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El vestíbulo oculto de Ventas

Metro de Madrid rehabilitará un acceso situado junto a la plaza de toros, que permanece cerrado desde hace más de medio siglo

Antiguo vestíbulo de la estación de Ventas, cerrado desde 1970 y que será remodelado para su exhibición pública como recuerdo museístico.
Antiguo vestíbulo de la estación de Ventas, cerrado desde 1970 y que será remodelado para su exhibición pública como recuerdo museístico.KIKE PARA
F. Javier Barroso

Los viajeros que esperan en el andén en dirección a Las Rosas (línea 2) en la estación de Ventas están acostumbrados a ver una especie de garita con un cerramiento de forja y cristales traslúcidos con el logotipo de la compañía. Ahora ya no se utiliza y permanece siempre sin actividad. A primera vista podría parecer que se trata de las antiguas instalaciones que tenían los responsables de las diferentes paradas, en la que había paneles con lucecitas que se encendían conforme avanzaban los trenes. En parte es así, pero lo más importante está en su interior, detrás de dos puertas metálicas verdes cerradas con llave.

Cuando se abre la situada a la izquierda, da acceso a un lugar oscuro, recóndito y con cierto aire abandonado, en el que el ambiente está cargado al carecer de ventilación. Lo más sorprendente ocurre cuando se ilumina. Allí aparece dentro de su letargo un vestíbulo que se creó originariamente con la estación, como un acceso más para los visitantes de la plaza de toros, y que lleva cerrado desde 1970 cuando fue remodelada la parada. Los responsables de Metro de Madrid van a aprovechar ahora las obras de remodelación y accesibilidad de Ventas para restaurarlo y convertirlo en 2023 así en un espacio museístico, como la nave de motores, la estación de Chamberí o el pasillo de la de Pacífico, entre otros.

La estación se abrió al público el 14 de junio de 1924. Ese día se inauguró la línea 2, que iba de Sol hasta Ventas. El objetivo era dar servicio a los planes de expansión de la ciudad y llegar al millón de habitantes. De hecho, esta parada se proyectó para atender a la futura plaza de toros y a los miles de aficionados que acudirían a los espectáculos taurinos. Los planos de la época demuestran que el entorno estaba muy alejado de la zona habitada de la ciudad y que el nuevo coso competía con el situado y ya desaparecido en la zona de Goya y Felipe II. La Monumental no se inauguró hasta 1931, siete años después de la llegada del suburbano.

Escaleras del antiguo vestíbulo cerrado de la estación de metro de Ventas.
Escaleras del antiguo vestíbulo cerrado de la estación de metro de Ventas.KIKE PARA

Originariamente, Ventas constaba con dos vestíbulos situados en paralelo a la calle de Alcalá, según el responsable del Área de Patrimonio Histórico de Metro de Madrid, Gabriel Santos. El que ahora está cerrado estaba justo en el esquinazo con la calle de Julio Camba. Los planes de expansión de la compañía recogían también la posibilidad de abrir un tercer acceso ante la eventual avalancha de público a la plaza de toros.

El acceso ahora cerrado se caracteriza por su suelo tipo acera, con los techos abovedados —un diseño original de Antonio Palacios, el padre del suburbano madrileño— y por unas inclinadas escaleras rematadas con listones metálicos, además de pequeños azulejos en las paredes. Aún se conservan las puertas a media altura con la señal de prohibido pasar y dos pequeñas estancias en las que se colocaban las taquillas y la zona reservada a los trabajadores. “Fue una zona que durante muchos años se utilizó y que con los nuevos usos de la estación se perdieron”, reconoce Gabriel Santos.

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La estación dejó de ser cabecera en 1964, cuando se amplió la línea hasta Ciudad Lineal. Con el paso del tiempo ese tramo se incorporó en 1970 a la actual línea 5, la verde, y posteriores prolongaciones llevaron la 2 hasta el barrio de Las Rosas (San Blas-Canillejas). “Lo más probable es que con todas esas obras este acceso no fuera útil y se condenara. El pasillo de entrada se aprovechó para crear una estancia para los empleados”, relata el responsable del Área de Servicio al Cliente de Metro, Álvaro Ruiz. Esta zona aún conserva un teléfono antiguo que se utilizaba para comunicarse entre estaciones, además de carteles de hace varias décadas.

La existencia de este vestíbulo era “un secreto a voces”, según los dos directivos. “Todo el que ha trabajado en Ventas sabía de su existencia”, reconocen casi al unísono. Desde hace unos 15 años, la compañía ha ido recuperando estos espacios no utilizados y los ha convertido en pequeños museos diseminados por la red. “La intención es recuperarlo al máximo, dotarlo de vinilos e infografías explicativas y que pueda ser visitado. También prevemos que un vídeo repase toda la historia de la estación y que cuente las sucesivas ampliaciones que ha sufrido. Para ello, se aprovecharán las obras de remodelación y accesibilidad que estamos acometiendo en las distintas estaciones”, relata Santos. “Se busca que el visitante tenga ese recuerdo y ese sentimiento de pertenencia del metro”, añade.

Parte del antiguo vestíbulo de la estación de Ventas, reutilizado como área para los trabajadores.
Parte del antiguo vestíbulo de la estación de Ventas, reutilizado como área para los trabajadores.KIKE PARA

Una vez terminada la restauración, el vestíbulo entrará a formar parte de Andén Cero, sumándose al circuito de museos del suburbano. Este lo abrió la Nave de Motores de Pacífico, creada en 1923 y 1924 por el urbanista Antonio Palacios. En ella se muestran tres enormes motores diésel y el resto de la maquinaria (alternadores, transformadores, etc.) que en su momento sirvieron para generar y transformar la energía con la que funcionaban los trenes. Después se sumó la estación de Chamberí, que se abrió en 1919 con la línea 1. A principios de los 60, la Compañía Metropolitana decidió aumentar la longitud de los trenes y ante la imposibilidad de alargar esta estación, la clausuró. El cierre definitivo tuvo lugar el 22 de mayo de 1966, según recoge la página web de Metro de Madrid.

Otro hito es la estación de Chamartín, que acoge una exposición de 12 coches históricos de Metro -incluidos los primeros que circularon en 1919 por la línea 1- y que fue inaugurada por el rey Felipe VI para celebrar el centenario de la compañía.

Los Caños de Peral —situados en la estación de Ópera— acoge en 200 metros cuadrado los restos arqueológicos de los siglos XVI y XVII hallados en la Fuente de los Caños del Peral, el Acueducto de Amaniel y la Alcantarilla del Arenal. Carpetana —línea 6― muestra una reconstrucción de los restos paleontológicos del Mioceno hallados durante las obras de remodelación de la estación. Por último, el antiguo vestíbulo de la estación de Pacífico es un espacio original de 1923, año en que se inaugura esta estación de la Línea 1 con la prolongación de Atocha a Puente de Vallecas. Se encuentra situado en el andén con dirección a Valdecarros, según la web de Metro.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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