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Biblioteca fraseológica > Serie «Repertorios» > N.º 5 > Índice > Acebo
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3. Acebo (Ilex aquifolium)

cardonera (ara); acebu (ast); grèvol (cat); gorosti (eus); acivro, xardón (gal)

 

Orden-Aquifoliales

Hojas y frutos de acebo

Ilustración 12. Hojas y frutos de acebo.
Fuente: Zell, H. (2009).

Familia-Aquifoliáceas

Lámina: Acebo, del libro de O. W. Thomé

Ilustración 13. Lámina: Acebo.
Fuente del libro original: Thomé, O. W. (1885).

 

DESCRIPCIÓN. Arbusto o pequeño árbol de crecimiento lento, aunque puede alcanzar 10 m. Su copa es espesa y ramosa. De porte piramidal, tronco recto, liso, y color entre verdoso y grisáceo. Sus hojas son perennes, verde oscuras y brillantes, parecidas a las del laurel [B.1] y con dientes espinosos en su contorno. Se caracteriza por su vistoso fruto de color rojo intenso que es tóxico.

HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN. Vive en el oeste de Asía y Europa, a menudo creciendo en compañía de robles y hayas [A.1], aunque a veces como especie dominante, constituye densos matorrales de alto valor ecológico y faunístico, refugio para tordos, corzos, zorzales, etc. [A.7] El acebo requiere ambientes húmedos y umbríos, prosperando en agrestes bosques de montaña [A.6; B.1]. En España crece sobre todo al norte [A.1-2, 4-7], destacando bosques de acebales como el del Valle del Rudrón (Burgos), o el de Garagüeta (Soria), el más extenso de Europa meridional. También abunda en Sanabria (Zamora), Sierra Nevada, Ronda, Cazorla-Segura, Montes de Toledo, etc.

USOS. El acebo con sus bonitos frutos rojos posee gran valor ornamental [A.5], siendo símbolo de la Navidad. Se le ha considerado árbol de propiedades mágicas [A.3-4] y facultades curativas: sus hojas, de sabor amargo por contener el principio activo llamado ilicina, se usaban como diurético y laxante [B.3], sus frutos como purgante [B.3]. Su madera, muy dura [A.3], se usaba en ebanistería, tornería y para tallas. Por todo ello el acebo ha gozado de un gran aprecio popular [B.2].

 

A. Paremias

EL ACEBO, VECINO DEL HAYA

A.1 El acebo le dijo al haya que si no fuera por la vergüenza ardería hasta en el agua. «Pues el haya arde incluso estando verde» (Pardo de Santayana, 2008: 84). Cantabria.

  • TIPO. Dialogismo. Forma bimembre: Dijo X a Z: «…».
  • TEMA. Árbol y naturaleza: ecosistema y hábitat (especies vecinas: acebo-fresno-haya). Producción agraria: leña (de haya).
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado.
  • REFERENCIA A OTRAS PLANTAS. Encina, fresno, haya, roble.

Este refrán, que Pardo de Santayana recoge en Cantabria, referido a la buena combustión que posee la madera de haya por su riqueza en aceites, se recoge también en Asturias con la ligera modificación de ser el fresno en vez del acebo el que interpela al haya: Díxo-y el fresnu a la faya: si non fuera por vergüenza, ardería debajo del agua [El fresno le dijo al haya: si no fuera por vergüenza, ardería (hasta) debajo del agua] (VF: n.º 1091; San Miguel, 2004: 186, 265).

En el Inventario español de los conocimientos tradicionales relativos a la biodiversidad junto a las dos variantes —la cántabra y la asturiana— se precisa:

En las regiones en la que [el haya] es abundante, su uso como leña es habitual, siendo su madera una de las mejor valoradas, aunque no tanto como la de otras fagáceas como el roble o la encina. Tanto para la cocina como para el horno de leña o los caleros, su uso ha estado muy extendido, pues tiene un alto poder calorífico y arde rápido. (Inventario, 2015: 167).

En este dialogismo la protagonista es el haya. La mención al acebo o al fresno, tan solo aluden al hábitat que comparten estas tres especies arbóreas, los bosques húmedos del norte de España.

Desde el punto de vista formal es reseñable en este dialogismo el uso del estilo indirecto, en lugar del directo como suele ser habitual (Sevilla/Crida, 2013: 112-113).

ACEBO ILUMINADOR

A.2 A la luz del gabuzo*, alumbraba yo a mi madre para que le cosiera los calzones a mi padre (García Jiménez, 2008: 131, 291, 358). Salientes, Palacios del Sil (León).

