En Advocate Health Care, nuestro equipo de urólogos experimentados está aquí para brindarle atención compasiva para el hidrocele. Utilizamos los últimos tratamientos y pruebas de diagnóstico para garantizar que reciba la atención que necesita.
Un hidrocele es la acumulación de líquido en el saco alrededor del testículo, conocido como escroto. Este líquido hace que los testículos se hinchen en los hombres o en las personas asignadas al sexo masculino al nacer. Los hidroceles son más comunes en bebés y lactantes, pero pueden desarrollarse a cualquier edad.
Por lo general, los hidroceles no son dolorosos y no representan un riesgo grave. Los hidroceles suelen desaparecer por sí solos en los bebés durante el primer año de vida. Los bebés pueden desarrollar hidroceles antes de nacer.
En personas mayores, los hidroceles pueden persistir y requerir atención médica, incluida la cirugía. También pueden ser un signo temprano de cáncer testicular o indicar un quiste testicular. En casos poco frecuentes, los hidroceles pueden causar una hernia inguinal, que puede poner en peligro la vida.
Los hidroceles pueden ser comunicantes o no comunicantes.
En los bebés, los hidroceles suelen ser parte del desarrollo en el útero de la madre. Se forman cuando el líquido abdominal puede ingresar al escroto si el saco no se cierra. Incluso si el saco se cierra, es posible que quede líquido en el escroto.
En niños mayores y adultos, las lesiones en el escroto o una infección suelen ser la causa de hidroceles.
El síntoma más común es la hinchazón del escroto en uno o ambos lados. Otros síntomas incluyen:
El urólogo de Aurora le hará un examen físico completo y le preguntará acerca de sus síntomas. La mayoría de las veces, el proveedor puede diagnosticar los hidroceles simplemente mediante un examen físico.
Durante el examen, el proveedor puede aplicar presión en el área de la ingle y pedirle que tosa para examinar la inflamación. Esto se usa para descartar hernias inguinales o testiculares.
En algunos casos, el proveedor puede pedir pruebas por imágenes para confirmar un diagnóstico de hidrocele, como una tomografía computarizada, una ecografía o radiografías.
En la mayoría de los casos, un hidrocele desaparece por sí solo y no requiere ningún tratamiento. Si el hidrocele no desaparece por sí solo, es posible que necesite una cirugía en el día para drenar la acumulación de líquido en el escroto.
Aunque no tenga dolor ni molestias, es una buena idea que el proveedor revise un hidrocele, porque puede provocar complicaciones graves, como un quiste testicular, un tumor o una hernia inguinal.
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