Carlos Tevez y Vanesa Mansilla: un amor que pudo sortear "errores" y ganó por goleada

Se conocieron allá por el año 1997, cuando jugar en las grandes ligas del mundo era apenas un sueño para él y la idea de formar una familia, un anhelo lejano para ella. Sin imaginar la vida que construirían juntos y, luego de transitar un camino con varias idas y vueltas, Carlos Tevez y Vanesa Mansilla siguen demostrando, día a día, que aquel amor de la adolescencia fue más fuerte que la fama, el dinero, la distancia y la traición.

Su mejor partido

Como muestra el último capítulo de su serie autobiográfica Apache, el destino quiso que Carlitos y Vanesa se cruzaran por primera vez en un boliche de música tropical de la localidad de General Pacheco. Mientras que él tenía 18 años y daba sus primeros pasos en el club de sus amores, Boca Juniors, ella era una jovencita muy segura de sí misma y llena de tenacidad. De hecho, dicen que fue ella quien tomó la iniciativa y clavó su vista en el jugador, como si hubiera intuido que estaba frente al hombre de su vida.

El boliche, Tropitango Bailable, una meca de la cumbia por la que pasaron otros grandes como Juan Román Riquelme, Sergio "Kun" Agüero y Marcos "Chino" Maidana, fue el lugar en el que sucedió el flechazo a primera vista. "Cuando Vanesa llegó, yo estaba bailando con una rubia. Ella se puso cerca y no paraba de mirarme. Me ponía incómodo porque no me sacaba los ojos de encima y yo tenía que disimular", recordó alguna vez el jugador, sin poder creer la valentía de su mujer.

Según lo que ambos recuerdan, el juego de seducción, miradas e histeriqueo duró alrededor de 30 minutos, hasta que ambos decidieron acercarse y empezar a hablar. Y la historia comenzó a escribirse.

Un amor sin fronteras

Si bien los dos nacieron y se criaron en barrios muy humildes de Buenos Aires, la exitosa carrera del futbolista los llevó por todo el mundo: San Pablo, Londres, Manchester, Turín y China. Sin objeciones y con una incondicionalidad inigualable, Vanesa hizo las valijas y acompañó al "Apache" en cada uno de sus destinos futbolísticos.

El amor es más fuerte: Tevez y Mansilla en Ibiza, disfrutando de unas románticas vacaciones

Sin embargo, no todo fue color de rosa. A pesar de que siempre se mantuvieron unidos en el sentimiento, las cosas de la vida, o mejor dicho, los deslices del deportista hicieron que la pareja tenga que atravesar varias tormentas, separaciones y polémicas, aunque siempre volvieron a elegirse.

Los romances de Carlitos

En 2004, la pareja tuvo su primer impasse. En ese entonces, el delantero había dejado Boca y se lucía en el Corinthians de Brasil. Cautivado por la belleza de la modelo Natalia Fassi, el jugador vivió un romance breve pero de alta exposición, que fue tapa de todas las revistas del corazón.

Poco tiempo después, se supo que Vanesa estaba embarazada. Frente a la noticia, Tevez decidió dar por finalizada esta aventura amorosa y volvió al lado de su mujer para criar a su primera hija, Florencia, que nació en 2005. La madre de la pequeña decidió perdonarlo y dar vuelta la página, ya que lo siguió a Inglaterra donde comenzaron una nueva vida.

Mariana Paesani, la modelo y promotora que conquistó (brevemente) el corazón del futbolista

Sin embargo, cinco años después -y ya brillando en el Manchester City- la historia volvió a repetirse. Mientras esperaba a su segunda hija, el futbolista volvió a engañar a su mujer con la modelo Mariana Paesani. Las fotos de la nueva pareja paseando de la mano por las calles de Manchester hicieron que Mansilla armara las valijas y regrese a la Argentina, a su casa de La Horqueta. Pero este romance tampoco duro demasiado y terminó cuando nació Katie.

Lejos de una posible reconciliación, el deportista siguió disfrutando de su soltería y, en cada viaje relámpago a la Argentina, se le adjudicaba una nueva conquista. Sin embargo, hubo un nombre que no pudo escapar al lente de los paparazzis y ese fue el de Brenda Asnicar , la actriz de Patito Feo.

Por aquel entonces, ella tenía 19 y él 26, y aunque parecían venir de universos completamente distintos, su romance se prolongó por casi un año. El primer encuentro fue en un boliche de Buenos Aires, durante un show de Piola Vago (la banda de los hermanos de Tevez). El flechazo fue instantáneo y la pareja no se separó más. Sin embargo, de un día para el otro, el affaire terminó y entonces, él decidió iniciar su "operativo retorno" para reconquistar a su ex.

Tevez y Asnicar: un romance que se prolongó durante casi un año

"Me porté muy mal con Vanesa por culpa de la fama y mi juventud. Por eso, hoy quiero buscar la forma de conquistarla de nuevo pero, me la está haciendo very difficult", confesaba el "jugador del pueblo" haciendo un mea culpa por haber engañado a la madre de sus hijas en los dos momentos más importantes de su vida.

