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Danza de amor alborozado: conoce las claves del Huaylarsh, legado wanka e ícono de Junín

Baile rebosante de colorido y frenesí es Patrimonio Cultural de la Nación desde el 23 de febrero de 2005.

Por Luis Zuta Dávila

Energía, colorido y frenesí desbordantes, pero, sobre todo, expresión de amor galante, el Huaylarsh es una de las notables danzas embajadoras de la región Junín. Declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 2005, esta expresión del folclor del valle del Mantaro es uno de los legados de la cultura preínca wanka, cuya alborozada interpretación en grupos numerosos de apasionadas parejas seduce a todo el Perú y al mundo.

Al celebrarse, el miércoles de ceniza de cada año como el Día del Huaylarsh, conozcamos las claves de esta popular danza costumbrista que identifica a la región Junín, al valle del Mantaro y al Perú en su conjunto.

Origen del Huaylarsh

Los entendidos indican que esta danza surgió con la civilización wanka, que se desarrolló en el valle del Mantaro, y constituyó una expresión de agradecimiento a la Pachamama o madre tierra en tiempos de siembra y cosecha, en las trillas de cereales o los cultivos de papas, que involucran el sentimiento del amor y la fertilidad.

Etimología

Según el vocabulario elaborado por Diego González Holguín, en el año 1608, el vocablo “Huaylarsh” provendría de las palabras quechuas “Huaylla”, que en castellano significa “Prado verde” o “buen pasto”, y “Huaylluy” que quiere decir “Amar con ternura”.

Por su parte, en el diccionario aimara de Juan Francisco Deza Galindo, editado en 1989, se indica que proviene de los términos “Huaylla” que significa “Paja larga para techar”, y “Huayllu” que quiere decir “Amor, arrullo, caricia”.

El investigador Aquilino Castro Vásquez defiende que los léxicos “Huaylla” y “Huaylluy” tienen relación con la palabra “Huaylarsh”, por lo que esta danza denotaría “verdor” y “amor”.

El célebre compositor y musicólogo huanuqueño Daniel Alomía Robles, entre sus recopilaciones y compilaciones cataloga como Hayllas a las piezas musicales “Huilla, huilla palomita” en Tarma, y “Huaylla” en Acobamba, ambas provincias del departamento de Junín.

En el diccionario elaborado por Rodolfo Cerrón Palomino, en 1976, se menciona los términos “Huaylash”, que refiere al baile típico del sur de Huancayo; y “Huaylas” que describe al baile de competencia entre hombres y mujeres.

A su turno, el egregio escritor e intelectual indigenista José María Arguedas, escribió sobre el Huaylarsh que es una danza que se interpreta antes, durante o después de la faena agrícola.

“Y como tajantemente señala Zenobio Dagha: esta es la verdadera médula del origen del Waylarsh Wanka, inmerso en el mito, fuerzas cósmicas y mágico religioso, sobre todo en el desarrollo y la vigencia de la cultura popular wanka, aunque no les guste a los chauvinistas y folcloristas locales que no ven más allá de los cerros de su aldea”, afirmó Arguedas.

Versiones

Existen dos versiones del Huaylarsh: el antiguo o rural tradicional y el mestizo moderno. La versión antigua del huaylarsh pretende rememorar la danza que se efectuaba después de la jornada agrícola desde épocas ancestrales, y se interpreta de forma similar a la “Cachua” o el “Haylli”, que son danzas en las que se manifiesta el galanteo de los varones hacia las mujeres.

En tanto, la versión moderna se atribuye a Zenobio Dagha Sapaico, del pueblo de Chupuru. En 1949 estrenó la muliza, huaino, huaylarsh y fuga “Mi Tierra Wanka” con lo que se dio inicio a un nuevo tipo de huaylarsh. Al año siguiente, Dhaga Sapaico fundó la orquesta “Juventud Huancaína”, sentando las bases del huaylarsh moderno.

Esta nueva versión se desliga casi por completo de su motivación agrícola y enarbola solo el esparcimiento alegre y divertido. Es un baile que con los años se generalizó tanto en las ciudades como en las comunidades campesinas y que se interpreta especialmente en la celebración del carnaval y en el concurso nacional que se realiza anualmente.

Interpretación y vestimenta

El Huaylarsh moderno es interpretado por diez parejas conformadas por danzantes hombres o “hualarsh” y mujeres o “huamlas”.

La vestimenta de los varones está conformada por el “Chucu” o sombrero de paño de lana de oveja de color negro o blanco; la camisa confeccionada de bayeta de color blanco sin cuello; saco y pantalón de color negro; el Wat’ruco o wat’raco, que es una faja ancha con dibujos multicolores; las ojotas o llanqui, que es un calzado hecho de cuero o jebe; y un par de pañuelos, uno en cada mano.

Por su lado, las mujeres visten “Chucu” o sombrero de color negro, blanco o marrón claro; en el cintón que rodea la copa, van insertadas flores silvestres; las “Lulipas” o fustanes plumillados en número de 2 o 3; los “Mangars” o “maquitos” que cubren los brazos y no llevan bordaduras.

También llevan puesto un “Huat’ruco” o faja ancha, tejida con vistosos colores y motivos; un “Pullu” o manta de lana gruesa con franjas horizontales con motivos y colores; y el “Quipi” o atado en la espalda que guarda botellas de chicha.

Día del Huaylarsh

El 4 de febrero de 2016, el Consejo Municipal de Huancayo oficializó, el miércoles de ceniza de cada año, la celebración del Día del Huaylarsh, mediante la Ordenanza Municipal N°533-MPH/CM.

Patrimonio de la Nación

El 23 de febrero de 2005, el entonces Instituto Nacional de Cultura (hoy Ministerio de Cultura), declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la danza Huaylarsh Wanka del departamento de Junín.

En la resolución que oficializa este reconocimiento del Estado peruano se indica que, por sus claras raíces prehispánicas, esta danza merece este reconocimiento para fomentar el respeto a su tradicionalidad, originalidad y mensajes, debiendo promoverse su fomento y difusión.

Asimismo, se reconoce las formas que en la actualidad asume dicha danza: el rural tradicional y el mestizo moderno, como formas que visualizan la continuidad y el cambio. De esta manera, el Huaylarsh se convierte en parte de las manifestaciones culturales orales y tradicionales del Perú.

Ruta del Huaylarsh

Comprende un recorrido por 45 lugares de la provincia de Huancayo identificados por la práctica constante de esta danza. Entre ellos figuran anexos y centros poblados como Chongos Bajo, Chongos Alto, Chicche, Chupuro, Huancán, Huayucachi, Huasicancha, Huari, Pucará, Sapallanga, La Punta, Viques, Quishuar, Pititayo, Vista Alegre, Palaco, Palmalloc, Pariahuanca, Pumpuya, Sicaya, Chilca, El Tambo y sus comunidades Cullpa y Cochas Grande.

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