Hace décadas, muchas familias de las Islas apostaron por preservar una raza autóctona abocada a la desaparición, el camello canario. Un animal en peligro de extinción del que apenas sobreviven 1.000 ejemplares en el Archipiélago. En la última década, una de estas familias, la de Oasis Wildlife Fuerteventura, ha sido capaz de ver una nueva oportunidad para el camello canario. Y más allá de su papel en la actividad turística, lo ha convertido en el centro de un proyecto de investigación pionero no sólo en las Islas, sino en todo el país, con la producción de leche de camella.

Oasis Wildlife cuenta con la granja camellar más grande de Europa, Dromemilk, cuya creación se remonta a hace 35 años. En ese espacio, más de 400 camellos canarios pueden convertirse en una oportunidad para promover la producción, el procesamiento y el consumo de leche de camella en el conjunto del país. Todo ello, con el objetivo de alcanzar una producción estable de leche de camella y de sus productos derivados (yogurt, queso, lana o cosméticos, entre otros), así como “poner en valor sus ventajas nutritivas y de alta calidad como productos saludables y fomentar su consumo en Europa”.

Para ello, Dromemilk participa también en un proyecto europeo, Camelmilk, que apuesta por la producción y el consumo de leche de camella en la cuenca del Mediterráneo. La producción mundial de leche de camella para consumo humano es oficialmente de 1,3 millones de toneladas, 500 veces menos que la de leche de vaca.

La cifra total de leche de camella en el planeta -de la cual la mayor parte es para las crías- es de 5,4 millones de toneladas, y cada camella lactante produce entre 1.000 y 2.000 litros de leche durante un período que puede variar entre los ocho y los 18 meses. Más allá de las cifras, los expertos destacan que la leche de camella es la más cercana a la leche materna, no contiene alérgenos y, por tanto, es apta para personas intolerantes a la leche de vaca.

“Es buena contra la diabetes y contiene unas propiedades que la convierten en un producto enormemente saludable”, destaca Oasis Wildlife. En ese sentido, la de camella tiene una composición similar a la leche de vaca, pero es ligeramente más salada. Puede ser tres veces más rica en vitamina C que la leche de vaca; y, además, es rica en ácidos grasos no saturados y vitaminas del complejo B.

Además, el camello es mucho más económico y ecológico, ya que come alrededor de tres veces menos forraje que las vacas. Interés mundial Todos estos beneficios han generado interés por la leche de camella en el mundo en los últimos tiempos, lo que supone una oportunidad de negocio para las Islas. Europa permite la producción industrializada de leche de camella.

Así, son muchos los países europeos que ya tienen granjas: Holanda, Francia, Alemania y Turquía son los más implicados en su creación dentro del viejo continente. En todos estos países ya se comercializa el producto de forma oficial. En el caso de Francia, el Gobierno ha legalizado y apoyado a escala nacional esta nueva industria, un ejemplo que abre un importante camino a la producción en este país. Ya hay un significativo número de granjas que, en la actualidad, están comercializando leche de camella y productos derivados.

Oasis ha convertido al camello canario en estrella de un proyecto pionero

Más lejos, en Estados Unidos, Asia y Australia, también están trabajando en este mercado. En este último país, la leche de camella pura está disponible a través de almacenistas en Australia Occidental y su granja más grande está financiada colectivamente, en un esfuerzo por expandir las operaciones a escala nacional mediante la creación de una planta de fabricación de leche y leche en polvo de camella con 5.000 animales.

Estos datos demuestran cómo la granja de camellos de Oasis Wildlife tiene una importante oportunidad para convertirse en referente en Europa en producción y comercialización de leche de camella y derivados de la leche como yogures, quesos, lana o productos de cosmética. Al grupo de camellas que ofrecen leche, se sumarán este año más de 60, lo que permitiría aumentar la producción láctea de Dromemilk a finales de 2021.

Iniciativa aprobada

El mercado que abre la leche de camella supone una oportunidad para las Islas. En este sentido, hace meses Coalición Canaria pidió que se ayudara a las familias y pequeñas y medianas empresas que han conseguido mantener la especie del camello canario. También el Parlamento de Canarias ha aprobado una iniciativa, a instancias de la diputada Pino González (PSOE), en la que se insta al Gobierno de Canarias a abrir una línea de ayudas para el subsector camellero con cargo a los fondos europeos para el desarrollo rural.

En la misma proposición no de ley, se reclama “el desarrollo de programas de conservación genética para garantizar la supervivencia del camello”, en colaboración con asociaciones y explotaciones ganaderas. El punto aprobado más relevante es que el Parlamento reclama al Gobierno “estudiar la viabilidad de permitir la producción, procesamiento y comercialización de productos lácteos, cárnicos y cosméticos derivados del camello en Canarias”.

El acuerdo del Parlamento autonómico supone un espaldarazo para el sector, aunque todavía quedan pasos por dar. Europa tiene autorizada esta industria desde hace tiempo, pero, en España, todavía quedan vacíos administrativos que deben solucionarse para que las granjas camellares canarias puedan tener una oportunidad real.

Desde el sector se destaca el “enorme potencial” que existe para el desarrollo de jóvenes emprendedores. En ese sentido, la producción y comercialización de la leche de camella desde la granja de Oasis Wildlife Fuerteventura situará a la empresa majorera como un referente. La leche de camella dará otra oportunidad a las familias que como la de Oasis llevan años intentando salvar esta raza autóctona, un compromiso que adquirieron hace ya más de 30 años.