La función del adverbio

Cuando modifica al verbo, el adverbio cumple el rol de complemento de tiempo, lugar, modo, etc. 

En estos casos suele colocarse detrás del verbo aludido, pero también puede estar delante. 

Ejemplos:

“Mis padres viven lejos”. “Conduce despacio”.

“Hoy volveré tarde”.

En cambio, cuando los adverbios modifican un adjetivo, sobre todo adverbios que expresan cantidad o intensidad, casi siempre se sitúan delante del adjetivo.

Ejemplos:

“El informe es muy detallado”.

“Mi portera es demasiado curiosa”.

“Ellos están bastante cansados”. 

Igualmente, un adverbio puede mofificar o precisar el sentido de otro adverbio. 

En este caso se coloca delante del adverbio al cual modifica el sentido.

Ejemplos:

“No hablo casi nunca con los desconocidos”.

“No comprendemos demasiado bien sus explicasiones”.

Finalmente, el adverbio también puede referise a la posición del hablante. 

Ejemplo:

“Afortunadamente no tengo problemas de salud”. 

Tipos de adverbios

Por su significado, los adverbios pueden clasificarse según siete categorías: 

Adverbios de modo, cantidad, tiempo, lugar, afirmación, negación y duda. 

¿Cuáles son los tipos de adverbios?

- De modo: así, bien, duro, mal, más bien, mejor, rápido, también. Ejemplo: “Has actuado mal”, “Luisa come rápidamente” y “no lo hagas así”. 

- De cantidad: bastante, demasiado, más, menos, mucho, muy poco, tan, tanto, etc. Ejemplo: “Han sufrido  mucho”, “nos ha ayudado bastante” y “eres demasiado tímido”.

- De tiempo: ahora, a veces, ayer, después, entonces, hoy, luego, mañana, nunca, pronto, siempre, tarde, temprano, todavía, ya. Ejemplo: “¿Aún estás en tu casa?”, “pasaré más tarde” y “de vez en cuando voy a hacerme la manicura”.

- De lugar: adentro, allá, alrededor, aquí, abajo, delante, dentro, detrás, encima, fuera. Ejemplo: “Vete fuera”, “las llaves deben estar en algún lugar ecima de la mesa”. 

- De afirmación: en verdad, por supuesto, sin duda. Ejemplo: “Ciertamente he dicho la verdad”.