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Sin gritos de ayuda ni chapoteos: guía visual para reconocer que alguien se ahoga

Ya son 249 los fallecidos por ahogamiento en piscinas o playas de enero a julio de este año. Explicamos las claves para distinguir si una persona se está ahogando y cómo actuar

Los ahogamientos ya se han llevado 249 vidas en los primeros siete meses del año en playas, piscinas, ríos o pozas en España. Son un 12,6% más que en el mismo periodo de 2022.

En ocasiones, las personas fallecen por luchar contra el oleaje o las corrientes marinas. En otras, el accidente se produce de manera rápida y sin gritos: son los ahogamientos “silenciosos”.

En cuestión de segundos, una persona se puede ahogar sin que apenas nadie haya reparado en ello. Estas son las fases más habituales de un ahogamiento:

Continuo de

un ahogamiento

Nadador

Un nadador respira de forma rítmica, tiende a la horizontalidad y mantiene un avance evidente hacia una dirección.

Pérdida de

control

El ahogamiento se inicia por una pérdida de control, por no saber nadar, una fuerte corriente, o una patología previa como una crisis epiléptica o un ataque al corazón, entre otros.

Distrés

acuático

SOS

El distrés acuático es la fase previa al ahogamiento. La persona continúa respirando y pide ayuda.

SOS

Ahogamiento

En el ahogamiento, el cuerpo actúa mediante reflejos para evitar la asfixia. La víctima no puede pedir ayuda.

Inmersión

El tiempo en la superficie del agua hasta la inmersión es de 20 a 60 segundos.

Los ahogamientos ya se han llevado 249 vidas en los primeros siete meses del año en playas, piscinas, ríos o pozas en España. Son un 12,6% más que en el mismo periodo de 2022.

En ocasiones, las personas fallecen por luchar contra el oleaje o las corrientes marinas. En otras, el accidente se produce de manera rápida y sin gritos: son los ahogamientos “silenciosos”.

En cuestión de segundos, una persona se puede ahogar sin que apenas nadie haya reparado en ello. Estas son las fases más habituales de un ahogamiento:

Continuo de

un ahogamiento

Nadador

Un nadador respira de forma rítmica, tiende a la horizontalidad y mantiene un avance evidente hacia una dirección.

Pérdida de

control

El ahogamiento se inicia por una pérdida de control, por no saber nadar, una fuerte corriente, o una patología previa como una crisis epiléptica o un ataque al corazón, entre otros.

Distrés

acuático

SOS

El distrés acuático es la fase previa al ahogamiento. La persona continúa respirando y pide ayuda.

SOS

Ahogamiento

En el ahogamiento, el cuerpo actúa mediante reflejos para evitar la asfixia. La víctima no puede pedir ayuda.

Inmersión

El tiempo en la superficie del agua hasta la inmersión es de 20 a 60 segundos.

Los ahogamientos ya se han llevado 249 vidas en los primeros siete meses del año en playas, piscinas, ríos o pozas en España. Son un 12,6% más que en el mismo periodo de 2022.

En ocasiones, las personas fallecen por luchar contra el oleaje o las corrientes marinas. En otras, el accidente se produce de manera rápida y sin gritos: son los ahogamientos “silenciosos”.

En cuestión de segundos, una persona se puede ahogar sin que apenas nadie haya reparado en ello. Estas son las fases más habituales de un ahogamiento:

Continuo de

un ahogamiento

Nadador

Un nadador respira de forma rítmica, tiende a la horizontalidad y va hacia una dirección evidente.

Pérdida de

control

El ahogamiento se inicia por una pérdida de control, por no saber nadar, una fuerte corriente, o una patología previa como una crisis epiléptica o un ataque al corazón, entre otros.

SOS

Distrés

acuático

El distrés acuático es la fase previa al ahogamiento. La persona continúa respirando y pide ayuda.

SOS

Ahogamiento

En el ahogamiento, el cuerpo actúa mediante reflejos para evitar la asfixia. La víctima no puede pedir ayuda.

Inmersión

El tiempo en la superficie del agua hasta la inmersión es de 20 a 60 segundos.

Los ahogamientos ya se han llevado 249 vidas en los primeros siete meses del año en playas, piscinas, ríos o pozas en España. Son un 12,6% más que en el mismo periodo de 2022.

En ocasiones, las personas fallecen por luchar contra el oleaje o las corrientes marinas. En otras, el accidente se produce de manera rápida y sin gritos: son los ahogamientos “silenciosos”.

En cuestión de segundos, una persona se puede ahogar sin que apenas nadie haya reparado en ello. Estas son las fases más habituales de un ahogamiento:

Continuo de

un ahogamiento

Nadador

Un nadador respira de forma rítmica, tiende a la horizontalidad y va hacia una dirección evidente.

