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Biblioteca fraseológica > Serie «Repertorios» > N.º 5 > Índice > Albaricoque
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8. Albaricoque/Albaricoquero (Prunus armeniaca)

alberchero (ara); albaricoqueru (ast); albercoc, albercoquer, aubercoc (cat); abrikot (eus); albaricoqueiro (gal)

 

Orden-Rosales

Albaricoques

Ilustración 44. Albaricoques.
Fuente: Karunakar Rayker (2008).

Familia-Rosáceas

Lámina: Albaricoque, del libro de Thomé, O. W.

Ilustración 45. Lámina: Albaricoque.
Fuente del libro original: Thomé, O. W. (1885).

 

DESCRIPCIÓN. Árbol frutal, que recibe distintos nombres: damasco, albérchigo, albergero en Aragón, etc. Es árbol de hoja caducifolia, de 3 a 6 m, pudiendo alcanzar los 10 o 12. De copa redondeada, tronco ocráceo-violáceo y agrietado, ramas rojizas y extendidas, y las secundarias, cortas. Sus hojas son muy pecioladas, ovales o acorazonadas, margen aserrado, coriáceas, lisas y brillantes cuando jóvenes, de color verde vivo en el haz y pálido por el envés. Sus tempranas flores, grandes, solitarias, blancas o rosas, aparecen incluso antes que las hojas, siendo anuncio festivo de la primavera. Pero su atractivo mayor lo constituye el fruto, también temprano [A.1-3, 13-16], como sus flores. El albaricoque es una drupa globosa, de color amarillo a anaranjado, a menudo de color más rojizo en el lado que está más expuesto al sol, y recubierto de una finísima pubescencia. Su pulpa no es muy jugosa, pero es dulce y aromática.

HÁBITAT. Aunque originario de China, los naturalistas romanos situaron su origen en Armenia, de donde deriva su nombre científico. Es un árbol de naturaleza rústica [B.1-6]. Tiene preferencia por suelos calizos, bien drenados, y prospera en zonas de clima templado mediterráneo, situadas entre los 200 y 600 m de altura. Por su temprana floración es sensible a las heladas tardías. Resiste bien las sequías. Destaca sobre todo su producción en Murcia, aunque ha sido generalmente cultivado en el levante peninsular [A.9-11] y Baleares.

 

A. Paremias

UN FRUTO BAJO SOSPECHA (A.1-3)

A.1 Agua al higo, y al albérchigo* vino (RM2: 8).

A.2 Con albaricoques y brevas, agua no bebas; pero vino, todo el que puedas (RM2: 56).

  • TIPO. Refranes de mesa o dietéticos.
  • TEMA. Cultura inmaterial: gastronomía (maridaje albaricoque-vino); medicina y dietética.
  • REFERENCIA A OTRAS PLANTAS. Melocotonero (durazno, prisco, variedades del melocotonero), higuera, peral, hongo, melón.

*Alvérchigo. «Especie de albarcoque, quasi alberkiko, o como otros dicen alpérsico, son como duraznicos pequeños, y de carne muy delicada, y tiene el hueso de dentro crespo, que no despide de la carne; especie de albarcoque, alberkiko» (COV: s. v. alvérchigo).

*Albérchigo. La voz puede servir para designar tanto al árbol del albaricoque, también llamado alberchiguero, o, tal como ocurre en este refrán, a su fruto, que así define el DRAE: «Fruto del albaricoquero. Es de tamaño vario, aunque por lo general de unos seis centímetros de diámetro. Su carne es recia, jugosa y de color amarillo muy subido, y su piel, amarillenta también, tiene una mancha sonrosada por la parte que más le da el sol» (DRAE: s. v. albérchigo).

El DRAE en otra acepción apunta que «albérchigo» es el nombre con que se designa al albaricoque en Cádiz, Huelva, Jaén y Sevilla, denominación que también parece extenderse a otras partes de Andalucía, Castilla-La Mancha, o Castilla-León (albérchigu, en https://www.pallabreirulliones.com/).

La etimología de la palabra «albérchigo» (del árabe hispano albéršiq, y este del griego περσικόν (persikón); propiamente «persa» [DRAE: s. v.]) relaciona a este fruto y el árbol que lo produce con el nombre científico de otro árbol, el melocotonero, Prunus persica, y con ello guarda relación la tradicional indistinción o confusión existente entre todo este género de frutos, no solo parecidos por su aspecto, sino también por sus similares y supuestas propiedades dietéticas. Sobre estas propiedades repararon los primeros tratadistas botánicos hispanos como Gabriel Alonso de Herrera, e incluso el paremiólogo y también médico Sorapán de Rieros:

Los priscos, los duraznos, albarquoques, albérchigos y melocotones, todos son de una casta, y posseen una facultad que es de enfriar, y humedecer; y corrómpense en el estómago con facilidad, del qual pasan velozmente; por lo qual dize Galeno, que se ha de comer esta fruta siempre al principio. […] Toda esta fruta se conuierte en pessimo humor.
(Iván Sorapán de Rieros, Medicina española contenida en proverbios vulgares, 1616).

En esta colección distinguimos entre albaricoques o albérchigos, también llamados «damascos» (véase A.3), y, por otro lado, dejamos al margen duraznos, priscos, o frutos como los piescus asturianos, que deberían agruparse junto con el melocotonero por incluirse entre sus variedades. De tal modo adoptamos el mismo criterio que Herrera, tratadista de primeros del siglo xvi, que tituló un capítulo de su Obra agricultura «De los albérchigos o alvarcoques», y otro «De los duraznos, priscos, y melocotones».

Volviendo a los dos refranes que encabezan esta entrada debe subrayarse el mensaje primordial que encierran: la conveniencia de comer los albaricoques acompañados de vino y no de agua. Pero ¿en qué se fundamenta esta recomendación? Atendiendo al apunte de Sorapán sobre la similitud del albaricoque con el melocotonero y sus variedades, debemos insistir sobre las propiedades naturales que estas frutas comparten. Escritos de médicos árabes que canalizaron la doctrina dietética hipocrática en la Edad Media (s. xii-xv), nos hablan precisamente de estas afinidades:

El melocotón es frio y húmedo. Si se inhala, reconforta en los casos de desvanecimiento; si se come, produce humores vítreos y nocivos y, a veces, fiebres largas y mortales. […] El albaricoque es muy parecido al melocotón. (Abü Marwán ’Abd Al-Malik B. Zuhr, 1992: 125).