  • TIPO. Enunciado paremiológico (dicho o frase hecha).
  • TEMA. Cultura material: tecnología popular (alumbrado). Cultura inmaterial: sociedad (mujer: labores domésticas, costura); costumbres (veladas, filandones).
  • REFERENCIA A OTRAS PLANTAS. Brezo (Erica spp.); brezo rubio/uz moural/urz (Erica australis); piorno (Genista spp.; Cytisus spp.).

*Gabuzo. «m. León. Vara seca de brezo que, colgada verticalmente y encendida por el extremo inferior, sirve para el alumbrado doméstico» (DRAE).

*Gabuzo. «La información se recogió en Salientes y en Palacios del Sil. En general, en la zona se llama “gabuzo” a la rama seca y sin corteza de urz o acebo, que se recogía en el monte y se utilizaba para alumbrar en las casas antes de la llegada de la electricidad. La palabra utilizada es gabuzo, en general, aunque en Salientes emplearon también el término “aguzo”» (García Jiménez, 2008: 254).

En el verano se prendía fuego al monte, con el fin de aumentar la superficie para pastos, e impedir que se llenara el terreno de escobas, este momento era aprovechado para recoger los gabuzos de urz, ya que al quemar, se desprendía la corteza y quedaba la rama blanca. Este gabuzo se colocaba en la cocina de las casas colgado de la pregancia (cadena […] sobre la que se colgaba el pote para preparar la comida) o se utilizaba a modo de antorcha si había que ir a la cuadra por la noche a ver al ganado. (García Jiménez, 2008: 254-255).

En otras fuentes aparecen alternativas sobre las diversas especies vegetales (brezos, piornos) con las que podían elaborarse estos gabuzos, ingeniosos artefactos para el alumbrado doméstico.

Gabuzo Gabuzos
Ilustraciones 14 y 15. Fotografías de gabuzos.
Fuente: Roxo. M. del (2009).

Los gabuzos son teas vegetales hechas con ramas secas de brezo, en concreto de uz moural (Erica australis), que quedan en el monte después de una quema, y que una vez encendidas desprenden una llama pequeña y arden lentamente. (María del Roxo, en http://el-lejano-oeste.blogspot.com/2009/11/gamuzos-gabuzos-garabitas-garabuyos.html).

…pero las reuniones y trabajos en la penumbra del invierno y de sus noches seguirán siendo idénticas a las que iluminaban los «aguzos» o «gabuzos», esos palos mondados y secos de piorno o acebo que daban una llama viva para alumbrar… (García Trapiello, 1995: 143).

EL ACEBO, ÁRBOL DURO Y PROTECTOR (A.3-4)

A.3 El acebo y el acebuche no hay madera que la luche, la retama se la encama* y la encina se la echa encima, el berezo* lo utiliza para carbón el herrero (Fajardo et alii, 2007: 259). Vega del Codorno (Cuenca).

  • TIPO. Refrán.
  • TEMA. Árbol y naturaleza: madera (dureza). Recursos expresivos del lenguaje: competitividad, rivalidad (siempre acaba uno topándose con un rival a su medida).
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado.
  • REFERENCIA A OTRAS PLANTAS. Acebuche, brezo (berezo, brecina), encina, retama.

*Encama. Por «encarama», es decir, pretende hacerle la competencia alzándose por encima de él.

*Berezo. Brecina o brezo común, de cuya madera y raíces se obtiene un excelente carbón de fragua.

En cuanto a la enunciación del refrán debe advertirse el laísmo o incorrecta introducción del vocablo «la» en lugar del correcto pronombre «le» («que “la” luche», en vez de «que “le” luche»; «la encina se “la” echa encima», en vez de «se “le” echa encima»). Como advierten los informantes del refrán, este refrán celebra la excelente calidad de la madera del acebo y del acebuche. Con las duras maderas de acebo y acebuche tan solo osan competir la de retama, en concreto la que procede de su raíz (rechizo), o la de encina; la madera de brezo ha quedado tradicionalmente reservada para fabricar carbón de alto poder calórico, de ahí su empleo por parte de los herreros. El añadido del acebo en este tipo de refranes, cuyo antecedente más antiguo o paremia-madre menciona únicamente al acebuche (véase ACEBUCHE.A.3 y variantes), podría llevar a pensar que a ello pudo contribuir el parecido entre ambos nombres: «acebo-acebuche», pero la entrada A.4 de esta sección proclama la dureza de su madera, al juzgarlo como material ideal para elaborar armas: palos de acebo para la lucha.

En el caso del acebuche, olivo silvestre también con madera de celebrada dureza, y con refranes de la misma estructura que este, comparece una nutrida serie de árboles haciéndole competencia (véase ACEBUCHE.A.3).