Pérdida de

control

El ahogamiento se inicia por una pérdida de control, por no saber nadar, una fuerte corriente, o una patología previa como una crisis epiléptica o un ataque al corazón, entre otros.

SOS

Distrés

acuático

El distrés acuático es la fase previa al ahogamiento. La persona continúa respirando y pide ayuda.

SOS

Ahogamiento

En el ahogamiento, el cuerpo actúa mediante reflejos para evitar la asfixia. La víctima no puede pedir ayuda.

Inmersión

El tiempo en la superficie del agua hasta la inmersión es de 20 a 60 segundos.

Cuando uno se está ahogando no siempre parece que se esté ahogando. El proceso es rápido, discreto y letal. De hecho, en muchos casos la víctima se ahoga rodeada de bañistas ajenos al drama que se desarrolla a su lado. Son los llamados ahogamientos silenciosos. “Se ha popularizado la idea de que la persona que se ahoga grita, agita los brazos y pide ayuda”, explica Roberto Jesús Barcala, Catedrático de Socorrismo en la Facultad de Ciencias del Deporte de Pontevedra. “Pero esto solo ocurre en el cine y la televisión”. Por eso, explica Barcala, hay que cambiar la forma en la que la sociedad percibe cómo se desarrolla un ahogamiento: “Hay que educar a las personas para que busquen otros indicios”.

Quienes sí están educados, saben detectarlo. En muchos casos, hasta que el socorrista pita y se lanza al rescate, ningún bañista percibe el peligro, como se ve en la siguiente grabación en una piscina de Estados Unidos.

1. Una niña cae del flotador

Mientras se ahoga presiona los brazos contra la superficie, pero no grita y apenas puede mantener la cabeza a flote.

Fuente: Lifeguard Rescue (canal de Youtube)

2. El socorrista se lanza a salvarla

Son pocas las personas que notan que algo va mal. En cuestión de segundos, el socorrista detecta que se está ahogando y se lanza hacia ella.

Fuente: Lifeguard Rescue (canal de Youtube)

Las escenas de ahogamientos que nos muestran series y películas no encajan en este patrón. Solo corresponden a un tipo de ahogamiento concreto en una fase concreta. “Si eres un nadador que domina el medio acuático y tienes un calambre, puedes pedir ayuda durante un tiempo”, señala Barcala. “Pero ese no es el patrón habitual”. Sin embargo, este proceso, más dramático y espectacular, es el que llevan reflejando la tele y el cine desde Los vigilantes de la playa.

Las siguientes escenas son representaciones dramáticas que no se corresponden con un ahogamiento real:

Escenas dramáticas que no son ahogamientos

Fuente: Getty

Si observas a alguien pidiendo ayuda a gritos y agitando los brazos, como en los casos anteriores, es muy probable que se trate de un nadador experto que ha sufrido una patología previa, como un calambre o un tirón, y se encuentre en distrés acuático. Esto indica que está muy cerca de ahogarse.

La siguiente escena, en cambio, sí se acerca más al momento exacto de un ahogamiento:

Escena dramática que sí representa un ahogamiento

Fuente: Getty (no es un ahogamiento real).

La respuesta instintiva de ahogamiento (IDR, por sus siglas en inglés) es lo que la gente hace para evitar la asfixia real o percibida en el agua. Se caracteriza por los siguientes comportamientos:

Cómo reconocer un

ahogamiento

1.

El cuerpo permanece en vertical en el agua, sin patadas de apoyo. Las piernas se mueven como si subieran una escalera.

Cuerpo en vertical

Las piernas suben una “escalera invisible”

2.

La persona es incapaz de pedir ayuda. El sistema respiratorio se focaliza en tratar de respirar, y no en el habla, una función secundaria.

Aire

SOS

Los pulmones se centran en respirar

3.

Los brazos están extendidos y presionan la superficie del agua. No pueden realizar movimientos voluntarios como pedir ayuda.

SOS

Los brazos presionan la superficie

4.

La cabeza está inclinada hacia atrás con la boca a nivel del agua y abierta.

Cabello sobre la frente y ojos

Agua

Cabeza hacia atrás

Fuente: Mario Vittone y Dr. Francesco A. Pia, Revista de búsqueda y rescate de la Guardia Costera de EE UU (2006).

Cómo reconocer un ahogamiento

1.

El cuerpo permanece en vertical en el agua, sin patadas de apoyo. Las piernas se mueven como si subieran una escalera.

Cuerpo en vertical

Las piernas suben una “escalera invisible”

2.

La persona es incapaz de pedir ayuda. El sistema respiratorio se focaliza en tratar de respirar, y no en el habla, una función secundaria.

Aire

SOS

Los pulmones se centran en respirar

3.

Los brazos están extendidos y presionan la superficie del agua. No pueden realizar movimientos voluntarios como pedir ayuda.

