APUNTES SOBRE HOMOSEXUALIDAD

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La redacción de estos apuntes ha venido motivada por la presentación que, especialmente, en algunos programas de Televisión, se hace de la homosexualidad, tratándola con total frivolidad y casi de un modo apologético, como si fuera la cosa más natural del mundo, contraponiéndola y, casi enfrentándola, a la heterosexualidad, que de esta manera pasa a ser como una opción más y no la única normal. Así pues, en algunos de estos programas, se pueden oír verdaderas barbaridades y si tiene lugar una confrontación entre un homosexual y otro que no lo es, (concretamente creo recordar que en el programa “A tu lado”), al primero se le presenta como el “listillo” y que tiene razón en todo, mientras que el segundo, tiene pocos argumentos y aparece como un poco corto de entendimiento y haciendo el ridículo (es decir, todo parece más bien un montaje para justificar y normalizar las prácticas homosexuales y la homosexualidad como tal).

Pienso que no pueden ser considerados lo mismo y tratarse de la misma forma y que por lo tanto, es preciso distinguir entre: Homosexualidad/Lesbianismo;  Afeminamiento; Travestismo; Transexualismo; Hermafroditismo; Bisexualidad.

Entre las mujeres, aparte de las lesbianas, encontramos el llamado virago o en su expresión sinónima, la marimacho, es decir la mujer con características físicas y  temperamentales, de marcados rasgos masculinos. Esta característica puede considerarse  equivalente al afeminamiento en el hombre.

En el origen de determinados comportamientos, debe distinguirse si hay una causa circunstancial o ambiental (determinados ambientes), cultural o sociológica (determinadas influencias), o si bien tienen un carácter vicioso-hedonista.

En el libro “Comprendiendo la homosexualidad”, del Dr. Jokin de Irala, ante la pretensión de que la homosexualidad tiene un origen genético y hormonal, afirma:

“[los criterios científicos] son suficientes para poder afirmar que no hay en la actualidad ninguna evidencia científica a favor de una teoría genética de la homosexualidad”

y por lo que se refiere a

“afirmar que las personas gays tendrían más hormonas femeninas y las personas lesbianas más hormonas masculinas”

dice que

“Estas teorías han sido también refutadas. Parece que el nivel de hormonas puede modificar la intensidad de la atracción sexual, pero no su orientación”.

En el mismo sentido se expresa también el psicólogo Gerard J.M. van der Aardweg, en su libro “Homosexualidad y esperanza”.

Todo ser humano debe ser respetado como tal, aunque no puedan aprobarse todos sus comportamientos y actitudes.

Sin intentar establecer ninguna comparación, toda persona, incluso la que no está en su sano juicio, debe ser respetada y tiene derechos que también deben ser respetados, aunque no tiene, ni puede tener, en algunos casos, los mismos derechos que otras personas.

También los homosexuales, como seres humanos, tienen derechos y deben ser respetados, pero no pueden pretender tener, en algunos casos, los mismos derechos que el resto de las personas.

No puede hablarse de matrimonio entre homosexuales, puesto que no es posible que se realice la esencia del mismo. Puede haber pareja de hecho, asociación de personas o cualquier otra denominación que comporte el reconocimiento de un vínculo, en forma de contrato civil, pero nunca un verdadero matrimonio en el sentido estricto. Ni este tipo de uniones pueden comportar los mismos derechos que se derivan de la verdadera unión matrimonial.

No puede considerarse como normal un comportamiento o forma de ser que no responda al comportamiento general y que es básico y el normal para la perpetuación de la especie humana y del desarrollo de la sociedad.

Si en el mundo animal hay algunos casos en que puede hablarse de homosexualidad, éstos son esporádicos y en ningún caso responden a un comportamiento normal y habitual entre los animales.

Si lo normal fuese la homosexualidad, haría milenios que se hubiera extinguido la especie humana y la vida animal.

Ningún comportamiento que no responda al plan biológico normal, puede ser considerado válido y equivalente a los que sí son compatibles y favorecen el desarrollo normal de la vida biológica y social de los seres humanos.