Según Mar Miranda todos estos refranes, figuradamente, podrían aludir a que «todo tiene algo que le supera» (Miranda, 2001: 55), o, como también se dice, que siempre acaba uno por Encontrar (o hallar) la horma de su zapato (DFEA: s. v. horma), o No hay peor astilla o cuña que la de la misma madera (Etxabe, 2012: 311).

A.4 Palo de acebo, mientras dure no hay miedo (González, 2004: 36). Soba (Cantabria); Siero (Asturias).

  • TIPO. Refrán.
  • TEMA. Cultura material: palo (arma, automoción). Cultura inmaterial: creencias (ritual, superstición, amuleto, protección); actividades lúdicas (canciones, baile, juegos). Recursos expresivos del lenguaje: competitividad, rivalidad, defensa.
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado, simbolismo vegetal.
  • REFERENCIA A OTRAS PLANTAS. Almendro, acebuche, avellano, roble, aulaga (cádava); enebro.

En este refrán el protagonista es el palo. Tanto en Cantabria, de mano de los pasiegos, como en Asturias, este instrumento, el afamado «palo pasiego» («palancu» o «palu») ha constituido una seña de identidad de los pastores y campesinos de las montañas cantábricas. En efecto, para la elaboración del palo pasiego se ha usado tradicionalmente madera de avellano o de acebo, siendo el palo un complemento del vestido tanto de asturianos como de cántabros.

Mientras [el alarido] fue enérgica exclamación agresiva de los cántabros y los astures en las luchas contra el invasor, se traducía inmediatamente en el manejo desordenado de la lanza, que en la paremiografía caracteriza al asturiano: «…vino puro y lanza en mano». Instrumento que ya en 1517 se había sustituido por el palo largo, recio, pesado, de avellano, de roble, de acebuche o de cádava; «arma terrible en sus robustas manos», indomables, con la que siempre van armados los campesinos y manejan, como una paja, con maestría. Ya lo confirma el cantar: «Si quieren saber, señores, el porte del asturiano, buen calzón, buena montera y un palo pinto en la mano». (Pérez de Castro, 1961: 332).

Asturiano (ilustración) Pasiego (ilustración)
Ilustración 16. Asturiano.
Fuente: Colección de Trajes de España,
Madrid: Calcografía Nacional (1825).
Ilustración 17. Pasiego.
Fuente del libro original:
Amador de los Ríos, R. (1889).

Sus usos, además del de fundamental medio de locomoción para el pasiego, han sido defensivos (quizá el rasgo más subrayado por el refrán), pero también ha estado presente en rituales y ceremoniales religiosos, civiles y festivos (cortejo amoroso, romerías, concursos lúdicos, etc.). Tan emblemático apero o instrumento ha merecido hoy el reconocimiento de las instituciones hasta ser declarado bien de interés cultural.

El Gobierno de Cantabria ha declarado el uso del palo pasiego (el ‘Palu’), el Salto Pasiego, como Bien de Interés Local Etnográfico Inmaterial […]. El palo pasiego es una vara de avellano […] que se dejaba en reposo para que adquiriera flexibilidad, y posteriormente se descortezaba al calor. El uso del palo pasiego […] se conformó entre los siglos xvi y xviii […]. Con él, los antiguos pasiegos se desplazaban [pues] el territorio pasiego es de difícil orografía y condiciones climáticas adversas. […] servía como arma de defensa […] para rendir pleitesía en las celebraciones tanto religiosas como civiles […] para el cortejo y las romerías. Hoy el palo se utiliza en fiestas y exhibiciones y con él se ejecutan […] juegos tradicionales […] (el «salto pasiego» […] «Andar el palo», «Mudar el palo» o «Rayar con el palu»). (https://diariodegastronomia.com/el-palo-pasiego-declarado-bien-de-interes-local-etnografico-inmaterial/).

La inequívoca alusión al palo pasiego, cuyo uso se extiende a toda el área cantábrica, explica que Carmen González (2004: 36) haya glosado este refrán escribiendo: «Aunque recogido en Soba se refiere al palo pasiego», refrán que podría considerarse una variante de esta misma danza asturiana, un cantar de Siero, en que se descubre al acebo compitiendo con el avellano:

Tengo un palu de avellanu
Que mientres dure no hay miedo
Y si rompe el avellanu
Tengo otru de acebo nuevo.

(Isaac Vallina Arboleya, Canto de Siero, en https://cartafueyos.files.wordpress.com/2010/01/cantares-cast.pdf).

La letra de la siguiente danza, también asturiana, presenta otra vez al acebo alardeando de superar al avellano en su virtud mágico-protectora: «Contra el palo de avellano pongo yo el mío de acebo».

