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sábado, abril 27, 2024

El Fondero un tesoro natural abastece a muchas familias de Tarapoto ante la escasez de agua potable

Hasta el momento se desconoce las acciones de las autoridades para garantizar su conservación a largo plazo.

En Tarapoto, uno de los patrimonios hídricos más preciado es el ojo de agua conocido como «El Fondero». Esta fuente natural se ha convertido en un lugar esencial para la población, ya que provee agua en medio de la escasez de suministro de agua potable que afecta a varios sectores de la ciudad.

A diario, muchas familias de Tarapoto, Morales y Banda de Shilcayo llegan a «El Fondero» con sus envases en busca de ese recurso vital. Sin embargo, son los moradores de la Asociación de vivienda Cordillera Azul quienes más dependen de esa vertiente natural. Ese sector no cuenta con acceso al servicio de agua potable, lo que los lleva a acudir a «El Fondero» durante las mañanas, mediodías y en las tardes para abastecerse de agua.

Segundo Roger Utia Ramírez, uno de los vecinos de la zona, resaltó la importancia de esa fuente natural en sus vidas. «El Fondero» es una de las principales fuentes de agua que les permite tener acceso al líquido vital en sus hogares, y su ausencia sería un desafío insuperable.

Jhon Miller Piña, un vecino de Cordillera Azul, se traslada hasta «El Fondero» para asegurarse de tener agua, ya que la sequía ha generado problemas de abastecimiento en su localidad, donde el servicio de agua potable es prácticamente inexistente.

Roger Utia Ramírez con más de 37 años de residencia en la zona explicó que la cantidad de agua que fluye en la actualidad representa solo un 30% de lo que solía ser. Cuando llegó por primera vez, el agua era abundante y pocos habitantes la utilizaban. Sin embargo, hoy en día, esa vertiente natural se ha convertido en una fuente vital para cientos de familias.

La historia de «El Fondero» destaca la importancia de preservar y cuidar nuestros recursos naturales, especialmente en regiones donde la escasez de agua potable es una realidad cotidiana. Varias familias siguen dependiendo de esa fuente natural y esperan que se tomen medidas para garantizar su conservación a largo plazo. (Hugo Anteparra)

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