C. Pradera, Barcelona, 29-01-2020

Hace unos días, Jordi Ruiz de Biotrack me envió una fotografía de dos viejas cajas de raticida que encontró en un viejo almacén (figura 2). Me preguntó si me interesaban. Y le dije que por supuesto que sí. Pertenecían a viejas marcas que tuvieron su momento de gloria para combatir a los roedores domésticos. Raticida IBYS 152-S (figuras 3-7) y MICROZUL (figuras 8-15) fueron muy utilizados tanto por el público en general como por los profesionales.

Ahora bien, el más conocido y utilizado fue el raticida comercializado por el Instituto de Bacteriología y Sueroterapia (IBYS) en 1953. Fue comercializado como Raticida IBYS 152. No voy a abundar mucho en su historia porque ya le he dedicado algunas entradas [1]. Representó una importante novedad por su manera diferente de actuar, lo cual implicaba una metodología diferente a la usada en las desratizaciones hasta entonces. Se presentó la dicotomía de raticidas agudos frente a crónicos. Estaba formulado a base de warfarina, compuesto anticoagulante de primera generación. Los roedores debían comer varios días seguidos o alternos para que tuviera su efecto. Esto lo hacía seguro para las personas y los animales domésticos. Y ademas tenía su antídoto eficaz en la vitamina K. Pero en 1966 se añadió sulfisoxazol a la formula y es por ello que su nombre cambió al de Raticida IBYS 152-S. Se trata de una sulfamida que eliminaba la flora intestinal que pudiera aportar vitamina K y oponerse a la acción del anticoagulante. Se creía entonces que el problema de la resistencia a la warfarina estaba en el tracto intestinal.

En la década de 1970 aparecieron los compuestos anticoagulantes de segunda generación que actuaban de una sola ingesta. Estos anticoagulantes empezaron a utilizarse mucho a partir de mediados de la década de 1980, en especial, la bromadiolona. Y esto llevó a que IBYS 152-S quedara desfasado. No sé en qué año dejó de comercializarse. Pero debió ser a mediados de la década de 1980. El Instituto de Bacteriología y Sueroterapia pasó a manos de Antibióticos. Y luego esta empresa fue adquirida por el grupo italiano Montedison, el cual se quedó con lo que le interesaba y lo que no se lo vendió. La marca IBYS y su división de aplicación pasó a manos de Vetoquinol Especialidades Veterinarias, la cual creó la división IBYSAN Productos Sanitarios Auxiliares.

Respecto a la caja, como se puede ver el contenido es de 1.000 gr de cebo granulado al 0’35%. Mide 17 x 12’5 x 6’5 cm. Dentro se encontraba una cuarta parte del raticida totalmente estropeado al encontrarse atacado por polillas. No me molesté en identificar la especie. No sabría decir en qué año fue fabricado. Podría ser de principios de la década de 1980.

Detalle interesante es que en las solapas de la caja se mencionan otros productos de IBYS (figura 7). Al abrir la caja, el cliente podía leer los nombres de Ratonicida IBYS («elimina los ratones totalmente») y IBYSAN-R e IBYSAN-V («insecticidas rápidos y eficaces contra todos los insectos del hogar»). El Ratonicida IBYS fue comercializado en 1978 y contenía calciferol (vitamina D2) y warfarina. Ahora bien, sobre IBYSAN-R e IBYSAN-V no tengo ningún dato. De hecho, no sabía que IBYS había fabricado insecticidas. Aunque es lógico que una empresa que tuviera una importante estructura comercial para vender el Raticida IBYS 152 también tuviera en su catálogo otros productos de control de plagas.

La otra caja era del raticida MICROZUL, marca a la que dediqué unas líneas hace unas semanas cuando encontré una bolsita vacía de este producto en un antiguo desván [2]. Esta marca fue creada para la formulación de raticidas con clorofacinona, es decir, con un anticoagulante de primara generación que desarrolló la empresa francesa Lipha de Lyon. Esta empresa fue la que desarrolló dos importantes moléculas anticoagulantes de segunda generación como es la bromadiolona y la difetialiona.

La caja mide 21’5 x 10’5 x 5’5 cm. Su contenido eran 1000 gr de raticida formulado en grano con clorofacinona al 0’005%. Encontré cerca de 500 gr en buen estado. En una de sus caras aparece escrito a mano el precio de 500 pts (figura 10). Se puede situar su fabricación en la segunda mitad de la década de 1980, ya que como número de registro de productos fitosanitarios es el 12.149/86 (figura 8). Es decir, que tiene registro de 1986. También tenía registro para uso ambiental con el número 167/RAT del Registro de la Dirección General de Sanidad.

Respecto a su fabricante, consta en la caja que son los Laboratorios ERN SA de Barcelona por concesión de Lipha. Y como distribuidores, aparece Vector SL de Barcelona. Sin embargo, la realidad es otra. El producto no fue fabricado por los Laboratorios ERN, sino por Vectem SL de Rubí (figura 14). De hecho, VECTOR y VECTEM eran dos empresas propiedad de Josep Maria Comelles. Y también era de su propiedad Ciape DD SL, empresa aplicadora de productos plaguicidas. Parece ser que esta marca pasó luego a manos de Vector. Además, esta empresa formuló los primeros raticidas con difetialona en España. Tengo información que a finales de la década de 1970 Ciape DD utilizó la clorofacinona en sus aplicaciones cuando empezó su actividad.

Un dato importante es el logotipo de MICROZUL que fue también empleado por Vectem para otros marcas de productos raticidas como APOBAS de raticidas formulados con bromadiolona [3]. Según consta en la página de la Oficina Española de Patentes del Ministerio de Industria, este logotipo con una rata tocada por un rayo fue registrado por Vectem el 9 de abril de 1974. Consta como marca nacional con el número M0749016(X) (figura 16).

Notas:

[1] C. Pradera. 08-04-2013. Raticida IBYS 152. El desinsectador y desratizador.

[2] C. Pradera. 15-01-2020. Viejas bolsitas de raticida en el desván. El desinsectador y desratizador.

[3] C. Pradera. 16-12-2018. Tres productos rodenticidas Apobas de VECTEM SA. El desinsectador y desratizador.