El melocotón, frío y húmedo. […] Su ingestión genera secreciones nocivas, acompañadas éstas de fiebres infectas, aunque proporciona buen olor de boca. El albaricoque, semejante al anterior, se altera más fácilmente y proporciona menos beneficios. (Ibn al-Jatib, Muḥammad B. ʼAbdallāh: 75).

La ingestión de vino para acompañar el consumo de albaricoques, melocotones y otras frutas que comparten sus cualidades, responde al deseo de contrarrestar, con la naturaleza cálida de esta bebida, los perjudiciales efectos que estas frutas, de propiedad fría y húmeda, podrían provocar en el organismo («pessimo humor», «humores nocivos», «secreciones nocivas», «fiebres infectas», etc.). Se trataba de observar estrictamente los preceptos que divulgaban los denominados regímenes de salud siguiendo la famosa teoría hipocrática de los humores, muy en boga en época renacentista. Así en los tratados de salud de principios del xvi encontramos idéntica recomendación y en relación con estas mismas frutas. Resaltamos gráficamente con letra cursiva las alusiones al vino que aparecen en el texto que sigue:

Los duraznos son muy buena fruta & son frios & humidos. E porende tiemplan muy bien el ençendimiento del estomago. & afloxan el vientre sy los hombre come en el comienço de la mesa mondados & «remojados en buen vino». Assy como solemos comer las peras assadas: & sobrellas «deue hombre beuer vn poco de muy buen vino anejo» & de buena color: & el su olor delos buenos duraznos conortan mucho el coraçon. E los duraznos valen mucho contra el hedor dela boca que nasçe por corrompimiento del estomago: según dize Auenroys. E los priscos como quier que paresçen en sus condiciones alos duraznos. Pero en todo son muy peores que ellos & son mucho mas duros de digerir & son malos para el estomago. E delos duraznos no deue hombre comer sy no en pequeña quantia. Que sy hombre come muchos dellos corrompese mucho presto el su gouierno.
(Anónimo, Macer. Granada, a 1518).

A continuación se afirma lo mismo en relación con el albaricoque:

Los aluarcoques son frios & humidos & el su gouierno es poco & muy malo. & muy ligero de podresçer & deuense comer en ayunas assy como diximos delos duraznos. & deue honbre comer con ellos o sobre ellos algun poco de anis o de hinojo & «beuer vn poco de buen vino: que esto enmienda mucho su maldad».
(Anónimo, Macer. Granada, a 1518).

Jarra de sangría

Ilustración 46. Jarra de sangría.
Fuente: Xemenendura (2016).

Esta misma inquietud por prevenirse de los perjuicios a la salud que pueden acarrear ciertos alimentos si no se consumen de acuerdo a determinadas reglas la encontramos reflejada en los refranes. Son numerosos los refranes castellanos, a modo de saludables preceptos, que abogan por regular una pulcra dieta, lo que demuestra la crucial importancia que se concedió a la alimentación como eficaz medio de restaurar o preservar la salud.

No deja de resultar curiosamente anecdótico que una de nuestras más populares y refrescantes bebidas, la veraniega sangría (vino con trozos de melocotón), se trate de una receta acorde con tan añejos preceptos.

SINÓNIMOS Y CORRESPONDENCIAS. Se hallan muchos refranes en relación con el género de frutas comentadas como El durazno y el prisco quiere vino, y agua el higo (CO: E 511); Al prisco, vino; y agua al higo (CO: A 1376), donde comparecen las aludidas variedades de melocotón, pero también otros alusivos a otras frutas con las que comparten su naturaleza húmeda y fría, como las peras y el melón: Sobre peras, vino bebas, y tanto bebas que naden las peras (CO: S 835); Pera, durazno y melón, quieren puro el canjilón (CO: P 395). Tal obsesión existe por respetar esta recomendación dietética, que incluso Gonzalo Correas recoge lo que parece una fórmula mnemotécnica para evitar transgredirla. Nos referimos a la entrada Me, du, pu, junto a la que el paremiólogo anota: «Abreviado refrán de “Melón, durazno, puro”. Que con melón y durazno se beba el vino puro, como dice el otro: “Tras crudo, puro”» (CO: M 768).

A.3 Damascos*, no los comas con asco; que una vieja los comió, y enteritos los cagó (RM1: 103).

  • TIPO. Refrán de mesa o dietético.
  • TEMA. Cultura inmaterial: gastronomía (valoración); medicina (dietética; propiedades: laxante).
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado.
  • REFERENCIA A OTRAS PLANTAS. Melocotonero (durazno, prisco, variedades del melocotonero), higuera, peral, hongo, melón, trigo, arzolla.

*Damasco. Sinónimo de albaricoque.

La naturaleza fría y húmeda de los albaricoques o damascos, su riqueza en fibra, si además se potencia cuando se comen acompañados de agua, en vez de vino, como preventivamente se encargan de advertir los dos refranes anteriores (A.1-2), pueden potenciar sus propiedades laxantes hasta el extremo de dibujar la jocosa caricatura de la vieja que nos ofrece este refrán.

Opina Sbarbi de este refrán que es un «dicho inventado a placer o por mera recreación, y fundado en el sonsonete. Damascos llaman en Andalucía a los albaricoques, y matagallegos cuando están verdes y duros» (SB: I, 288a, s. v. damasco), pero es probable que el alcance de este refrán no se limite a una recreación lúdica fundada en «el sonsonete» —acaso de signo escatológico, pues albaricoques o damascos, como veremos (A.4), son palabras que pueden evocar a ventosidades— ni deba relegarse a la nota humorística de la vieja cagona. Sospechamos que, más allá de pretender proclamar las virtuosas propiedades laxantes del albaricoque, en este refrán se proyectan «las tensiones» asociadas al consumo del albaricoque y el afán de superar los tabúes que pudieron pesar sobre una fruta que, a resultas del influjo de la literatura médica aludida en los dos refranes antes tratados (A.1-2), debió granjearse la fama de maligna, hasta llegar a alcanzar proverbial impopularidad: la emblemática, por ejemplo, presenta al durazno o albaricoque como fruto que, venenoso en Persia, tierra de donde procede, se tornó benigno al naturalizarse en Europa; cfr. Bernat/Cull, 1999: emblema n.º 142 de Alciato, y emblema n.º 1369: «Que los doctos lejos de su tierra son más estimados».

