La voluntad de Dios vrs El libre albedrío.

Romanos 12: 2 NTV
No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.

¿Qué es el libre albedrío?

El libre albedrío o libre elección es la creencia de aquellas doctrinas filosóficas según las cuales la persona tiene el poder de elegir y tomar sus propias desiciones.

Cuando Dios creo al hombre para que señoreara sobre la tierra, Dios le dio la orden de crecer y de multiplicarse, aquí podemos ver que Adán tenía que obedecer un mandato divino. Pero así como Dios le enseñó al hombre a obedecer y a cumplir con su voluntad, también le dio el «regalo» de tener el libre albedrío para decidir y hacer lo que él considerara correcto. Pero ¿En verdad Dios está de acuerdo con todo lo que decidamos en nuestra vida? La verdad es que no. Por otra parte Dios permitió que el árbol estuviera en el Edén para probar el nivel de obediencia de Adán y de Eva. Pero ellos decidieron hacer lo que les parecía bien a simple vista, hicieron uso del libre albedrío y dejaron a un lado el mandato de Dios, trayendo esto consecuencias al ser echados del Edén.

Existe la voluntad de Dios para el hombre, pero también existe la voluntad permisiva de Dios.

Dios permite que hagamos cosas que según para nosotros está bien y que al final cuando terminamos y fracasamos nos demos cuenta de que es mejor poner por encima su voluntad y no nuestra propia voluntad o nuestro libre albedrío. O muchas veces nos dejamos llevar por los logros o los triunfos de los demás y queremos hacer lo mismo porque pensamos que quizás vamos a tener el mismo éxito que ellos tuvieron. Lo cierto es que todos somos diferentes, que todos triunfamos de manera diferente, que nuestro propósito no se parece al de ningún otro.

Es verdad, hacer y cumplir la voluntad de Dios no es fácil. Pero al hacerla nos aseguramos un futuro lleno de éxito, pero cuando nos revelamos y abusamos del libre albedrío fracasamos y lo que causamos es un retraso ministerial en nuestra vida y provocamos que las promesas o las palabras que Dios nos ha dado tarden en manifestarse. Porque Dios siempre nos estará probando y nos estará enseñando que es mejor hacer su voluntad y caminar en ella para que podamos crecer y multiplicarnos. En ocasiones Dios va a permitir que fracasemos y que salgamos lastimados para que nuestros hechos y acciones traigan consecuencias y con eso hacernos entender de que lo que Él ya diseñó para nosotros es mucho mejor de lo que nosotros queremos.

Pero entonces ¿ Por qué Dios nos dejó el libre albedrío? Pues para que nos demos cuenta que nuestras desiciones pueden apagar el fluir del Espíritu en nosotros, de que tendremos un futuro incierto si nos dejamos llevar por lo que sentimos o por nuestros deseos, o simplemente por lo que vemos «bueno» según para nosotros. Como hijos, Dios nos trata de cuidar y es por eso que Él nos dice que su voluntad es buena agradable y perfecta y que no hay nada mejor que decidir por ella.

David era un hombre que tenía el corazón de Dios y que amaba a Dios sobre todas las cosas y amaba hacer su voluntad. Pero la Biblia nos dice en el libro de 2 Samuel 6 que David intentó llevar el arca a Jerusalén pero que en el camino vemos que se produce la muerte de Uza al tocar el arca, David entristecido le hizo una pregunta a Dios ¿Cómo ha de venir a mí el arca de Jehová? Las intenciones de David eran buenas el querer llevar el arca a Jerusalén, pero el hecho de que sus intenciones eran buenas no quería decir de que eran las correctas. Tuvo que consultarle a Dios qué era lo que tenía que hacer.

Aunque tomemos desiciones buenas no significa que sean las correctas.

Dios es un padre amoroso, escucha nuestras oraciones, sabe lo que nos conviene y nos colma de bendiciones si aceptamos andar en su voluntad. Pero también es perfectamente justo y por eso nos dio el libre albedrío para que decidiéramos entre el bien y el mal.

A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia.

Deuteronomio 30:19

Imagínate a Dios poniendo en tus manos la vida y la muerte, el bien y el mal. En pocas palabras Dios no te obliga a que lo aceptes como tu Señor y Salvador si tú quieres que Él tome el control de tu vida eres libre para decidirlo, pero si no quieres hacerlo también eres libre. Lo cierto es que Dios nos dice con cariño que escojamos la vida, ya que al escoger la vida literalmente lo escogemos a Él ya que Él es el camino la verdad y la vida. Si hacemos su voluntad recibiremos vida eterna pero de lo contrario, si hacemos lo que queremos al tener consecuencias recibiremos condenación. Al final Dios quiere que entendamos que es mejor poner por encima su voluntad aunque sea tan difícil de cumplirla y dejar en un segundo plano nuestro libre albedrío. Dios quiere que todos nos salvemos y que nos vaya bien en la vida. Desde antes de la fundación del mundo Dios nos trazo con un plan divino, al poner por encima nuestros planes estamos diciendo que el plan divino de Dios no es bueno para nosotros y cuando decidimos hacer lo que queremos, al momento de accionar tenemos algún tipo de fracaso y nos volvemos vulnerables a todo sentimiento que se presente en ese momento. Pero Dios nos deja, y sabes que pasa, que cuando nos pegamos con la piedra en los dientes nos damos cuenta de que por más esfuerzos que hagamos por ser exitosos, al final entendemos que no hay nada mejor que caminar en la voluntad de nuestro Padre Celestial. En realidad eso, es el objetivo de Dios: darnos cuenta que su voluntad es mejor que cualquier otra cosa.

Y terminaré con el ejemplo de Jesús:

Jesús en realidad no quería morir en la Cruz y él también tenía el libre albedrío para decidir no hacerlo, pero por otra parte estaba la voluntad de Dios hacia Jesús, al final qué hizo Jesús, pues morir en la Cruz porque decidió hacerlo, porque decidió cumplir con la voluntad del padre. ¿Qué se obtuvo de todo eso? Pues estar a la derecha de Dios padre gobernando con toda autoridad. Cuando hacemos la voluntad de Dios Él nos bendice, Dios nos exalta delante de los hombres y automáticamente provocamos un acercamiento a Dios, en conocer su corazón y conocer al Espíritu Santo.

Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte.

(Proverbios 14:12)

Decide ahora: Voluntad de Dios o tu libre albedrío

Publicado por Jossy Martínez.

Con amor eterno te he amado; por tanto te prolongué mi misericordia. Jeremías 31:3.

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