• ‘Reanimemos’ al Ateneo Albacetense

    El Ateneo Albacetense es una institución cultural privada fundada en 1880 por un grupo de intelectuales formado por abogados, médicos y maestros, en una época en que el índice de analfabetismo era de un 73 %. Tras un intenso inicio, en que convirtió en  uno de los focos culturales y de vida social más activos de la ciudad, la entidad quedó inactiva seis años después.

    El Autor

    Blas González

    Presidente del Colegio Oficial de Médicos de Albacete

    El Ateneo Albacetense, ahora cerrado, es una institución cultural privada fundada en 1880 por un grupo de intelectuales.

    144 años de historia

    Tuvieron que pasar tres décadas de dinamización de sus habitantes y la publicación de varios artículos para que fructificara la reactivación en 1907. Joaquín Quijada, abogado y secretario del Ayuntamiento, presidió una reunión en el Casino Primitivo en la que quedó constituida una primera junta directiva, presidida por él mismo. Inmediatamente contó con más de cuatrocientos socios lo que permitió irradiar cultura por medio de conferencias del más alto nivel y otras actividades.

    La Guerra Civil obligó a su cierre, como muchas otras instituciones, y tras el franquismo, reapareció en 1978, con una gestora encabezada inicialmente por Manuel González de la Aleja.

    Marqués de Molins y José Prat

    A lo largo de sus 144 años de historia ha aglutinado el ambiente cultural de Albacete. Los ateneos, que nacieron en Francia, vinieron a España, a Madrid, Barcelona y Valencia; y en cuarto lugar a Albacete. El de Madrid ha tenido 2 presidentes albaceteños, Marqués de Molins y José Prat.

    Era el espíritu tan generoso que los 126 ateneistas iniciales crearon las cátedras para impartir clases a los trabajadores. En la época dorada, hasta 1936, se abrió a grandes oradores de fuera. José Antonio Primo de Rivera en su alocución «no hizo ni una sola mención, ni política ni social en la conferencia» y Miguel de Unamuno «tuvo una actitud un poco provocadora hacia todos los participantes”.

    Renació en 1976

    Tras el cierre por la guerra y la época franquista, en 1976 se reinician sus actividades. Se instala en la actual sede en 1991 y Tomás Mancebo y la alcaldesa Carmina Belmonte decidieron que las nuevas instalaciones se escrituraran a nombre del Ayuntamiento para evitar problemas «y que su propiedad fuera para 99 años». La primera conferencia de esta etapa la da José Luis Aranguren y luego vinieron otras también importantes  -los padres de la Constitución, ministros de todos los gobiernos, y la premio Nobel Rigoberta Menchú-.

    En 2004 el Ateneo Albacetense recibe la Primera visita del presidente de Castilla-La Mancha a esta institución cultural, única de estas características en la región. El presidente Barreda comprometió la colaboración del Gobierno castellano-manchego con el Ateneo albacetense.

    La labor altruista del Ateneo ha ofrecido a los albaceteños magnificas instalaciones en la calle Feria y un amplio abanico de actividades para enriquecer sus conocimientos, y sobre todo su biblioteca, ya que los ateneos nacieron para aglutinar a la ciudadanía científica e independiente.

    Tomás Mancebo, su actual presidente, lleva 38 generosos años al frente del Ateneo. Y ha velado por mantener el espíritu de tolerancia, de ilustración verdadera y de ferviente amor a la verdad y la belleza que engrandece a los pueblos.

    Amigos del Teatro Circo

    Javier López-Galiacho hace escasos días publicaba su artículo de opinión “Reabran el Ateneo”. Recordaba la importancia que tuvo el Ateneo Albacetense en la constitución de la Asociación Amigos del Teatro Circo y en la rehabilitación del propio Teatro. Incluso tuvo peso en la creación del reconocido premio Pepe Isbert. Y alzaba la voz desde el escenario sobre su urgente reapertura y el público se sumó con una gran ovación.

    Al Ateneo albacetense, el cuarto más antiguo de España, está actualmente cerrado. Coincido con López-Galiacho y con muchos otros. Albacete debe reabrir urgentemente su Ateneo. El de Madrid, gracias al apoyo público y privado, ha renacido. Hoy sigue vigente el espiritu librepensador. La ciudad de Albacete y sus conciudadanos merecen lo que siempre ha sido: un gran Ateneo Albacetense. 

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