La sospecha de que este refrán encierra un afán por ganarse las simpatías hacia una fruta denostada por sus supuestos perjuicios en la salud podría colegirse de diversos datos. El primero la propia enunciación normativa del refrán «Damascos, no los comas con asco» que le procura un tono casi de eslogan. Otra pista la brinda Sbarbi cuando apunta el significativo, por amenazante, nombre —si bien reservada a los «verdes y duros»— con la que es conocida esta fruta en Andalucía: «matagallegos», voz que el DRAE recoge como sinónima de «arzolla», planta anual de tallo y fruto muy espinosos, a la vez que explica el fundamento de esta palabra compuesta, «porque molesta mucho con sus espinas a los segadores». La primera parte del refrán respondería a la pretensión de combatir ese supuesto carácter nocivo que, como delata la palabra «matagallegos», de alguna manera se ha transferido al albaricoque.

Pero hay un tercer factor, quizá el más revelador, que viene a apoyar nuestra hipótesis, el propio refranero, donde ese conflicto entre viejos prejuicios heredados y el deseo de superarlos al estimarlos injustificados puede detectarse en la coexistencia de refranes contradictorios. Así, si por un lado tenemos Guárdate de cuatro bocones: de higos, priscos, hongos y melones (MK: 30380), otro refrán italiano recogido por Hernán Núñez replica: Quatro son le bone bocone, prigigo, figo, fongo, melone (N: n.º 6434, f. 103r.) [Cuatro son los buenos bocados: prisco, higo, hongo, melón].

Tomados de uno en uno también puede seguirse la antipatía que estos cuatro frutos han provocado. Así, y frente a la grata dulzura y exquisito sabor del higo, tenemos Neguilla lleva el trigo y gusano el higo (MK: 45254), aludiendo a sus parásitos. A restablecer el aprecio hacia el higo quizá responda el refrán: Al amigo, manda el higo; al enemigo, el prisco (MK: 30379). En ese último caso se detecta que el refranero no ha logrado poner freno a la mala fama del prisco, otro pariente del albaricoque. Tampoco logra redimir su «mala prensa» el melocotón: Pela la pera para tu amigo, y el melocotón para tu enemigo (MK: 49420), aunque a la pera, también húmeda y fría (recuérdese: Sobre peras, vino bebas…), en este mismo refrán se descubra el intento de disculparla. El hongo también infunde temores por su potencial toxicidad: Hongo de mayo, candela en la mano. «Porque mata» añade Correas (CO: H 568), y tras, Hongo de mayo, no lo des a tu hermano, apunta «Porque están ponzoñosos» (CO: H 569).

Ha sido tanta la influencia ejercida por la difusión de estas ideas que, volviendo sobre las frutas que suscitan infundada ojeriza, el melón no ha conseguido zafarse de su «mala fama». De ello se hace eco el refranero cuando afirma: Un escribano, un gato y un melón invernizo, son tres cosas que el diablo las hizo (MK: 22240); El melón en ayunas, es oro; al medio día, plata; y por la noche, mata (MK: 40520), mito injustificado que sigue teniendo vigencia aún en nuestros días:

El refranero español dice sobre [el melón] que «por la mañana oro […]» algo que no es cierto según los especialistas. En muchos hogares españoles esta fruta tiene fama de ser indigesta si se consume antes de ir a dormir. Al parecer, según cuenta la leyenda, el melón fermenta en el estómago y provoca malas digestiones e hinchazón. Aunque muchos tengan esta creencia […] lo cierto es que se trata de un mito. La realidad es que «es un alimento perfecto para tomar en cualquier momento». (El español, 02/08/2019).

El Renacimiento fue época ilustradora, educadora. Con la difusión de saberes vino el esfuerzo por vencer prejuicios, ideas trasnochadas, a veces heredadas del oscuro medievo. Pero igual que también en el Renacimiento pervivieron la superstición o la astrología, en los refranes coexistieron luces y sombras. Es, por tanto, probable que refranes como el de esta entrada, a primera vista intrascendentes, respondieran al anhelo de acabar con el injusto menosprecio que recaía sobre una fruta buena y saludable, emulando así el afán aleccionador que guió a los primeros tratadistas botánicos y humanistas renacentistas en defensa del albaricoque o de los allegados de su mismo género, como son los priscos:

La fructa destos arboles [albaricoques] no es tan humida como los duraznos ni priscos y son mas callentes: y olorosos: y por esso confortan mas la cabeça y el estomago y por vn azedia que tiene son mas agradables que los priscos ni duraznos…
(Gabriel Alonso de Herrera, Obra agricultura, 1513).

…priscos tan excellentes: como aquellos de balaguer que se guardan tantos años y siempre en el vino creçen para el recrear la vida mortal: mas para el alegrar el coraçon.
(Gonzalo García de Santa María, Traducción de la Corónica de Aragón de fray Gauberto Fabricio de Vagad, 1499).

UN CHISTE ESCATOLÓGICO

A.4 Entre peña y peña, albaricoques suenan o un albaricoque suena. «Alegoría de nalgas y pedos» (CO: E 2079).

  • TIPO. Refrán lúdico (adivinanza, enigma).
  • TEMA. Cultura inmaterial: actividades lúdicas (chiste, humor escatológico; juegos, adivinanza).
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado.
  • DATACIÓN. Siglo xvii.

La gracia de esta jocosa adivinanza o enigma, que Correas presenta entre sus refranes, se basa en el empleo de una dilogía o uso de una palabra con dos significados o sentidos distintos en un mismo enunciado. Con la palabra «albaricoque», metonimia del todo por la parte, se hace referencia a este por lo que contiene, el «cuesco», «hueso que se halla dentro de la fruta» (DAE), pero también «coloq. pedo ruidoso» (DRAE), propiciando así el equívoco que da pie al chiste.

