Alemania insiste en elecciones "libres, justas y creíbles" en Venezuela

El último recuerdo que los niños Fuenmayor Bozo tienen de Alemania es el de una veintena de funcionarios policiales a las afueras de su edificio residencial, la madrugada en la que los deportaron desde Riesa, en Sajonia, hasta Caracas, Venezuela. Era 22 de febrero de 2024.

Joel Alejandro Fuenmayor, Adriana Bozo y sus tres hijos solo tuvieron una hora para empacar, tras haber esperado dos años por la aprobación de una solicitud de asilo. La orden de salida de la familia venezolana provino de la Oficina Federal de Migración y Refugiados (Bamf por sus siglas en inglés).

Luis Alejandro (14 años), Isabela Valentina (9) y Jesús Daniel (8) miraron cómo sus padres guardaron con apuro su ropa y los pocos vestigios de su paso en el territorio alemán. El reloj marcaba la una de la madrugada. Tembloroso, Joel llamó al párroco de la zona, Klaus-Michael Tschöpe, y le pidió ayuda, pero el sacerdote le respondió que no podía hacer nada por ellos.

«Los policías actuaron cumpliendo órdenes. El problema fue cómo trataron a los niños. Enviaron como cinco o seis patrullas y se bajaron como veinte policías a cercar la zona. Esa es una impresión para los niños, que los despiertan así con todo ese escándalo, sacándolos del apartamento como delincuentes», explicó Carlos González, tío de los Fuenmayor, a Efecto Cocuyo vía telefónica.

Adriana sufrió un ataque de nervios y se desmayó en medio del operativo. Los policías enviaron a los chicos de vuelta a sus camas y trasladaron a la venezolana a un hospital cercano, donde un médico le proporcionó tratamiento y la autorizó a viajar en avión. Entonces los funcionarios volvieron al apartamento de los Fuenmayor, levantaron de nuevo a los niños, y se llevaron a la familia completa al aeropuerto.

Desde finales de febrero los Fuenmayor Bozo viven con familiares en Mara, Zulia, al occidente venezolano, debido a que antes de irse de Venezuela a Alemania vendieron su casa y sus enseres. González señala que el mayor de los hijos, Luis, requiere actualmente ayuda de un especialista porque se encuentra «psicológicamente muy afectado».

«Es inconcebible que les hagan perder a los niños este valioso tiempo en la vida de cualquiera, afectándolos psicológicamente con ese cambio repentino de entorno, expulsándolos del país donde residían y dejándolos abandonados sin recursos económicos en un país colapsado en todos los servicios públicos y de salud», escribió González en un comunicado.

Pronunciamiento de la Iglesia Católica en Riesa, tras la deportación de Isabela Fuenmayor: «Una primera comunión sin Isabela».

Algunos de los parientes de los Fuenmayor que se quedaron en Alemania buscan abrir un proceso para que la familia pueda regresar a la Unión Europea. El caso llegó a la prensa alemana y hasta la comunidad católica de Riesa se pronunció públicamente, debido a que Isabela apenas había comenzado sus estudios para hacer la primera comunión.

«Me desgarró el corazón, pero ya era demasiado tarde», dijo el padre Tschöpe a la prensa sobre lo ocurrido el 22 de febrero.

Alemania y los migrantes

Alemania es considerada la economía más fuerte de la Unión Europea, a pesar de que la presidenta de la Oficina Federal de Estadística, Ruth Brand, informó recientemente que su desarrollo general se tambaleó en 2023. Además, es un país avanzado en las áreas tecnológica y ambiental y tiene una tasa de seguridad bastante alta en comparación con algunos de sus vecinos.

Aunado a ello, durante años ha sido el segundo mayor donante bilateral del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) después de Estados Unidos. El territorio alemán resulta, en resumen, un destino sumamente atractivo para los migrantes de todas partes del mundo, entre ellos los venezolanos.

Presiones para detener solicitudes de asilo

«Hay una situación bastante delicada en estos momentos, aparte que hay una política ahorita producto de las presiones de sectores políticos radicales que quieren detener las solicitudes de asilo. Alemania es el motor económico de Europa, por ende, es la que tiene la mayor estabilidad financiera y además es el que ofrece mayores garantías constitucionales en materia de derechos humanos», explicó el abogado Iván Yáñez, miembro de la ONG Verein Venezuela en Baviera (VenBa), a Efecto Cocuyo.

