Etimología:

Antes de sumergirnos en los detalles del adintelado, es fundamental comprender su origen. La palabra “adintelado” proviene del latín *linteum*, que significa “lino” o “tela”. Este término evolucionó hacia el español medieval como *lintel*, designando la viga horizontal que soporta el peso sobre una abertura en una estructura.

¿Qué es Adintelado?:

El adintelado es un término arquitectónico que se refiere al uso de un *lintel* o viga horizontal para soportar la carga sobre una abertura, como una puerta o ventana, en lugar de utilizar un arco. Este enfoque estructural ha sido una característica clave en diversas culturas a lo largo de la historia y ha dejado una marca distintiva en la estética arquitectónica.

Desarrollo:

El adintelado ha sido una elección arquitectónica clave en muchas culturas, desde las antiguas civilizaciones griegas y romanas hasta las construcciones modernas. En la Grecia clásica, los templos icónicos como el Partenón utilizaron esta técnica para crear fachadas imponentes y simétricas. Los romanos, conocidos por su ingeniería avanzada, adoptaron y refinaron la técnica del adintelado, construyendo arcos de triunfo y acueductos que aún asombran por su grandeza.

En la Edad Media, el adintelado continuó siendo relevante, aunque con algunas modificaciones. Las catedrales góticas, por ejemplo, incorporaron elementos decorativos elaborados en sus arcos y ventanas, pero aún mantenían la esencia del adintelado. En el Renacimiento, la arquitectura clásica resurgió, y la influencia de la antigüedad grecorromana revitalizó el uso del adintelado en edificios como la Basílica de San Pedro en el Vaticano.

En la era moderna, arquitectos como Frank Lloyd Wright exploraron nuevas formas y estilos, pero el adintelado siguió siendo un componente importante. La simplicidad y elegancia del adintelado en casas de estilo colonial, por ejemplo, demuestran su versatilidad a lo largo de los siglos.