Escudriñad Las Escrituras


Introducción

Muchas religiones predican, y muchas personas creen, que con asistir regularmente a una congregación o iglesia, leer las Escrituras y no hacer mucho mal, basta para obtener la vida eterna. Esto es una equivocación, y comprender la biblia correctamente es de suma importancia para la obtención de la salvación, para asegurar nuestra eternidad junto a Dios y hacer su voluntad en todo. Acompáñeme.

 

Comprensión

Es importante escudriñar la palabra de Dios. Escudriñar, según el diccionario es: Examinar, inquirir y averiguar cuidadosamente sobre una cosa y sus circunstancias. Esto es lo que necesitamos hacer, si queremos saber cuál es la voluntad de Dios sobre cualquier asunto de nuestro interés; sin dejar de lado la guianza del Espíritu Santo, pues él es una persona y como tal nos guía en la comprensión de las Escrituras y a toda la verdad, ya que para eso ha sido enviado (Juan 14.26; 16.13). Pero para obtener su ayuda, se debe vivir de manera santa, agradable a Dios, este es un requisito indispensable. David dice: "La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto" (Salmo 25.14). Y Salomón expresa: "Porque Jehová abomina al perverso; más su comunión íntima es con los justos" (Proverbios 3.32).

 

Por esta causa, algunos que no viven una vida de santidad o comunión con Dios; al tratar de comprender la biblia sin tener la guianza del Espíritu Santo, lo hacen de manera errada. Esta es la razón de por qué han surgido diversas o diferentes doctrinas de la palabra de Dios. Un mismo versículo es entendido de una manera por unos, y de otra, por otros, dependiendo de si se tiene a Jesús en el corazón o no, y si ya se dice tenerle, de cuan fiel y cerca se esté de él. La palabra del Señor está escrita o revelada, pero la correcta comprensión de la misma solo es posible con la ayuda del Espíritu Santo. Por ejemplo, en el evangelio según San Juan encontramos: "Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de mi" (Juan 5.39).

 

Este versículo ha sido mal interpretado durante mucho tiempo. Por lo general se dice que hay que escudriñar las Escrituras porque en ellas esta o se obtiene la vida eterna. Pero este versículo no dice tal cosa, lo que expresa es: ... A vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna. Esto dice Jesús a los judíos, pues ellos creían de esta manera, que en las Escrituras tenían la vida eterna, pero Jesús les aclara: ...Y ellas (las Escrituras) son las que dan testimonio de mi. Y no queréis venir a mí para que tengáis vida (Juan 5.39-40). En las Escrituras está que debemos hacer para salvarnos, pero ellas no salvan en sí mismas. Claramente el Señor Jesucristo dice a los judíos que no es en las Escrituras o Antiguo Testamento que está la vida eterna, sino en su persona, en la persona de Jesús. En este tiempo, cuando se habla de Escrituras, también se aplica al Nuevo Testamento.

 

Hay muchos versículos en la palabra del Señor Jehová que hablan clara y enfáticamente que solo teniendo a Jesús como Señor y Salvador se obtiene el perdón divino y la vida eterna. Juan dice: "El que cree en el Hijo tiene la vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no vera la vida, sino que la ira de Dios está sobre él" (Juan 3.36). También: Y esta es la voluntad del que me ha enviado: "Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero" (Juan 6.40). Además: "Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas" (Juan 3.17-19).

 

En estos pasajes de la biblia, vemos que cuando ponemos nuestra confianza o fe en Jesucristo, solo entonces, recibimos la vida eterna. Otras citas. Romanos 7.6; 8.2-7; I Juan 2.23; 5.10-12,20.

 

Este es solo un ejemplo, pero hay infinidad de ellos, y por tanto, infinidad de religiones. El camino a la eternidad es angosto y pocos son los que lo encuentran (Mateo 7.14; Lucas 13.24). Buscar correctamente el rostro de Dios es algo muy delicado, no podemos pensar que es cualquier cosa. Comprender las Escrituras de manera clara y segura o certera, solo es posible cuando se ha quitado el velo que cubre los ojos del entendimiento de cada individuo que no ha nacido de nuevo. Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará (II Corintios 3.16). Solo entonces la persona comprende la palabra de Dios, y además ve la vida claramente, mira las cosas como son y no como Satanás o el mundo se las presenta.

 

La palabra de Dios no es como cualquier literatura u otro libro, ella es espíritu (Juan 6.63); por tanto se debe entender con la ayuda del Espíritu Santo, ya que fue él quien la inspiro. "Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo" (II Pedro 1.21). En la biblia encontramos, que el maestro por excelencia del ser humano que ha recibido a Jesús y estudia o lee las Escrituras, es el Espíritu Santo. "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir" (Juan 16.13).

 

Un hombre natural o que no ha nacido de nuevo, puede leer las Escrituras pero no las comprende, y si lo hace, es de manera errónea. Pablo dice: "Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente" (I Corintios 2.14). Esto es aplicable a toda persona, primeramente aquel que anda en delitos y pecados de manera desenfrenada. También, no importa si alguien dice que es religioso/a, si no ha hecho la oración de fe, recibiendo a Jesús en su corazón, es una persona natural, pues no ha nacido de nuevo (Juan 1.12-13). Además, se aplica a todo aquel que dice ser hijo de Dios, que ha recibido a Jesús, pero vive una vida de carnalidad y pecado. Amén.

 

Conclusión

Es necesario buscar en la palabra de Dios, como quien busca un tesoro, para comprenderla correctamente, y esto de la mano del Espíritu Santo. Tenemos, los seres humanos, la oportunidad de vivir eternamente junto a nuestro creador, y ello significa una vida de alegría y paz sin igual. La salvación del alma, es sin lugar a dudas lo más importante para cualquier ser humano. Por tal razón, la persona que desea estar en la eternidad con Dios, debe hacer lo que el Señor Jehová le sugiere. Nadie que no siga el consejo divino, recibirá la vida eterna junto a Dios.