Recuerdo que en Caravia y en los demás concejos de la provincia ocurría lo mismo, poco antes de finalizar la danza, las mujeres entonaban canciones de pique, las cuales eran un conjunto de indirectas que enardecían los ánimos de los hombres, y empezaban los vivas y mueras a Caravia, Piloña, Colunga, Parreas y Ribadesella, dados por los mozos de estos pueblos al mismo tiempo que cantaban:

—¡Válgame el Sr. San Pedro!
El que quiera llevar palos
salga del corro ligero,
traigo un palo de avellano
mientras que dure no hay miedo.

Y contestaban las mujeres:

¡Trae un palo de avellano,
mientras que dure no hay miedo!

ELLOS:
¡Válgame el Sr. San Pedro!
Contra el palo de avellano,
pongo yo el mío de acebo.

ELLAS:
¡Contra el palo de avellano,
ponen el suyo de acebo!

Y en medio de fuertes ijujús, empujaban sobre los costados descomponiendo la danza hacia el lado más flojo dando esto lugar a tremendas palizas entre los mozos de unos y otros pueblos. Y peleaban confiados en que a nadie se le ocurriría emplear otra arma que el palo. (De Llano, 1983: 256).

Refranes o cantares, que al hacerse proverbiales adoptan aires de refrán, coinciden en señalar al palo de acebo como eficaz medio de protección frente a amenazas. La capacidad del acebo de atajar cualquier daño, papel protector acaso sugerido por el carácter espinoso de sus hojas (tal como expresa su propia etimología: aquifolium, del prefijo latino «ac-», de acudens «agudo» y folium «hoja»), ha convertido al acebo en talismán o amuleto de los rústicos cántabros, función que asimismo ha desempeñado en otros lugares de Europa.

En casi toda la Europa Central y en Inglaterra hay la costumbre, por Noche Buena, de colgar ramas de acebo en las puertas de las casas y en los establos, al objeto de alejar de allí los malos espíritus […] Siendo el acebo una planta espinosa, es natural que aleje a los importunos. (Mendoza, 1997: 277-278).

Desde hace muchos siglos, en Inglaterra, en algunas partes de Francia, en Suiza, en Bolonia y en otros lugares, la víspera de Navidad se toman ramas de acebo y se cuelgan en las casas y los establos, con la esperanza de alejar todos los malos espíritus y todos los sortilegios. Como planta cuya hoja es espinosa, rechaza y aleja. Tiene pues las mismas propiedades que el enebro. (De Gubernatis, 2002: II, 12).

Las virtudes apotropaicas (ahuyentadoras del mal) del acebo se reflejan también en estudios etnobotánicos de los más diversos lugares de España que aluden al uso de varas de acebo para combatir problemas intestinales (torzones) de burros, caballos y vacas.

El sentido figurado del refrán y otros similares (véase la entrada A.3 de esta sección y ACEBUCHE.A.3) pretende dar a entender, en sentido amplio, que uno siempre puede encontrar la horma de su zapato, y también trata de resaltar que, ante posibles agresiones, la mejor manera de disuadir a los enemigos para mantenerlos a raya es disponer de los medios defensivos adecuados (en consonancia con el adagio latino Si vis pacem para bellum) y para ello —piensan los rústicos asturianos y pasiegos— nada mejor que un buen palo de acebo.

SINÓNIMOS Y CORRESPONDENCIAS. Existe una larga serie de refranes en torno al palo: El almendro y el villano, el palo en la mano (MK: 2504); Al villano, con la vara de avellano (RM1: 28); Al asturiano, vino puro y lanza en mano (CO: A 1132); etc., que en parte nos recuerdan la faceta defensiva o punitiva que el palo, también fabricado con otros árboles como el avellano, ha asumido en las antiguas sociedades. A veces, sin embargo, ha sido denostado su uso como se refleja en algún refrán: Ni mozo bejarano, ni palo de avellano (CO: N 247).

ADORNARSE COMO EL ACEBO

A.5 [ast] Adórnati, maeru, paicerás acegu [Adórnate madero, parecerás acebo] (RCA: 25). Asturias.

  • TIPO. Refrán.
  • TEMA. Cultura material: uso ornamental (adorno navideño). Recursos expresivos del lenguaje: apariencias, distinción, adorno, belleza.
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado, simbolismo vegetal.

Junto a este refrán introduce Castañón otro asturiano que dice Adórnate, maderu; paecerás mancebu (RCA: 25), muy próximo al castellano Compón un palo, y parecerá algo (MK: 5632). Es decir, un palo bien acicalado puede pasar por un mozo apuesto; un objeto inerte y despreciable, puede pasar a estimarse por algo valioso en virtud de lucir el adorno necesario.

