La decoración del Partenón, como la de todos los templos griegos, se completaba con las acróteras, unos elementos florales o figurativos con los que se coronaban los extremos de los frontones. Como ocurre con el resto del templo, el material utilizado para esculpirlas fue mármol del Pentélico.
En el ápice de ambos frontones parece que se alzaban sendas acróteras florales de las que sólo se conservan algunos fragmentos. Aunque no existen restos de las bases sobre las que se sostenían. Su reconstrucción fragmentaria ofrece algunas novedades en su diseño, en línea con las innovaciones habituales en el Partenón. Destaca, especialmente, la gran altura que parece que alcanzaban.
Por el contrario, de las laterales sí se conservan las bases, pero desconocemos por completo el aspecto que pudieron tener. Existen varias teorías al respecto. Antiguamente se pensaba que, al igual que las centrales, las laterales eran acróteras florales. Sin embargo, en la actualidad, se apuesta más por representaciones de Niké volando, que se proyectaban espacialmente, hacia el exterior del edificio.
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