El monumento a Franco de Juan de Avalos no puede retirarse

Asociación para la Investigación y Protección del Patrimonio Artístico San Miguel Arcángel 

En virtud de las informaciones publicadas por lo medios en estos días pasados en lo referente al debate que suscita la petición por parte de algunos grupos políticos y Asociaciones de Memoria Histórica de retirar la obra de Juan de Ávalos, escultor de talla internacional y preocupados por las manifestaciones de políticos y presuntos expertos encargados para la valoración de esta cuestión, esta asociación ha hecho llegar al Ayuntamiento y a todos los grupos políticos un escrito esgrimiendo los argumentos jurídicos y artísticos que ponen de manifiesto que la retirada de dicha obra escultórica no se justifica ni por motivos jurídicos, puesto que está fuera de la aplicación de la ley de memoria histórica, ni por motivos artísticos puesto que avalado por informes de varias academias de prestigioso rigor, su valor patrimonial y artístico está fuera de toda duda. 

No existe razón o fundamento alguno que objetivamente permita sostener que el Monumento que aquí nos ocupa resulte afectado por el artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica, y ello por las siguientes razones: 

– En primer lugar, porque los Monumentos no están incluidos en la relación de  bienes que se contiene en el apartado primero del mencionado artículo. 

- En segundo lugar, e independientemente de lo anterior, porque tampoco concurren en el presente caso los presupuestos legales que permiten o autorizan la decisión de retirada de los bienes en cuestión, pues este monumento no “exalta” ni la sublevación militar de julio de 1936, ni la guerra civil, ni ningún acto de represión de la Dictadura, ni en su inicial origen y finalidad, ni en su mera contemplación. 

Nadie puede dudar que el autor del monumento, Juan de Avalos y Taborda -por cierto, activo militante socialista y republicano, con carnet número 7 del PSOE de Mérida es uno de los más grandes escultores del siglo XX, cuyo reconocido prestigio traspasa nuestras fronteras y se extiende por todo el mundo. 

Para la Fundación CICOP los valores artísticos del conjunto escultórico son «incuestionables» e indudablemente también lo es para la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel, que efectúa las siguientes consideraciones sobre el monumento: 

«Desde el punto de vista de su valor artístico es indiscutible que se trata de una obra de gran calidad. No olvidemos que en su momento contó con la consideración de dos figuras del panorama intelectual tinerfeño, como lo fueron el escultor Reyes Darias y el siempre recordado Jesús Hernández Perera, cuya opinión al respecto fue decisiva para su realización, calificándolo como un conjunto de extraordinaria resolución artística. Probablemente sus impresiones se centraron en los aspectos que nosotros también valoramos hoy. No cabe duda de que el monumento, independientemente de la interpretación que se le quiera atribuir, es una obra espléndida, que ennoblece además el marco urbano al integrarse plenamente en el entorno. Por todo lo expuesto, este monumento enriquece el ornato urbano de la capital tinerfeña sumándose al conjunto de esculturas en la calle que conforman un auténtico museo al aire libre que singulariza nuestra ciudad y del que deberíamos estar muy orgullosos. Poseer una obra de la categoría artística de la de Juan de Avalos, Académico de Número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid (1974) y de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes (1980) y Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, honra sin duda el patrimonio artístico de Santa Cruz de Tenerife. Por todo lo expuesto esta Real Academia opta por la permanencia del monumento en su actual ubicación». 

Y es esta singularidad, y el valor e interés artístico del Monumento lo que llevó a la propia Real Academia Canaria de Bellas Artes a solicitar al Cabildo un grado más reforzado de protección y tutela mediante su declaración de Bien de Interés Cultural, según información ofrecida por Antena 3 TV (Canarias) el pasado día 4 de febrero de 2019, y de la que se han hecho eco los restantes medios de comunicación social. 

Independientemente de los desconocidos razonamientos que puedan sustentar el estudio de investigación emitido por el equipo de la Universidad de La Laguna -cuyo rigor no debe buscarse en su extensión o número de folios, sino en la cualificación de las personas que lo emiten y en su objetividad e imparcialidad, en este caso, por cierto, claramente comprometida, como lo acredita la mera lectura de algunos de los trabajos o declaraciones de sus cuatro componentes-, 

No puede obviarse que las categóricas conclusiones de los informes a que anteriormente hemos hecho referencia provienen de dos entidades especializadas y altamente cualificadas en la materia, ostentando además la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel la condición de miembro del Consejo del Patrimonio Cultural de Canarias, supremo órgano asesor y consultivo de las administraciones públicas de Canarias en materia de patrimonio cultural, lo que le otorga una especial consideración en la materia. 

En definitiva, y como conclusión, no concurre ninguno de los requisitos que legalmente condicionan a la Administración para que pueda disponer la retirada del Monumento, por lo que una tal e hipotética decisión carecería del más mínimo soporte legitimador y supondría un grave atentado a nuestro patrimonio cultural.