Foto: El Comercio
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El Habla Culta

Este obvio derivado de abogado se registra en la penúltima edición del DRAE (2001) como un coloquialismo sudamericano, con el sentido de “argumentos capciosos”. Pero en la última edición del Léxico oficial (2014) aparece como un peruanismo exclusivo. El Diccionario de peruanismos (2016) consigna el término como “argumentos rebuscados y maliciosos, propios de los abogados y tinterillos”. Si bien abogaderas va camino al desuso, se ha documentado en el pasado, por ejemplo, en las Crónicas político-doméstico-taurinas de Clemente Palma: “Oiga usted, compadre, a mí no me viene usted con abogaderas” (Lima 1938, p. 243).