Debido a una crisis humanitaria compleja que se ha agravado con los años, en la actualidad hay 7,72 millones migrantes provenientes de Venezuela en el mundo, lo que se considera la diáspora más grande del hemisferio occidental, según cifras de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Migrantes y Refugiados de Venzuela.

En 2022, los Fuenmayor Bozo dejaron atrás su vida en el estado Zulia, donde Adriana trabajaba como maestra de una escuela primaria y Joel era transportista.

La vida se había vuelto difícil: un docente venezolano no percibe más de 25 dólares mensuales y la escasez del combustible obstaculiza el trabajo de aquellos que operan en el sector transporte. En el país, en enero 2022, la canasta básica alcanzaba el costo de 365 dólares, de acuerdo con datos del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).

A veces la alimentación estaba caótica, comían solo harina o yuca o cosas así. Estaban muy mal alimentados. Se le presentaron enfermedades en la piel a los niños y a mi sobrina”, contó González. Así mismo, Adriana sufre de hipertensión y hipertiroidismo, enfermedades a las que se sumó un diagnóstico de depresión.

La familia decidió entonces migrar a Europa, porque algunos de sus parientes ya vivían en territorio alemán y los animaron. Se sentían motivados por las garantías de asistencia social eficientes que ofrece el gobierno alemán (alojamiento, atención y comida incluidos).

Los datos publicados por la Bamf arrojan que el año pasado hubo 3.729 peticiones de asilo de venezolanos y en enero de este año se registraron al menos 650. A mediados del 2023, el gobierno gestionado por el canciller Olaf Scholz informó que había alrededor de 10.100 personas originarias de Venezuela viviendo en Alemania.

El proceso de adaptación

En 2022 los Fuenmayor fueron recibidos en Alemania en un centro de acogida de migrantes, donde se les proporcionó asistencia y a los niños se les intentó enseñar el idioma por algunas semanas. Posteriormente, el gobierno los envió a un edificio residencial en Riesa, una ciudad ubicada a unos 40 km de Dresde, en Sajonia, en el centro-este alemán.

«Sajonia es el estado donde reside la mayor cantidad de solicitantes de asilo venezolanos, normalmente por regiones se dividen las nacionalidades para que sea mucho más fácil el proceso de cada solicitante, para que estén bajo una misma plataforma cultural, con los mismos traductores de idiomas. El 90 % de los solicitantes venezolanos son llevados a Sajonia», aclaró Yáñez.

Oficialmente llamado Estado Libre de Sajonia, es uno de los 16 estados federados alemanes. Imagen: Google Maps.

Aquellos que solicitan algún tipo de asilo se ven obligados a demostrar, según la ley alemana (Asylgesetz), que en su país corren peligro debido a su religión, identidad de género, postura política o problemas de salud graves. Comúnmente, las solicitudes que presenten contradicciones son rechazadas y, dependiendo del motivo de rechazo de la Oficina de Migración, tienen oportunidad de apelar en un plazo de hasta 14 días.

Tras un proceso de apelación, un juez puede durar meses e incluso años antes de dar una respuesta.

«En 2022 extranjería les dio la negativa porque ellos no son asilados políticos (y no lograron demostrar problemas de salud o persecución por motivos de género o religión) y los mandan a apelar. Yo les recomiendo un abogado que conoce el proceso, que apela. El juez tenía dos años para responder», explicó González.

En el caso de los Fuenmayor Bozo, estos consiguieron un permiso especial de permanencia llamado Duldung, que sirve como un certificado que permite que la persona se mantenga en el país por distintos motivos, entre ellos mal estado de salud o si hay procesos legales en curso que involucren a menores.

En Riesa los Fuenmayor Bozo intentaron adaptarse mientras esperaban la decisión del juez. Vivían de la ayuda gubernamental mientras tanto. Joel se inscribió en cursos gratuitos de alemán y Adriana entró a formar parte de la comunidad católica del lugar junto con los niños. Además contaban con el apoyo familiar, por lo que la estancia no fue tan difícil. En la Navidad de 2023 se les veía alegres en su nuevo hogar.

«Ellos no tenían dos o tres meses en Alemania, estamos hablando de dos años en los que los niños son miembros de la iglesia católica, son feligreses, estaban integrados. Los niños sufren las graves consecuencias de que los devuelvan a un estado de vulnerabilidad», indicó Yáñez sobre el caso.

