Napoleón, de Ridley Scott, divide al público francés entre el elogio apasionado y el denuesto

Napoleón, de Ridley Scott, divide al público francés entre el elogio apasionado y el denuesto

En Fontainebleau, donde residía el emperador francés, algunos consideran que es una producción "grandiosa" y "hermosa", otros se sienten decepcionados por las imprecisiones históricas.

A la salida de la proyección Euronews preguntó su opinión a algunos espectadores: :

"¡¡¡Es una mierda!!! No, no me ha gustado nada. Es una pena invertir tanto dinero en una producción tan hermosa para contar tantas cosas falsas".

"Ya comienza con una enorme contradicción histórica. Bonaparte nunca presenció la decapitación de Maria Antonieta. Y luego, así, hasta el final. Y luego, escenas que realmente no deberían exponerse ante los ojos de los niños”

“A veces todavía me sentía un poco desafiado por el carácter de Napoleón en su vida privada. Yo no lo veía así, pero al fin y al cabo, ¿qué sabemos? Pero es una película magnífica. Ha pasado mucho tiempo desde que vi una película tan buena."

Ni Napoleón esta hecha para gustar especialmente al público francés más que a otros ni es un tratado de historia sobre el militar que llenó de sangre los campos de batalla de media Europa. Ridley Scott, que ha rodado a los 86 años esta megaproducción ha dicho ver a Napoleon más que dios, más que cesar, más que cualquier artista.