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Puntos Fiscales

José Luis León Robles                                            

dj_drdead@hotmail.com

Muy buenos días distinguidos lectores de este prestigiado diario, antes que nada, espero que haya celebrado el día del amor y la amistad con su persona favorita, toda vez que el amor es un sentimiento tan sublime que debemos expresarlo todos los días con nuestros semejantes, pero pasando a otro tema hoy conoceremos las tendencias en el mercado agropecuario de nuestro país. Es indispensable conocer que este sector agropecuario ha enfrentado durante los últimos años drásticos cambios desde la entrada en vigor del Tratado de Libre comercio de América del Norte (TLCAN), el sector se ha reconfigurado, tanto el enfoque de los cultivos como en las técnicas utilizadas para su producción, si bien es cierto que la apertura relativa del sector agropecuario genera una dinámica de producción en la competencia de ciertos cultivos y también ha debilitado  las capacidades de algunos otros. En las últimas décadas los cambios socioeconómicos y culturales significativos han modificado los hábitos y las practicas alimentarias, primordialmente en los hogares de las ciudades urbanas. Algo muy importante que rige a los patrones de consumo es la producción, transformación y distribución de alimentos, mismo que coloca a este sector como uno de los principales   contribuyentes para erradicar el hambre, reducir la pobreza, proteger el medioambiente e impulsa el desarrollo económico. Existen algunas tendencias en el sector agropecuario, como es la competencia global en la que la eficiencia en el costo de producción y los costos logísticos definan la capacidad de competir entre países. En esta industria se enfrenta a consumidores más críticos en cuanto a lo que contiene cada alimento. Otra de las tendencias podemos mencionar que el clima marca limites, en virtud de que pocas veces se investiga la relación que existe entre el clima, la producción y fundamentalmente el consumo de los alimentos. Desgraciadamente en nuestro país no existe consciencia de que el calentamiento global tendrá profundas consecuencias sobre dónde y cómo se producen los alimentos. Tenemos que remarcar por otra parte que la alimentación en nuestro país es una prioridad, recuerde usted amigo lector que México es una gran potencia agrícola, por ejemplo, tenemos nuestro hermoso estado de Chiapas que es considerada como una buena zona de cultivo agrícola. Desgraciadamente hemos observado paulatinamente que nuestro campo nacional se ha ido abandonado por el tiempo, y considero que esto ha sido un grave error porque si volteamos a ver el éxito de las economías de Asia oriental hasta hace poco tiempo reforzó la convicción de que la industrialización era el camino hacia la creación de riqueza nacional, y contradijo el anterior pesimismo sobre las posibilidades de expansión de las exportaciones de los países en desarrollo. Se ha discutido por años acerca del grado y éxito de la intervención gubernamental en el crecimiento industrial de Asia oriental.  Una lección de la experiencia es que el crecimiento de las exportaciones es fundamental para el desarrollo económico y en los casos muy circunscriptos, los beneficios dinámicos provenientes de los subsidios a la exportación contrarrestan las perdidas estáticas de bienestar, en cambio otros tipos de intervención de los gobiernos fueron incapaces de compensar dichas perdidas. Por ello es indispensable replantear en nuestro país las políticas agropecuarias, no es posible que sigamos en un plano retroceso, cuando el campo ha tenido muchos años de lucha histórica en la cual la propia filosofía del campesino existe el principio de productivo, “la tierra es para quien la trabaja”. Espero que este tema haya sido de su agrado y valoremos más el campo en la economía de nuestro país, si el todo poderoso nos lo permite, nos estaremos leyendo la siguiente semana.

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