SANTANDER, 17/10/2013.- Fotografía facilitada por SEO/BirdLife de ejemplares de urogallo cantábrico. El urogallo cantábrico sigue luchando hoy por su supervivencia en la cordillera, una tarea que pasa por la recuperación de su hábitat, la reducción de los peligros para la especie y la reintroducción de nuevos ejemplares criados en cautividad. EFE/Juan Carlos Muños Robredo

Archivo EFEverde

AVIFAUNA UROGALLO

El urogallo lucha por su supervivencia

Publicado por: Elena S. Laso 18 de octubre, 2013 Madrid

El urogallo cantábrico sigue luchando hoy por su supervivencia en la cordillera, una tarea que pasa por la recuperación de su hábitat, la reducción de los peligros para la especie y la reintroducción de nuevos ejemplares criados en cautividad.

Para conseguirlo, el urogallo  cuenta ahora con aliados, como las asociaciones y administraciones que desde hace tres años trabajan de manera coordinada en el proyecto Life+ de acciones urgentes para la conservación de esta especie y su hábitat en la cordillera Cantábrica.

Aunque los censos no están actualizados, se calcula que en toda la cordillera puede haber unos 350 urogallos.

La población occidental es la que mejor se mantiene, pero la oriental (en la que se incluyen algunos municipios cántabros), atraviesa una situación más complicada y la recuperación se considera prácticamente imposible si no es a través de la suelta de ejemplares criados en cautividad.

Dentro de un año, aproximadamente, se espera poder hacer ya las primeras sueltas de ejemplares en la zona oriental, procedentes del Centro de Cría y Reserva Genética del Urogallo Cantábrico, situado en Asturias.

Pero a la par, se trabaja sobre el terreno para reducir la mortalidad, mejorar las zonas de crianza y facilitar la alimentación de la especie, con medidas como desbroces o apertura de claros en los que puedan crecer arbustos de arándonos o frambuesas, fuente de alimento para el urogallo.

Técnicos de SEO/BirdLife y del Gobierno de Cantabria, dos de las instituciones implicadas en el proyecto, han mostrado hoy sobre el terreno, en el municipio cántabro de Vega de Liébana, algunos de esos trabajos.

El proyecto Life+ para la conservación del urogallo cantábrico y su hábitat va a suponer una inversión de 7 millones de euros en el periodo de vigencia (desde su arranque en 2010 hasta 2014).

Las acciones se extienden por 16 zonas de especial protección para las aves (ZEPA) de la Red Natura 2000 situadas en Cantabria, Asturias, Galicia y Castilla y León.
El objetivo fundamental es, en primer lugar, frenar el declive de la especie, para después, "a largo plazo", intentar conseguir su recuperación.
Las claves para conseguirlo son la restauración y conservación de hábitats, la reproducción y mejora genética, y la sensibilización social.

El urogallo tiene a su favor que es un ave emblemática de la cordillera Cantábrica, que no es "conflictiva" -como ocurre, en cambio, con el lobo-, y que las poblaciones locales lo ven como "algo suyo", así que la respuesta de los vecinos a estos programas de sensibilización es "bastante buena", según comenta Javier Purroy, uno de los técnicos de SEO/BirdLife que trabaja en el proyecto.

Más complicada resulta la reproducción, que en el área oriental es casi imposible sin recurrir a la cría en cautividad.

Por eso, cuando estén preparados los primeros ejemplares para las sueltas, la primera fase de reintroducción se desarrollará en esta zona. Será, probablemente, el año que viene por estas fechas, o algo antes.

Mientras tanto, se sigue avanzando en los trabajos de restauración de hábitats que incluyen, por ejemplo, la eliminación o señalización de cercados para reducir la moralidad por choques de estas aves contra ellos.

Además, se realizan también desbroces selectivos para crear pequeños claros y pasillos interconectados entre sí, que favorezcan el crecimiento de arbustos en los que los ejemplares con crías puedan encontrar alimento (fundamentalmente arándano, clave para esta especie) y un entorno adecuado para la crianza.

Todo ello se completa con acciones dirigidas a la población para compatibilizar los usos y prácticas que se desarrollan en el entorno con la conservación del hábitat del urogallo.

El 50 por ciento de la financiación de este proyecto corre a cargo de la Unión Europea, a través de los fondos Life+, y el resto lo completan los socios: los gobiernos de Cantabria, Galicia, Asturias y Castilla y León, así como SEO/BirdLife. Además, colaboran como cofinanciadores el Organismo Autónomo Parques Nacionales y la Fundación Iberdrola. EFE

Secciones : Actualidad

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