Frutos de acebo

Ilustración 18. El acebo en pleno invierno se adorna con sus vistosos frutos
Fuente: piqsels.com

Adórnati, maeru, paicerás acegu

En el refrán de entrada, el acebo asume, frente a la tosca vulgaridad de un palo, un valor positivo. Al acebo se le transfiere el aprecio que merece un árbol importante en el paisaje boscoso, en la cultura material e inmaterial de los asturianos, un árbol que por su facultad mágico-protectora se reputa como fiel guardián y garante talismán (véase A.4). Pero, sobre todo, la connotación más notable aneja al refrán es la distinción que el acebo adquiere como planta ornamental. Repárese en el tradicional empleo del acebo como adorno navideño, cuando este exhibe sus atractivos frutos invernales, un uso que ha derivado en una seria amenaza para su conservación.

El sentido figurado del refrán repara en la conveniencia de disimular las carencias físicas, o cualquier otro defecto, mediante el recurso al adorno y el aderezo. Tal capacidad transformadora y poder persuasivo tienen las apariencias, que pueden hacer pasar lo malo por bueno.

SINÓNIMOS Y CORRESPONDENCIAS. Viste un palito y verás que bonito (MK: 63266); Viste un madero y parecerá un escudero (MK: 63267); Vistan un palo y parecerá algo (MK: 63265); Adereza una escoba y parecerá una señora (MK: 5633); Compuesta una pala, parece dama (MK: 5629); Vistan un palo y parecerá algo (MK: 63265); Componé un cepo, y parecerá mancebo (CO: C 823); Compón un sapillo, y parecerá bonillo (CO: C 822), Un palo compuesto, no parece palo (El Quijote, II, cap. 51; cfr. Bizzarri, 2015: s. v. palo, pp. 428-429).

LA MONTAÑA, EL TERRITORIO DEL ACEBO (A.6-7)

A.6 [eus] Donostian Donosti, gorostian gorosti [En San Sebastián (condúcete, actúa) como en San Sebastián (como lo hacen los donostiarras), en el acebal como el acebo]. «Equivale al clásico Dum Romae fueris romano vivito more» (Azkue, 1945: 143, n.º 1545).

  • TIPO. Atsotitzak [lit. «Palabras de viejo»; son los refranes o proverbios vascos].
  • TEMA. Toponimia. Recursos expresivos del lenguaje: acomodación, adaptabilidad, ámbito urbano/ámbito rural. Antecedentes clásicos.
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado, simbolismo vegetal.

Este refrán sería la versión vasca del castellano Donde fueres haz como vieres (Seniloquium 477).

En contraste con San Sebastián, que alude al ámbito urbano y humanizado, el acebo en esta paremia vasca representa el entorno rústico y silvestre, el bosque. En Euskadi destacan algunas concentraciones de acebo: en Guipúzcoa, la localidad de acebal sobre pastizales de Oiartzun; en Vizcaya, el acebal de Trucíos, al oeste, cerca del límite con Cantabria. En Navarra son famosos los acebales de Atalosti, Patxaranberro, Orgi, etc.

● BIZARGILLE: Gizarte… ta bizartekoa… Gorostian gorosti… Donostian Donosti…
AUNDI-MANDI: Ba, ba, ba. Erri txearen esaerak. Ez nazu bizartegita amabostean bein etortzen danetakoa. (Joanez) Ez nuen iru eguneko bizarra besterik.
BIZARGILLE: Eta nolako bizarra gañera. Zedazkoa zirudin; aingeru illea.
AUNDI-MANDI: Igande arte. Astean bi bider etorriko natzaizu.

(Antonio Maria Labayen, Teatro osoa euzkeraz (I), Obras completas de teatro vasco. Bilbao: La Gran Enciclopedia Vasca (1977), en http://klasikoak.armiarma.com/rtf/LabaienBizarpeituti.rtf)

SINÓNIMOS Y CORRESPONDENCIAS. Muchos refranes castellanos encierran similar mensaje: Allí como allí, y aquí como aquí (MK: 548); Si entre burros te ves, rebuzna alguna vez (MK: 583); En la tierra donde vinieres, haz lo que vieres (Cantera, 2012: n.º 6800); Como vieres haz, si quieres vivir en paz (MK: 559); etc. Muy diversos son también sus antecedentes grecolatinos (cfr. Martínez, 2019: vol. I, pp. 580-582, paremias 3967-3987; refranes 3828-3849).