Fue en esa misma época cuando ocurrió el famoso episodio en el living de Susana Giménez: mientras que Carlitos estaba sentado en el sillón intentando recomponer la relación con su ex, Vanesa observaba fuera de cámara. En un momento, Susana la invitó a sumarse a la entrevista pero ella se negó rotundamente: "No después de que se sentó una ex de él a hablar ahí. Yo soy popular, tengo mis códigos", señaló Mansilla en referencia al paso previo de Asnicar por el programa de la diva de los teléfonos.

La tercera es la vencida

El mismo espíritu obstinado y perseverante que lo llevó a triunfar dentro de la cancha, hizo que el jugador de la Selección Nacional logre conquistar a Vanesa una vez más. De a poco, la pareja volvió a enamorarse y, ya con él jugando en la Juventus de Italia, volvieron a convivir. En 2014 y, como fruto de esa nueva oportunidad, nació Lito Junior, su primer hijo varón.

Tras superar todas las pruebas que la vida les fue poniendo en el camino, el broche de oro de esta historia de amor llego en 2016, cuando los protagonistas decidieron sellar su amor con una gran boda. Radicado de vuelta en Argentina, y exactamente 19 años después de aquel encuentro en Tropitango, Tevez le propuso matrimonio a su novia de la adolescencia con un tierno discurso que aún hoy los más románticos todavía recordamos: "Estabas parada frente a mí y no me equivoqué. Sos mi mejor jugada, mi mejor campeonato y el mejor gol que hice en mi vida",confesó el futbolista xeneize a corazón abierto.

Segundos después, y ante la mirada de los amigos y familiares presentes, vino el pedido formal: "En 14 años formamos la familia que tanto soñaste. Vos peleaste por mí, por Flor, por Katie y por Lito. Siempre dije que no me arrepiento de nada, te volvería a elegir. ¿Te querés casar conmigo?". Con lágrimas en los ojos y casi sin poder hablar, Vanesa aceptó sin dudarlo.

Un casamiento de cuatro días

Lejos de organizar una boda tradicional, Carlitos y Vanesa sorprendieron a todos con una fiesta en varios capítulos, que comenzó el jueves 22 de diciembre y se extendió hasta el domingo de Navidad.

"Estamos muy felices. Es una sensación única, uno de los mejores momentos de nuestras vidas. Es una manera de afianzar nuestra relación. Hace mucho tiempo que estamos juntos y dar el sí es una nueva confirmación de nuestro amor", señaló, por ese entonces, el recién casado con libreta roja en mano y envuelto en un traje celeste pastel.

Por su parte, la novia -muy elegante con un vestido corto de encaje del diseñador Javier Saiach- confesó: "Como toda mujer, siempre soñé con casarme y tener hijos. Ahora siento que cumplí todos mis deseos".

Tevez y Mansilla celebraron su amor en Carmelo, frente a 260 invitados

Luego de firmar la libreta en un registro civil de San Isidro y tras la clásica lluvia de arroz, el flamante matrimonio cruzó el charco junto a sus 260 invitados para continuar con los festejos del otro lado del Río de la Plata. "Siempre tuvimos el sueño de hacer algo que dure más de una noche para no olvidarlo nunca. Y qué mejor que hacerlo rodeado de nuestros amigos y de nuestra familia, es algo único que hay que festejar", expresó el delantero de Boca, aunque por esos días ya se rumoreaba su pase al Shanghái Shenhua de China.

Ya hospedados en Carmelo, el momento de mayor emoción llegó al día siguiente cuando tuvo lugar la ceremonia religiosa. Al aire libre y con sus tres hijos y su perrita Dulce de testigos, Carlitos y Vanesa intercambiaron anillos y se juraron amor eterno. "Gracias por ser el amor de mi vida, el papá de mis hijos y mi compañero de la vida. Te elegí una vez, volví a elegirte y te elijo hasta mi último día", declaró Mansilla muy emocionada, antes de quebrarse y besar a su flamante marido.

La familia Tevez Mansilla junto al presidente Mauricio Macri y su esposa, Juliana Awada

La celebración continuó con una gran fiesta en el club de campo El Faro, donde no falto ni la cumbia, ni las milanesas ni el pastel de papas (los platos favoritos del novio). Varios jugadores, directivos de clubes y hasta el propio presidente Mauricio Macri -junto a su mujer Juliana Awada- no quisieron perderse el festejo y bailaron al ritmo de varios shows en vivo, entre ellos el de Piola Vago y el del cuartetero Ulises Bueno.

Al otro día, hubo brunch y despedida para quienes optaron por volver a Buenos Aires a celebrar la Nochebuena mientras que, los más íntimos permanecieron en Uruguay para esperar la llegada de la Navidad junto al reciente matrimonio.

Hoy, 22 años después de aquel flechazo a primera vista (y a pesar de haber corrido mucha agua bajo el puente) los Tevez siguen demostrando que son el uno para el otro. Compañeros, humildes y con una vida muy bajo perfil, Carlitos y Vanesa son un claro ejemplo de que el amor es más fuerte que la fama, el dinero, la distancia y las traiciones. Una historia que, sin dudas, ganó por goleada.