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Accidentalidad vial, un problema de la sociedad moderna

No cabe duda que el aumento de la movilidad es una de las características de las sociedades modernas. Aumento de la población, nuevas formas de moverse o cambios en los modelos territoriales,  conllevan una serie de consecuencias. Si bien, la mayoría de estas consecuencias son positivas, por desgracia es necesario pagar un peaje, y en este caso hablamos a la accidentalidad vial.

El caso de los accidentes de tráfico, y sus consecuencias, como aspecto negativo, son sin duda las que representan una mayor preocupación en las sociedades de cada país. Cada año fallecen 1.200.000 personas por accidente de tráfico. De hecho, hay países en vías de desarrollo donde las carreteras se cobran ya más muertes que enfermedades como la Malaria o el SIDA. En 2030 los traumatismos por accidente de tráfico serán la quinta causa de mortalidad en el mundo. En países de habla hispana, la República Dominicana registra más de 42 muertes al año por cada 100.000 habitantes.

accidentalidad vial
El aumento de la motorización en países en desarrollo está provocando un importante aumento en las víctimas de los accidentes de tráfico. Fuente: Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial 2013.

 

La accidentalidad vial suponen hoy en día unas cifras inadmisibles para las sociedades modernas, en un mundo en el que poco a poco se consiguen erradicar las enfermedades, perder la vida en situaciones que pueden ser evitables puede parecer un contrasentido.

Existen tres factores básicos de los que depende el número de personas que resultan fallecidas o lesionadas en los accidentes de tráfico: la exposición al riesgo, la tasa de accidentes y la gravedad de las lesiones.

Cualquier actividad humana está expuesta a un riesgo de accidente de tráfico, la intensidad o magnitud de esta actividad es la exposición. En el caso de accidente de tráfico, hablamos del número de kilómetros/persona o el tiempo de exposición/persona.

La tasa de accidentes por otra parte, se define como el riesgo de accidente por cada unidad de exposición, es decir, es el indicador de la probabilidad de que ocurra un accidente, en teoría la tasa de accidentes debería ser proporcional a la probabilidad de que suceda el accidente. La probabilidad de que ocurra un accidente depende de una serie de factores de riesgo relacionados con el sistema vial (factor vía, vehículo, humano).

Accidentalidad vial

La gravedad de las lesiones hace referencia al resultado del accidente, teniendo en cuenta los daños personales y materiales producidos.

Bajo este punto de vista, ¿es posible reducir el número de víctimas de tráfico?

Reduciendo los desplazamientos se reduce el riesgo, utilizando medios más seguros haciendo hincapié en los elementos de seguridad activa y pasiva de vías y vehículos y mejorando la asistencia post-accidente, podremos reducir las lesiones y la gravedad de las mismas.

El camino para reducir los accidentes

Los avances en educación vial, investigación, tecnología y otros campos son los que pueden marcar el camino hacia el descenso de las cifras de accidentalidad, pero hoy en día, si no existe un marco político y legal adecuado no va a resultar efectivo. Los planes estratégicos de los países o de organismos supranacionales marcan una serie de objetivos  e indicadores, los cuales hacen posible la evaluación de las políticas y establecimiento de medidas correctoras si fuesen necesarias entre otros aspectos.

En España,  la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 integra y alinea todas las actuaciones de la Administración General de Estado que tienen impacto en la mejora de la seguridad vial desde una perspectiva multidisciplinar, con un enfoque por colectivos y temas clave. Esta estrategia promueve e impulsa las actuaciones del resto de las administraciones públicas que tienen competencias en esta materia.

Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020

Este plan marca una serie de indicadores, es decir, objetivos medibles que nos darán idea de si los objetivos se están cumpliendo o no, como por ejemplo  bajar de la tasa de 37 fallecidos por millón de habitantes en 2020 o reducir el número de heridos graves en un 35%, así hasta 13 indicadores que abarcan medidas relacionadas con todos los grupos de riesgo y colectivos más vulnerables.

Reducir la accidentalidad vial es tarea de todos, desde las instituciones públicas a través de sus políticas y medidas, hasta las privadas, adoptando por ejemplo planes de movilidad para sus empleados, o mejorando la seguridad vial en sus entornos. Pero en definitiva, las decisiones de cada usuario y una correcta actitud es el factor clave para reducir la accidentalidad vial.

Autor: Agustín Galdón, profesor del Máster Internacional en Tráfico, Transportes y Seguridad Vial

Máster Internacional en Tráfico, Transportes y Seguridad Vial

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