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Paisajes sonoros III

Los símbolos del paisaje sonoro en la arquitectura y el urbanismo (11 de 12)

Por Francesc Daumal i Domènech
Colaboraciones: Eva Crespo y Jimena de Gortari, arquitectas

4. Señaléctica sonora

4.3. Otras comunicaciones

4.3.1. El silbido

Otras formas de comunicación como son los silbidos también permiten descubrir cómo responden los espacios. Sobre todo son utilizados en los exteriores —el clásico silbido de obra—, ya que permite comunicarse a media y casi larga distancia.

En Canarias hay toda una serie de códigos establecidos con silbidos, que constituyen un verdadero lenguaje. Se trata de la comunicación humana mediante los silbidos y que se mantiene como tradición en la isla de Gomera. La anécdota más difundida es la de un guía que acompaña a un grupo de turistas y en cierto lugar se comunica con otro guía, sin verse, mediante silbidos. Cuando se encuentran, el segundo guía le cuenta lo que lleva el turista dentro del bolsillo.

4.3.2. Los antiguos y nuevos teléfonos

Es necesario aprender que este tipo de mensaje no es un lenguaje al que nos podamos acostumbrar o que podamos dominar con facilidad. Requiere bastante tiempo de aprendizaje. Aunque sólo sea un código sonoro, está lleno de los elementos básicos de toda comunicación.

La tradición de este lenguaje es eminentemente oral, y parece que quiere mantenerse enseñándolo en las escuelas.

Todavía precisamos aprender otros muchos métodos de comunicación a larga distancia, como han sido las trompetas, las campanas, los cañonazos o los tam-tam de los tambores en la selva africana.9

4.3.3. Dar palmadas, chasquear dedos y los golpes de bastón

También se puede excitar el sonido del espacio dando palmadas con las manos, chasqueando los dedos [Figura 15] o dando golpes con un bastón (en el caso de los ciegos), o un paraguas. Todos constituyen la familia de impactantes, que al mismo tiempo avisan de alguna intención.

Dar palmadas con las manos, por ejemplo, advierte de inicios o finales, como cuando los conserjes avisan que el Panteón de Roma está a punto de cerrar. Estos golpes, que encuentran la respuesta reverberante del monumento, nunca se olvidan por el retumbo que originan. En cambio, el hecho de chasquear los dedos es más suave, pasa más desapercibido. Conviene para testar espacios reducidos y no alarmar a nadie, como en los museos, bibliotecas, etc.

La punta de nylon del bastón es especial para el ciego, ya que le informa de los obstáculos en su camino, pero el retorno de ese impacto puede provenir de lugares con reverberación, informándole al ciego sobre la presencia de portaladas, callejuelas transversales, soportales, etc. [Figura 16].

El bastón permite generar sonido aéreo y de impacto al mismo tiempo del tacto, como el calzado. De hecho, la caída de un libro al suelo puede producir el mismo fenómeno que un golpe de manos —sonido aéreo fuerte— y un golpe de pie al pavimento —sonido de impacto— simultáneos.

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Notas

  • (9) En el Palais de la Decouverte de París pude escuchar, en invierno de 1998, una exposición sobre la comunicación con tambores africanos, donde se explicaban sus significados. volver
III Encuentro Iberoamericano sobre Paisajes Sonoros. Madrid, 2009
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