Para entender bien el concepto de curaduría, se debe entender primero el concepto de un curador. Éste se define como una persona preparada y con la capacidad para desarrollar estrategias de exhibición eficientes, asegurar una relación eficaz entre el artista y el espectador, por medio de la obra y la manera en que es representada.

“Un museo normalmente cuenta con una programación anual de exposiciones, y la función del curador es ofrecer un discurso que sea accesible al espectador y coincida con la vocación del museo. No se trata de una mera cuestión de gusto, sino de una interpretación crítica que enlaza de manera coherente a los artistas y sus obras con un discurso político, social y cultural”.

El curador tiene distintas tareas, una de ellas, es la investigación: para poder encontrar el balance y poder crear una relación entre el espectador y el artista, debe conocer muy bien al autor, a la obra, sus estilos, el contexto histórico y cualquier otro dato relevante. El curador también requiere tener ciertas nociones de cómo conservar en buen estado las obras, seres u objetos que propone exhibir.

Otra tarea muy indispensable con la que el curador debe cumplir es la seguridad, debe asegurar que el cualquier obra que se presente no sea un peligro para la comunidad, ya sea por la utilización de objetos filosos, tóxicos, etc.

Los elementos complementarios, o recursos adicionales, también tienen un papel muy importante durante la presentación de una obra, los aromas, sonidos, iluminación, temperatura del cuarto pueden contribuir a crear una atmósfera favorable.

Estrategias de promoción: Materiales gráficos, llamadas telefónicas, medios de comunicación masiva, constituyen una variedad de alternativas individuales o complementarias que pueden ser utilizadas en una campaña promocional previa para asegurar tráfico durante la exhibición.

Avalúo: Cuando la exposición persigue un propósito comercial, algunos curadores cuentan con la capacidad de efectuar una valuación para cada una de las piezas que participan.

Establecer el sentido de la muestra: Conjuntando el uso de todos los elementos anteriores, el curador tiene que determinar el ¿por qué? De llevar a cabo la muestra ¿cuál es el propósito que se persigue con la misma? Tal vez la idea es dar a conocer una nueva generación de artistas, o hacer un homenaje a un personaje consagrado, etc. El sentido de la exhibición significa todo ya que el espectador potencial decidirá su asistencia a partir de ello.

El curador usa 3 etapas para realizar su trabajo. La primera etapa es la preproducción; es ésta en donde el curador y los demás miembros del equipo colaboran para desarrollar y sentar las bases del concepto. En esta se inventa un plan en el cual se trabajara para llegar al objetivo. La segunda etapa es la producción; en esta etapa el curador se enfoca mas en lo que busca lograr y se fija en elementos específicos como el mensaje y la conservación. La ultima etapa es la posproducción; durante esta etapa los curadores deben de estar al tanto de lo que pasa en la sala. Por ejemplo si una pieza se deteriora, o si la descripción de una obra es incorrecta.

Originalmente la palabra curador significa “alguien que cuida”. En museología, el curador o comisariado artístico, principalmente atiende a las necesidades de las exhibiciones. Para poder trabajar la curaduría en un museo, por lo regular se requiere de una maestría en la materia.

El curador no debe de ser confundido con el conservador o restaurador de obras, ya que aunque la palabra venga de cuidar, el curador se encarga meramente de resaltar la exposición y hacerla más didacta e interesante, y cada exposición nunca es igual ya que al tener diferente contenido el curador tiene que realizar investigaciones y adaptar su estilo al de las exposiciones.

El término se utiliza primero en el Derecho de origen romano, en donde proviene, para nombrar a alguien encargado de la custodia de una persona, o sus bienes. A partir del Renacimiento aparece para nombrar al encargado de las primeras ediciones de la naciente industria de la imprenta. Durante el siglo XX, a partir de la actividad organizativa y expositiva del Arte de las Vanguardias Europeas por el artista Marcel Duchamp se difundió su uso, en el medio de las artes visuales para nombrar a las personas.

En los últimos años, el curador recibe cada vez más atención en el medio de los museos. Hay curadores que gozan de fama internacional y son contratados por museos de todo el mundo para que organicen exposiciones. Incluso se ha llegado al extremo de organizar exposiciones en donde se prescinde de las fichas técnicas de las obras y sólo se informa del título de la exposición y el nombre del curador, como si lo importante fuera la “idea” expuesta a través de las obras y éstas fueran secundarias.

En base a una entrevista que encontramos, pudimos conocer más de este importante rol en un museo. Vimos que los curadores pueden trabajar de manera independiente, pueden solicitar a artistas específicos, o bien, los artistas pueden llegar a el curador. Descubrimos el término co-curaduría, que consiste en que, mientras un curador realiza la investigación sobre la obra, el autor, etc. Otro curador puede estar trabajando en lo que sería el montaje de la obra, es decir, la iluminación, el orden, la seguridad del área, etc. Todo esto se hace siempre en conjunto con el artista.

Aquí les dejamos algunos de los curadores internacionales más importantes:

• Anna Colin-Londres
• Travis Chamberlain-Estados Unidos
• Bassam el Baroni- Egipto
• Biljana Ciric- China
• Shihoko Iida- Japón