Pobladores de la comunidad de  Cochas Chico  en , se reunieron para ejercer la justicia popular. Ni la lluvia los corrió para cumplir una vez más con su propósito.

Los cerca de cien comuneros estaban allí para decidir el para el infractor que robó nueve ovinos.

El menor terminó llorando,  fueron doce latigazos que recibió ante la mirada pública. Confesó que robo los animales junto a su amigo Juan Quispe, para luego venderlos por la suma de 800 soles.

 En medio de la atenta mirada de decenas de comuneros, el menor pidió perdón: “nunca lo voy a volver hacer”, comentó. En tanto el Juez de Paz, Jacinto Huali Romaní refirió que el pueblo de Cochas Chico decide el castigo de los que cometan un delito. “Aquí no se permiten ladrones, ni violadores”, dicen.

 El infractor dijo que robó los ovinos con Juan Quispe a quien conoció en Lima al trabajar como cobrador y le dio 300 soles. Los comuneros de Cochas Chico, anexo del distrito de El Tambo en Huancayo,  con silbatos y parlantes salen a la ‘caza’ de pillos.

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