Debajo anotamos la etimología de la voz onomatopéyica «cuesco», aclarativa de la confluencia de las dos acepciones antes señaladas.

Cuesco: […] De KOSK- onomatopeya del golpe que se da a un objeto duro, extendida al objeto mismo. […] Aunque la acepción «golpe» se documenta en fecha tardía, le es común a este vocablo con COSCORRÓN y su familia, y sólo a base de ella puede reunirse la acepción «pedo» (< «ruido de un golpe duro») con «hueso de fruta».
(Corominas-Pascual, 1980-1991: s. v. cuesco [CE-F]).

También esclarecedores de esta oculta dilogía son los pasajes literarios de Quevedo y Góngora recogidos a continuación, donde el albaricoque opera como metáfora eufemística alusiva a las ventosidades.

Los nombres del pedo son varios: cuál dice «soltó un preso» haciendo al culo alcalde; otros le llaman «cuesco», derivado de la enigma «Entre peña y peña [albaricoque] suena»; y últimamente le llaman un «beato capite» («entre dos peñas feroces sale un fraile dando voces»).
(Francisco de Quevedo y Villegas, Gracias y desgracias del ojo del culo, c 1620).

¿Qué lleva el señor Esgueva?:
Lleva sin tener su orilla
árbol ni verde ni fresco,
fruta que es toda de cuesco
y, de madura, amarilla.
(Luis de Góngora y Argote, Letrilla, 1603).

REGRESIÓN A LA INFANCIA

A.5 [cat] Sant Roc, a quinze anys, ja va dir albercoc [San Roque, a los quince años, ya dijo albaricoque]. «Aplicat als que actuen com si fossin menors» [Se aplica a aquellos que actúan como si fuesen niños] (PP: 553 [XIII, 754]).

  • TIPO. Enunciado paremiológico (dicho o frase hecha).
  • TEMA. Recursos expresivos del lenguaje: infantilismo, regresión o vuelta a la infancia.
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado.

ALBARICOQUES PERECEDEROS

A.6a Los albaricoques de Esfiliana, el que no cae hoy, cae mañana. «Dícenlo generalmente comparando con las personas que se va llevando la muerte. “Somos como los albericoques…”, que así suelen llamar a los albaricoques en Guadix» (RM4: 181). Guadix (Granada).

A.6b Albaricoques de Churriana, unos caen hoy y otros mañana (https://refranero. webcindario. com/). Churriana, Málaga.

  • TIPO. Refranes.
  • TEMA. Toponimia. Recursos expresivos del lenguaje: certeza de la muerte.
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado.
  • REFERENCIA A OTRAS PLANTAS. Alcornoque, carrasca/encina, higuera.

Diversos refranes hacen uso del molde o plantilla «si no cae hoy», entonces «cae» o «caerá mañana» para expresar lo que habrá de ocurrir inevitablemente. Así, en otros contextos coincidentes en unir los conceptos «tiempo» y «constancia» para indicar que algo forzosamente sucederá, tenemos Con el tiempo y una caña, el que no cae hoy, caerá mañana (MK: 13058), o, refiriéndose a las conquistas amorosas, lo que parece un infalible método para tener éxito, En oyendo esta campana, la que no cae hoy, caerá mañana (MK: 3636), en alusión al seductor tintín del dinero. En esta combinación de tiempo e inapelable fatalidad, nada se antoja más cierto e incuestionable que la muerte. Gracián evocó la fragilidad e inseguridad del hombre ante la muerte con la imagen del acróbata que transita sobre el delgado hilo o alambre que es la vida, sirviéndose de la misma metáfora inspiradora del refrán, pues más temprano o más tarde la muerte acontecerá: «unos caen hoy, otros mañana»:

Dime, ¿no caminas cada hora y cada instante sobre el hilo de tu vida, no tan gruesso ni tan firme como una maroma, sino tan delgado como el de una araña, y aun más, y andas saltando y baylando sobre él? Aí comes, aí duermes y aí descansas sin cuydado ni sobresalto alguno. Créeme que todos los mortales somos volatines arriesgados sobre el delgado hilo de una frágil vida: con esta diferencia, que unos caen oy, otros mañana. Sobre él fabrican los hombres grandes casas y grandes quimeras, levantan torres de viento y fundan todas sus esperanças. Admíranse de ver al otro temerario andar sobre una gruessa y assegurada maroma, y no se espantan de sí mismos, que restrivan sobre una, no cuerda, sino muy loca confiança de una hebra de seda; menos, sobre un cabello; aun es mucho, sobre un hilo de araña; aun es algo, sobre el de la vida, que aun es menos.
(Baltasar Gracián, El Criticón, tercera parte. En el invierno de la vejez, 1657).

El motivo de los árboles caídos (véase SINÓNIMOS Y CORRESPONDENCIAS y ALCORNOQUE.A.10), o de los frutos u hojas que de ellos caen al paso del tiempo, entronca con el tópico de las hojas secas, o con la proverbial expresión otoño de la vida, alusivas a la futilidad de la vida y la mortal naturaleza humana, también presentes en la emblemática (véase Bernat/Cull, 1999: emb. N.º 130 de Borja, Humanum genus), todo ello en deuda con los versos homéricos: «como el linaje de las hojas, tal es también el de los hombres (…) uno brota y otro se desvanece» (Ilíada VI, 146, 149).

El siguiente pasaje evidencia, no obstante, que los refranes de la entrada permiten su aplicación en distintos contextos:

● En tal tesitura, siempre hay que echar mano de la sabiduría popular para inmunizarse contra éxitos y fracasos: las aprobaciones son como los albaricoques de Churriana, que unos caen hoy y otros caen mañana
(N. Rubio, D. Casacuberta, J. Pedregosa, Acción cultural y desarrollo comunitario, 2011).

La mención del pueblo granadino de Esfiliana o Exfiliana, o el distrito malagueño de Churriana en su variante, aparte de delatar la geolocalización andaluza de estos refranes, no parece responder a otro motivo que a la búsqueda de la rima, por más que no pueda negarse la vocación frutícola de ambos lugares: Esfiliana, sita en la fértil comarca agrícola de la Hoya de Guadix, y Churriana, con un barrio tan elocuente del extendido cultivo de esta fruta como es San Juan-El Albaricocal.

