El controvertido y rentable mundo del meretricio
El controvertido y rentable mundo del meretricio

Al sur de la ciudad, en el distrito de La Victoria, se encuentra el paraíso de los hombres que anhelan apaciguar su deseo sexual a cambio de dinero.

Los parroquianos van en búsqueda de sexo como terapia contra el estrés, otros como rutina de vida y algunos por curiosidad o presión de los amigos.

Ubicado en un desvío a pocos minutos de la carretera que conduce de Chiclayo a Reque, la "zona rosa", como es denominado este lugar donde se ejerce la prostitución, es visitada por centenares de hombres que llegan, en grupos, envalentonados a saciar su apetito sexual.

RENTABLE. Son cinco los establecimientos nocturnos donde se oferta sexo a los excitados clientes que deben escoger la alternativa que más se acomoda a sus gustos y economía.

Los servicios sexuales se ofrecen, aproximadamente, desde S/.15.00 hasta S/.60.00, dependiendo del local escogido, no obstante, los responsables de la administración de uno de estos locales, refieren que varios clientes llegan con la billetera recargada y el ímpetu sexual amplio, quienes no reparan en invertir lo que sea necesario a cambio de pasar minutos u horas de placer con la meretriz elegida.

"Hay chicas bien solicitadas que tienen una tarifa por encima del promedio. A pesar de ello, son requeridas por clientes que les pagan lo que ellas piden. (Los clientes) llegan con algo de beber, se ponen a conversar con ellas como si fueran amigos de años o como si se tratase de una ex novia con quien quieren un 'remember' luego de unos tragos", comenta el encargado de uno de los locales nocturnos que prefiere mantenerse en el anonimato.

En el establecimiento contiguo, uno de sus colegas resalta el prestigio del local que ha "fidelizado" a clientes de distintas partes del país que alguna vez pasaron por tierras chiclayanas.

"Tengo varios amigos, conocidos y familiares que por motivos de trabajo llegan a la ciudad y aprovechan la oportunidad para una visita obligatoria a nuestro centro nocturno. Tengo entendido que en otras partes los prostíbulos son lugares donde no hay mucha higiene y son muy inseguros", recalca.

OFICIO RENTABLE. En uno de estos espacios alumbrados por luces de neón se encuentra una exuberante trabajadora sexual que por motivos de confidencialidad prefiere que la llamen bajo el apelativo de Scarlet. Cuenta que lleva cerca de 20 años dedicándose a este oficio, esto le ha permitido sacar adelante a su familia desde que partió de su natal Jaén.

"A través de una amiga ingresé a este oficio para poder sostenerme económicamente. Actualmente tengo tres hijos, dos de ellos estudian en la universidad y el último está en edad escolar. A pesar que hay cierta creencia que indica que trabajamos de prostitutas porque somos adictas al sexo, eso es mentira. Creo que esto es un trabajo como cualquier otro", señala.

El meretricio, al cual le dedica 6 horas diarias, 6 días a la semana, le deja cerca de S/. 2,000 mensuales, al mismo tiempo que obtiene otros ingresos por la venta de artículos de belleza.

"Trabajo para sacar adelante a mis hijos. Ellos saben a lo que me dedico y no me juzgan. Sin embargo, hay muchas personas que critican lo que hacemos sin saber por lo que pasamos. He visto como traen chicas de pueblos alejados con engaños para explotarlas sexualmente. Les ofrecen conseguirles trabajo como empleadas del hogar o cosas por el estilo y ellas por la necesidad aceptan, cuando en realidad las traen con otras intenciones. Afortunadamente, yo podré dejar este oficio cuando lo decida, pero otras chicas pasan cosas muy feas y difíciles", comenta.

Scarlet detalla que las principiantes son explotadas por hombres que les exigen que trabajen en el oficio más antiguo del mundo, a la vez que conviven con él como pareja sentimental. "Ellos le ponen tarifa, les pegan y les quitan su dinero", refiere en alusión a un claro hecho de proxenetismo.

REUBICADO. El emporio sexual chiclayano podría cambiar de ubicación en algunos meses de proceder la propuesta del alcalde del distrito victoriano, Anselmo Lozano Centurión.

La autoridad edil explica que el centro poblado Chosica del Norte, donde se encuentran los establecimientos sexuales, está siendo poblado al máximo por habitantes que buscan residencia, por lo que urge reubicar la "zona rosa" para dejar más espacios habitables.

"Dentro de La Victoria ya no hay espacio. La zona rosa debería estar en otro lugar alejado de zonas urbanas, porque no son un buen ejemplo para la niñez", señaló.

La propuesta será puesta en agenda del concejo edil, donde se decidirá la aceptación del alcalde Anselmo Lozano, para luego planteárselas a los propietarios de los locales nocturnos.

"En lo personal me incomoda que el prostíbulo esté en mi distrito por un tema de principios. A nivel de ingresos por tributos o arbitrios no aportan una cantidad que nos haga luchar por su permanencia en territorio victoriano. Pagan como lo hace cualquier otro establecimiento comercial", puntualizó.

En efecto, las arcas municipales recaudan aproximadamente medio millón de soles anuales por arbitrios de limpieza pública e impuesto predial.