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miércoles, mayo 1, 2024

¿Alaches, amapolas o malvas? Quelite endémico y nutritivo

Alache o la amapola del campo es una planta perenne, nativa de México y suele ser común en cultivos de maíz; sin representar un problema grande en la agricultura campesina. A excepción de la agricultura intensiva de cultivos más abiertos, principalmente del algodón, pues es de la misma familia botánica.

Esta planta pertenece a la familia Malvaceace y muchas especies de esta familia se encuentran distribuidas alrededor del mundo. En México los alaches o amapolas de campo tienen diversos nombres: malvas (que se comen porque son quelites), malva cimarrona, panelita, quesitos, amapolita azul, amapola silvestre, malva abrisca, malvavisco, violeta de monte, malvilla, botón, pie de gallo, violeta silvestre, entre muchos otros. Cabe recordar que el nombre que se le otorga depende, de la región donde se encuentre, así como el idioma o lengua que se hable.

En nuestro país, es posible encontrarla en casi todos los estados del país, por ello es que tiene tantos nombres y, desde luego, porque puede crecer bajo muchas situaciones debido a las condiciones geográficas y climatológicas del territorio mexicano.

Las malvas son arbustos o hierbas rastreras (como muchos quelites) y miden hasta 1 metro de largo. Presentan hojas de diferentes tamaños y formas (ovaladas, en forma de flechas, etc.) de color verde, con una mancha púrpura. Tiene flores moradas o lilas y muy rara vez, se le llega a encontrar con flores blancas.

Estos alaches los podemos encontrar en diversos cultivos de cereales como el maíz, arroz, avena y también aparece cerca de los cacahuates, frijoles, alfalfa y muchos otros, entre los cuales se incluyen algunas frutas.

Uso de las malvas

Es una planta que tiene uso medicinal y aparece en el Códice de la Cruz Badiano, pues es el libro que se tiene de medicina sobre la época prehispánica; en el que, a través de estos saberes se traslada a la alimentación.

Como es sabido, los alimentos aportan diversos nutrientes y ayudan a combatir enfermedades; así como fortalecer el sistema inmunológico. Tal es el caso de estos quelites que, cuando se cocinan y se les agregan otros ingredientes como la cebolla: se potencializan las propiedades antioxidantes que poseen.

La doctora Carolina Peña Montes, de la Facultad de Química de la UNAM, explicó que  analizaron la capacidad antioxidante de diversos quelites en estado natural (fresco) y cocidos:

 

“No se había estudiado si al sufrir un tratamiento térmico y mezclarse con otros alimentos podrían perder esta capacidad antioxidante”, informó.

 

Obtuvieron que, si se cocinan con otros alimentos, aumenta la capacidad antioxidante por el alto contenido de flavonoides. Lo cual puede contribuir a la prevención de enfermedades crónico degenerativas.

En la cocina mexicana, se encuentran durante temporadas de lluvias en muchos mercados del país. Se venden en manojos como cualquier quelite y también son consumidos en guisos usuales de estas hierbas: quesadillas, sopas o combinados con verduras como elotes y calabazas. Cabe mencionar que en algunas partes del país, se comen con limón y podrían hasta parecer una guarnición o ensalada.

Foto: abril_macias
Vía Naturalista.mx

El consumo de quelites ha reducido bastante y fue cambiado por las espinacas u otros vegetales. Sin embargo, estas deliciosas hierbas tienen una historia ancestral, son muy baratas y realmente nutritivas. Las malvas tienen un sabor casi neutro y similar a las espinacas pero mucho más suave que alguna otra hierba como el epazote.

¿Sabías qué los huatzontles, las verdolagas, el amaranto y el epazote también son quelites? México tiene decenas de quelites y quintoniles. Puedes encontrar todos los que se han registrado en la página creada por la Conabio: Naturalista.

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