SINÓNIMOS Y CORRESPONDENCIAS. Diversos refranes recurren a la imagen de la caída de los frutos maduros del árbol para aludir metafóricamente a la muerte: Somos como los alcornoques: unos caen de día y otros caen de noche (véase ALCORNOQUE.A.10); Somos como las carrascas: que la que no cae hoy, cae mañana (MK: 42247); Los hombres somos como los higos: el que no cae hoy, cae mañana; tras el que anota Rodríguez Marín: «Este refrán usó como pésame en un entierro cierto carbonero de mi tierra, si bien añadió: “Salud para recomendar el alma del difunto”» (RM2: 187).

ALBARICOQUES NECIOS Y DESPRECIABLES (A.7-8)

A.7a [cat] Esperar que munt es joc, esperança d'aubercoc [Esperar cual montón el juego, esperanza de albaricoque] (DCVB: s. v. albercoc). Mallorca.

A.7b [cat] Esperar que mudi es joc, esperançá d'albercoc [Esperar que mude el juego, esperanza de albaricoque] (DCVB: s. v. esperar). Mallorca.

  • TIPO. Refranes.
  • TEMA. Cultura inmaterial: actividades lúdicas (posible alusión a juegos con huesos de albaricoque). Recursos expresivos del lenguaje: ingenua esperanza, la del bobo.
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado, simbolismo vegetal.

No se explica el sentido de esta expresión en DCVB. Tan solo se indica que procede de un refranero manuscrito mallorquín recopilado por Bartomeu Marroix Mesquida en la segunda mitad del siglo xix. Es probable que la alusión al munt [montón] y joc [juego] guarde relación con alguno de los juegos infantiles en que intervienen pinyols d‘aubercoc [huesos de albaricoque]. En cualquier caso, conforme al habitual simbolismo de estupidez o necedad que representa el albaricoque en diversas expresiones catalanas, valencianas y mallorquinas (véase B.1-6), el refrán se refiere a la ingenua e inocente esperanza que es propia de personas necias o bobaliconas.

A.8 [cat] Albercocs porquins*, molts i roïns [Albaricoques porcinos, muchos y ruines] (http://elrefranyer.com).

  • TIPO. Refrán.
  • TEMA. Producción agraria: ganado porcino (alimentación); variedad de albaricoque de escasa calidad (albercoc porquí [albaricoque porcino]). Recursos expresivos del lenguaje: para aludir despectivamente a un conjunto de personas o colectividad.
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado, insulto.

*Porquins [Porcinos]. Alude a una variedad de albaricoque. En el DCVB se describe: «Albercoc porquí: és petitet, groc vermellós, no gaire gustón, i madura pel maig i juny (Alcoi, Cullera, Xàtiva); és tardà (Eivissa)» [Albaricoque porcino: es pequeñito, amarillo rojizo, no muy sabroso, y madura en mayo y junio (Alcoy, Cullera, Játiva); es tardío (Ibiza)] (DCVB: s. v. albercoc). A la misma variedad alude otro léxico castellonense: albercoque porquino: «albaricoque pequeño, amarillo rojizo, de sabor áspero, en valenciano albercoc porquí», y en nota n.º 835: «De puerco, del latín porcus, porque sirve para alimentar a estos animales o es propio de ellos» (Nebot: 1990: 141).

Este refrán alude a una variedad de albaricoque que por su escasa calidad se destina al consumo de animales domésticos como los cerdos. En este desprecio hacia los albaricoques, que en los refranes geográficos vemos transferido a alicantinos y callosinos (A.9-10), no es descartable que se proyecte la tradicional aversión hacia esta fruta (véase A.1-3). La fórmula ha debido aplicarse como insulto denigratorio contra ciertas personas o colectivos. El sentido despectivo de la voz «albaricoque» reaparece en diversas expresiones catalanas y valencianas (véase A.7, 9-10, B.1-6).

ALBARICOQUES Y PUEBLOS (A.9-11)

A.9 [cat] Alacantins i albercocs porquins, en una lliura* n'entren molts però roins [Alicantinos y albaricoques porcinos, en una libra entran muchos, pero ruines] (Sanchis, 1965: pp. 159-162). Alacant/Alicante.

A.10a [cat] Callosins, com els albercocs porquins, molts però roïns [Callosinos, como los albaricoques porcinos, muchos pero malos] (Beltran, 2003: 63). València/Valencia.

A.10b [cat] Callosins, com els albercocs porquins, bonacosa* i ben roïns [Callosinos, como los albaricoques porcinos, muchos y bien ruines] (Beltran, 2003: 63). València/Valencia.

  • TIPO. Refranes geográficos.
  • TEMA. Producción agraria: variedad de albaricoque de escasa calidad (albaricoque porcino). Toponimia. Recursos expresivos del lenguaje: para aludir despectivamente a los habitantes de localidades vecinas.
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado, insulto.

*Lliura [Libra]. «Unitat de pes que generalment es considera dividida en dotze unces i equival aproximadament a 400 grams» [Unidad de peso que generalmente se considera dividida en doce onzas y equivale aproximadamente a 400 gramos] (DCVB: s. v. lliura).

*Bonacosa. «Molt [muy, muchos], ETIM.: compost per “bona cosa” (cfr. el fr. “beaucoup”)» [Etimología compuesta por «buena cosa» (comparable a la voz francesa «beaucoup»)] (DCVB: s. v. bona cosa).

En estos refranes, con ánimo de mofa, se equipara a los infames albercocs porquins [albaricoques porcinos] con los alicantinos y callosinos. El gentilicio callosino identifica al habitante de Callosa d'en Sarriá [Callosa de Ensarriá], municipio valenciano de la comarca de la Marina Baixa.

A.11 [cat] Pa albercocs, el Serretillo; la Coma pa bresquilles*; pa lo primerenc*, Beniali; i Llíria pa roses fines [Pa albaricoques, el Serretillo; la Coma, pa «bresquillas»; pa los «tempraneros», Beniali; i Lliria, pa rosas finas] (http://elrefranyer.com).