Por qué están deportando

La Bamf en Núremberg informó a principios de año que en 2023 hubo un estimado de 329 mil solicitudes de asilo de migrantes de diferentes nacionalidades en Alemania. Las reacciones anti inmigrantes empezaron a multiplicarse desde entonces por parte de organizaciones políticas conservadoras.

Así, las medidas migratorias se endurecieron por varios factores, principalmente las quejas de los alcaldes de todo el país debido a la gran cantidad de desplazados y los recursos limitados que tenían para acogerlos.

En segundo lugar se encuentran las presiones del partido de derecha Alternativa para Alemania (AfD) en el contexto de las elecciones municipales. Este partido ganó su primera alcaldía en Sajonia el 17 de diciembre de 2023 y la segunda el domingo 3 de marzo de 2024. A la fecha sigue creciendo en las encuestas.

Hoy el tema del asilo es discutido de forma aireada en el Parlamento alemán. La nación ha registrado un alza en la llegada de migrantes, no solo venezolanos, sino ucranianos que escapan de la guerra con Rusia y refugiados de Siria, Turquía, Afganistán, Irak e Irán.

Protesta por la finalización de la guerra en Ucrania en las calles de Hamburgo en 2024. Alemania ha recibido a casi un millón de refugiados hasta la fecha y los han repartido a lo largo del país. Foto: Albany Andara Meza.

El debate sobre la verdadera capacidad del país para recibir extranjeros en situaciones muy vulnerables sigue siendo una prioridad en las agendas políticas, en especial por las cercanas elecciones del Parlamento Europeo, previstas para junio de 2024.

«El año pasado pasado hubo un promedio entre ocho a doce retornos voluntarios (de venezolanos). Es decir, son mínimos los retornos voluntarios. Pero un retorno obligado a una familia que tiene dos o tres años en Alemania genera como consecuencia un problema muy grande», dijo Yáñez.

Cómo fue el retorno

González indicó que el 22 de febrero sus sobrinos fueron trasladados por la policía hasta Frankfurt por tierra, donde los llevaron al aeropuerto y los dejaron esperando en un cuarto, sin proporcionarles comida. Los Fuenmayor tampoco tenían dinero encima y para cuando hicieron escala en Madrid ya estaban agotados física y mentalmente.

«Llegaron a Caracas y los recibe la policía. Se portaron mejor esos funcionarios que los alemanes, en especial porque había niños. Les preguntaron por qué venían así, estaban asombrados», contó González.

La deportación ya se había vuelto noticia en Alemania entre las organizaciones no gubernamentales, por lo que la familia recibió ayuda de la abogada Teresa Oramas-Singer, activista, experta y asesora en migración en Europa, quien envió a su hermano, médico de profesión, al aeropuerto de Maiquetía a asistir a padres e hijos.

Piden que se detengan las deportaciones

Según los números de la Bamf, en 2023 un total de 1.539 solicitudes de asilos presentadas por venezolanos fueron denegadas en territorio alemán. Así mismo, el Ministerio del Interior del estado federado de Sajonia proporcionó a DW, canal público alemán, datos que indican que al menos 15 ciudadanos provenientes de Venezuela fueron deportados ese año.

El 20 de febrero, 650 venezolanos firmantes, junto con 15 asociaciones humanitarias, dirigieron una carta al gobierno de Alemania en la que pidieron frenar las deportaciones. Hasta ahora siguen esperando una respuesta.

«Esta carta hace énfasis en dos puntos importantes: uno, Venezuela no es un país seguro para que una persona sea deportada, porque toda persona que solicitó asilo en Alemania pasó por un proceso en el que expuso al régimen y las violaciones de derechos humanos», apuntó Yáñez.

Agregó que al retornar al Venezuela varios de los deportados son detenidos bajo investigación y pasan a un listado llamado «Traidores de la patria».

«Sus derechos son vulnerados nuevamente y son expuestos a la opinión pública por el aparataje del régimen a que puedan sufrir otro tipo de consecuencias», apuntó Yáñez.

Finalmente, los familiares de los Fuenmayor Mozo continúan acudiendo a los medios y buscando asistencia legal para abordar el caso lo más rápido posible.

«El objetivo es demandar legalmente al gobierno o Bamf por daños y perjuicios cometidos a nuestros niños, por el modo como ejecutaron la deportación, que está legalmente bien fundada, pero que fue abruptamente efectuada, generando a nuestros niños y adultos problemas de trastornos psicológicos, de salud y otros por el modo como efectuaron la deportación a la una de la madrugada», puntualizó Carlos González.

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