A.7 Si el cuco canta por El Acebal*, las arcas llenas de pan; si canta por La Rasía*, las arcas vacías (González, 2004: 40). Soba (Cantabria).

  • TIPO. Refrán del calendario. Refrán meteorológico (agrometeorológíco).
  • TEMA. Árbol y naturaleza: ecosistema y hábitat (bosque de montaña); animales (el cuco: simbolismo animal). Producción agraria: agrometeorología (años de invierno severo, buenos para el pan; años templados y más húmedos, malos para el pan). Toponimia.
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado, simbolismo vegetal.
  • REFERENCIA A OTRAS PLANTAS. Avellano, calambrojo o rosal silvestre, endrino (arañones), espino albar, heno, hierba (yerba), roble (bellotes), pino (piñones, piñas), trigo (grano, hacinas, paja, panera).

*El Acebal. El topónimo El Acebal se emplea mucho en Cantabria (con este nombre existen parajes en Val de San Vicente, Pesquera, etc.) por la habitual presencia de esta planta en zonas boscosas. Aunque el refrán procede de Soba, en este valle de Cantabria solo hallamos un lugar llamado El Acebo, por lo que quizá sea mejor entender El Acebal en oposición semántica a La Rasía, y no como alusión a un lugar concreto.

Acebal de Abiada

Ilustración 19. El frondoso Acebal de Abiada (Cantabria), refugio invernal para la fauna silvestre.
Fuente: Red Cántabra de Desarrollo Rural (s. f.).

Si el cuco canta por El Acebal,
las arcas llenas de pan…

En efecto, en Cantabria abundan las acebedas o acebales. Destacan en Campoo el acebal de Abiada. En el Alto Saja, los de las brañas de Ozcaba, Julastra, etc.; en la cuenca del Nansa se encuentra el bello acebal del collado de Tamareo, y otros en el parque natural del Saja-Besaya.

*La Rasía. La Sierra de la Rasía, tampoco se encuentra en Soba, sino más al oeste dominando el valle de Iguña. Es un área de vegetación rala, donde destacan las formaciones de matorrales y praderías, en oposición a las zonas boscosas en que crecen los acebos.

¿Pero, qué mensaje pretende transmitir el refrán que nos ocupa? Los frondosos bosques de acebo, donde este árbol crece junto a espinos albares, endrinos, avellanos, ofreciendo sus bayas a palomas torcaces, zorzales, mirlos, cucos, así como otras aves y animales silvestres, poseen un alto valor ecológico por constituir un refugio alimenticio para muchas especies en el duro invierno.

El hecho de que el cuco, pájaro agorero, cante por encontrarse a gusto en este hábitat del bosque al llegar la primavera (marzo-abril), es señal de que las plantas que lo ocupan han dado abundante fruto, lo que se encuentra asociado a la idea de que el invierno ha sido riguroso, frío, nevoso, largo por extenderse a buena parte de la primavera, y relativamente seco, como advertimos también a partir de ciertos refranes que aluden a plantas propias del bosque: Espino abundoso, invierno riguroso (Gomis, 1998: 183, nota 16); Año de arañones (endrinas), la nieve hasta los balcones (Iturri, 1990: 305); Año de calambrojos (fruto del rosal silvestre o calambrojal), invierno nevoso (GL: s. v. calambrojo); como también lo pregonan numerosos refranes asturianos: Añu de munches ablanes, añu de munches ñevaes [Año de muchas avellanas, año de muchas nevadas] (VF: n.º 836); Añu de munches llandres (bellotas), ñeve segura [Año de muchas bellotas, nieve segura] (VF: n.º 837). Incluso existen refranes franceses Année de noisettes, rude hiver [Año de avellanas, rudo invierno] (http://stel.ub.edu/paremio-rom/es/refranes), e italianos Tante nocciole, tanta neve [Tantas avellanas, tanta nieve] (Schwamenthal/Straniero, 1993: 498, n.º 5449) con idéntico sentido.

Por el contrario, si el invierno ha sido templado y excesivamente húmedo, habrá sido un año propicio para los pastizales y herbazales, el hábitat o espacio humanizado con actividad agraria en oposición al bosque. Por ello que no sea extraño escuchar el canto del cuco en lugares como La Rasía, donde se extienden las praderías.

Panorámica del Valle de Iguña y Sierra de la Rasía

Ilustración 20. Panorámica del Valle de Iguña y Sierra de la Rasía desde el Pico de San Pedro.
Fuente: Alonso Rey, A. (2014).

…si canta por La Rasía, las arcas vacías

La consideración de estos dos modelos de invierno: el frío, largo y nevado, propicio para los bosques; y el templado y muy húmedo en primavera, propicio para el buen crecimiento de las hierbas en el prado, son indicativos a su vez de la cosecha cerealista que cabe esperar dado uno u otro tipo de invierno.

