Juan Carlos Díaz Lorenzo

La primera parte del singular desafío que supone el levantamiento del buque “Costa Concordia” ya se ha cumplido. Desde la pasada madrugada y después de unas 20 horas de trabajo, el barco está otra vez adrizado y descansa sobre una plataforma submarina construida al efecto. Y aunque la operación realizada es importantísima, todavía queda un largo camino por recorrer, que los técnicos estiman conllevará un año, aproximadamente, hasta que el buque abandone su actual emplazamiento.

La operación de levantamiento del buque, escorado unos 65 grados sobre la banda de estribor desde que el capitán Schettino consiguió encallarlo la noche del 13 de enero de 2012 –evitando con ello, sin duda, una tragedia de mayores proporciones–, concluyó a las cuatro de la madrugada hora local y en ese momento  se hicieron sonar las sirenas que anunciaban el éxito del trabajo. Todo son parabienes para los técnicos que dirigen el extraordinario proyecto, que por ahora ha cumplido con las perspectivas. 

El término técnico con el que se conoce esta operación es “parbuckling” y en esta ocasión lo ha hecho posible un consorcio formado entre la compañía norteamericana Titan Salvage y la italiana Micoperi. Por lo que se ha publicado, el coste de la operación se estima en unos 600 millones de dólares y está dando trabajo a medio millar de personas, en su mayoría técnicos especializados en salvamento.

Al menos dos zonas de la banda de estribor presentan daños importantes

Las imágenes del barco nos permiten apreciar los destrozos que ha sufrido el barco en la banda de estribor, en la que dos zonas están muy dañadas debido al aplastamiento sufrido en el momento del vuelco y la permanencia de 20 meses en esa posición bajo el agua. En las primeras horas se vivieron los momentos más críticas, lo que retrasó el inicio de los trabajos, pues se trataba de separar el costado de las rocas y asegurar que el levantamiento transcurriera sin sorpresas.

Dado el destrozo ocasionado en el costado de estribor, se prevé que sea un problema añadido para la colocación de 15 cajones que actúan como flotadores-estabilizadores similares a los instalados en la banda de babor. Cuando finalice su instalación, un sistema neumático procederá al vaciado del agua y entonces, si toda va bien, se conseguirá de nuevo la flotabilidad y podrá ser trasladado. En esta primera fase, culminada con éxito anoche, unos gatos hidráulicos gigantescos tensaron los cables de acero unidos a la parte superior de los cajones y de las plataformas instaladas en la banda de babor, mientras que otros cables conectados a trece torretas en la banda de estribor trataban de mantener el equilibrio.

Se ha informado de que no se han producido vertidos, aspecto que preocupa mucho a la población de la isla de Giglio, que vive en parte de la actividad turística. Como se ha publicado, todavía queda un largo camino por recorrer para asegurar la flotabilidad del buque y su traslado a un puerto cercano que permita su desguace. Lo prioritario, en estos momentos, es rescatar los cuerpos de dos personas que figuran como desaparecidas, que corresponden a una pasajera y un tripulante. 

Foto: Reuters (corriere.it)