El líquido cefalorraquídeo sirve para diagnóstico precoz de tumores cerebrales
El líquido cefalorraquídeo sirve para diagnóstico precoz de tumores cerebrales

Un grupo de científicos ha desarrollado en Barcelona la primera biopsia del líquido cefalorraquídeo (LCR), que ha demostrado ser un instrumento eficiente para hacer un diagnóstico precoz, pronosticar, diseñar el plan terapéutico y monitorizar los tumores cerebrales.

La nueva técnica, que publica hoy la revista "Nature Communications" y que ha sido desarrollada en el Instituto de Oncología (VHIO) del Hospital Vall d'Hebron, analiza el ADN circulante en el LCR y permite conocer las características del tumor cerebral por punción lumbar y sin realizar una biopsia en el cerebro.

La investigación la llevó a cabo el grupo de investigación de Expresión Génica y Cáncer del VHIO, liderado por Joan Seoane, y ha demostrado que las concentraciones de ADN tumoral circulante de los tumores del sistema nervioso central son muy bajas en el plasma, pero muy elevadas en el LCR.

Seoane destacó que efectuar una biopsia líquida en el LCR, que se obtiene por punción lumbar, es una técnica mucho menos agresiva que las usadas hasta ahora para extraer muestras de tejido cerebral, que son más invasivas y suponen un riesgo más elevado para el paciente.

Según el médico, su aportación "cambiará sin duda el curso del estudio del cáncer y las metástasis cerebrales".

Además, según Seoane, se ha visto que este ADN tumoral circulante también puede facilitar y complementar el diagnóstico de la carcinomatosis leptomeníngea.

Hasta ahora, la extracción de tejido de tumor cerebral para su análisis se hacía con una biopsia por punción o cirugía, lo que supone un riesgo para el paciente y la posibilidad de no acceder a una parte representativa del tumor.

En un año de trabajo "hemos buscado la manera de poder aplicar la biopsia líquida al cáncer cerebral y a las metástasis cerebrales precisamente por sus dificultades de acceso", explicó el investigador.

La biopsia líquida en plasma es muy útil en casos de cáncer de colon metastásico, cáncer de mama y de pulmón, pero, sin embargo, no tiene tanto éxito en los tumores cerebrales, por múltiples causas.

"Nuestra principal limitación era que los niveles de ADN tumoral circulante de los tumores cerebrales son muy bajos en el plasma. Pero hipotetizamos que ya que el cerebro dispone de su propio circuito cerrado de fluido circulante -el líquido cefalorraquídeo- que baña el encéfalo y la médula espinal, y que está en contacto directo con las células tumorales, podría ser que el LCR fuera una buena fuente de ADN tumoral", apuntó Seoane.

"Efectivamente, en el LCR hallamos ADN tumoral circulante a tan altos niveles que nos permiten detectar y caracterizar tumores con alta sensibilidad", añadió el investigador.