Foto: El Calvero de la Higuera, Pinilla del Valle. Zona aproximada declarada BIC. Fuente: página web de la Comunidad de Madrid.

Sobre una visita realizada al conjunto de yacimientos prehistóricos del Calvero de la Higuera. Pinilla del Valle. Comunidad Autónoma de Madrid. Septiembre de 2020.

Foto: Cresta de los Claveles al fondo del Valle. Fuente: El nivel y la mira.

Cuando entramos en el Valle del Lozoya ya estamos leyendo en el libro del paisaje. Y podemos leer que antes de que viésemos las montañas que vemos existía un mar donde lentamente se iban depositando sedimentos como en los mares actuales- Y cómo con el paso del tiempo geológico, desparecido este mar, unos bloques de tierra se alzaron y otros se hundieron, y algunos de estos bloques estaban formados por aquellos sedimentos que se convirtieron en calizas y dolomías donde se originaron cuevas y galerías, cubiertas de bosques frondosos y zonas de no vegetación, los calveros. Y en los huecos que formaron los bloques hundidos empezaron a correr los ríos. En ríos, abrigos y cuevas convivirían homínidos, depredadores y carroñeros.

Abierto como Parque Arqueológico en el año 2015, el conjunto de yacimientos prehistóricos del Calvero de la Higuera en Pinilla del Valle (Comunidad Autónoma de Madrid), el Valle de los Neandertales, ofrece un peculiar ejemplo, muy cercano a la capital de España, de ocupación del territorio por parte de herbívoros, depredadores y humanos en sucesivas etapas a lo largo de la prehistoria, con evidentes períodos de convivencia en espacio y tiempo. Y viene a rellenar el relativo “vacío poblacional” que parecía existir en el centro de la Península Ibérica por la escasez de restos fósiles de homínidos prehistóricos hallados. Vacío que a raíz de los descubrimientos realizados aquí y en otros lugares cercanos en los últimos años se ha demostrado inexistente.

Si los primeros restos de neandertal en la zona fueron encontrados allá por la década de los años 80 del siglo pasado, era de esperar que con la reanudación de los trabajos arqueológicos en el año 2002 se obtuviera recompensa. El conjunto de yacimientos sacados a la luz no ha defraudado.

Foto: Lapiaces del Calvero. Fuente: El nivel y la mira.

El Calvero de la Higuera está abierto al público en general pero la visita es guiada y debe de ser previamente concertada en la página oficial del sitio web “El valle de los neandertales”. Los lugares donde se ha trabajado hasta el momento son: Cueva del Camino, Abrigo de Navalmaillo, Cueva de la Buena Pinta-Abrigo del Ocelado y Cueva Des-Cubierta. El recorrido está señalizado y acompañado de una serie de paneles explicativos que dan información sobre diversos aspectos de la práctica arqueológica y paleontológica, formación del entorno, fauna, flora, hallazgos, etc…

En todos se han encontrado restos de neandertales e industria lítica asociada. No obstante es en el Abrigo de Navalmaillo donde se ha podido documentar con claridad un lugar de ocupación humana a lo largo del tiempo. También en la Cueva Des-cubierta. Los otros sitios serían cubiles de depredadores (hienas en su mayor parte), con utilización esporádica por parte de los neandertales o aportes de los propios depredadores de los restos humanos encontrados.

La Cueva del Camino puso sobre la pista a los investigadores actuales acerca de la importancia del yacimiento. Excavada en la década de los 80 del siglo pasado, permitió localizar los primeros restos de neandertal de la zona, en concreto dos molares. Los trabajos reanudados a partir del 2002 han permitido sacar a la luz una colección de restos de macro y microfauna que a día de hoy es el más completo encontrado en el interior de la Península Ibérica. Con una antigüedad de 90.000 años, la mayoría fueron depositados allí por hienas manchadas, en una ventana de clima cálido. Era un cubil de depredadores.

En el Abrigo de Navalmaillo se han encontrado restos de actividad neandertal, lo más antiguos de hace aproximadamente 77.000 años. También hogares y huesos con evidentes muestras de manipulación por parte de estos: piezas calcinadas, cortadas, descarnadas o quebradas para su consumo. Los hogares además se encuentran dispuestos por tamaño en la zona de habitación: los más grandes delimitados y a la altura de la visera del abrigo (“en el exterior”) y los más pequeños, sin delimitar, cercanos a la pared. Lo que viene a demostrar una utilización intencionada del espacio y actividad antrópica continuada. Se han asociado al lugar más de 10.000 restos líticos realizados con material de la zona (cuarzo) aunque también facturados en cuarcita, silex (cuya procedencia se ignora por el momento) e incluso cristal de roca. Se recuperó también de modo excepcional un yunque de pórfido utilizado seguramente para el trabajo de elaboración de lascas y retoques posteriores.