SOS

Los brazos presionan la superficie

4.

La cabeza está inclinada hacia atrás con la boca a nivel del agua y abierta.

Cabello sobre la frente y ojos

Agua

Cabeza hacia atrás

Fuente: Mario Vittone y Dr. Francesco A. Pia, Revista de búsqueda y rescate de la Guardia Costera de EE UU (2006).

Cómo reconocer un ahogamiento

1.

El cuerpo permanece en vertical en el agua, sin patadas de apoyo. Las piernas se mueven como si subieran una escalera.

Cuerpo en vertical

Las piernas suben una “escalera invisible”

2.

La persona es incapaz de pedir ayuda. El sistema respiratorio se focaliza en tratar de respirar, y no en el habla, una función secundaria.

Aire

SOS

Los pulmones se centran en respirar

3.

Los brazos están extendidos y presionan la superficie del agua. No pueden realizar movimientos voluntarios como pedir ayuda.

SOS

Los brazos presionan la superficie

4.

La cabeza está inclinada hacia atrás con la boca a nivel del agua y abierta.

Cabello sobre la frente y ojos

Agua

Cabeza hacia atrás

Fuente: Mario Vittone y Dr. Francesco A. Pia, Revista de búsqueda y rescate de la Guardia Costera de EE UU (2006).

Cómo reconocer un ahogamiento

1.

2.

El cuerpo permanece en vertical en el agua, sin patadas de apoyo. Las piernas se mueven como si subieran una escalera.

La persona es incapaz de pedir ayuda. El sistema respiratorio se focaliza en tratar de respirar, y no en el habla, una función secundaria.

Aire

SOS

Los pulmones se centran en respirar

Cuerpo en vertical

Las piernas suben una “escalera invisible”

3.

4.

Los brazos están extendidos y presionan la superficie del agua. No pueden realizar movimientos voluntarios como pedir ayuda.

La cabeza está inclinada hacia atrás con la boca a nivel del agua y abierta.

Cabello sobre la frente y ojos

SOS

Agua

Cabeza hacia atrás

Los brazos presionan la superficie

Fuente: Mario Vittone y Dr. Francesco A. Pia, Revista de búsqueda y rescate de la Guardia Costera de EE UU (2006).

Un drama en aumento

Los ahogamientos son la tercera causa de muerte por traumatismo no intencional en el mundo. Según el Informe Mundial sobre Ahogamientos de la ONU, más de 40 personas pierden la vida cada hora de esta forma. “En total han causado más de 2,5 millones de fallecimientos en la última década, pero son una causa de muerte muy prevenible”, explica por email David Meddings, autor del estudio.

En España, en lo que llevamos de año (del 1 de enero al 31 de julio), han muerto 249 personas de esta forma, según el Informe Nacional de Ahogamientos (INA) de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS). A estas hay que sumar las cuatro muertes en los dos primeros días de agosto, aunque son datos provisionales del mismo organismo.

La tendencia, lejos de remitir, se mantiene estable con algunos repuntes. El pasado junio fallecieron ahogadas 57 personas, el segundo mes con más defunciones en los últimos nueve años. Es un dato coyuntural, pero preocupante, pues la coyuntura seguirá empeorando. “Es por el calor”, resume Barcala. “Hay una relación directa entre las temperaturas, los días de sol y el ahogamiento. Y la previsión es que en los próximos años haya más olas de calor por el cambio climático, así que habrá más ahogamientos”.

Las sobremesas, el momento más peligroso

Como dice la OMS, “cualquiera puede ahogarse. Pero a nadie debería sucederle”. El perfil del ahogado es claramente masculino. El 87% son hombres, una sobrerrepresentación que Meddings achaca a “su mayor propensión a asumir riesgos y, en muchos países, por su asociación con el consumo de alcohol en el agua y en torno a ella”. También ayuda el hecho de que la pesca sea una profesión muy masculinizada.

Respecto a la edad, más de la mitad de las víctimas en 2022 eran personas de 50 años o más (un 55%). Esto se debe a que, muchas veces, el ahogamiento es la consecuencia de una patología previa (un infarto, una lipotimia, un tirón) que puede tener más incidencia en personas de edad avanzada. En el otro extremo de la tabla, fallecieron 23 niños menores de cinco años. Estos datos evidencian que los ahogamientos suceden en cualquier rango de edad, aunque en menor medida entre los niños y los mayores de 85 años.

Ahogamientos en España por grupos de edad en 2022

0-4 años

23

5-9

10-14

15-19

20-24

25-29

30-34

35-39

40-44

45-49

50-54

55-59

60-64

65-69

70-74

62

75-79

80-84

85 y más

años

19

0

10

20

30

40

50

60

Fuente: INE.