No pueden englobarse en esta categoría de anormalidad, ni el celibato (que responde a un concepto altruista y de donación), ni la soltería (que, aunque en algunos casos puede responder a un cierto egoísmo, puede deberse también a determinadas circunstancias, no achacables al propio sujeto, que han impedido que éste contrajera matrimonio).

Que la homosexualidad sea una realidad social, no conlleva necesariamente que deba ser aceptada plenamente, ni mucho menos aprobada por la sociedad. Sólo pueden ser aprobadas y aceptadas las actitudes y comportamientos que representen un bien  y un perfeccionamiento para el individuo y para la sociedad. La homosexualidad es una carencia y por lo tanto, no enriquece ni favorece a la sociedad ni al individuo.

También son realidades sociales la drogadicción, la delincuencia y el terrorismo y a nadie se le ocurre aceptarlas y aprobarlas. Otra cosa es la consideración que merecen esas personas como seres humanos que son, y la legislación que sobre estos asuntos se lleve a cabo.

Tanto en este asunto, como en otros, debemos tener presente que una cosa  es LEGISLAR y otra muy distinta LEGITIMAR, y que una no comporta, forzosamente ni necesariamente, la otra.

J.A.P.L.

2005


De “LA VANGUARDIA” (Sobre el matrimonio entre homosexuales):

“La Conferencia Episcopal acogió la decisión del Gobierno con una dura nota en la que la califica de <<propuesta errónea e injusta. Porque el matrimonio, engendrando y educando a sus hijos, contribuye de forma insustituible al crecimiento y estabilidad de la sociedad. En cambio, a la convivencia de homosexuales que no puede tener nunca esas características, no se le puede reconocer una dimensión social semejante a la del matrimonio y la familia>>. Los obispos reconocen que <<las personas homosexuales no deben ser discriminadas en sus derechos ciudadanos>>. <<Pero las instituciones sociales –añaden- deben ser tuteladas y promovidas por las leyes>>. Por último, los obispos afirman que si la reforma sale adelante, <<abandonaríamos la sabiduría  humana y jurídica de toda la humanidad>>”.


Vocabulario

  • Homosexualidad/Lesbianismo.- Atracción que siente una persona por otra de su mismo sexo, con el deseo de mantener relaciones sexuales con ella.
  • Afeminamiento.- En el hombre, una actitud propia de la forma de ser de una mujer, con sus gestos, poses y forma de hablar, sin que, necesariamente sea homosexual. En la mujer tiene su correspondencia en el “virago”.
  • Travestismo.- Vestirse con ropas del sexo contrario. Puede darse en homosexuales, pero a mi entender, se trata en muchos casos, de personas del mundo del espectáculo, que actúan simulando ser mujeres.
  • Transexualismo.- El transexual es el que pasa, mediante el correspondiente tratamiento e intervención quirúrgica, a poseer el sexo que psíquicamente le corresponde, frente al que anatómicamente exhibe, aunque, generalmente, sus órganos genitales están poco desarrollados. Podríamos definirlos como hombres en un cuerpo de mujer o de mujeres en un cuerpo masculino.
  • Hermafroditismo.- Los hermafroditas son individuos que poseen a la vez glándulas generadoras masculinas y femeninas; es decir, que los verdaderos hermafroditas tienen un ovario y un testículo. Fuera de estas condiciones físicas, toda conformación sexual caracterizada por la presencia en un individuo de atributos de los dos sexos, no pueden considerarse como verdadero hermafroditismo. Semejantes anomalías han de clasificarse entre los variados estados intersexuales y el pseudohermafroditismo. Los verdaderos hermafroditas son muy raros y muchas anormalidades en la constitución del sexo que suelen designarse por tal nombre no son, a decir verdad, más que casos de intersexualidad. (Dr. Strasborg)
  • Bisexualidad.- Aunque hay quien lo relaciona con el hermafroditismo, la acepción más usual de este término es la que indica a los individuos que de forma indistinta lo mismo tienen relaciones sexuales con hombres que con mujeres. Se da esta característica en ambos sexos.

J.A.P.L.