Foto: La actividad en el Abrigo. Fuente: E.I.P.V. y página web de El Valle de los Neandertales.

Foto: Cráneo de croucuta croucuta-hiena manchada. Fuente: Mario Torquemada. Museos Arqueológico Regional. Comunidad de Madrid.

En la Cueva de la Buena Pinta los numerosos restos de herbívoros encontrados, así como los restos de heces fosilizadas de hiena –coprolitos- hacen suponer que sirvió de cubil para éstas, al igual que la Cueva del Camino. Posiblemente se produjo en ciertos momentos la presencia esporádica de homínidos en la cueva. Lo demuestra el hecho de que se ha encontrado industria lítica en el exterior y otros dos molares de neandertal. Pero no se puede  deducir una ocupación estable de humanos al estilo del abrigo mencionado. Los restos más antiguos desenterrados se sitúan en torno a hace 63.000 años. Como una pequeña prolongación de esta se encuentra el Abrigo del Ocelado, donde los fósiles hallados hacen suponer que era otro pequeño cubil de hienas sin trazas de actividad antrópica.

La Cueva Des-Cubierta ha sido la última estudiada y la que iba a deparar alguna sorpresa. Hallada en el 2009 presentaba los restos de microfauna más antiguos del Calvero. También lo que parecía haber sido una nuevo cubil de hienas. Pero por encima de este, en estratos más recientes, la actividad humana era evidente. Se hallaron restos de una mandíbula y varios dientes, alguno de leche, pertenecientes a un neandertal infantil de entre 2 y cinco años de edad. Además se encontraron restos de hogueras y alrededor de 30 cráneos de bóvidos (uros) y ciervos, despojados de su parte inferior, dispuestos de manera que podían sugerir una cierta intencionalidad ritual. Esta interpretación viene reforzada además por el hallazgo de un cráneo de rinoceronte posiblemente arrastrado hasta aquí por los propios neandertales que la habitaron. La concentración de cráneos de uro ha agudizado el ingenio de los investigadores del yacimiento: para ellos sería La Monumental de Pinilla (en alusión a la famosa plaza de toros sevillana).  En las JORNADAS SOBRE LOS ÚLTIMOS NEANDERTALES DEL INTERIOR PENINSULAR celebradas en julio de 2018 en Segovia, uno de los codirectores de la excavación, Enrique Baquedano presentó en detalle los hallazgos dando una hipótesis de interpretación de los mismos. El vídeo podemos encontrarlo en youtube.

Durante la visita es de agradecer el interés que muestran los guías para ilustrar lo que van explicando. Son esos pequeños detalles los que hacen ameno lo que de otro modo puede parecer demasiado abstracto. La explicación de un fósil de neandertal y lo que nos diferencia de ellos –siendo nuestros parientes más cercanos- bien merece mostrar una reproducción del cráneo de éstos; la industria lítica también podemos verla y tocarla, incluso la que se hizo con materiales excepcionales como el cristal de roca.

Como señalaba al comienzo de este post, cuando entramos en el Valle del Lozoya ya podemos comenzar a reconstruir el paisaje. Pero los restos encontrados en el Calvero de la Higuera nos permiten afinar aún más. Los investigadores han encontrado, en el conjunto de fósiles de la Cueva del Camino, especies típicas de climas mediterráneos, como la tortuga o el puercoespín. Los huevos de la primera no son viables a temperaturas inferiores a 22ºC. A lo que se une una presencia inusual de restos de gamos y de micromamiferos que podrían hablar de un ambiente especial en la zona hace 90.000 años similar al de un bosque mediterráneo. Esto se vería favorecido por el encajonamiento del valle entre montañas. El período de clima cálido desaparecería con la última de las glaciaciones cuaternarias y supuso la extinción de la mayor parte de la fauna asociada a este, incluidas las hienas que habían sido las dueñas del lugar durante largos períodos de tiempo. El nivel y la mira.