Muy conocido es el refrán castellano Año de nieves, año de bienes (MK: 45473), en velada alusión a la positiva incidencia que un invierno largo y frío tendrá sobre la cosecha de cereales. En algunos, la triple asociación entre «abundantes frutos en el bosque-invierno nevoso-copiosa producción triguera», es más explícita: Año de piñones, año de montones (MK2: 116); Año de piñas, año de hacinas (haces de trigo) (MK2: 116). También se halla algún asturiano en el mismo sentido Añu de xelá, non quepu’l carru pela portolá [Año de helada, no cupo el carro por la portalada] (VF: n.º 749), en alusión a las copiosas cosechas que traen los inviernos rigurosos.

Por el contrario, el año húmedo, en que el invierno es templado y las lluvias abundantes en primavera, la hierba y el heno serán abundantes, el cuco cantará felizmente en los prados por encontrar allí alimento, pero la cosecha de trigo se presumirá escasa: Invierno verano, ni paja ni grano (ABC, Madrid, 27/03/1977, p. 31); Año de heno, año poco lleno (MK: 30208). También existen refranes asturianos que comparten esta misma visión: Añu de yerba, añu de miseria [Año de hierba, año de miseria] (VF: n.º 750, var.); Añu en qu'heba muncha yerba, poca grana na panera [Año en que haya mucha hierba, poco grano en la panera] (VF: n.º 750, var.); Añu de yerba, nunca elli venga [Año de hierba, nunca él venga] (VF: n.º 750, var.). Puede ser ilustrativo del mal porvenir que acarrea este tipo de invierno templado y lluvioso el refrán cántabro que dice Año de hierba, año de mierda (GL: 169, s. v. año), y el comentario que sobre dicho refrán hace Adriano García Lomas:

Refrán que se decía mucho antiguamente, porque cuando hay mucha yerba es señal de que la primavera y verano han sido muy lluviosos, y como sembraban de trigo la mitad de las vegas o tierra labradas, se les echaba a perder. Además, la ganadería tenía poca importancia y el ganado valía poco, por tanto lo que más les interesaba eran los cereales. (GL: 169, s. v. año).

No ha de extrañar la preocupación por una venturosa cosecha de trigo en una región hoy ya de esencial vocación ganadera, sino que encaja en el marco de una sociedad más atrasada, con escaso desarrollo del intercambio comercial y, por tanto, propensa a una economía de subsistencia autárquica.

Por tanto, escuchar el canto del cuco en «el acebal», signo de invierno largo, nevado y riguroso, supondrá un buen augurio de cosecha de trigo («arcas llenas de pan»); mientras que la presencia de esta ave en prados y herbazales, en «La Rasía», anuncio de un año templado y húmedo, habrá de entenderse como presagio nefasto sobre la cosecha venidera de cereal («arcas vacías»).

 

B. Fraseologismos

UN ÁRBOL RÚSTICO, BIENHECHOR Y DE SABOR AMARGO PERO CURATIVO (B.1-3)

B.1 Ser como un xardón* [Ser como un acebo]. «En El Bierzo (León) se dice ser como un xardón, refiriéndose a una persona de modales rudos» (Inventario, 2018: III, 30). El Bierzo (León).

  • TIPO. Comparación estereotipada.
  • TEMA. Recursos expresivos del lenguaje: bestialidad, rusticidad (para insultar a personas rudas).
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado, simbolismo vegetal.
  • REFERENCIA A OTRAS PLANTAS. Encina, laurel.
  • MARCADOR DE USO. Regional (El Bierzo, León). Despectivo.

*Xardón. «En Salientes y Villarino del Sil los informantes distinguieron dos variedades de acebo: xardón, es “bravo” y su hoja tiene picos, y acebo propiamente dicho, que tiene la hoja como el laurel» (García Jiménez, 2008: 153). A veces, se identifica en El Bierzo a estos «xardones» con matas achaparradas de encina (cfr. Sarmiento, 1973: 78 y 82).

Esta comparación estimativa guarda relación con la extrema rusticidad del acebo y la encina. La connotación silvestre del acebo se manifiesta también en el atsotitzak euskaldún: Donostian Donosti, gorostian gorosti (véase A.6) y refranes en que simboliza el ámbito forestal (véase A.7).

B.2 Más malo que la retama y más bueno que el acebo. Expresión de Cayetana Riquelme, abuela de Pancracio Celdrán, «cuando quería ponderar la condición de una manera o cosa» (Celdrán, 2011: 22). Murcia.

