La realidad para otros es que tuvimos cientos de avisos en el camino y fingimos no verlos o enterarnos. Como diría el Dr. Daniel Goleman en su libro “Punto Ciego”, los seres humanos tenemos doctorado en el autoengaño. Siempre tenemos pretextos, justificaciones y argumentos para validar las razones por las que elegimos o no hacer las cosas. 

La suma de todos los indicadores (economía, salud, medio ambiente, sociales) mostraban claramente que en cuanto se diera el cataclismo, sería de proporciones inimaginables. Tal parece qué al no haber capitalizado la experiencia, la propia naturaleza nos muestra una y otra vez que si seguimos en este camino no habrá solución alguna.  

Históricamente desde la Plaga de Justiniano (51-542 DC) hasta el COVID-19 (2019-2021), la humanidad ha vivido decenas de pandemias. (Viruela japonesa, peste negra, viruela, peste bubónica, peste rusa, Cólera, fiebre amarilla, gripe española, tuberculosis, gripe rusa, gripe de Hong Kong, malaria, VIH/sida, Sars, gripe porcina, MERS, ébola, etcétera). La población del mundo paso de 1,600 millones en 1900 a más de 7,800 en el 2020. 

No solo se trata del bajo nivel de consciencia (el estado de automatismo y desconexión) con el que vivimos. Se trata de una apatía y procrastinación ante asuntos impostergables e ineludibles.  La OMS publicó en noviembre del 2019 en su reporte sobre trastornos mentales que alrededor de 430 millones de personas en el mundo requerían tratamientos psicológicos o psiquiátricos, de los cuales entre el 35 al 85 por ciento no recibieron apoyos o tratamientos. La proyección para el 2021 por la propia organización resultado de esta pandemia es que casi 700 millones de personas requerirán de tratamientos psicológicos y psiquiátricos formales. 

No obstante, existe una gran mayoría de la población que ha desarrollado o esta desarrollando TEPT(trastornos de estrés postraumático). No olvidemos que la propia OMS proyectó para el año 2024 que las principales dos causas de discapacidad serán el estrés y la depresión.  Y esta cifra superior a los 6,000 millones de personas “sanas”, (descontando a la población infantil) no están siendo apoyadas o atendidas por nadie. 

Esta deliquia desde la acepción del desaliento y desánimo, no le esta permitiendo a las personas aceptar y entender que estamos viviendo una situación muy difícil de procesar y trabajar. Pues de manera inconsciente nuestros propios mecanismos de defensa minimizan, evaden y desatienden selectivamente, ya que de manera natural o en nuestras formaciones académicas no nos fueron enseñadas las herramientas y distinciones mínimas necesarias para hacerle frente a estas eventualidades emocionales cada vez más frecuentes. 

Como aparece en el conocido programa de los doce pasos de alcohólicos anónimos, en el paso 1: “Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables”. En este caso llevándolo al ámbito de la salud mental lo enunciaremos como: “Admitimos que somos impotentes ante nuestros estados emocionales y que nuestras vidas se han vuelto ingobernables”. El primer paso es la aceptación, aceptación de que tengo un problema y que requiero hacerme cargo de ello. Pero es tan alto nuestro nivel de deliquia, que no somos capaces de darnos cuenta qué no nos estamos dando cuenta. Convertirnos en el famoso “observador del observador”; no solo me percato de lo que ocurre afuera, también lo hago de lo que ocurre aquí adentro. Pero, no es así. Tal parece que preferimos negar, minimizar o evadir. 

En los últimos meses resultado de la conjunción de múltiples acontecimientos se han lanzado muchas iniciativas de apoyo a la salud mental. En EUA existe algo que se llama “Talk Space” encabezado por Michael Phelps (medallista olímpico de natación, que sufre de depresión crónica), en México, “Cerebro”, Crisol, Cadena, Coaches por México, C7 Salud Mental, RAE (Red de apoyo emocional). Así como en otros países de latino américa. Muchos grupos de coaches, terapeutas y psicólogos se han unido para ofrecer sesiones de coaching, terapéuticas, psicológicas o psiquiátricas. Muchas sin costo o a precios muy accesibles.

Sin embargo, conversando con muchos de sus integrantes nos hemos encontrado con el común denominador de que existe muy poco o nulo interés de la población de acercarse o acceder a estos apoyos. ¿Cuál es la razón? Podemos presentar múltiples argumentos, la triste realidad, es que la mayoría de las personas ni siquiera se han dado cuenta que los niveles de angustia y ansiedad con los que están viviendo se han incrementado dramáticamente. Muchos lo saben y consideran que son los precios ha pagar por vivir en este mundo.  

No aceptar que tengo un problema, se convierte en el primer problema, pues no podre resolver los demás. En todos los foros donde he tenido oportunidad de participar lo digo públicamente. El nivel de desconexión, de automatismo, de “no darnos cuenta”, es tan alto que en términos porcentuales más del 99 por ciento de la población habita en ese espacio.

Más grave aun, es ser testigos de la enorme necesidad que existe en el mundo para bajar o disminuir los niveles de estrés y depresión de la humanidad. Y que nosotros no seamos capaces de aceptar y ver que estamos inmersos en esa problemática y no hacemos nada al respecto. Haciendo la analogía, es como las ranas en la olla de agua caliente, sintiéndose cómodas en un principio, sin darse cuenta qué al hervir el agua ya no tendrán oportunidad de hacer algo al respecto.  

Te invito a que hagas un “STOP”, te detengas un momento y reflexiones, como estas, como te estas sintiendo y si consideras que requieres algún tipo de ayuda para salir adelante de la situación que estamos viviendo todos. Recuerda que el primer paso es aceptar que requerimos ayuda y no justificarnos o hacer como que no pasa nada, aunque cada día que pasa nos sintamos peor.

Para contactarme, escribe a: rae@expertosentransformacion.com

O manda mensaje a: https://wa.link/ltag2l