  • TIPO. Refrán geográfico.
  • TEMA. Producción agraria: albaricoque y variedades (primerenc [tempraneros]); melocotón (variedad: bresquilla). Toponimia. Recursos expresivos del lenguaje: se alude a la belleza de las mujeres de Lliria comparándolas con las rosas.
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado, simbolismo vegetal (rosa-belleza), piropo.
  • REFERENCIA A OTRAS PLANTAS. Melocotonero (bresquilles [duraznos]), rosal (roses).

*Bresquilla [durazno]. «Varietat de préssec, primerenc, més petit i més dolç, que l'ordinari» [Variedad de melocotón, temprano, más pequeño y dulce que el ordinario] (DCVB: s. v. bresquilla).

*Primerenc [tempranero, precoz]. «Que neix, madura o actua abans del temps ordinari» [Que nace, madura o actúa antes del tiempo ordinario] (DCVB: s. v. primerenc). En este caso no se concreta el fruto al que se alude, probablemente una variedad de melocotón o albaricoque temprana.

Los topónimos que aparecen en este refrán corresponden a partidos de Lliria [Liria], todos ellos pueblos valencianos de la comarca del Camp de Turia [Campo de Turia]. Estos lugares, siguiendo la tradición heredada de los musulmanes que introdujeron el cultivo de los prunos a lo largo del litoral mediterráneo, se disputan la suprema calidad de todo este tipo de frutas (albaricoques, bresquilles o duraznos, y los primerencs o variedades más tempranas en madurar y comercializarse, que, tras el obligado tiempo de espera invernal, son los frutos más ansiados y apetecidos). Pero si estos son exquisitos, la culminación de la excelencia se la lleva Liria con sus roses fines [rosas finas], probablemente aludiendo de forma figurada a la hermosura de sus mujeres.

EL ALBARICOQUE Y EL CALENDARIO (A.12-16)

A.12 En lloviendo por la Cruz de mayo*, albaricoques para todo el año. «Expresa que las aguas de este mes favorecen a los árboles frutales y, particularmente, a los damascos, que serán muy abundantes» (FC: I, 88).

  • TIPO. Refrán del calendario. Refrán meteorológico (agrometeorológico).
  • TEMA. Producción agraria: agrometeorología (beneficios de la lluvia de mayo).
  • REFERENCIA A OTRAS PLANTAS. Vid (viña).

*La Cruz de mayo: 3 de mayo.

El tres de mayo, Día de la Cruz, fecha en que ya son evidentes los progresos del ciclo vegetal anual (recuérdese, por ejemplo, Santa Cruz, cuando toda viña reluz, MK: 64380), supone también el punto de arranque del mes que, con ayuda de las valiosas lluvias primaverales, servirá como defintivo empujón para que los albaricoques maduren, de ahí que en ciertos lugares de Andalucía estos frutos se conozcan con el significativo nombre de «mayuelos».

A.13 En lloviendo por la Ascensión* albaricoques por el Señor. «Lo cual da a entender, que las aguas por este tiempo aceleran la sazón de las frutas con la temperatura calorosa, y las habrá ya maduras para el día del Corpus» (FC: I, 94).

  • TIPO. Refrán del calendario. Refrán meteorológico (agrometeorológico).
  • TEMA. Producción agraria: agrometeorología (beneficios de la lluvia de mayo).

*La Ascensión. Fiesta movible en que se celebra la subida de Jesús al cielo. Se celebra a los 39 días de la Pascua de Resurrección o Florida, pudiendo caer entre el 30 de abril y el 3 de junio.

*El Señor. Día del Corpus, puede tener lugar entre el 21 de mayo y el 24 de junio.

De nuevo el mes de mayo, siempre contando con las lluvias primaverales, como arranque hacia la definitiva madurez del albaricoque hasta llegar a su culminación, a lo más tardar, a finales de junio, coincidiendo con el final de la primavera y el inicio del verano.

A.14 [cat] Pel juny, l'albercoc, en vuit dies és groc [En junio, el albaricoque, en ocho días es amarillo] (PP: 126 [II, n.º 2486]).

  • TIPO. Refrán del calendario.
  • TEMA. Árbol y naturaleza: ciclo biológico anual (maduración del fruto).

Este refrán atiende al rápido proceso de maduración (ocho días) que, entrado junio, acabará pintando al albaricoque de su atractivo color amarillo.

Albaricoques

Ilustración 47. Albaricoques.
Fuente: Fir0002 (2005).

Pel juny, l'albercoc, en vuit dies és groc
[En junio, el albaricoque, en ocho días es amarillo]

A.15 [cat] Lo dia de Sant Joan* n'és diada assenyalada, maduren els albercocs i alguna pruna de frare* [El día de San Juan es fiesta señalada, maduran los albaricoques y alguna ciruela de fraile] (Griera, 1969: IX, 81). L'Espluga de Francolí/Espluga de Francolí (Tarragona).

A.16 [cat] La Mare de Déu d'agost*, diada molt senyalada, maduren els albercocs i alguna pruna de frare [La Madre de Dios de agosto, fiesta muy señalada, maduran los albaricoques y alguna ciruela de fraile] (PP: 142 [II, n.º 3164]).

  • TIPO. Refranes del calendario.
  • TEMA. Árbol y naturaleza: ciclo biológico anual (maduración del fruto).
  • REFERENCIA A OTRAS PLANTAS. Avellano (avellana), cerezo (cerezas), ciruelo (var. pruna de frare [ciruela de fraile]), higuera (brevas), vid (racimo).

*Sant Joan. San Juan, 24 de junio.

*Pruna de fare [ciruela de fraile]: la de forma oblonga i punxeaguda, n'hi ha de frare verd, de frare blanc, […] solen esser saboroses totes les de frare [la de forma oblonga y puntiaguda; hay de fraile verde, de fraile blanco, (…) suelen ser sabrosas todas las de fraile] (DCVB: s. v. pruna).

*Mare de Déu d'agost. Madre de Dios de agosto, la Asunción, el 15 de agosto.

Aunque existen variedades de albaricoque que pueden madurar en agosto como la paviot, casi todas las demás (bulida, nancy, moniquí, etc.) lo hacen en junio, de ahí que resulte más ajustado suponer que el primer refrán de esta entrada sea el que mejor se ajuste a su correcta y originaria enunciación. La mención a la ciruela, algo más tardía que el albaricoque, pues casi todas sus variedades maduran en julio, confirma esta hipótesis, ya que el refrán indica que habiendo madurado ya los albaricoques, es posible que alguna que otra ciruela también lo esté empezando a hacer.

