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Es hora de destronar a Dios

Es hora de destronar a Dios

 

Por: Luis Orlando Ávila Hernández

Si, y a todos los Dioses sin excepción: al cristiano, al evangélico cristiano, al católico cristiano, al ortodoxo cristiano, al animista, al budista, al copto, al judío, al del Islam, al de la Pachamama, a cualquiera, incluso al satánico (dado que la antítesis llamada diablo, mandingas, Satán o Belsebuth, entre otros motes rockeros de oculta financiación sionista, que pasó de ser una milenaria invención persa, para ellos una anécdota, a ser apropiado (robado) por el judaísmo imponiéndoselo de paso al monoteísmo en pleno: cristiano y musulmán, para sus fines repobladores.

¿Herejía? ¿Blasfemia? ¿Apostasía?

Llámenla como quieran, igual da, al fin y al cabo el breve tiempo, infortunadamente, nos dará la razón a creyentes no fanáticos y a los no creyentes, con estos cuantos botones:

Tan solo a 12 años, o menos, de nuestro único chance de reversar el apocalipsis climático (Informe 1.5ºC del Panel sobre Cambio Climático de la ONU): evitar el aumento de medio grado de la temperatura mundial antes del 2050, lo que no solo sería un desastre ambiental sino político y aun militar (¿acaso podrá el Dios de los colombianos, por ejemplo, evitar que las grandes potencias y corporaciones judías, budistas o evangélicas (Confianza Inversionista), se tomen por la fuerza (invadan) lo que queda de los Andes y Selvas nacionales?

Y en esa misma línea, hoy cuando se publica esta opinión, quizá ya sea Presidente del Brasil el ex militar Bolsonaro, gracias a la poderosa iglesia evangélica cristiana de ese país, la cual bajo el mandato de su Dios, del poder económico de poderosas corporaciones extractivistas (madera, oro, minerales, petróleo, etc), de los terratenientes y del partido de la justicia y los medios privados, reduzcan el tiempo de nuestra debacle humana, mucho antes del tiempo dado por los científicos de la ONU.

También la razón nos otorgará el infortunio del breve tiempo, cuando estamos a menos de medio siglo de los Superhumanos a quien tanto temió Stephen Hawking poco antes de su muerte (Respuestas cortas a Grandes incógnitas: Ensayos. Ed. Bantam Books, NY, Oct. 2018): con la ayuda del aprendizaje automitazado (Machine learning), la inteligencia artificial (IA) en la ingeniería genética, en solo décadas podrá cortar sectores exactos del actual imperfecto ADN humano (tecnología Crispr – Cas9) creando seres humanos infalibles a las actuales enfermedades, perfectos y cuya longevidad será más del doble de nuestros hoy inalcanzables 80 años, probablemente generando un nuevo conflicto mundial: el de los Superhumanos hijos de la IA (el pueblo elegido, dirán los del Dios que se anote este triunfo) contra nosotros los imperfectos, hijos de un veterano Dios egoísta.

No bastando con las anteriores calamidades, nos llega (llegó) los gobiernos de los neonazis o de su versión del siglo de la Inteligencia Artificial, el de los elegidos por su intolerante Dios: (Macron – Le Pen en Francia, Orban en Hungria, Nentanyahue en Israel,  Macri en Argentina, Hernández en Honduras, Piñera en Chile, Trump en USA, el cuentachistes evangélico Morales en Guatemala, (quizá ya) Bolsonaro en Brasil, Duterte en Filipinas, Albert Rösti en Suiza, y la lista continuaría hasta llegar hasta el patético expresidente colombiano con su hoy presidente en encargo y su salpicón de Dioses católicos y evangélicos.

Prueba de ello, el temor que crece a nivel mundial por una moderna Kristallnacht o Novemberpogrome (preciso se acerca noviembre)(El odio nos está consumiendo”, NYTimes, del hijo de George Soros a la sociedad libre mundial, oct 24/2018), mas cuando la actual versión de la dudosamente desaparecidas SS ya abarca desde la MOSSAD  hasta el GCHCQ, la NSA y el FBI, incluidos los organismos de Policía y FFMM del estado colombiano.  Obvio, todos ellos encomendados a su Dios respectivo, para infringirnos el mal.

Mas ya no será solo contra judíos, ni gais, ni negros, ni asiáticos, ni comunistas como en la nefasta noche del 9 y 10 de noviembre de 1938.

La probable Kristallnacht globalizada de hoy, será (es) contra mujeres, palestinos, mapuches, ambientalistas, anti-fracking, pro-aborto, la identidad de género, la encíclica de Francisco I “Laudato Si”, la prensa anti-monarquismos desde España hasta Arabia Saudita, y como no, desde Colombia, a favor de sumarle más decenas (quizá miles) a la lista de 331 líderes sociales ya asesinados: el mayor experimento social y psicológico del odio mundial bajo la gracia de Dios.

Lo ha repetido Bolsonaro hasta la saciedad y su partido de la justicia y los medios corporativos, se lo aplauden y entronizan, dado que estos están en pleno Lawfare desde Nueva York hasta Buenos Aires y desde La Florida hasta la Meca, a lo que solo pudimos llegar por dejar impunemente que desde el Concilio de Nicea I(325 d.C., hoy Iztnia, Turquia),Dios o lo que entonces se veneraba como tal, se nos inmiscuyera hasta el tuétano en eso que tal vez pudiera existir: la justicia social humana.

Destronar el reinado de Dios, a la manera del reino que nos impone Uribe y su duque, Netanyahue, Bolsonaro, Trump, Duterte, Hernandez, Macri, Piñera, Macron, Rösti y Orban, por citar solo parte de la vileza histórica que nos tocó vivir, es una exigencia ética e insurgente para la superviviencia de la raza humana y de lo que nos queda de planeta habitable.

Ya empezaron las mujeres con su insurgencia en Argentina, en Colombia, en Israel, en Palestina, en el Kurdistan.

Y eso es un gran aliento contra el fin del milenario y patriarcal Dios egoísta.

 

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