|
La figura de Isaac Albéniz (1860-1909) es hoy
universalmente conocida y admirada como la de uno de los compositores españoles más
sugestivos.Suele
atribuirse a Felipe Pedrell el
mérito exclusivo de haber sido el impulsor de la corriente nacionalista en la música
española, pero en realidad corresponde a Isaac Albéniz haber sido el primero en llevar a
la práctica y bien eficazmente esa difusión y valoración de la música
española fuera de nuestras fronteras que,
si acaso imaginada por algunos, ninguno acertó a expresar hasta bastante tiempo después;
una música que, sin dejar de ser cada vez más radicalmente española,
supo irse haciendo también cada vez
más universal.
De entre su extensa obra, Iberia, en
particular, constituye en términos absolutos la máxima aportación española al
repertorio pianístico universal, y así se ha reconocido hoy con criterio unánime. Sin
embargo, su intensa y amplia actividad como autor de canciones y de música sinfónica y
dramática sigue siendo casi completamente desconocida.
Espíritu de carácter cosmopolita, buena parte
de su vida la pasó Albéniz fuera de España, estableciendo su domicilio fijo en varias
ciudades europeas durante largas temporadas que, en conjunto con sus giras y viajes, suman
más tiempo que el que residió en su país natal. Pero eso no explica (y, en cualquier
caso, de ninguna manera justifica) el pertinaz abandono que su figura y su obra han
sufrido en España, donde apenas tres o cuatro músicos a lo largo de toda su larga
historia llegan a la altura de Albéniz.
Sí es verdad que abundan los escritos de
naturaleza más o menos periodística, con más o menos pretensiones, pero son
dramáticamente escasas las muestras de un acercamiento serio y solvente al personaje y a
su producción artística. Un repaso atento de la situación en lo relativo al
conocimiento real de la biografía y la producción artística de Albéniz, pone
inmediatamente de manifiesto las carencias, las equivocaciones, las contradicciones y las
supercherías que sobre tan digna figura han vertido quienes se conforman con explotar tal
o cual anécdota y repetir penosamente, una y otra vez, los mismos errores e
inexactitudes. Como resultado, la gran mayoría de la literatura escrita en España sobre
Albéniz, evidencia de manera patética tanto el desconocimiento preciso de muchos datos
fundamentales como la pereza o la incapacidad para averiguarlos, lo cual se ha encubierto
frecuentemente con vana retórica y mala literatura, cuando no con puros ejercicios de
caprichosa fantasía y ficción novelesca. |
|
Probablemente a causa de la temprana proyección
internacional de Isaac Albéniz, las principales aportaciones al estudio de su vida y de
su obra se deben no tanto a sus compatriotas como a estudiosos hispanistas.Así, sus biografías «clásicas» se
deben a Henry Collet, Michel Raux-Deledicque y Gabriel Laplane.
Son obras sumamente apreciables por cuanto
evidencian una devoción sincera por Albéniz, pero ya muy envejecidas y radicalmente
ayunas de un planteamiento científico, no obstante lo cual han sido y siguen siendo la
fuente en que al parecer abrevan cuantos con posterioridad han trazado alguna semblanza
biográfica de nuestro compositor.
Las severas limitaciones de estas obras han sido,
venturosamente, superadas por un recentísimo estudio solvente, documentado y actualizado
del que es autor el profesor Walter A. Clark, que ha preparado para este homenaje un breve apunte biográfico de nuestro compositor.
Por fortuna, los estudios albenicianos en España
han experimentado un vigoroso empuje en la última década, y justo es señalar a este
respecto las pautas de precisión y rigor científico establecidas por las documentadas
investigaciones del profesor Jacinto Torres, del Real Conservatorio Superior de Música de
Madrid, autor de más de una treintena de publicaciones sobre el tema y, en particular, de
la edición facsímil y el estudio sobre la Suite Iberia y del Catálogo
sistemático descriptivo de sus composiciones musicales, de cuyas características y
presentación en fecha próxima se da noticia
especial en estas páginas, así como también de la ópera Merlin,
con una presentación a cargo del responsable de su recuperación, el maestro José María
De Eusebio.
Entre algunos de los notables estudios sobre
Albéniz aparecidos en España en los últimos lustros, destaca por la originalidad de su
tema y sus planteamientos el realizado sobre las canciones inglesas por la profesora Marta
Falces, de la Universidad de Granada, quien también colabora aquí con un texto sobre la vocación y la dimensión internacional de las
obras de Isaac Albéniz. |