Como indican estos dos refranes, es usual asociar las festividades más señaladas con el momento culminante de maduración de algunos frutales. Podríamos señalar varios ejemplos en relación con San Juan: Las cerezas de San Juan, a la lumbre las comerás (MK: 4404); Por San Juan brevas comerás (MK: 30386); y en relación con la Asunción: Por Santiago y Santa Ana pintan las uvas, y para la Virgen de agosto ya están maduras (Bergua, 1936: 385); La Mare de Déu d'agost, diada molt senyalada, madura algún raimet i cau alguna avellana [La Madre de Dios de agosto, fiesta muy señalada, madura algún racimo y cae alguna avellana] (PP: 142 [II, 3163]). Véase AVELLANO.A.107.

 

B. Fraseologismos

ALBARICOQUES INSULTANTES (B.1-6)

B.1a [cat] Eres un albercoc [Eres un albaricoque] (http://elrefranyer.com).

B.1b [cat] Ser un albercoc [Ser un albaricoque] (http://elrefranyer.com).

B.1c [cat] No sies aubercoc [No seas albaricoque] (DCVB: s. v. albercoc). Mallorca, Menorca.

B.1d [cat] Fer s'aubercoc, ser un aubercoc [Hacer el albaricoque, ser un albaricoque] (DPC: II, s. v. fer el préssec). Mallorca, Menorca.

B.2 [cat] Ser un albercoc cisteller [Ser un albaricoque cestero] (http://elrefranyer.com).

B.3 [cat] Ser un albercoc de marge* [Ser un albaricoque de ribazo/talud] (http://elrefranyer.com).

B.4 [cat] (Ser una) albercocada* [lit. «albaricocada», majadería] (DCVB: s. v. albercocada).

  • TIPO. Comparativas estereotipadas.
  • TEMA. Recursos expresivos del lenguaje: tonto, necio, ignorante.
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado, simbolismo vegetal, insulto.
  • REFERENCIA A OTRAS PLANTAS. Abrepuños u oriola (Centaurea melitensis), bracera (Centaurea aspera L.), altramuz.

*Albercoc de marge (Castelló) [albaricoque de ribazo/talud (Castellón)]: és menut, roget i poc dolç; madura a la darreria de juny [es pequeño, rojizo y poco dulce; madura a finales de junio] (DCVB: s. v. albercoc).

*Albercocada [«Albaricocada»]: Multitud d’albercocs. / Bajanada, feta pròpia d’un albercoc [Multitud de albaricoques. / Majadería, acción o dicho propio «de un tonto» (lit. «de un albaricoque»)] (DCVB: s. v. albercocada).

Todas estas expresiones en catalán coinciden en aplicarse con sentido despectivo a personas que son o demuestran ser con sus actos, cortas de entendimiento, insensatas, irreflexivas, ignorantes, poco espabiladas, ingenuas, cortas de entendederas. Su aplicación parece geolocalizarse en Valencia, donde se hace uso de otras expresiones sinónimas: estar batejat amb aigua de tramussos [estar bautizado con agua de altramuces], ser un faristol [ser un atril], faltar un regó, un bull, una fornada [faltar un riego, un hervor, una hornada], estar a mitjan coure [estar a medio cocer] (DPC: II, s. v. ésser una mica carregat endarrere).

También se registra en Mallorca y Menorca [B.1c] (No sies aubercoc), donde la expresión fer el préssec [hacer el melocotón (hacer el ridículo)] (DPC: II, s. v.), es sinónima de [B.1d] fer s'aubercoc [hacer el albaricoque], [B.1b] ser un aubercoc [ser un albaricoque]: hacer el payaso, dejarse engañar.

En cuanto a la expresión [B.3] Ser un albercoc de marge [Ser un albaricoque de ribazo/talud], que como [B.2] Ser un albercoc cisteller [Ser un albaricoque cestero], se usa para insultar a personas poco espabiladas, bobas, aludiendo al tontorrón bonachón [beneit] que se extralimita en su ingenuidad o benignidad, pueden considerarse equivalente al injurioso calificativo español «pánfilo» («amigo de todos» etimológicamente). Esta idea de extremada bondad puede explicar también el motivo por el que los niños de ciertos lugares de Valencia dan el nombre de albercoc de marge a lo que para ellos representa una exquisita golosina: se trata de ciertas agallas comestibles presentes en los tallos de la bracera (Centaura aspera) y la abrepuños u oriola (Centaurea melitensis) producidas por la picadura de cierto himenóptero al depositar sus huevos (Inventario, 2018: III, 55; Climent et alii, 2014: 25).

B.5 [cat] Estar albercocat/Estar embercocat [Estar «albaricocado»]. «Estar mig adormit, ensopit» [Estar medio dormido, amodorrado] (http://elrefranyer.com).

  • TIPO. Locución verbal.
  • TEMA. Recursos expresivos del lenguaje: estar adormecido, amodorrado.
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado, simbolismo vegetal.
  • MARCADOR DE USO. De uso actual.

Equivalente a esta catalana podría ser la muy expresiva locución española «estar acarajotado» (Rodríguez, 2005: 69), aplicable al que da muestras de torpeza o despiste.

● —Xica, no sé què m’ha passat. De tan atarantat com estaba pel dolor teu, al final no sabia ni on estaba ni la farmacia ni la casa.
—Ai, Vicent, cada dia estàs més albercocat!
(Joaquim Gonzàlez i Caturla, Rondalles del Baix Vinalopó, Contes populars, 1987).

B.6 [cat] Es teu aubercoc! [¡Albaricoque! (Memo, tonto del higo)] (DCVB: s. v. albercoc). Mallorca.

  • TIPO. Fórmula de refutación.
  • TEMA. Recursos expresivos del lenguaje: tonto, necio, fórmula para expresar contrariedad, refutar a alguien por sus necedades.
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado, simbolismo vegetal, insulto, sarcasmo.
  • REFERENCIA A OTRAS PLANTAS. Higuera ([tonto del] higo).