Ahogamientos en España por grupos de edad en 2022

23

0-4 años

5-9

10-14

15-19

20-24

25-29

30-34

35-39

40-44

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80-84

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85 y más

años

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10

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30

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Fuente: INE.

Ahogamientos en España por grupos de edad en 2022

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Fuente: INE.

Ahogamientos en España por grupos de edad en 2022

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Fuente: INE.

El 65% de ahogamientos se concentran en la franja horaria que va desde las 12.00 del mediodía a las 20.00 de la tarde, al ser los momentos más calurosos y en los que más gente se baña. Las horas previas a la comida (desde las 12:00 hasta las 14:00) son las más peligrosas; en 2022, el 19% de las muertes por ahogamiento se produjeron en esa franja. En este caso, hay que hacer una diferenciación por edad. “Los menores de cuatro años se ahogan mayoritariamente entre las tres y las seis de la tarde”, destaca Barcala. “Es por falta de supervisión, coincide con las sobremesas de los adultos”. Este dato explica la importancia de la vigilancia constante y activa en caso de menores. Algunos expertos aconsejan designar un “vigilante del agua” entre los adultos, cuando coinciden varias familias juntas y todos se confían al asumir que alguien estará atento.

Porcentaje de personas ahogadas en España en función de la hora en que se produjo el incidente (2022)

0.00 a 1.59

22.00 a 23.59

2.00 a 3.59

20%

15%

20.00 a

21.59

4.00 a

5.59

10%

5%

6.00 a

7.59

18.00 a

19.59

0%

16.00 a

17.59

8.00 a

9.59

14.00 a

15.59

10.00 a

11.59

12.00 a

13.59

Franja horaria más peligrosa

Se han excluido los fallecimientos en horario desconocido (79). Fuente: RFESS.

Porcentaje de personas ahogadas en España en función de la hora en que se produjo el incidente (2022)

0.00 a 1.59

22.00 a 23.59

2.00 a 3.59

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Franja horaria más peligrosa

Se han excluido los fallecimientos en horario desconocido (79). Fuente: RFESS.

Porcentaje de personas ahogadas en España en función de la hora en que se produjo el incidente (2022)

0.00 a 1.59

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Franja horaria más peligrosa

Se han excluido los fallecimientos en horario desconocido (79). Fuente: RFESS.

Porcentaje de personas ahogadas en España en función de la hora en que

se produjo el incidente (2022)

0.00 a 1.59

22.00 a 23.59

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Franja horaria más peligrosa

Se han excluido los fallecimientos en horario desconocido (79). Fuente: RFESS.

El síndrome de la muerte por amor

Barcala analizó, junto con un plantel de expertos internacionales, decenas de vídeos para definir el ahogamiento estándar. En todos los casos el proceso duró menos de dos minutos. Lo que duran seis stories de Instagram. Lo que se tarda en leer página y media de una novela. La mitad del tiempo en el que se fuma un cigarro.

La detección temprana, por tanto, es crítica para salvar vidas. Pero localizar a alguien que se está ahogando no es lo mismo que salvarlo. Para hacerlo es recomendable seguir una serie de consejos. El primero sería llamar a los servicios de emergencias antes de lanzarse al agua. En segundo lugar, hay que analizar la peligrosidad de la situación. “Cuando hay múltiples víctimas en un ahogamiento, normalmente, se trata de familiares que se lanzan a salvar a la primera víctima. Es lo que los australianos llaman síndrome de la muerte por amor”, señala el experto.

Por eso se aconseja acudir a la playa con objetos flotantes que se puedan vestir (como un chaleco) o que se puedan lanzar (como un flotador o una botella atada a una cuerda) para minimizar riesgos y poder garantizar un rescate seguro. En cualquier caso hay que recordar que no es lo mismo nadar que intentar rescatar a alguien.

Miguel Ángel Sánchez Arrocha, responsable de la Unidad de Emergencias de Cruz Roja, apunta que “la labor de autoprotección es esencial”. Hay una protección institucional y siempre es preferible acudir a una playa con vigilante, pero la responsabilidad individual es igualmente importante. Además, a los nadadores les aconseja siempre nadar en paralelo a la costa y no de forma perpendicular, adentrándose en el mar, pues de esta forma tendrán más margen para ponerse a salvo en caso de un mareo, un tirón o cualquier imprevisto.

Arrocha compara la concienciación que existe con la seguridad vial frente a aquella que se da en el mar. Si nadie cruza un semáforo en rojo, tampoco debería bañarse con la bandera roja. El “si bebes no conduzcas” se puede trasladar fácilmente a “si bebes, no te bañes”. La comparación con la seguridad vial no es casual. Esta ha ayudado a que en los últimos años los muertos en carretera no dejen de descender. Mientras tanto, en paralelo, los ahogados en playas y piscinas arrojan un balance preocupantemente estable.

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