  • TIPO. Comparación estereotipada (comparativa hiperbólica).
  • TEMA. Recursos expresivos del lenguaje: bestialidad, rusticidad (para insultar a personas rudas).
  • TEMA. Recursos expresivos del lenguaje: bondad (acebo), maldad (retama).
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado, simbolismo vegetal.
  • REFERENCIA A OTRAS PLANTAS. Endrino, espino negro, laurel, palmera, quino, olivo, retama, verbena.
  • MARCADOR DE USO. Regional (Región de Murcia).

Aunque bien constatado el dicho más amargo que la retama (cfr. Rodríguez Marín, 1899: 25), seguramente en razón de su toxicidad, no hemos hallado expresiones explícitas sobre las «bondades» del acebo, aunque parece lógico pensar que, por contraste con la retama, con esta comparación pretendan resaltarse sus virtudes medicinales. Sin duda que contribuyen también a explicar las motivaciones de esta expresión, las propiedades mágicas atribuidas al acebo, que han llevado a estimarlo como eficaz talismán o amuleto (A.4), inherentes a su aprecio como planta ornamental (A.5), así como la gran calidad y dureza de su madera (A.3-4), muy apreciada por sus múltiples aplicaciones.

Las razones del aprecio popular del que disfruta el acebo nos las recuerda Pancracio Celdrán:

Antiguamente, las hojas lustrosas de este árbol silvestre tuvieron uso ornamental afín al laurel y la verbena. […] Fue planta sagrada por tres razones: su verdor perenne simboliza la eternidad, sus rojas bayas evocan las gotas de sangre [d]el Señor; [sus] púas […] aluden a la virtud. Los setos de acebo, de endrino y espino negro sirvieron antaño para vallar villas y mansiones […] porque la[s] protegían mágicamente (…) Se cree que mientras mayor sea la cantidad de acebo presente en una casa por Navidad, mayor será la alegría en ella y más protegida estará. También se ha utilizado en la procesión del Domingo de Ramos en lugar de la palma y el olivo […] A los bastones de acebo se atribuyó antaño la virtud de que sus garrotazos resultaran mortales […], su fruto era utilizado como purgante, el cocimiento de su raíz y corteza tiene virtud emoliente [véase B.3], y en general todo el árbol resulta de provecho… (Celdrán, 2011: 21-22).

SINÓNIMOS Y CORRESPONDENCIAS. En castellano existen construcciones comparativas referidas al desagradable sabor de la retama: Ser amargo como la retama (González, 1998: 360); Mascar retama (González, 1998: 242). También, por su mal sabor, se recurre a la comparación Más malo que la quina (DFEA: s. v. quina), aludiendo ahora al amargor de la corteza de este árbol usado en medicina como febrífugo. Pero, sin duda, el término más asiduamente usado en castellano para ponderar la bondad de una persona o cosa es el pan. Así, es frecuente escuchar: Ser un cacho de pan; Ser (un) pan bendito; Ser bueno como el pan; o Más bueno que el pan (cfr. DFEA: s. v. pan).

B.3 [gal] Coma quen bebe acivro [Como quien bebe acebo] (Ferro, 2006: s. v. amargor, p. 190).

  • TIPO. Comparación estereotipada.
  • TEMA. Recursos expresivos del lenguaje: para expresar amargor.
  • NIVEL METAFÓRICO. Sentido figurado, simbolismo vegetal.
  • REFERENCIA A OTRAS PLANTAS. Aloe.

Al pie de esta fórmula comparativa anota Xesús Ferro: «Refírese á substancia amarga que se extrae das follas do áloe», quizá por atender al proverbial amargor del medicinal acíbar (o jugo de aloe) como evoca el refrán Lo que es acíbar para unos, es azúcar para otros (MK: 29122), o quizá por no transferir al estimado acebo la connotación negativa que tal amargor comporta (véase B.2, más malo que la retama/la quina). Sin embargo, si se considera que «acivro» es la voz gallega para designar al acebo (https://academia.gal/dicionario/-/termo/busca/acivro), que este abunda en Galicia, y que sus hojas se han ingerido tradicionalmente en pociones por contener un principio amargo, la ilicina, de virtud diurética y febrífuga, parece mejor admitir que la locución alude al acebo. El amargor, al fin y al cabo, no siempre ha de asociarse a algo negativo: Lo amargo es sano, y lo dulce hace daño (MK: 56975); En lo amargo está lo bueno, y en lo más dulce, el veneno (MK: 1530).

Comparaciones estereotipadas castellanas con igual valor que la gallega serían amargo como el acíbar, o amargo como la hiel (González, 1998: 34).

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