«Expressió que s'empra humoristicament per desmentir qualcú amb resolució (Mallorca). Equival a la frase mallorquina “es teu beneit”, ja que aubercoc significa “beneit, bàmbol”» [Expresión que se emplea humorísticamente para refutar a alguien con resolución (Mallorca). Equivale a la frase mallorquina «¡bendito! [¡pánfilo!]», ya que albaricoque significa «bendito [pánfilo], bobo» (DCVB: s. v. albercoc).

En cierto modo esta expresión mallorquina podría equivaler a nuestro insulto «memo», pero también podría valer una expresión soez que exprese contrariedad como «tonto del higo» (DFEA: s. v. tonto), u otras similares como tonto del culo, tonto del pijo (cfr. DFEA: s. v. culo, pijo). Leo Spitzer en un estudio lexicográfico (1948: 523-526) donde alude a esta expresión mallorquina, se refiere al usual empleo en francés de fórmulas de refutación de sentido obsceno (Des navets! De l’anis! Des poires blettes!…), señalando las connotaciones sexuales ligadas al albaricoque, bien patentes en la expresión mallorquina, pero mucho más explícitas en francés, donde, por ejemplo, la palabra «l'abricot» [el albaricoque] sirve para designar el órgano sexual femenino y perfectamente se entiende que la frase «Dénoyauter l'abricot», c'est depuceler une femme [«Deshuesar el albaricoque», es desflorar a una mujer] (Pierron, 2013: 646, s. v. abricot).

ALBARICOQUES ELOGIOSOS (B.7-8)

B.7 [cat] Ser del pinyol dolç [Ser del hueso dulce]. «Ser algú, agradable, o ben plantat. Ser, una cosa, de gran qualitat» [Ser alguien, agradable, o bien plantado. Ser, una cosa, de gran calidad] (DNV: s. v. pinyol).

B.8 Los de hueso dulce. «Se dice al nacido en Toledo, como el albaricoque famoso» (Moraleda, 1911: 13).

  • TIPO. [B.7] Comparación estreotipada. [B.8] Locución nominal, pseudogentilicio.
  • TEMA. Producción agraria: albercoc de pinyol dolç y albaricoque toledano (variedades exquisitas). Toponimia. Recursos expresivos del lenguaje: [B.7] persona agradable y de buena presencia y cosa de gran calidad; [B.8] para referirse al natural de Toledo.
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado, simbolismo vegetal, elogio.

[B.7] La locución verbal valenciana que encabeza esta entrada ha resultado del sumo aprecio que se tiene por cierta variedad de albaricoque denominada «Albercoc de pinyol dolç: Calasseit, València, Balears: és gros, molt gustós, i el pinyol és mengívol [Albaricoque de hueso dulce: Calaceite (Teruel), Valencia, Baleares: es gordo, muy sabroso, y el hueso es comestible]» (DCVB: s. v. albercoc).

Por derivación de esta última locución verbal valenciana y en contraste con ella, ha podido tener origen la locución valenciana Ser del pinyol amarg: No ser, algú, de fiar [Ser del hueso amargo: No ser, alguien, de fiar] (DNV: s. v. pinyol).

La popular aceptación de esta rica fruta se revela en la famosa cançoneta: «Maseret, si vas a l'hort, / porta figues, porta figues. / Maseret, si vas a l'hort, porta figues i albercocs / de pinyol dolç» [Caserete (dim. con valor afectivo de «casero»), si vas al huerto / coge higos, coge higos. / Caserete, si vas al huerto / trae higos y albaricoques / de hueso dulce].

[B.8] En consonancia con el aprecio por los albercocs de pinyol dolç en el Levante español y la locución valenciana en que se expresa, ser del pinyol dolç, se encuentra este halagador y pintoresco gentilicio con que se designa a los naturales de Toledo, «los de hueso dulce». La expresión puede contemplarse desde dos perspectivas: de una parte la estrictamente natural alusiva a una variedad de albaricoque que cuenta con la curiosa cualidad de tener un hueso (almendra o semilla contenida en su interior) comestible.

Hay albaricoques, los llamados de hueso dulce o de Toledo, que tienen la almendra comestible.
(Pío Font Quer, Plantas medicinales. El Dioscórides renovado, 1962).

Por otra parte, tenemos la dimensión costumbrista que ha llevado a la fama a estos suculentos frutos de los cigarrales toledanos, como bien se refleja en la literatura.

Con esto se empeñó un eruditísimo coloquio sobre cuáles eran las mejores frutas, defendiendo la señora con argumento irrebatible el melón de Añover y los albaricoques de Toledo.
(Benito Pérez Galdós, Los apostólicos, 1879).

Hasta servir como «apodo proverbial» para designar a los nacidos en el marco geográfico donde crecen.

¡Qué labia de oro! Bien se ve que es usté de Toledo, donde se cría el albaricoque de hueso dulce. Escuchando a usté, no parece que la vida encierra una almendra venenosa.
(Ramón Pérez de Ayala, Tigre Juan, 1926).

…sólo tenía de toledano el ser más dulce de alma que el hueso de los albaricoques de sus cigarrales o de aquel mazapán con que ahuyentaron a los moros durante un asedio las monjitas de San Clemente.
(Eugenio Noel, Las siete cucas, 1927).

Este entrañable pasaje hace alusión al afamado albaricoque que da nombre a los toledanos.

● Hay un árbol en los alrededores y huertas de Toledo […] es el arbolillo de los cigarrales, que en unión del almendro, anuncia con sus flores, precoces, la primavera, en las cercanías de la Imperial Ciudad: es el albaricoquero. Una particularidad curiosa de las semillas contenidas en sus jugosos frutos, hacen apellidar, por antonomasia, a los toledanos: «los del hueso dulce». Y en verdad que el fondo espiritual del pueblo de Toledo bien merece tal denominación (Del Pan, 1929: 219-220).

Cartel de las fiestas del Corpus de 1917

Ilustración 48. Este cartel de las fiestas del Corpus de 1917, obra del ilustrador Mariano Moragón, incluye entre los símbolos de Toledo, el águila bicéfala y la arquitectura gótica de San Juan de los Reyes, un cesto de albérchigos.
Fuente: Hispana.

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